A toda mala persona
que margina a un pueblo entero,
pongamos un gran letrero
donde caiga su corona.
La voluntad no traiciona
porque siempre medita,
lo que el rico necesita
olvidando siempre al pobre,
sea el oro, sea el cobre
la tristeza no la quita.
Al que maltrata, esclaviza,
ataca las libertades y quita vidas,
deberían colgarlo de la Plaza Mayor
como se hacía dicen en la época antigua,
porque priva al inocente de su vida,
del trabajo de la familia y de sus gentes.
Hagámoslo sin medida, con fuerza y conciencia,
una denuncia en toda regla
para que encierren al que hace la guerra.
Desde la región de las bombas
el mundo se ve crudo, difuso,
en un mar de desesperación y agonía,
sólo en paz con los días,
por lo tanto soportado a estas alturas
de la sinrazón sin medida,
yo un sin remedio sin control,
un sin vida propia ahora tonto.
Soy lo que soy y eso basta:
siempre fue así de simple concentrarse
cuando estás tú delante
y yo presagio un nuevo encuentro fortuito,
en la raíz de este sopor crónico,
que me trae al límite.
¿Existo, o esto es tan solo un sueño más
de los que tantos hube tenido,
intentando amoldarme
a un ya consabido plan de los que mandan?
Seamos cordiales,
Oportunos, tolerantes.
No seamos animales,
Con la gente solidarios,
Sin mirar como adversarios,
Porque Dios nos dio la vida,
Si tenemos corazón,
Practiquemos el perdón.
Hagámoslo sin medida
Sonriamos a la vida.
Hagámoslo sin medida
si lo dicta el corazón,
aunque no tenga razón,
y me lo cuestionaría
tener en sana armonía,
la razón y la conciencia,
ante tanta indiferencia,
que en el mundo predomina,
y la mente es una víctima,
de muchas grandes potencias.
No nos quedemos callados
ante las atrocidades,
atropellos y maldades
de sus actos depravados.
Aunque dicen ser sagrados
por su seductor linaje,
no precisan del coraje
que requiere la grandeza,
pues la límpida nobleza
no la compra un fino traje.
Hagámoslo sin medida,
amemos con alegría
al vecino, al enemigo,
a mi amor, a mi vecino,
a la gente que nos grita
de puro maleducada,
los que nos besan y miran,
hagámoslo sin tapujos,
con los brazos extendidos,
hagamos amor sin miedo,
sin la guerra empedernida,
sepamos considerar
que la humanidad herida
necesita menos guerras,
y más cariño sagrado.
Hagámoslo sin medida...
abrazar a ser extraño
darle un bocado de comida
ganarnos así un peldaño,
cuidar un alma sin salida,
suplir esa carencia cada año,
enseñar una lección de vida
que guíe a cualquier rebaño.
Me gustas demasiado,
no te puedo calcular,
no quiero dosificar,
quiero amarte eternamente,
has dominado mi mente,
regalarte mil orgasmos,
suspiros, sonrisas y espasmos,
muchos más quizás,
mereces eso y más,
hazme el amor a cada hora,
mi deseo siempre aflora,
pues tu ser, dentro de mi mora,
y hagámoslo sin medida,
en madrugada, noche o día.
"Hay que Amar sin medida,
Es letra de una canción,
Pero hay que tener cuidado
Y Amar con el Corazón.
Es muy seria la cuestión,
Lo digo y tengo razón,
Ama con el Corazón,
Con un poquito de Humor,
Así sentirás la pasión,
Y si lo haces sin medida,
Lo sentirás enseguida"
Ya no más imperialismo,
Respeto a la libertad,
Basta ya de mortandad
Tras de insultante cinismo;
No más vano fanatismo,
No más la vana crueldad,
Valoremos la verdad,
Respeto a los ciudadanos,
Recuerden somos hermanos,
No egoísmo ni maldad…
Hagámoslo sin medida, toda la noche démonos
amor.
Hagámoslo ahora que tengo ganas de poseerte.
Hagámoslo con la canción que me regalaste para
sentirnos plenos.
Hagámoslo con la letra de tus poemas eróticos.
que arda, que se siente el fuego en la piel.
que nos demos y sintamos la pasión y el deseo.
Hagámoslo sin medida que nos amanezca el alba
por la ventana y sigamos haciendo el amor.
Hagámoslo sin medida, desconecta el reloj y
deja que nos sorprenda otro día amándonos.
Dejémonos sentir en la piel, en la vida y en
los ojos los deseos de tenernos.
Que no nos importe el tiempo, la hora, el mes
o el año seamos uno amándonos.
Démosle rienda suelta a las ganas y hagámoslo
sin medida.
Quiero tenerte, sentirte y amarte sin medida.
Hagámoslo sin medida pero con sabiduría
sin dejar que EE.UU rapiñe el petróleo,
que ningún satrapa haga Guerras negras
sin que Europa tenga que ser dominada,
por intereses de capitalismo avariento,
sin que al hijo del Americano infecte,
queremos la paz y la razón para todos
antes que lo Atómico arrase la Tierra.
Hagámoslo sin medida, así lo pide el alma y el corazón.
Sin que prime la razón, solo el deseo y la
pasión.
Por qué pensarlo, si al hacerlo lo tenemos
todo.
Deja la indiferencia y entrégate de nuevo a
mí.
Ahora Predomina el odio, dejémoslo por amor.
No somos víctimas, ven, disfrutemos de esto.
Deja el silencio y grita lo que realmente
sientes.
Vuelve a ser mi amada amante y fiel compañera.
Que todo lo que hagámoslo sea sin medida.
Sin medida,
Con cabida,
Por la vida,
No calcules,
Sin baúles,
Ni tampoco adules,
La balanza,
Todo tranza,
Miserable desconfianza,
Todos libres
Sin calibres,
No más rostros temibles,
Con amor,
sin dolor,
En resplandor,
Con furo,
Por un mundo mejor,
Hagámoslo sin medida,
Que florezca
Sin que nadie te lo pida,
Y que el alma crezca.
Hagámoslo sin compromiso, solo por amor.
Hagámoslo por gusto y placer de tenernos
encima uno del otro.
Déjate llevar por los deseos de la carne,
No le pongas amarras al amor, hagámoslo libres.
Sin pensar en el que dirán o en el que
pensarán.
Al carajo, todos seamos felices como dos
amantes desnudos sin dar cuentas a nadie.
Sujeto a mis deseos y a mis peticiones,
Déjate llevar por donde mi mano conduzca tu
mano.
Seamos placer, besos, pasión, fuego y amor.
Seamos lo que quieres que seamos sin reclamos,
Hagámoslo como siempre, hemos querido hacerlo,
...Y nos gana la pena y nos vence la
vergüenza.
Hagámoslo hoy, deja de ser mojigato, no era eso
lo que me decías.
Hagámoslo sin miedo y deja la pena y entrégate
a mí.
Yo me doy a ti en cuerpo, alma y espíritu.
Hagámoslo sin remordimiento, sólo entreguémonos
la vida, el alma y el cuerpo por el placer de
ser dos desconocidos.
Déjate la máscara y no me reveles tu identidad
y mi nombre nunca lo sabrás.
Solo quiero saber lo que es el amor de dos almas
que se buscan para amarse.
Sé que no dará el tiempo...
que el disponible, lo sé, será exiguo,
leve y por leve, aleve.
Quiero no ser un mero anacoreta
en la asamblea ahíta del líder, místico Poeta,
e intercambiar con la cofradía frágil
testimonio
en intensa carrera crucial , postas del
demonio
en la Olimpíada de Tenochtitlán,
que luciente exhibirá su pista de rojo tartán.
Quiero que me enseñen a rugir
no como el gato amigo, manso y amable,
sí, ser felino jamás castrado, dientes de
sable.
Quiero que del edénico erial, la ácida fruta
se vaya célibe y célere a la gran puta,
y almíbares, mieles y ambrosías
edulcoren con reglas sin etiqueta los
cumplidos
de mis sueños interrumpidos.
Quiero que ritmo y música,
sin artefactos de luthiers artesanales
fuguen arpegios por mi mano y por mi boca,
nacidos entre algorítmicas sinapsis neuronales,
concentradas en los activados Centros de
Broca.
Vibrantes los axones a la hora de los antojos,
de la tan libidinosa e imperativa, bella
Calíope,
deseosa de hacer en celo lirismos sin enojos,
natos en mi hibernal cerebro de cristal,
sincronía con la apertura de su azulino portal.
Quiero asimilar tantas cosas y rosas....
con antagónico desprecio de las miserables,
inquilino sindrómico de Diógenes en sus chozas,
cargando sempiterno el medroso temor
que cuando consiga el supremo favor
escuche expectante el límpido sonido del laúd,
...mientras yace apacible e inquieto mi ataúd.
Hagámoslo por amor, pasión y deseos de la
carne, del alma y del espíritu.
Despertemos las ganas de poseernos y no
dejemos espacios vacíos.
Démonos la vida en cada beso y en cada suspiro
resucitemos.
Muramos en un abrazo que calcine nuestros
cuerpos.
Toquemos el alma con la yema de los dedos.
Seamos trueno, relámpago y arco iris caído del
cielo.
Demos vida a los huesos, resucitemos para
amarnos.
Sintamos la piel en la piel, la vida en la
vida y el alma en el alma.
Sintamos el amor a través de los huesos que se
mueren de soledad.
Seamos dos envueltos en de amor para ser uno
solo.
Olvidemos los amores del pasado que nos hicieron
daño.
Dejemos cerradas las puertas a esos amores que
desean volver a entrar.
Bebámonos el amor en copas de vida eterna.
Entremos al paraíso de los cielos desde ahora.
Vivamos como muertos para el mundo pero vivos
para Dios.
Aléjate de la tristeza y del dolor y déjate
amar como nadie antes te ha amado.
Se mía, sólo mía para acabarte de criar como se
cría un bebé recién nacido.
Quiero que nazcas de mis entrañas, de mi alma
y corazón.
Hagámoslo sin medida a todas horas, en todo
lugar, aquí, allá y más allá.
Siempre tuyo, siempre mía en el cielo, en la
tierra y en todo lugar.
El día o la noche son cortos cuando se ama
tanto,
cuando el único anhelo es estar al lado del
otro,
cuando solo se desea saciar ese voraz apetito
y saborear los néctares de nuestros labios.
Hagámoslo todo sin medida,
sin tiempo, sin premeditaciones,
dejemos fluir todos nuestros arrebatos.
Hagamos realidad todas nuestras fantasías,
susurremos de piel en piel todos los delirios,
sucumbamos ante el amor,
que sea sólo el agotamiento
el que nos deje dormidos,
uno al lado del otro para despertar,
y otra vez comenzar.
La medida aquí no cuenta,
El infinito es importante,
En un tiempo cambiante,
A la vez muy asfixiante,
El derroche y la abundancia,
Con mesura y elegancia,
Para el sexo y el amor,
Sin medir es lo mejor,
Con pasión y con furor,
¡Viva el sexo y el amor!
Hagámoslo perdonando la distancia
Hagámoslo juntos en la misma manera al perdonarnos,
dejemos atrás los enfados y vivamos juntos.
Dejemos que el tiempo sane las heridas,
Dejemos que la vida nos de la paz que nos
falta.
Ya no hay llanto, ya no me salen lágrimas, mis
ojos se han secado.
Quiero buscarte para amarte y para amarnos,
para sabernos entender y comprender.
Hemos caminado un largo camino que nos ha
unido en las buenas y en las malas.
Porque dejar ir los días que nos esperan para ser felices.
¿Sabes?, la edad se nos vino encima y si te vas
o me voy primero,
¿Crees que el enojo nos durara hasta la
eternidad?
Dejemos a un lado las diferencias y hagamos
las paces
entendamos que nos unen más las cosas que las
que nos separan.
Convéncete, el enojo nos aleja y la amistad nos
une.
Que sepas que te quiero como el gran amigo que se
preocupa por tu salud.
Descansa la mente y sácate ese rencor que no
sana, al contrario, envenena.
Te quiero y no lo puedo evitar.
Tú me buscaste, yo me enamoré de ti, ¿a quien
culpamos?
Somos sin culpa ni pecado, porque amarnos nos
nació esa noche.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri