domingo, 24 de mayo de 2020

UNA PROMESA.


El destino, a veces, descubre sus cartas,
esa es la magia de la vida

Él se asomó al balcón cuando sintió la llamada.
Ella alzo la mirada porque sintió la llamada.

-El destino barajaba las cartas

Ella estaba tan lejos que mil millas la separaban
Él hizo un ruego, que en su camino se cruzara

-El destino había lanzado las cartas.

Él, mirando la estrella, sintió que le hipnotizaba.
Ella estaba segura, no podía ser otra que aquella.

-El destino dijo: As de copa Él, de corazones Ella.

Ella suspirando, se llevó sus dedos a la boca.
Él, con su mano en el corazón la estrella sujetaba.

-El destino sonriendo juntó las dos cartas.

Pasaron los días, las semanas, casi una vida,
en una calle llena de flores y paredes blancas

-El destino nunca se equivocaba

Él detuvo sus pasos, dejó de caminar y se dijo
No está lejos, lo sé, sé que la tengo muy cerca.

Ella alargó la mirada, había sentido lo mismo.
Y de repente, al volver la cabeza lo vio de espalda.

-El destino se hizo luz, una que salió de la nada

Él se dio la vuelta, una blanca claridad lo llamaba
y se dijo, tu eres la estrella que ayer me miraba.

Ella sintió de pronto como su corazón palpitaba 
y alargando sus manos a quien ayer esperaba…

-El destino había realizado el hechizo del amor

… Él corrió hacia ella y tomando sus manos le dijo:
ven amor, andemos los caminos, es nuestro destino.

El destino los vio marchar juntos agarrados de la mano
por calles de paredes blancas, ventanas de rejas azules

y colgando como una ofrenda. macetas de claveles,
geranios y rosas. Aroma de canela, fresca hierbabuena

y en las puertas abiertas, coquetas cortinas de colores
se movían al compás de la brisa del viento que suspira.

A medida que caminaban calle abajo, cambiaba el paisaje:
Ahora, al final de la misma, eran olas blancas bordadas

de encajes con incrustaciones de preciosos corales.
Más adelante, un inmenso mar verde que se alzaba

hacia un horizonte que se volvía de tonos azules:
Un cielo salpicado de nubes de las paredes hermanas.

Y dando por finalizada la jornada, el destino sonriente,
en retirada se escondía, sabía que nunca se equivocaba.

La noche llegó y una calma que invitaba abrir el alma,
entre el canto de la cigarra y de las ranas enamoradas,

en un cielo cubierto de estrellas, una que deslumbraba
con el titilar de latidos de corazón, entró por la ventana

donde dos amantes que hacían el amor se miraban
mientras sus cabellos blancos relucían como de plata.

Y en una voz que era un susurro de amor y ternura
Él le dijo a Ella, que guapa está mi linda enamorada.

Ella con la cabeza en el pecho de Él se quedó dormida
Y Él, con sus manos llenas de ternura, le rozó la cara.

Ahí acabó un día, preludio de un amor que seguirá
por calles de paredes blancas,
rejas azules, plazas de flores y aromas a claveles.
Verdes mares sembrados de pinares,
y al fondo, tras un horizonte de dos colores,
la magia de la vida: el destino que los mira.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

HERMOSA MUJER.


A la mujer con quien quisiera estar emparejado. Espero encontrarte algún día.
               

Linda mujer de cabellos de seda,
de mirada tierna y serena,
de dulzura en tu boca de agua
y esencia del mundo que me habita

Bésame, aunque sólo sea una vez,
haz valer, bella y dulce mujer,
tu grandeza, ventaja y poder
en ese tu reino omnipresente.

Hermosa mujer: mirada de seda
y negras pestañas negras
aires de diosa y sonrisa abierta,
esencia que fecunda lo que tocas.

Detén tus manos en mis azaleas,
cuida con mimo sus frágiles hojas
que son mi corazón que suspira,
sueña y te añora a todas horas.

¿Acaso, diosa del mar, no será mejor
cantar al amor, al inmenso amor
que configura mi corazón
y de ti toma la forma y la razón?

¿acaso, un solitario cual perdido,
moribundo y sin rumbo, sin consuelo
más que ese canto a tus encantos,
no fuera su cantar azalea del camino?

Veredas que conducen a un destino,
tu boca de agua y cuerpo infinito.
Y mientras te sueño, te canto,
nunca al dolor, si no a tus encantos

Que no ha de haber suerte mejor
para el caminante que, por amor,
sigue al destino: tus ojos profundos
de miradas azules como el mar tuyo.

Alabados los que nunca van a morir
de amor, que, si el dolor es sufrir
y vivir enamorado, es ver y sonreír
que mejor sentir que en ti revivir.

Mejor será como si fuera un suspirar
el buscar en ese tu enamorado mirar
la brisa que al soñar le hace añorar
y a la vez sacar el mal de la soledad.

¿Por qué ha de llorar lágrimas de sal
un poema cuando tú haces brotar
como de la nada las bellas azaleas
que necesitan de tus aguas bendita?

El, quería exclusividad, Ella, libertad.
El, poseer hasta su forma de pensar.
Ella, depender solo del verbo amar
y, ahí, en toda su conjugación, soñar.

Qué, si no es la libertad más que amar
¿Acaso luchar por ella, no es caminar
hacia un mundo mejor, querer lograr
esa igualdad que nos lleve a la felicidad?

Receta, dieta para un corazón hambriento:
Brisa que acompase el fuego de la pasión.
Caricias como compañera de la admiración.
Y, por todo condimento, besos de confesión.

Confesar en cada uno de ellos y a la vez,
dar todo por amor y por amor, el ser
como el agua cristalina en tu ser, mujer.
Es mucho pedir, aunque sea solo una vez.

Si haces valer en mi todo tu inmenso poder
y fuera que tu gracia en mi boca derrames
y con un beso húmedo y apasionado a la vez
me lleves por lo profundo del mar de tu ser.

¿Acaso eso pudiera ser y dejaras entrever
como arco iris cercano y en el horizonte
que la luz nace en tu cuerpo de mil colores
y me alumbras los bosques de mis noches?

Donde me pierdo y deambulo como un ciego
sin esa guía que le salve, sin esas manos
que con dulzura lo lleve por los senderos
hacia tu boca de agua y cuerpo infinito.

Por todo ello, hermosa mujer, te ruega
que detengas tus miradas de seda,
por entre tus negras pestañas negras,
este camínate insaciable que te añora

Que detengas tus manos en mis azaleas,
que cuides con mimo sus frágiles hojas
porque ellas son mi corazón que suspira,
suspira, sueña y te añora a todas horas.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

QUÉ MÁS DA.


Qué más da si no te nombran,
si al final del poema no apareces
eres luz en esta sombra,
tú escribes porque lo crees.

Qué más da que otro
su nombre ponga
debajo de tu texto,
tú lo viviste y sentiste.

Qué más da que mañana
alguien se llene de dinero
con la obra que hiciste
si los méritos y premios
se van como vinieron.
Lo que importa es lo vivido.

Qué más da que no te recuerden,
si leyendo un poema tuyo
ellos sienten que reviven
un momento pasado,
entonces ya habrás ganado
todo lo bueno posible.

Podrán robarte la historia
pero nunca el sentimiento.
Podrán decir que todo es suyo
pero nunca lo han sentido.
                               
Pero tú poeta lo vives,
sin que te paguen
levantas el lápiz
y escribes.

Nadie se compara a ti,
eso que tienes que decir
por más plagios que tengas
 será tuyo hasta el fin.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

SER UN VERDADERO POETA.


Casi nadie que conozco para mí lo siento, es poeta,
Porque para ser poeta hay que ser un grande,
De las letras, alguien que a la gente enamora,
Ser poeta es un camino, y solo lo es el que llega a la meta.

La mayoría de los grandes poetas, lo fueron ya muertos,
Solo los más grandes son reconocidos en vida,
A mí me enorgullece y me agrada que me llamen poeta,
Pero sería  un temerario y un imprudente si lo creyera.
               
Para mi casi todos somos corredores de una larga travesía,
Una gran mayoría se rinde por escasa fe y energía,
Gran parte no llega por escasez de talento y en su escritura monotonía,
La poesía es un sueño, una carrera de fondo para una minoría.

Dicen que los poetas solo viven y trascienden una vez muertos,
Su paso por la vida es un intervalo corto e infructuoso en muchos casos,
La poesía es un arte menor, me refiero que no es para ricos,
La satisfacción del artista debe ser que le lean, no los emolumentos.

Veo por desgracia muchos, que están ansiosos por ser famosos,
Esos no son poetas, porque el poeta no puede ser ansioso,
El poeta debe ser distinto, debe buscar la creación de obras maestras,
Debe intentar estar vivo ya una vez muerto, vivirá en sus escritos.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

UN BELLO SUEÑO DE AMOR.


Dejemos correr el tiempo
disfrutando este querer;
este hermoso sentimiento
que ha nacido en el ayer …

Sin siquiera darnos cuenta,
sin buscarlo, sin pensar,
lo que luego sucediera
pese a ser sólo virtual.

A veces se hace penoso
el no tenerse, el no estar,
el no sentirse uno, solo,
el no poderse abrazar …

El no cruzar las miradas,
esas que saben hablar,
sin que haga falta palabras
para así comunicar...

Lo que fluye desde el alma,
lo que dicta el corazón,
entre el silencio, la calma
y el gran deseo de amor!

La distancia, el destiempo
y la vida cotidiana,
transforman al sentimiento
en un juego de palabras...

Los horarios diferentes
juegan un rol importante,
porque no se puede siempre
que se desea, encontrarse.

Van  transcurriendo los días,
cada vez se hace más fuerte,
desear que la fantasía
en real se convirtiese...

Pero es un imposible
que no podemos cambiar.
Lo sabemos y es terrible,
pues la tristeza es total.

Se torna en pena el deseo
y produce un sinsabor,
porque al final sólo es eso...
Un bello sueño de amor!




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

DE VERDE SE VISTE LA LLAMA.


Verde sentir, verde rama,
verde verso, verde amor,
creciendo libre, sin pausa,
verdeando alrededor.
La verde paz se conmueve,
verde que torna a marrón.
En las cosas del querer,
la vida es multicolor.
                                                              
Viste el semblante de plata
y de gala las pupilas,
blanquinegra golondrina,
que con su canto arrebata.
Anda pero no camina,
verdes pasos de templanza,
en la belleza temprana,
que nace, crece y se calma.

Verdea la luz en la hoja,
verde reflejo que llama,
con el verdor en las mentes,
de la belleza que mana.
Mirada que verde aclama,
con la justicia en la frente
y en los labios la palabra.
Verde se quedó la llama,
en su rojiza alborada.

Verdor que bulle en el vientre,
de la tierra que amamanta,
sangre verde que reclama,
la vida que se arrebata.
Verde trino de calandria,
que anida en la estepa clara,
voz que verdea entre los ecos,
de verdes voces hermanas.

Verde ternura que adorna,
la caricia que la embriaga,
Negro que al tornar a gris,
a verde cambia la cara.
Rojo vive el sentimiento,
a verde cuando se calma
y en el blanco pensamiento,
la verde idea se desplaza.

Amor que verde perdura,
creciendo fresco se guarda,
en la verde melodía,
que en sus pasiones declama.
Amor que al verde arrebata,
el rojo de sus entrañas.
Amor que el verde reclama,
al despertar la mañana.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

MEDIA NOCHE.


Es media noche,
mis parpados no cose el sueño
segundos goteando de la aguja del reloj
campanadas ahogadas en la distancia
tañidos sordos y lejanos
almohada perfumada de insomnio
silencio delicioso nocturno.

La noche casi ha devorado el ruido,
regresan pensamientos ausentes,
aparece oportunista tú recuerdo
brotan flores negras de nostalgia.

Al abrigo de tú sombra y ausencia
nacieron raíces mustias
dolorosas y profundas
en blanco y negro se tornaron tus sonrisas
te alejaste como se alejan
las luces de un coche en la distancia
se enfrió la parte de tu cama al pasar del tiempo
sólo mantuve tibio tú recuerdo.

Pero como al final de un largo invierno
murió la ilusión marchita
se secó el vástago de esperanza.

... No te espero más!




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

EL PASAR DE LAS HORAS.


Siento pasar las horas,
sin noción de tiempo
y ansias devoradoras,
se pierden en silencio.

En ese silencio pesado,
que cual cruz a cuestas,
lleva callado tu nombre,
sin que tú lo sepas.

Una a una deslizan,
entre días y desvelos
y cuanto martirizan,
sometiendo anhelos.

Cada hora es suplicio,
de un tiempo pasado,
al borde del precipicio,
al que será lanzado.

Mi piel erizan instantes,
de tiempos claudicados,
cual espectros danzantes,
de sentires postergados.

Y van las horas sin cesar,
plagadas de ansiedades,
con un adiós sin regresar,
dejando a su paso soledades.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

EL BOHEMIO Y LA LUNA.


Un muro de piedra y la hiedra
nos quisieron imitar,
y ahora están abrazados
sin importarles los cardos
que los quieren lastimar.

Y un gorrión de pecho rojo
a su amada fue a cantar,
pues la quiere ver mimada
copiando la serenata
con la que te fui a arrullar.

También las olas del mar
a la playa se acercaron,
me vieron que te besé
y por tal les provoqué
que siempre la estén besando.

Y lo sueños se juntaron
todos en una quimera;
quieren compartirle al mundo
que mis versos son el fruto
de quererte … y que me quieras.

Porque al caer de la noche
tú me inspiras mis poemas,
pues nos desvelamos juntos;
yo el bohemio como muro,
y tú mi Luna... ¡Como hiedra!






Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

sábado, 23 de mayo de 2020

EL AMOR NO CADUCA.

Nunca olvidaremos nuestro amor,
aunque pretendas olvidarme …
tú me diste muchas cosas
para recordarte
y jamás se borrará
lo que vivimos tú y yo.

El amor no tiene caducidad,
cambia la piel y el lugar,
si ayer fui tu realidad
muy pronto me convertí en tu tempestad.

Y nos amamos con locura,
nos entregamos sin cesar,
jamás me pude imaginar
que hoy sea tu peor despertar.

Me queda la conciencia tranquila,
mis cadenas te llegaron a lacerar,
tú siempre quisiste volar …
amaste más tu libertad.

Yo en mi sitio me quedaré
con mi triste realidad,
si ayer fui tu alegre cantar,
hoy solo un absurdo silencio vivirá.

Quizá nunca vuelvas a sentir
un corazón tan enamorado de ti,
pero eso a ti no te importa,
no te preocupó nunca mi sufrir.

Y es que el amor no caduca,
cambia de lugar y de piel,
hoy que no soy más tu querer,
mis sentimientos los echaste a la basura.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

ME DEJAS COSAS BELLAS.


Me dejas todo lo bello
que aprendí al conocerte,
mi alma plena y enamorada,
todo un jardín de fragancias hermosas.

Me dejas con mi cuerpo extasiado,
recordando cada momento de placer
y de íntimos encuentros,
tan míos, tan tuyos ... tan nuestros.

Me dejas alegrías y penas
y un cielo lleno de colores,
porque hiciste vibrar
mi corazón dormido.

Déjame gozar todo lo que de ti
he recibido,
deja que mis sueños
te sigan y te disfruten
y estar más tiempo a tu lado.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

RETRATO NATURAL.


Hoy quiero que mi poema hable de ti,
de esta natural imagen que tengo delante,
que me acompaña en fogosa tarde de junio,
bochornosa tarde de principios de verano.

Eres natura risueña rodeada de natura verde;
el sol ilumina tu rostro y la faz de los helechos
y hace que en tus ojos nazcan jóvenes estrellas
de un edén terrenal que transmite alegría y vida.       

Hoy te miro y parece que me sonrías a mí,
aunque yo sé que no es así, pero me agrada;
luces primavera de estío en la cara y luz en la mirada
y unos labios de amapola que hablan sin decir nada
y una frente brillante y clara que invita a anidar un beso
y un rostro sereno y feliz que parece quieras compartir.

Hoy mis dedos son versos que como pinceles
quieren reseguir esta figura con naturalidad:
la línea de tus cejas, el perfil de tu nariz,
la comisura de tus labios y esas mejillas de terciopelo
que confluyen en un suave y delicado mentón.
Mis dedos pinceles quizás usarían acuarela
para intentar emular la transparencia de la imagen,
la claridad de un rostro ungido con rayos de sol
que felices acarician tu terciopelo  y el helecho.

Hoy mi poema ha nacido feliz hablando de ti,
me he sentido artista y poeta con sonrisa compartida,
aunque yo sé que no es así, pero me agrada.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.