En un día lunes y aunque
hoy me tilden de lunático,
cometeré el acto simpático
de robarte tus mil lunares
que son mis quitapesares
bajo la luz de la loca Luna,
importa del lamento ahijuna
ni pendiente perro caliente
si en mi fortuna inoportuna,
me eclipsen corazón y mente
tus ojos color de aceituna.
Siempre quedo alucinada
cuando contemplo la luna
y emocionada, pues la miro sola,
antes mi amado me acompañaba,
y juntos alucinábamos mirándola.
Ahora he de resignarme con hablarle
le digo que añoro a mi amor querido,
y ella parece que me envía su reflejo nítido
Estaba pensando en vos
bajo la luz de la luna,
las nubes se habían ido
solo quedaba en el cielo
las estrellas tan lejanas
giñándome con desvelo
para móstrame que siempre
ese satélite arriba
me quiere sin condiciones
mientras me manada su luz
cariñosa y atrevida.
La verdad no sé si eres lunático,
Pero, veo que escribes a la luna.
Ella da inspiración como ninguna,
Cantándole veo muchos fanáticos.
Unos esperan la luna para cantar.
Y llevan sus serenatas bajo su luz,
La luna es motivo fijo en el amar,
de los poetas y del tango andaluz.
No hay ensoñación sin una luna,
dueña es del amor, como ninguna.
En estos tiempos almacenados
bajo el hechizo de luz de la luna.
Van quedando alucinados
y dan pinchazos como la tuna.
No es para menos
las estrellas con sus puntas
la ayuda a que se vea
disperso el alucinamiento
del momento.
Detrás de la fuente oscura
vi correr tus sentimientos;
se burlaban de los vientos
porque insultó su hermosura:
Hoy reclamo esos momentos,
ya es la luna esa locura.
Y para arrancar tormentos
ya no tengo su figura.
Qué no vista la Luna de púrpura,
con signos de muerte y aflicción
pues sería el reflejo inequívoco
de un Sol en igual condición,
que no impere más en el orbe
el puñal del malévolo hombre traidor,
que no se tiñan de rojo escarlata
los astros en su regia interacción,
que vistan mejor de esperanza
y de cualquier otro color,
que entre tonos suaves y agradables
nos recuerden un arco iris multicolor,
como símbolo de la divina alianza
por los niños y el futuro promisor
donde no haya vicios ni asechanzas,
donde exista la candidez e inclusión.
A juglares y vates inspirados en la Luna
se les denomina enfermos y lunáticos
será que no hay otro lugar más simpático
con poderosas palabras más oportunas,
sea esta invitación para el que desayuna
con el medio de comunicar idiomático
un homenaje a los que ofrecen viáticos
en la muy castiza y cervantina tribuna.
...luna tú que iluminas su andar
dile que me venga a buscar.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri