Un blog con mucho sentimiento y romanticismo, donde he desarrollado esa espiritualidad que no es fácil de adquirir por sí,que no nace del alma, una intuición extra.Es como si dentro de mí alguien me fuera dictando algo que no conozco,el espíritu del más allá de lo divino.La poesía es una divinidad,poder llegar al alma o al corazón de otros por medio de versos,no lo hace cualquiera,sólo quien posee un Don del Espíritu.Un poeta que deleita con el verbo, así como la poesía
viernes, 3 de enero de 2025
AHORA LA NOCHE GIME.
jueves, 2 de enero de 2025
uN SUEÑO O UNA ILUSIÓN.
Han pasado tantos años
y tú imagen sigue latente
y no he podido sacarte
de mi corazón ni de mi mente.
Nunca he podido entender
porque no te he olvidado
y después de tantos años
te recuerdo con agrado.
Es un recuerdo bonito
y no es intermitente,
porque siempre has vivido
en mi alma y mi mente.
Deseo con alegría
un día volver a verte
y será como un sueño
que mis ojos puedan verte.
He soñado muchas veces
Imaginando que te veré
y si llegara a suceder
muy feliz me sentiré.
Porque será que te sueño
y vivo con la ilusión,
que algún día te veré
y tú recuerdo no es ficcion.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
REFUGIO DE AMOR.
Mi aire gris se tornó azul infinito
y fui un nuevo mar entre tus palabras
porque habitas en mis deseos prohibidos
tus palabras me llegan de dulzuras pobladas.
¡Cómo se cuelga en mí la miel de tu prosa
que me atrapa y me aprisiona
y las estrellas con su luz explotan!
Todo me habla de ti, el canto del río
la aurora apacible y la noche de estío
porque tu voz es pasión y abrigo.
En cada poema que yo escriba
te devolveré tus sueños perdidos
y yo seré tu refugio elegido.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
BENEFICIO DE HACER EL AMOR POR LA MAÑANA.
1. HACE BUEN USO DE LA ERECCIÓN DEL HOMBRE
La mayoría de los hombres se despiertan con una erección, es bueno que esta dureza no se desperdicie
2. Fomenta el autoestima de la esposa
Cuando una mujer se despierta desnuda ante su marido admirándola, deseándola y deseándola; termina sintiéndose sexy, hermosa y segura de sí misma incluso antes de vestirse
3. SE COMIENZA EL DÍA BIEN CON INTIMACIA
La mejor manera de decir buenos días es con intimidad. Haciendo el amor dulce, besos, palabras sinceras y oración
4. SACA UN BRILLO
Cuando tanto el hombre como la mujer se sienten amados, exudan una vibra positiva interna que otros a su alrededor eligen
5. TE DA ALGO POR LO QUE SONREÍR TODO EL DÍA
A lo largo del día, ambos se encontrarán sonriendo, recordando la mañana. Tal vez incluso se escriban o se llamen unos a otros sólo para conectarse
6. HACE SER FIEL MÁS FÁCIL
Cuando tu cuerpo está satisfecho sexualmente por la mañana, es difícil caer en la tentación a mitad del día. La infidelidad raja donde hay vacío
7. TE DESPIERTA PROPIEMENTE
Si usted está somnoliento o luchando por despertar, un buen bombeo, moliendo, gemido, montar y tocar definitivamente te despertará
8. BENDICE A LOS NIÑOS
Porque hay calor en el dormitorio haciendo el amor, ese calor se extenderá a toda la casa con los niños que presencian el amor entre mamá y papá
9. CELEBRA EL AMOR EN UN NUEVO DÍA
No importa lo bueno o malo que fue ayer, un episodio de dulce amor hace el tono correcto hoy
10. TE HACE ESPERAR CON ANSIAS VOLVER A CASA
Desde que el día comenzó de una manera memorable, tanto marido como mujer se extrañarán y anhelarán verse más tarde en el día.
11. Reduce el estrés, el dolor de cabeza, los calambres, la tableta adelgazante también y te saca a relámpago mejor en Hicimos el amor quedaron gotas de su ser en mí.
Cómo decía Da Vinci, hacerte el amor contigo es como tocar el cielo…
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
miércoles, 1 de enero de 2025
UNA HOJA EN BLANCO.
Me dijeron ...tienes que tener una hoja en blanco
y al momento de las doce campanadas
para escribir tus deseos.
Tienes que tener ya en mente que vas a escribir
que es lo mas deseas para ti y claro ! para
tus seres queridos....
compré mi cielo unas horas antes una bella
hoja de papel fino...para escribir lo mejor
para mi , y todos aquellos que amo.
compre también una bella pluma ,
me sentía rara siempre escribiendo en la laptop.
todo el tiempo mi imaginación volaba,
trataba de conformar las frases correctas
las más bellas letra alusivas para cubrir
todas mis expectativas.
y así amor pase un buen par de horas
que si escribo esto, que si lo otro...
o quizas es mejor ...mmmmm y nada mi cielo
no llegaba a ningúna conclución
solo atine a respirar profundo en torno
del brindis, y mentalmente asirme a tu brazo
entrelazar mis dedos a tu mano,
cerre los ojos y pedí a Dios por todos y todas
las personas que estan a mi lado ,
Gracias le di a Dios, por un año mas entre tus versos
tu pensamiento que redondea mi universo
en este amar tan nuestro.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
CANTOS DE ALEGRÍA.
Hoy, el aire es un canto, un golpe limpio,
el surco de agua de un manantial sereno.
El tiempo, viejo barro que acaricio,
es un hogar que guarda sueños amenos.
Mi vida se mantiene en su regazo,
la familia es raíz y cielo abierto.
En cada risa encuentro mil abrazos,
un fuego permanente, cálido y cierto.
Tierra firme son mis amigos, que respiran
en dorados trigales bajo cielos altos.
En sus palabras laten las semillas
que florecen sin miedo ni sobresaltos.
Los cantos de alegría dejan siempre algo,
miradas hacia el sol que arde y guía.
En cada rostro amado está el milagro,
en cada corazón late esa misma sintonía.
Al final, como trigo que se entrega,
soy un campo sembrado de canciones.
Que en mis días no falten las cosechas:
esperanza, claridad y dulces emociones.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
BALADA DEL SUEÑO.
Cuando soñé contigo antes de conocerte, estaba todo oscuro,
huían las luces, dentro de la oscuridad, anunciando tu nombre,
un nombre que sonaba muy conocido y a la vez tan extraño
que mantenía despierta mi atención en un suspenso constante.
No veníamos de otros mundos, los otros mundos venían a nosotros
con sus fantasías ultra modernas de ocios y prosperidades,
prometiéndonos el infinito a los que poseíamos este asteroide
enclenque, pusilánime, casi deshabitado, tristemente hermético.
Y sin aceptar seducciones decidimos ser los monarcas mediocres
de nuestro pequeño reino interior carente de casi todo
pero con el orgullo paupérrimo de los que no tienen nada,
alta la frente, lejana la mirada y viendo de soslayo
el pasado, el futuro y el momento incensante que se desplaza
al ritmo de siempre sobre los minutos, los días y los años.
Luego hice realidad este sueño que inmiscuía tu nombre y
dejé de soñar para siempre a pesar de saberlo transitorio.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
EL SUSURRO DEL VIENTO.
Un día, mientras me encontraba en mi habitación, rodeado del silencio que solo la tranquilidad de la mañana tan clara puede traer, mi mente se sumió en una profunda meditación. Observaba a través de la ventana, donde el paisaje se desplegaba como un cuadro pintado por la misma mano divina. El cielo, de un azul tan puro, se encontraba abrazado por las montañas, que parecían susurrar secretos antiguos al viento.
De repente, una suave brisa acarició mi rostro. Era un viento tan fugaz, pero tan presente, que parecía haber llegado con una misión. Sin previo aviso, se deslizó por la ventana abierta y me invitó a un paseo que no requería palabras. Cerré los ojos, respiré profundamente y, sin pensarlo, seguí su llamada. En ese momento, sentí que no caminaba solo; la naturaleza misma me tomaba de la mano.
El viento me condujo hacia un sendero oculto entre árboles milenarios. Cada hoja que se movía parecía hablarme de la belleza infinita de la creación. La tierra, la misma que pisaba, susurraba historias de amor y vida. Sentí que mi ser se expandía, que mi alma se conectaba con el pulso del planeta, y que cada paso que daba me acercaba más a comprender algo más grande que yo mismo.
Allí, en ese rincón de la tierra, comprendí que la naturaleza no solo es un paisaje: es un reflejo de lo divino. En el canto del río, en el aroma de las flores, en el abrazo de la tierra, todo se unía en una perfecta armonía, como si todo estuviera tejido por el amor que Dios derrama sobre nosotros. Vi entonces que no existía separación entre lo humano y lo divino, entre lo natural y lo espiritual. La creación misma es un acto de amor que se manifiesta en cada rincón de la vida.
A medida que caminaba, mi corazón se llenaba de una paz inmensa. En ese momento entendí que el amor verdadero no necesita explicaciones ni tiempo. Es eterno, está presente en cada acción, en cada latido, en cada encuentro con la naturaleza. Es el susurro del viento, la danza de las hojas, el murmullo de los ríos. Es el amor divino que se despliega sin condiciones, sin fronteras, simplemente siendo.
Y comprendí, también, que todo lo que somos capaces de lograr en esta vida tiene su origen en la conexión con el amor que Dios nos da. Como los árboles que crecen hacia el cielo, nuestras vidas también se elevan cuando trazamos nuestros objetivos con propósito y con fe en ese amor. Al igual que la naturaleza sigue su curso sin dudar, nosotros podemos caminar con confianza, sabiendo que estamos guiados por algo mucho más grande que cualquier desafío.
Esa tarde, mientras el sol comenzaba a despedirse, me sentí uno con todo lo que me rodeaba. Vi en cada estrella una chispa del amor divino, en cada ola del mar un reflejo de la paz que reside en el corazón. Y comprendí que todo lo que existe es una manifestación de ese amor eterno, y que, al conectarnos con la naturaleza, nos conectamos con lo más divino de nosotros mismos.
El tiempo avanzaba, y yo seguía caminando, dejando que el viento me guiara hacia un destino desconocido, pero lleno de promesas. Sentí que no importaba a dónde me llevara, porque ya había encontrado lo que siempre había buscado: un refugio en el amor divino, en la paz que se encuentra en la conexión con lo natural. El cielo, las estrellas, la tierra, el viento… todo hablaba el mismo lenguaje: el lenguaje del amor eterno, que no necesita explicación, solo haber vivido.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
LA LEYENDA DEL CHARCO DE LOS DUENDES.
En el corazón de Panamá Oeste, oculta entre frondosos árboles y senderos apenas visibles, se encuentra el Charco de los Duendes. Aguas turquesas que reflejan la bóveda del cielo y parecen un espejo encantado. Pero no todo es belleza en este rincón mágico; una leyenda oscura envuelve el lugar y lo convierte en tema de susurros y advertencias.
Los ancianos del pueblo narran con solemnidad que, cada 31 de diciembre, el charco se convierte en el portal de los duendes que la habitan. "Quien ose bañarse esa noche", advertían, "nunca regresará". Pero a Juanita, joven de espíritu libre y risa contagiosa, las advertencias le parecían cuentos para niños. Desde pequeña se sumergía en las aguas mágicas sin temor alguno, burlándose de los relatos que aseguraban que los duendes vigilaban celosos su hogar.
El 31 de diciembre llegó, un día sofocante que prometía despedirse con una noche estrellada. Los vecinos celebraban con música y tambores, mientras Juanita, ajena a todo, caminaba hacia el charco con una toalla sobre el hombro. Había olvidado la fecha, o tal vez la ignoró deliberadamente.
La luna llenaba el agua, que parecía brillar con un fulgor antinatural. Juanita dejó su vestido en la orilla y se lanzó al agua. El silencio de la noche era inquietante; incluso las cigarras parecían haber sido detenidas a observar.
Minutos después, una risa nerviosa rompió la calma. Juanita, acostumbrada a nadar en el lugar, sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Las aguas, antes cristalinas, parecían tornarse densas y frías.
--"¡Bah! Es el cansancio", se dijo, intentando calmarse. Sin embargo, una sombra parecía moverse bajo la superficie.
La joven salió del agua y, mientras se envolvía en su toalla, escuchó un murmullo extraño. Parecía venir de las rocas cercanas, como si una multitud invisible susurrara en una lengua que no entendía.
--"¿Quién anda ahí?", gritó con un atisbo de valentía. No hubo respuesta, pero los murmullos no cesaron.
De repente, sintió un tirón en el tobillo. Pensó que era una raíz, pero cuando miró, no había nada. Una fuerza inexplicable la arrastró hacia el agua, sus gritos se apagaron en un instante. La charca se calmó, y el bosque recuperó su silencio inquietante.
Al día siguiente, la familia de Juanita notó su ausencia. Los vecinos organizaron una búsqueda, pero no encontraron rastro alguno. Algunos afirmaron que bajo el charco hay cavernas que pueden atrapar a los nadadores imprudentes. Sin embargo, los ancianos del pueblo tienen otra explicación: "Se la llevaron los duendes", dijeron con solemnidad.
Desde entonces, el Charco de los Duendes permanece más vigilado que nunca. Los lugareños la evitan especialmente en las noches de diciembre, y la leyenda de Juanita, la joven que no quiso creer, se ha convertido en una advertencia viva. Nadie quiere correr el mismo destino que ella, atrapada para siempre en un mundo del que solo los duendes conocen la salida.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
TÚ Y YO... COINCIDENCIA.
Un extraño suceso ocurrió frente a mi...cuando te vi,
fue inmediato…
a lo mejor fortuito,
un acontecimiento impensado…
que no estuvo programado…
y provocó un estallido dentro de mí,
que dominó mi serenidad…y perturbo mi razón…
incitando un nerviosismo total.
Te vi, si…y aconteció la magia,
una indescifrable impresión,
como una dulce sensación…
que invadió de ilusión mi corazón…
sin dar tiempo a ninguna reflexión.
Fue espontaneo…
nada calculado,
todo fue inadvertido,
un milagro inesperado.
Un complot del destino…
que ajusto su estricto momento…a una casualidad puntual,
en tiempo y espacio,
ni un episodio antes ni uno después,
con una exactitud de profeta,
con una precisión de francotirador.
Tu mirada en la mía …y la mía contemplando tu pródiga belleza,
y la excesiva delicadeza de tu efigie virtuosa…
como muestra de perfección.
Cada movimiento tuyo,
cada mínimo gesto…
afinadamente coordinados a mis deseos anhelados .
Y tu voz…armoniosa y cautivante…
conspirando a seducirme de pasión.
No he podido escabullirme de tanta provocación,
tu exuberante fragancia de mujer…
ha perturbado mi delirio…y me ha hecho enloquecer.
Tú y yo…elegidos por la creación…
para este instante justo…de maravillosa plenitud universal.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
lunes, 30 de diciembre de 2024
LA ESPERANZA Y EL AMAR.
Me quedé en algunas ocasiones sentado esperando;
no atrajo lo que estaba buscando;
sin moverme mucho o acelerado,
decidí ir a pasos lentos
hacia la dirección que creía ser correcta.
Cada paso fue un crecimiento que fue surgiendo.
De a poco me acordaba cuando sufría por la soledad;
aún lo siento en mi corazón;
que será auténtico, pero muy sensible a la vez.
Cada paso me fue acercando a ese objetivo que tanto anhelaba.
Baldosas rotas, y otros, bonitos pisos de bellezas se me aparecieron,
cada uno con algo distintivo.
Recuerdo todavía ese sentimiento desolador,
porque es importante el amar y sentirse amado.
Apreciar todos los momentos felices,
sea la tontería que sea,
es algo que vas aprendiendo.
Después de tanto tiempo
pude encontrar una buena persona
que se le nota en sus ojos y aura;
indicada en valores y colores.
Pensando "por fin llegué; espero dure"; ¿por qué? Porque a veces el amor puede ser difícil,
como complejo entender sobre qué podrá suceder.
Pensando y devuelta pensando,
me quedé con que lo importante es la esperanza.
Lo relevante son las experiencias.
Espero que la duración sea eterna,
pero hoy en día es complicado;
cada cual tiene su camino, lo cual está perfecto;
aunque nos separe las fronteras de los corazones y cuerpos,
sé que estarás;
sé que estarás hasta que el destino
decida llevarnos a lo desconocido.
Espero estés, no importa si algún día no te puedo ver;
sé que volveré a tocar esa piel,
con dulce aroma a flores y a miel,
fresco como la menta y el ayer.
Recuerda y reconoce que soy fiel;
eso espero de ti también, con paciencia lo lograremos.
Siempre en el corazón te guardaré.
Espero dure para siempre, pero sé que pase lo que pase,
disfrutaré cada momento;
todos los abrazos compartidos,
todas las hojas y ríos.
Aunque el ruido del mar pueda confundirnos, sé que la confianza
y una caricia puede volvernos a hacer reír.
Espero que este sueño anhelado dure mucho,
que tú lo disfrutes y lo atesores,
como te atesoro yo a ti, alma que se ilumina junto al alba.
Deseo que todos los sueños e ilusiones posibles queden cumplidos,
tanto los tuyos como los míos.
Que cada tanto una sonrisa me des y me prestes tu mano una y otra vez;
amar es así, yo de a poco lo aprendí;
espero que tú igualmente, aunque algunas veces
puede aparecer la cortina de la confusión.
Dame tu mano otra vez.
Concibe la esperanza con este afecto y confianza
que siempre estaré dispuesto a darte
más allá de lo que pueda;
eso siempre te diré, amor de miel.
En lunas llenas y en Sol de cada mes, siempre compartiremos la dulce sed.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
ECOS DEL CORAZÓN.
En el susurro del viento se esconde un deseo,
como un río que canta, fluyendo en su paseo.
El tiempo dibuja con pinceladas suaves,
historias eternas que nunca son claves.
Cada paso que das deja huellas sinceras,
en el alma del mundo, en las praderas.
El cielo abraza con estrellas distantes,
y el corazón late con sueños brillantes.
Que nunca el miedo apague tu fuego,
ni el peso del día te haga reniego.
Sigue el camino con fe y pasión,
que en tus manos yace toda creación.
Cada suspiro guarda un misterio profundo,
como el eco lejano que envuelve al mundo.
En las sombras del alma, donde la luz no llega,
nacen fuerzas calladas que el corazón entrega.
No temas a la tormenta ni a la oscuridad,
pues tras la lluvia llega la claridad.
En cada batalla, en cada cicatriz,
se forja el alma, se encuentra el feliz.
El tiempo es solo un eco fugaz,
pero el amor es eterno, firme, tenaz.
Así, cada latido que en tu pecho suena,
es el eco del corazón, que nunca se frena.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
RELOJ DE ARENA.
Eres como un reloj de arena,
De finos granos, ¡qué pena!
Cada grano cae, una sola vez.
¡Recuerda!
Cada grano, cae una sola vez.
Florece siempre como niño,
envuelto en risas, suave piel.
Saltando como gozosa cabra,
lo aprenden siempre a querer.
Pero cambia su risa, se vuelve seriedad.
Su juguete preferido, lo suele regalar.
Se torna tan diferente. Anhela, ¡libertad!
Lo visitan los cambios, llegó la pubertad.
Naciéndole dos alas, pretende ya volar.
Visitándolo errores, que tiene que enfrentar.
Cayendo un nuevo grano, cae en la adultez,
abriéndole la puerta, que llaman; la madurez.
Le adeuda cada paso, causando la estrechez.
Llamando aquel niño, que conoció una vez.
El grano de arena que cae, no volverá atrás.
Insiste llamando al niño, que ya no reirá, más…
Pero escucha la vejes, el yerro, le salió al revés.
Le duele los sorbos del aire,
ahora le pesan más…
Del mismo que suspiraba,
Antes, muchos más...
Porque el niño furtivo,
Quedó morando atrás…
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
EL AYER: FUENTE DEL SABER.
De repente, me dio por evocar, días aciagos.
Esos que yacían, más moribundos que vivos.
Cómo obviar el ayer, y los recuerdos vagos.
La mente no reposa, y el pasado, está activo.
Es tan fácil criticar, al que vive, en evocación.
Todo debe ser el presente, dicen los incultos.
Se olvidan que, hay pasados en plena acción.
El lerdo dice que, es una maña de los cultos.
La idea, toma sitio, en el plano de lo posible.
Me pasa que, si noto la necedad, la observo.
Así, me percato que, no todo es consumible.
Lo último, es una sana idea que, yo preservo.
¡Lo que piensas existe y lo que ves, también.
No admitas que, tu verdad, se vuelva Rehén!
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
EL LAPICERO DE MI VOZ.
No hay mayor desespero que cuando
Hasta la soledad marcha y aquello
Que viene quiere quedarse.
¿A quién le cuento cuando mi voz reposa?
Muerta no quiere, quiere para la vida
Como hace la noche ahí arriba.
Podría apostar por nacer de nuevo
Pero sería volver a convertir en paloma
La memoria y justificar los labios
Siempre al azul.
No quiero decir -nadie-, no quiero
Decir - nada-, quiero decir que crezcan
Como cuando niño las cosas
En una pizarra y no llorar la voz en voz baja.
Que no se vaya, no; que llame a mi puerta
La mano, y esa mano no sea pluma enjaulada
Y sí carbono que de las sombras cuenta
Un cuento a nieve en calma.
No quiero que la grasa de mis dedos
Se marchen sin lágrimas, así a mis manos
Se le llamen manos y no apéndice
Que masa guarda.
Que corra, que corra el agua, que en el deseo
De mí voz se pongan de acuerdo la piedra y la montaña.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
LUNA DE SEDA BLANCA.
LUNA DESNUDA.
Luna que corre desnuda
por un cielo de estrellas,
alumbrame el camino
entre flores, hoyos y piedras.
Ay luna de todas mis noches,
agua de luz pálida y fresca.
Llévame por los senderos
que una vez pisó mi reina.
Yo quiero seguir sus pasos
entre tréboles y azucenas,
para sentir los ecos
del crujir que dejo su huella.
Luna, no te me escondas
y llévame por donde fue ella,
para que encuentre el signo
que aquiete mis hondas penas.
Luna que corres desnuda,
agua libre y sin riendas.
Tu luz encierra el secreto
de amores que dejan estelas.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
SESANCIONES.
Noto, cuando miro atrás,
que he escrito ya muchos versos,
que ha sido quizá excesiva
la largueza de mi verbo,
que tal vez debí acallar
tanto rebuscado estrépito;
y cuando, en mis vagas tardes
y en soledad, me releo,
pienso que ya debería
bastarme con todo eso
que he dicho sobre mis días
y acerca de mis deméritos,
que he gritado sin temblar,
vestido de desconciertos
y derramado al oído
de un papel sordo y discreto.
Noto que ya no me quedan
más discursos que los viejos
desatinos que soñé
en mi afán caballeresco:
ser un héroe, hacer del mundo
un lugar más placentero,
tender mi mano al rival,
ensalzar al compañero,
postrarme, maravillado,
ante el señorío del Cielo,
encontrar al extraviado
o resucitar al muerto.
Noto que a pesar de mí,
de mis osados intentos,
se van borrando las vidas
y empañando los espejos.
De quienes fui su legado,
pronto se desvanecieron,
y una memoria engañosa
va rellenando su hueco
como en una librería
de anaqueles pasajeros,
en los que un día, igualado,
seré un tomo polvoriento.
Noto que, con igual rumbo
que el que toman tantos sueños,
se van yendo las pasiones
como en un desfile tétrico,
y van pasando los trenes,
atestados de deseos,
por andenes imprecisos
a los que nunca me acerco.
Y no sé si es por desidia,
por omisión o por miedo,
que me advierto complacido
de contemplarlos de lejos.
Noto, en fin, que poco queda
de lo que una vez fue el céfiro
que impulsó las parcas velas
de mi barco somnoliento;
que se han ido los amigos,
los patrones, los maestros,
y ya no queda ahí afuera
nada por lo que dispuesto
pudiera estar a brindar
o a encabezar un festejo,
salvo el tránsito expectante
que me volverá un liberto.
Noto que el final será
más gozoso que el comienzo:
habrá lágrimas acaso,
y un par de elogios postreros
—justamente aminorados
en discrepantes criterios—;
pero unos y otros, apenas
con el decurso del tiempo,
se secarán de costumbres
y se curtirán de inviernos.
Entonces, como una brizna
de pasto a merced del viento,
mi nombre se irá ausentando
de estrofas y de lamentos;
seré yo también, apenas,
el esbozo de un recuerdo,
y, traspasado el umbral
que me conduzca al misterio,
seré huésped de una paz
carente de desconsuelos,
y el más sereno y más tenue
atributo del silencio.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
EL SILENCIO DE TU AMOR.
En cuento al tiempo no es exacto mi recuerdo no he prestado atención a ese detalle, si al sabor a chocolate fundido de tus labios en aquel invierno al besarte.
Las tardes recorren mi vida sin sentido corren las sombras la quietud de esos atardeceres sobre veranos frescos tu cintura rodeada por mís manos y el silencio gritando como loco.
El destino es incierto la vida lo es, no discuto con minutos que se pierden en el reloj, solo tu mirada hace ruido con cada pestañar no he oído casi nada de la vida al pasar solo me pierdo porque quiero en el encanto de tu existir y no muero porque bebo del elixir de tus besos atravez de tus ojos el reflejo de la vida es distinta me gusta tu silencio cuando me acerca al abismo dónde quizás si caen los sueños que quizás nunca fueron nuestros.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
DETÉN TUS PASOS.
Detén tus pasos,
amigo y peregrino,
no tengas prisa.
La vida es bella,
admírala despacio
y sé feliz.
Toma el embrujo
de días y de noches
que se te ofrecen.
Disfruta en ellos
de ratos y momentos
inolvidables.
Porque la magia,
preciosa de los días,
es poesía.
Y te rodea,
te embriaga los sentidos,
con sus caricias.
Ve, en todas partes,
el verso que acelere
tu corazón.
Y los suspiros
que dejan, a tu lado,
tantas escenas.
Y es que, la vida,
es parte del latido
que va en tu sangre.
Así la sangre,
da forma en esos versos
a tu poema.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
LA VERDAD DESNUDA.
En la calle reina el caos.
Y en el campo la armonía
La mente, llena de dudas.
Va resolviendo la vida.
Cuando se medita y piensa.
En la calma y en la lucha.
Abriendo la mente, escucha.
Quien aprende entre las dudas.
La verdad está en el silencio.
En la flor que va creciendo.
En la vida que culmina.
Y en los fragores del trueno.
Está, en la vida que crece.
Y en el amor que estremece.
En los astros que iluminan.
Está en la calma que alivia.
Entre las ideas se encuentra.
En las líneas, encubierta.
Entre los airados gritos.
En palabras sin sentido.
Está en la voz sin sonido.
Y en el alma que se agrieta.
Por el escabroso ruido.
Está en la flor que se seca.
Esta es la existencia misma.
La verdad está en el silencio.
Que entre los efluvios crece.
En, el bebe que solloza.
Y en el ser vivo que nace.
La verdad está en el suspiro.
De unos latidos que sienten.
Y en los brazos de la madre.
Que te cuida y te protege.
Así, la verdad se encuentra.
En el pensamiento mismo.
Cuando el pensamiento es noble.
Y el sentimiento es auténtico.
El borde del camino.
Donde la amapola crece.
Entre los versos escritos.
Y en el poema que tiembla.
La verdad, sin duda esconde.
El verdadero camino.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
EL MERCADO DE LAS VANIDADES. .
En la plaza donde el poema respira,
los versos se tiñen de cifras vacías.
No hay vuelo ni fuego, ni el alma que inspira,
solo un eco hueco que en el ego se aviva.
Los "favoritos" se apilan sin peso,
monedas de cambio en un juego avieso.
¿Es arte, acaso, si la musa calla,
y el verso se vende al que más halaga?
Un coro de voces alaban sin tacto,
se nutren de elogios, pero no de impacto.
El poema es trofeo, nunca una ofrenda,
y el alma que busca, ¿quién la recuerda?
Dejemos la cifra, volvamos al arte,
que el verso no mida su fuerza en baluartes.
Escribamos con sangre, con fuego sincero,
que el poema sea libre, honesto y entero.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
A PRIMERA VISTA.
Se abren como el amanecer hiriendo el horizonte,
una cicatriz tallada en el aliento del invierno—
una dulzura lo bastante afilada para sangrar,
pero demasiado frágil para ser nombrada.
No rosas. No.
Algo indómito:
el borde tembloroso de una marea
donde el coral corta la luz de una tormenta,
donde el aliento colapsa en silencio
y las sombras se arrodillan para besar el fuego.
Su curva es un archivo de verano,
labios robados de un fruto prohibido,
promesas más antiguas que el pecado,
derritiéndose antes de que el lenguaje
pueda sostener su forma.
El tiempo se deshilacha en su sombra
cómo un físico ebrio olvidando sus fórmulas,
cayendo en la geometría perfecta
de su lenta e inevitable apertura.
Los observo tejer palabras
de trueno y fuego,
sílabas que saben a miel
quemándose bajo la lluvia—
una letanía de pequeñas muertes
que acogería una y otra vez.
Déjame trazar su cartografía
con la fe de un cometa que se desmorona.
Déjame desaprender el lenguaje del cielo,
hasta que mis propios labios respondan
con el fuego que sobró del beso que nos daremos mañana...
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
domingo, 29 de diciembre de 2024
ENAMORADO DE USTED.
Enamorado de usted? … no lo sé,
tal vez ilusionado,
quizá empeñado en creer que se puede volver a comenzar…
y se puede alcanzar la felicidad… ¿pueda ser?,
soñando en la sublime experiencia de sentirse volar…sin alas…
solo con el pensamiento,
e imaginar que usted sonríe al verme llegar.
Acaso entusiasmado por advertir esta emoción,
y que puedo inventar versos que inspiren poemas…
que le confiesen mi delirante sentir.
¿Enamorado de usted?... ¡no puede ser!…
¿o será que tengo necesidad de saberme querido?,
de no sentirme así…abandonado…
inerme y frío,
mal herido,
alejado de todo…intentando encerrarme en el vacío,
evitando la decepción de ser nuevamente traicionado.
Pero vivo un deseo incontenible,
un impulso imprudente…incontrolable…
que me empuja a buscarla,
me captura y me roba los suspiros,
y me hace delirar con su presencia…
y alucinar que, así como yo usted también se siente atraída,
se siente encantada…seducida…
vehemente… deslumbrada,
ardiente como yo…embrujada,
perdidos los dos en una mirada…
yo en la serenidad de la suya…
y usted en el sosiego de la mía,
como dos adolescentes…primerizos,
con la pureza de la lealtad,
con la franqueza de la castidad…
y la fuerza de un amor de verdad.
Así me siento ahora…
por sus hermosos ojos hechizado,
y a decir de los que saben…
inevitablemente enamorado.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
TIEMPO DE SOMBRAS.
En tiempos de sombras, la noche se alarga,
La luz vacila, la esperanza se desgarra,
En silencio, la incertidumbre nos abraza,
En un mundo donde la sombra todo embarga.
Caminamos entre ruinas y escombros,
Memorias desvanecidas, sueños rotos,
El eco de la soledad retumba en los corredores,
En cada esquina, la realidad nos impone.
Bajo el manto oscuro de la desigualdad,
La injusticia se cierne con su cruel verdad,
Somos testigos de un tiempo desgarrado,
Donde la sombra de la angustia ha anidado.
Pero en medio de la penumbra y el pesar,
Aún late la llama de la humanidad,
En gestos de solidaridad y empatía,
Encontramos la luz en medio de la sombría.
Que en estos tiempos de sombras y desdén,
No olvidemos que juntos podemos contener,
El avance de la noche con nuestra bondad,
Construyendo un futuro de luz y verdad.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
COMO HUMANO.
En un vaso ocioso de café,
flotan imágenes vacilantes,
de pensamientos que el tiempo,
recorriendo su camino atrapó,
incitándome al amor inmortal,
al amor que brilla a mi alrededor.
Ahora que mi conciencia se aclara
quebrantando mi soledad,
sin engaños, fluyo a la honestidad
y en la tormenta que fue mi vida,
me entrego, pero quiero más,
no puedo vivir en entregas,
sí mis manos están atadas,
sí mi cuerpo está magullado.
Sin nada que ganar o sin nada que perder,
un océano me separa,
¿cómo puedo decir por siempre?
donde quiera que esté,
será necesario que mi corazón
lo de por sentado.
Al final, a donde quiera que vaya,
yo estaré esperando lo que sea,
aún, sí mi corazón se rompiera.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
A ESE AMOR QUE BRILLA.
En un vaso ocioso de café,
flotan imágenes vacilantes,
de pensamientos que el tiempo,
recorriendo su camino atrapó,
incitándome al amor inmortal,
al amor que brilla a mi alrededor.
Ahora que mi conciencia se aclara
quebrantando mi soledad,
sin engaños, fluyo a la honestidad
y en la tormenta que fue mi vida,
me entrego, pero quiero más,
no puedo vivir en entregas,
sí mis manos están atadas,
sí mi cuerpo está magullado.
Sin nada que ganar o sin nada que perder,
un océano me separa,
¿cómo puedo decir por siempre?
donde quiera que esté,
será necesario que mi corazón
lo de por sentado.
Al final, a donde quiera que vaya,
yo estaré esperando lo que sea,
aún, sí mi corazón se rompiera.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
HAY DÍAS ...
Hay días que pasan y hay días,
que no deberían pasar.
Hay días que son semilla
y otros fruto del deseo,
y otros tantos no se dan
por más que abones el huerto.
Hay días que son condena,
la inocencia se hace reo
por culpa de la injusticia
capaz de dictar sentencia
con la aquiescencia del pueblo.
Y hay días que somos libres
para hacer lo que nos nace
sin morir en el intento.
Hay días para perderse
en la base de tu seno,
descubrirte los secretos
y sentir la vida plena.
Hay días que son para darse,
pero hay otros más perversos
en que es mejor alejarse
del peligro de otro cuerpo,
evitar el desenfreno,
y no derrapar en sus curvas
sucumbiendo en la cuneta
de los falsos sentimientos.
Hay días inolvidables
que se quedan para siempre
con sus noches inefables.
¡Dulce recuerdo presente!
Hay días que son consuelo
y hay días para olvidar.
A veces, nunca amanece
y otros días son eternos.
Hay días que, al despertar,
se desvanecen los sueños.
Hay días para vivirlos,
y en cambio, hay días enfermos
en que es más que suficiente,
sobrevivirle a la muerte.
Todavía quedan días
para encontrar el sentido
a esta vida que vivimos
¡Queda tanto todavía
por aprender del camino!
Y si es poco lo que queda,
quiero que dé para mucho,
que me merezca la pena
aquello por cuanto lucho.
Así, cuando llegue la noche,
-el ocaso de los tiempos-
podré descansar tranquilo.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
sábado, 28 de diciembre de 2024
QUÉ SERÁ DE TI.
Que será de ti, en este mundo adversa,
Un alma errante en busca de su destino,
Caminando entre luces y sombras dispersas,
Buscando respuestas en cada camino.
En cada paso, siento tu partida venir,
La tristeza se refleja en mis sueños cansados,
El tiempo ha pasado y no puedo mentir,
La ausencia aquel brindis nos ha dejado marcados.
Estoy seguro que tu historia se despliega,
Pero los recuerdos se vuelven melancolía,
Las risas compartidas, ahora son una entrega,
De lágrimas que caen en la noche fría.
En cada sueño, la nostalgia se hace presente,
Las palabras que solíamos intercambiar,
Se desvanecen en el viento, sin ser consciente,
De lo mucho que anhelamos volver a brindar.
Pero también habrá momentos de esperanza,
Cuando el recuerdo se convierte en un abrazo,
Aunque no estés aquí, tu esencia se avanza,
Y en cada brindis, te siento a mi lado.
Que será de ti, en este vasto universo,
El tiempo no borra lo que hemos vivido,
Aunque no estés presente, te llevo en mi verso,
Y en cada brindis, nuestro amor está contenido.
Abro mis alas y te envío un suspiro,
Un brindis en silencio por lo que fue,
Aunque el tiempo nos haya separado, respiro,
La tristeza se transforma en un dulce recuerdo, ¿ves?
Que será de ti, en este vasto universo,
No importa la distancia, siempre estarás aquí,
En cada brindis, en cada verso,
Recordando aquellos momentos que compartimos sin fin.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
viernes, 27 de diciembre de 2024
EL ESPEJO Y YO.
DE LO VIEJO Y LO JOVEN.
Bien sabe el viejo de errores.
Y el joven de melodías.
El viejo de desventuras.
Sabe el joven de locuras.
Y entre los dos la cordura.
Se abre paso cada día.
Cancionero de emociones.
Que, siendo de ayer, son hoy.
Del mañana, si hay alma.
Si son nobles, son eternas.
Quedarán en el olvido.
Sí carecen de fiel brillo.
El viejo sabe de amores.
De fracasos y tropiezos.
Mientras el joven se curte.
Con cada nuevo suceso.
Uno, vive en blanco y negro.
El otro aprende, en colores.
Sí, la vida resplandece.
En el alba de los sueños.
Todo parece pequeño.
Y el corazón se estremece.
Cómo la vida obedece.
Si el amor se ensancha y crece.
Sabe el viejo de sabores.
De sinsabores y desprecios.
Sabe que no tiene precio.
La nobleza y sus actores.
Y sabe, que aún, siendo viejo.
Todavía sabe de amores.
Y en los márgenes del tiempo.
Donde habita la esperanza.
Vuela una existencia blanca.
Donde la nobleza anida.
Viejo, y joven, son la misma.
Esencia, que los cautiva.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
TUS LINDOS OJOS.
Después de lidiar infatigablemente con lo despiadado de la decepción,
habiendo intentado tantas veces recurrir a confinarme en la soledad,
aislado del mundo…huyendo continuamente de la muchedumbre,
encerrando las emociones en el más frio de los rincones del corazón,
tratando de no regresar a sentir,
esquivando cualquier esperanza que me haga volver a sonreír.
Con la desdicha estremeciendo la razón…
y las ideas sumergidas en ese inhóspito rencor,
comprometido en terminar todo vestigio de pasión.
Evaporando las lágrimas de impotencia …ante tan recordado dolor.
Después de todo el tiempo cumplido…aferrado al aislamiento del silencio,
buscando inútilmente escapar de aquel noble sentimiento…al que llaman amor.
Un día, divagando en la incertidumbre de no saber a dónde ir…
incomprensiblemente tropecé con unos ojos hermosos que se fijaron en mí.
Que enigmático momento…que circunstancia tan poco usual,
me he cruzado con tantas miradas y ninguna me había perturbado así.
Sus ojos…como dos abismos misteriosos,
como arenas movedizas…de donde no he podido salir.
Desde aquella inesperada casualidad,
desde ese impacto accidental…que hizo erizar mi piel,
desde aquella vez…tengo premura por cruzarme en su rutina…
para coincidir nuevamente con esa mirada brillante…que me ha extasiado sin querer.
De sus ojos me veo prendido,
por su matiz enloquecido,
de esa mirada atrapado…y a causa de su dulzura derretido.
Que tienen tus lindos ojos para que me hayan sometido así,
para que me sienta como un chaval…completamente enamorado de ti.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
CUANDO TÚ ME BESAS AMOR MÍO.
jueves, 26 de diciembre de 2024
HOY QUIERO ESCRIBIRTE DE NUEVO.
Hoy quiero escribirte de nuevo, pintar en versos cada línea de tu belleza de ensueño
Vana tarea, pero heme aquí, con la paciencia y la diligencia de un relojero, que busca la posición correcta de cada pieza de un artilugio perfecto, haremos el intento, por lo menos eso
Las líneas de tu cuerpo son dunas de desierto salvaje azotado por inclementes vientos
Inescrutables, inalcanzables, sueño etéreo de cada viajero, un mar infinito de arena en movimiento, de promesas al viento, de calor y frío embrujados, alucinantes y perpetuos
Cuánto quisiera perderme para siempre explorando cada duna, sufrir el calor inclemente y calcinarme por completo, o morir congelado en la oscura soledad de un crudo invierno, pero abrazado a cada milímetro de tu piel, a ese formidable cuerpo. Muero de deseo
Ver tu piel es perderse en la tundra helada del invierno más crudo pero lleno de magia y encanto. Cada centímetro se asemeja a suaves nubes mágicas que adormecen los sentidos al solo roce de ellas. Tu cercanía emana un aroma indefinido, que embriaga, que me atrae, que me aloca. Quiero navegar cada centímetro de tu piel, quiero morir en ella, perderme por siempre en ese infinito invierno etéreo
Una tormenta perfecta, con indomables olas salpicadas por estrellas, mecidas por el viento implacable pero en armonía perfecta, así es tu hermosa cabellera, fresca y ligera, semeja una oscura selva impenetrable, con aromas que nublan mis sentidos cuando me acerco a ella. Mi sueño es enterrar mi rostro en esa maraña perfecta y morir de amor, feliz por magia tan placentera
Me tocas? Las sensaciones que despiertan en mi cuerpo al sutil roce de tus manos asemejan un cataclismo agradable que me destruye desde adentro, eriza cada vello, electriza mi cuerpo entero, pierdo el control sobre mi mismo, peor aún si me miras...
Cómo describir tu mirada? No puedo. No sé cómo describir lo que producen en mi tus profundos ojos negros. Además, muy cerca a ellos, están esos labios que son mi apasionado tormento. Solo con recordar ese conjunto maquiavélico, siento dolor por todo el contenido deseo. Quiero que me mires por toda la eternidad, muero por un beso...
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
MI ESTRELLA.
Por tu forma de mirar,
deduzco que ya no puedes
más tiempo disimular
que tú a mi también me quieres.
Ven y dímelo a la cara
a centímetros de mi
confiesa que tú me amas
como yo te amo a ti.
Tú siempre serás mi estrella,
esa que me hace soñar
brillas en la oscuridad,
casi queriendo eclipsar.
Como esas infinitas luces
que alumbran, el universo
así lucirá mi verso
al trovar que me seduces.
Poderosa tu belleza,
también vital tu atractivo,
si mágico es ese encanto,
más cegador es tu brillo.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
ME ENAMORÉ DE TUS CARICIAS.
Me enamoré de tus caricias, un arte divino, parecías un artista, pintando mi cuerpo con destino.
Tus labios recorrían mi piel como un pincel, dibujaban susurros en un lienzo fiel.
Besabas cada parte como un laberinto sin salida, perdiéndome en tus abrazos, sin medida.
Nuestras miradas cómplices, con magia y con prisa, decían más que mil palabras en cada sonrisa.
Cada reencuentro era un festín para los sentidos, un banquete de emociones que jamás serán olvidados.
Las sábanas, testigos de nuestra locura y ternura, de risas y suspiros que llenaban el aire con dulzura.
El roce de tu piel era un deleite, un eco de palabras en un mundo tan perfecto.
Nuestros cuerpos se entrelazaban en la penumbra callada, me susurrabas que yo tomara el pincel y dibuja sobre mí, entregada.
Así guardo en mi corazón esos momentos de pasión, como joyas preciosas, marcadas en mi canción.
En cada rincón de mi ser queda tu esencia viva, un recuerdo imborrable de pasión y de ternura cautiva.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
EN ESTOS DÍAS PREGUNTO...
En estos días pregunto,
¿dónde queda la inocencia,
la esperanza de los Niños
y los hombres sin problemas?
No hay respuesta a la pregunta
y hay silencio que me aterra,
miro al campo, a las ciudades,
y me vuelvo hacia mi aldea.
Caminito de Belén
hay un Niño que me espera,
para darme unos regalos
y los versos de un poema.
Hay en ellos la caricia
de la brisa marinera,
la que dejan las resacas
en la playa y en la arena.
Hay susurros de unas voces,
con corales y leyendas,
retenidas en los mares
y que cantan las sirenas.
A lo lejos se ven sombras
en la noche con siluetas,
de camellos y pastores
acercándose a la aldea.
Y es que llega el nacimiento
de ese Niño que se acerca,
el que anuncian de los cielos
con la luz de las estrellas.
Y adoramos a ese Niño
y sentimos su presencia,
inundándonos de gozo
y caricias navideñas.
Por eso, sigo y pregunto,
sin obtener la respuesta,
¿dónde están los corazones
que ante el dolor no se alteran?
¿Y las manos y los labios
del que ofrece lo que lleva,
y el que entrega, en estos días,
paz y amor, en vez de guerra?
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
FANTASÍA.
Fantasía es lo que siempre he soñado contigo a tu lado abrazados los dos solos es como un libro abierto y tener un montón de curiosidades por saber cuál será el final .
.me he inventado miles de párrafos textos eh inclusos portadas creando una ventana abierta oh incluso cerrada¿ quien lo sabe?. Me eh imaginado todo un mundo de fantasía por solo el hecho de protegerte a ti eh incluso en un amor que solamente yo creí real.
.un amor sin principios y hasta demás que nunca tenía final , un amor tan falso que no lo quería ver con mis propios ojos un amor una obsesión que me volvió ciega por completo .
Una fantasía que empezó en una noche sin estrellas y que encendió todo esto que siento por ti ahora una fantasía oh una llama llena de chispa de ardor por quemar todo a su alrededor .
Te he susurrado al oído todo mi amor eterno eh incluso me imagine miles de fantasía de momentos inolvidable que podríamos aver pasado solo nosotros 2 junto al mar .
Y tu solo haces que llore sin parar ver como preparas tu ropa y te vas como si nada .
Cuando yo era la que escribía un libro de nuestro amor y ahora solo toca reescribir todo te llevas mi corazón y ami me dejas sin nada tan solo con mis lágrimas que derraman por mi mejilla
Un libro lleno de fantasía amor un libro llena de imaginación eh incluso con muchas ideas hasta seria de consejos para los demás
Fantasía es lo que sentía cada vez que te veía al caminar hacia mi por la orilla del océano oh cuando corría al abrazarte y sentir tu aroma a café y chocolate tu rico aroma de perfume en tu cuello
Ver esos lindos ojitos por lo cual me quedé hipnotizada por completo pensé que crear esa fantasía no se terminaría nunca un amor que ati no te importo jamás en la vida .
Fantasía oh amor como quieras decirle pero yo digo que es eso solamente un libro abierto sin párrafos
Eh incluso metí mis manos al fuego por ti y me terminé quemando, este será el fin todas tus puertas se cerraran y se abrirán nuevas puertas para mi
La nueva página de un libro nuevo empezará para mi pero para ti será como una tortura
Tortura oh fantasía en medio de la oscuridad sin una luna llena y sin estrellas a la final del día ah quien le importa eso ¿no?
Tortura oh sufrimiento es lo que me hiciste pasar mientras estaba en esa nube de supuesto amor por ti un amor que ahora todo lo veo con claridad
Tortura oh desengaño que es lo que es en realidad llena de decepción llena de rencor es como estar en shok porque ya nose como debo reaccionar ante esto que esta pasando con nosotros yo le digo un libro lleno de fantasía . ...!
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
LABERINTO.
Eres como un laberinto, dijiste
verde, rebosante de vida.
En tus ramas, las criaturas anidan,
crecen y se abrigan.
Te adornan las flores,
las telarañas te envuelven.
Los niños te recorren alegres,
los adultos, preocupados.
En tus rincones y tus brazos,
los amantes se besan, se encuentran,
nacen sueños, se pierden, esperanzas.
Lugar de encuentro,
lugar de perdida,
eres tú el laberinto,
por eso nadie puede encontrarte.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
AÑORO, DESEÓ, TE QUIERO, TE PIERDO.
Hace mucho que no escribía, hace mucho que no llegaba
a afectarse mi corazón. Pues este lustro sin razón
ha dejado de limpiar las fachadas de aquel amor.
Agarrándome a un auto en movimiento, a lugares, personas y recuerdos,
lastimando las huellas del futuro por un pasado y presente ausentes.
Efímero mi bienestar y día a día, te pienso para no recordar,
y cuando lo hago, suelto a llorar; grito desconsolado en mi epitafio mental.
Deseando volver a empezar. Ojalá en otro brote de abedul
encuentres el pilar para una buena sombra que te cobije,
y que tengas el firmamento para ti sola, así como lo deseabas.
Ojalá me pienses cuando esté todo mal y recuerdes este,
tu hogar. Deseo que te vaya bien con aquel, el que cumplirá
mis sueños y tus caprichos, y que cuando lo mires a los ojos
pienses en mí, y en todas las promesas al aire que algún día cumplirás con él.
Quisiera decir que te odio, pero te quiero; quisiera decir
que te quiero, pero te amo. Quisiera que tú me quieras,
pero te extraño. Quisiera que tú me extrañases, pero soy un extraño.
Te quiero como en esas noches de insomnio y llanto,
como el olor a lluvia después de un aguacero. Quisiera
poder sacarte, pero aprendo a vivir con tu ausencia,
aunque en las noches resuene más la falta de tu presencia.
Cada día es un día menos para mí y un día más para ti.
Nos perdemos en caminos diferentes tratando de huir,
y es que me pierdo sin mi camino aquí en la oscuridad
con la falta de luz de aquellos ojos, mientras tú te ocupas
de que alguien más no se pierda. Te perdí, y hace mucho,
me jacté. Prepararé mis maletas y me iré, me pierdo,
te perdí, estoy mal, y tú feliz, ya sin mí...
Y aún así, siempre estaré aquí.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
A UNA LLAMADA DE DISTANCIA.
Contigo me siento
como una polilla frente a una llama.
Tu calor me atrapa
y me consume cada vez más.
No puedo parar,
no lo puedo evitar;
te sigo ciegamente.
Eres magnético,
siempre lo fuiste.
Al final del día,
soy solo un imán.
Quiero quedarme en ti,
quemarme de una vez por todas.
No me dejes ir otra vez,
no aguanto más.
Mis amigos me dicen que él es el indicado,
que me hace sentir como debería.
Sé que su amor por mí es real,
pero lo que no sabe
es que me escondo para ver tus fotos.
Tengo la certeza de que estás a una llamada de distancia si lo deseo.
¿Sabré verdaderamente en dónde se encuentra mi corazón?
¿En ese cuarto con él?
¿O en las fotografías que aún conservo de ti?
Él no sabe las razones por las que lloro.
Debería estar con él,
pero me encuentro pensando en las veces que me dejaste ir.
Lucho contra mis pensamientos,
Pero terminan volviéndose en mi contra,
a veces quiero que te quedes,
pero llega la maldita noche en donde termino llamándote
en la profundidad de mis sueños, y el "a veces" se convierte en el mayor de mis anhelos.
Sé que él es bueno para mí, pero yo soy leal a ti.
Llévame de regreso a lo que necesito inicialmente.
Estás a una llamada de distancia;
ya sé dónde se encuentra mi corazón
realmente se encuentra en tu cama,
en tus susurros,
en tus latidos,
en tus brazos.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
CUANDO TE VI PARTIR.
Cuando te vi partir me sentí morir
mi mundo y mi vida no eran lo mismo
porque todo cambio,
mis ilusiones y alegrías
se trocaron en dolor y amarguras.
Ahora vivo atormentado
con este amor inmenso y puro de niño
del que nunca sabrás de su existencia.
Que viví por ti, que moriré por ti
nadie lo podrá cambiar
ni el tiempo, ni la vida, ni la misa sociedad
porque el tiempo pasa
la vida se ababa y mi amor ti
va creciendo como un como un río por su cuce.
Me rio y me rio del tiempo
porque nada puede hacer para olvidarte
no sé qué tienes no sé qué hay en mí
soy un idiota un demente o que
que sigo pensando que algún día volverás.
Como un tonto vivo esperándote
si te fuiste si decirme nada
sin mirarme y sin decirme adiós.
Hoy sigo siendo ese niño que lloró y llora tu amor
el que no te ha dejado de amar
ese niño que su amor por ti inmortalizó
ese niño que te amará
hasta el ultimo suspiro de su vida.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
LA ETERNIDAD DE TU PRESENCIA.
No te pido palabras,
tu silencio es un río que todo lo abarca,
una brisa que susurra verdades invisibles.
Tus manos, bailarinas de un lenguaje secreto,
construyen puentes que ninguna lengua alcanza.
Cuando te acercas, amor,
el mundo pierde sus bordes,
los contornos se deshacen,
y solo queda este instante desnudo,
como una llama que arde sin consumirse.
Eres la melodía infinita,
la canción que el tiempo no osa interrumpir.
En tu presencia, las tormentas cesan,
mi alma encuentra puerto,
como el mar que duerme al susurro del viento.
Quiero perderme en ti,
como un navegante que abraza lo desconocido,
y hallar en cada rincón de tu ser
un universo que se despliega sin fin,
sin prisas, sin sombras,
viviendo en la eternidad de este momento que es tuyo y mío.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
AMOR ENAMORADO.
El amor susurro... te enamoraste;
De una mirada, de una caricia, del amor,
Como rocio de vertiente desafiante;
Donde tu piel se mimetiza en dulce color...
Y te busqué hasta en la mediana luna;
Ahí dispuse... Te llamo mi amor eterno,
Te sentí enamorada sin duda alguna;
Arrastrame a tu calor en cada invierno...
Dentro del secreto juicio de dos amantes;
Cultivo de un paseo de alboradas contigo;
Siendo mar entre espuma de instantes;
Crepuscular abrazo lleno de sentido...
Como alquimia de una cita enamorada;
Recapitula el fin de un cuento convexo;
Para abrazarte entre el cielo en marejada;
Fuí un pasajero privilegiado de tu sexo...
Por eso le digo al rio que tú amaste;
De lo intenso que nace de ti y de mi;
Tu corazón delibero que te enamoraste;
Hoy lo confieso, te amaré siempre a ti;
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
NAVIDAD LEJOS DE CASA.
Yo no soy de los que creen en las costumbres humanas,
pero han sido 4 años sin ver a mis padres, y anhelo estar
al año siguiente al lado de mi familia y poder abrazarlos.
No sabemos cuándo será la última vez que veamos a
quien amamos asi que me uno a esta celebración
que fomenta la navidad, unanimidad de la familia.
Gracias a Dios por un año mas, y lograr decir
a mis seres queridos, aunque no estoy cerca de
vosotros para abrazarlos los deseo feliz navidad.
Navidad; es lo que nos une a la humanidad en cortesía
de solidaridad. Si ves por ahí a alguien que no tiene
nada que comer o nada que vestir por amor a ti dale lo
que tienes, dejemos al costado la indiferencia, la misantropía
o xenofobia, estatus social y aporofobia, que la
benevolencia sea más fuerte que la inhumanidad.
La familia es el vínculo afectivo más fuerte que rompe toda
insensibilidad unilateral. El amor debería ser el núcleo
fundamental de la sociedad y del estado; Por amor a tu
esposa, hermano, hijo o padre, empieza a perdonar y practicar
el altruismo. Detengamos los concursos de toda índole por
un rato y unámonos a darle una mano al que lo precisa.
Para los que no tienen padre, a los que viven en la calle,
para los que ejercen labor en el gobierno, para los
empresarios y para los agricultores, para los abuelos y
niños, a los reclusos y a todo el mundo.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
¿QUÉ HARÁS DE LA POESÍA?
Dime, ¿qué harás con la poesía?
Yo, que entre colibríes y versos te
encontraba, me perdía en la brisa ligera
de tu risa, en ese modo tuyo de tragarte
los soles cuando el atardecer bajaba la
voz.
Hoy arañas el instante, un instante
afilado, tejido de acero y fuego, y en tu
confusión, las horas se rompen como
cristal . Tú, que con tus palabras
robabas estrellas, y con ellas iluminabas
la piel de los días, ¿dónde escondes
ahora esa luz?
Las palabras, fugaces, se deslizan entre
nosotros. Como un río que olvida su
cauce, se apartan, dejándome en este
abismo donde el silencio aún brota
desde los azules volcanes.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
TAL VEZ...
Se quedó con la mueca,
congelada en el rostro.
Sorprendido y confuso.
Los ojos se agrandaron.
Y los labios se abrieron,
en un rictus de horror.
La faz petrificada,
hacia el blanco tornó.
Los nervios como acero.
Erectos como un junco.
Los músculos de piedra
Hieráticos quedaron.
Atentos, en tensión.
Sus manos como garras.
La sangre se enfrió.
Gotas de sudor frío,
rodaban por su frente,
Y los ojos confusos,
cambiaron de expresión.
Cuando el aire sea limpio.
Y la sonrisa franca.
Cuando el viento sea brisa,
que acaricie tu cara.
Cuando el olor que emane,
de la tierra mojada.
Sea perfume de rosas.
Y te invité a soñar.
El temblor de los labios,
convertidos en nata.
Tu boca endulzarán.
Cuando el verso sea el habla,
de todos los humanos.
Cuando en cada palabra,
haya un gesto de amor.
Cuando cada caricia,
sea una ofrenda de ayuda.
Cuando el tiempo sea amigo.
Y el dolor sea un recuerdo,
que jamás volverá.
Cuando el campo se cubra,
de frutales y flores.
Cuando el lobo sea un hermano.
Aquel que tu apoyo dar.
Cuando el agua sea néctar.
Y su voz melodía.
Cuando su transparencia,
sea reflejo de tu alma.
Y el ave cuando cante,
sean notas de perdón.
Ese rictus de odio.
Ese terror que encoge.
Aquel, sudor maligno.
Que tu rostro, cubrió.
Quedarán olvidados.
Y una música eterna.
Susurrando en tu oído.
Tus males, sanarán.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
SEMILLAS DE TINTA.
En mi alma, un abismo de letras, profundo y oscuro,
Un laberinto de versos, donde el pensamiento se extravía.
La primera vez, como un águila que surca el cielo,
Liberé mis palabras, un grito que desató mi alma.
Palabras que florecen como brotes en la mañana,
Un oasis secreto, donde mi corazón descansa.
A veces, quiero callar, como una vela que se apaga,
Pero la tinta me llama, una fuerza que me atrapa.
Nos golpean las críticas, como olas en la costa,
Escritores náufragos, en un mar de ironía.
Pero el amor por las letras, un faro en la tormenta,
Guía mi camino, me da la valentía.
Cultivo sueños, esperanzas y certezas.
Con cada palabra, un universo nuevo nace,
Y en cada verso, encuentro mis promesas.
Aunque a veces, el miedo me atormenta,
La escritura me libera, me hace feliz.
Y así, entre versos, sueños y realidades,
Mi alma encuentra su paz, en estas verdades.
Con cada verso, una semilla que se siembra,
Que florece en el alma, con vigor infinito.
Raíces entrelazadas, sueños que se expanden.
Soportando tormentas, dudas y heridas,
Hacia la luz eterna, su copa se extiende.
Y aunque el viento sople, y la lluvia empapele,
En mis letras, mi alma siempre habitará.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
lunes, 23 de diciembre de 2024
MI AMADA SOLEDAD.
Soledad, dulce soledad
Soledad, dulce soledad,
hermosa, preciosa,
mi amante en la oscuridad.
Nunca me deja ir,
siempre me abraza más y más.
Soledad, la única que me acompaña,
la única que en las noches me abraza.
Tan atenta a mi estado,
nunca deja de hablar,
no para de susurrar.
Qué ironía, encontrar compañía
en la soledad.
Querida soledad,
te quiero ser siempre fiel,
pero a veces me tientan ilusiones,
y pienso,
¿podríamos tener un pacto?
Tal vez, con ciertas condiciones,
podrías permitirme conocer
a alguien con quien ser
algo llamado "pareja".
En la soledad solo hay uno,
uno mismo,
uno como ninguno,
un inseguro, siempre dudando,
preguntándome si algún día
la volveré a tener:
aquella que tenía
antes de conocerte, soledad.
Eres tú, fulana,
a quien mi corazón envidia.
O tal vez envidio no tener más de ti.
Y así, me has dejado ir
con la otra,
la eterna,
la llamada soledad.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
SOY EL PIRATA QUE CURSA LOS CIELOS.
Soy el pirata que cursa los cielos,
trazando rutas en la noche sin fin,
entre estrellas fugaces y susurros de vientos,
en la vastedad del alma, buscando un confín.
Cada estrella es un deseo que arde,
cada nube, una promesa que no se rompe,
y en mis manos, la brújula del amor,
que me guía entre mares de fuego y sombras.
Voy navegando por el mapa de tus labios,
descifrando el misterio que me haces soñar,
tu nombre como canto de sirenas lejanas,
y yo, perdido, rendido a tu mar.
Ay, amor ideal, mi tesoro escondido,
tu alma es el faro que alumbra mi andar.
Soy el pirata, y tú, mi anhelada isla,
donde mis vientos cesan y todo se calma.
Cada ola, cada beso, es mi viaje,
cada suspiro tuyo, mi único paisaje,
y aunque el cielo y el mar se enfurecen,
en tu abrazo la tormenta se desvanece.
Soy el pirata que cursa los cielos,
pero mi destino eres tú, sin remedio,
el amor que en mis venas navega y arde,
el faro eterno que nunca se apaga.
Mi corazón, velero errante,
tú eres el puerto que me llama en cada instante,
en cada rincón de tu ser encuentro mi hogar,
y aunque el mundo ruja, nada me hará zarpar.
Eres la luz que incendia mis velas,
el canto en el viento que me impulsa a navegar,
y cada estrella, testigo de este deseo,
es una promesa que nunca dejaré de buscar.
Entre olas de pasión y viento de fuego,
te sigo, te hallo, te amo, y me pierdo
en cada rincón de tus ojos, mi cielo,
pues en tu mirada el universo es mi recluso.
Soy el pirata que navega los sueños,
pero mi único puerto eres tú, mi eterno amor,
y si el océano se abre, que se lo lleve todo,
si al final, mi alma se funde en tu fervor.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
domingo, 22 de diciembre de 2024
AMOR ETERNO
En el silencio que tu nombre murmura
Te busque en el viento del tiempo
En tu nombre halle lo que el alma perdura,un latir infinito
Dos estrellas tejidas por mitos
Mitos japoneses escritos y vividos
Pero el tiempo,la muerte es cruel y despiadada
Te llevo consigo. Como la luz en la madrugada
Dejaste el mundo esta mañana.
Mi voz quebrada grito tú nombre en la noche estrellada
Yo cave la tierra y llore en tu lapida, mientras la besaba "aún no te iras"
Jure en la alborada y mi amor venció la hora seleccionada
Viviré tu sueño, con fuego en los ojos corriendo libre en los cerrojos
Corrí al mas halla, cruzando la noche divina, donde todo termina
Y allí te vi, en donde el tiempo germina, y con luz en tus manos me recibiste en abrazos
Tus ojos brillaban como un eterno verano
Y tu voz una nota de canto, canto eterno
"Ni la muerte podrá separarnos,ni el tiempo podrá olvidarnos, somos dos llamas que al fin se abrazan quemando juntos la sombra de la perdición"
Tu risa mis oídos envuelven y juntos danzamos un vals eterno
Donde no hay soledad ni cadenas
No existen condenas ni soberbias
Así, nosotros al fin, amarnos mas y mas
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
TE AMO.
Te amo,
te amo de una manera inexplicable,
de una forma inconfesable,
de un modo contradictorio.
Te amo
con mis estados de ánimo que son muchos,
y cambian de humor continuamente.
por lo que ya sabes,
el tiempo, la vida, la muerte.
Te amo…
con el mundo que no entiendo,
con la gente que no comprende,
con la ambivalencia de mi alma,
con la incoherencia de mis actos,
con la fatalidad del destino,
con la conspiración del deseo,
con la ambigüedad de los hechos.
Aún cuando te digo que no te amo, te amo,
hasta cuando te engaño, no te engaño,
en el fondo, llevo a cabo un plan,
para amarte mejor.
Te amo…
sin reflexionar, inconscientemente,
irresponsablemente,
involuntariamente, por instinto,
por impulso, irracionalmente.
En efecto no tengo argumentos lógicos,
ni siquiera improvisados
para fundamentar este amor que siento por ti,
que surgió misteriosamente de la nada,
que no ha resuelto mágicamente nada,
y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada
ha mejorado lo peor de mí.
Te amo,
te amo con un cuerpo que no piensa,
con un corazón que no razona,
con una cabeza que no coordina.
Te amo
incomprensiblemente,
sin preguntarme por qué te amo,
sin importarme por qué te amo,
sin cuestionarme por qué te amo.
Te amo
sencillamente porque te amo,
yo mismo no sé por qué te amo…
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
OTRA NAVIDAD SIN TI.
Otro diciembre triste …sin ese olor a incienso,
ni geranios en flor.
Se siente frio el ambiente…
con una soledad que abraza
y un silencio que empuja…
a un abandono abrumador.
La niebla rodea el ejido,
el paisaje en extendido letargo…
envuelto de paramo y sereno…
resistiéndose a despertar.
Se escucha muy lejos… suavemente,
una melodía sedativa…que conjuga arpegios de paz.
Los gorriones en el cielo…
travesando perturbados,
encubriendo con su vuelo…
este macilento momento…
que me llena de ansiedad.
Otro diciembre sin emociones,
otra navidad sin ti,
con un vacío en el alma…
que me ha dejado abstraído…en una apatía total.
Donde quedaron los niños…
que ansiaban diciembre llegar,
donde guardé las guirnaldas…
que cubrían de luces mi portal,
ya no escucho villancicos…
ni cánticos en noche buena,
ya no hay regalos ni dulces…
ni el árbol con campanillas,
ni la estrella del oriente…
guiando los magos a Belén.
Todo es tan escueto ahora…
como una época cualquiera,
como un día normal.
Es diciembre… y diferente se siente…
cada minuto…cada instante,
con una nostalgia extrema…
que hasta dan ganas de llorar.
Pero, pronto llegará enero…y esta melancolía de invierno…
se esfumará de repente…haciendo…como que nunca existió.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
DOS SON TRES.
Tan blanca, como la primera nevada de invierno
Es tu alma, igual que rosa alba en primavera
Inocencia embriagadora, de mate con anis
Limpio y tibio, es el placer de besar tus labios
Labios tiernos, palpitantes de ansiada espera
De la ardiente y apasionada entrega de dos almas
Que se funden, en momentáneo placer infinito
Mágico momento, que en delicados suspiros
se engendra sutilmente, el destello de nueva vida.
Acto de amor espíritual, unión de dos, transformados en tres
Gracias inefable mujer, por amor logramos trascender
Un nuevo ser, portador de la mágia, de un amor puro
Bendita seas mágica mujer
éramos dos, ahora seremos tres.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
JARDÍN DE AMOR.
Tu jardín, mi amor, es un edén,
donde florece nuestro amor, puro y sin igual.
Entre las margaritas, tú eres la reina,
y yo, tu fiel jardinero, que te cuida con pasión.
Tus manos, cual lluvia suave, nutren cada planta,
y tu sonrisa, un sol radiante, ilumina mi día.
¿Qué secretos guardan tus pétalos, mi amor?
¿Palabras de amor que anhelo escuchar?
Mariposas revolotean, celosas de nuestra dicha,
mientras yo, desde mi ventana, te contemplo.
Quiero ser el rocío que besa tus hojas,
y el viento que susurra tu nombre.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
IMPOTENCIA.
TU CANCIÓN.
Quisiera escribir una canción pensando en tus ojos ,describir en ella el sabor de tus besos, el perfume único de tu piel fresca y de tu cabello entre mis dedos como una seda.
También quisiera poder describir la temperatura de tu cuerpo cuando se funde entre mis brazos o el sonido de tu risa cuando solo por mirarnos nos delata.
En esta canción quisiera también escribir tu nombre que dejara de ser un secreto y que se encargue el tiempo de decirnos si debió o no ser perfecto el amor que entre dos cuerpos en su máxima expresión logré tener el encanto para llenar esta canción.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
SOY EL ÁRBOL.
Creo estar muriendo
y muriendo, siento el alma
solo son mis pensamientos
porque vivo en mis palabras.
Es mi cuerpo como el tronco
talado, casi sin vida
que a pesar de sus heridas
busco la vida y retoño.
Y renazco a cada instante
entre la carne talada,
porque llevo en mi, la sangre
como el tronco lleva savia
y aunque talado, renace.
Porque llevo la poesía
tan dentro, tan ocultada
que aunque muerto, tengo vida
en mi carne desgarrada.
Que son los versos mi aliento
el rimar, es mi doctrina
y a cada paso, cada trecho
nace en mi un poema nuevo,
entre la carne podrida.
Porque dejo el testamento
de mis letras, mis poemas
para aquel que quiera y lea,
y disfrute de mis versos.
Porque no nació el poeta
entre tantos que nacieron,
que digan que no es correcto
escribir como lo sienta.
Y muero entre palabras
entre comas, entre acentos
y renazco por las prosas
porque vivo entre los versos.
Y si creo estar muriendo
que la vida, se haga cargo
porque escribo sin pensarlo,
y al que no lo entienda, reto.
Porque soy el candelabro
soy la luz, de un día negro
soy poeta de maestros
y aprendiz, del que ha empezado.
Así entrego y desparramo
mi cuerpo, entre las letras
así, mi sangre se muestra
como el árbol que es talado,
así retoño, así crezco
como alumno entre tantos
y entre tantos, cual maestro.
Que soy el árbol que nace
a pesar de los hachazos,
que las palabras que gasto
son leyes universales,
que a pesar de estar talado
resucito entre las frases.
No soy poeta, soy mago
de las letras y las rimas,
soy el árbol que germina
cuando aún no se ha secado.
Y soy la luz, el candelabro
que a las letras ilumina,
soy el Dios que tanto admiras
y luego vas criticando.
soy el árbol.... soy poesía.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
AMOR GLORIOSO.
con la única e importante misión de adorarte.
El destino sabe que soy serio y meditabundo,
y me encomendó la armoniosa tarea de amarte.
Posiblemente antes de nacer, allí en el éter,
pasaría un examen para convencer al jurado,
no recuerdo como me lo hicieron prometer,
pero lo que entonces juré, no lo he olvidado.
Y la verdad es… que me resulta muy agradable,
cuanto más te veo, y más te trato, más te quiero.
Ojalá que todo en la vida me resultara tan viable,
otras cosas sin embargo las sufro con desespero.
Pero hablemos de ti, de la misión de la que presumí.
La verdad es que no me lo pones nada fácil, cariño.
Parece como si a ti, en aquel mismo sitio que a mí,
se te hubiera encargado tratarme como a un niño.
No acabo de entenderlo. ¿Acaso para ganarse el cielo
hay que pasar esta prueba? Si así fuera, platiquemos;
pues nos lo estamos ganando con cierto desconsuelo,
especialmente yo, que quiero amarte, que nos amenos.
Yo seré tu cielo y tú el mío, uno al otro nos encielaremos…
mutuamente, pondremos techo sobre nuestras cabezas,
viviremos el amor, y enamorados, la vida saborearemos,
seremos libres y más naturales que todas las naturalezas.
Te quiero cariño, quiéreme también tú a mi… igualmente,
juntemos nuestras dos vidas y hagamos una sola.
Vivamos esta nueva vida de forma cordial y excelente,
¡Alcancemos juntos la gloria, disfrutemos alcanzándola!
LA VIDA ES LUCHA.
La salvaje bofetada.
Que la vida, a veces, da.
O la caricia taimada.
Que disminuye y agrava.
O el abrazo verdadero.
Que te da vida y te sana.
La vida viene, y sé, va.
Hermosa en su variedad.
Es la eterna marabunta.
El torbellino que arrastra.
Las pasiones que le llevan.
Y la vida, y la verdad.
Qué tornando a realidad.
Hace magia y hace piruetas.
Siempre sorprende la vida.
Camuflada, más profunda.
También trae amor auténtico.
Que, emite, con su fragancia.
Con la pasión más profunda.
Para remover montañas.
En sus brazos sanadores.
Que abarcan, todas las razas.
Está la más nítida esencia.
Con multitud de colores.
¿Qué es la vida, un tobogán?
¿Qué a lo ignoto nos conduce?
No es un remanso de paz.
Pero, a veces, nos construye.
Con su aliento, que seduce.
Envuelta está en celofán.
Viste de intensos colores.
Nos mira, con la verdad.
La vida nos trae la dicha.
Y también la desventura.
La ignorante criatura.
Nada sabe con certeza.
Solo, que la muerte acecha.
Nos da un sinfín de alegrías.
De lágrimas y tristeza.
Y el amor, pura hermosura.
No te rindas, siempre lucha.
Que, la vida, es tu maestra.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.