martes, 2 de enero de 2024

EL MAR.

El Mar esta hambriento,

sediento,

descontento del paisaje.

Ha visto querer ha visto odiarse.

El mismo quiere bañarse,

hundirse, tocarse.

Y cesar su descontento,

o blandir su oleaje.

 

El mar está rugiendo

Irritado, inquebrantable

Se mece con furia

Se levanta con poder

Se desliza entre la arena con amor

Golpea con pasión la costa

Besa en silencio suspiros

 

Suspiros son sus ondas es sabido

el viento trae silbidos, viene,

danzan, juntan sus corrientes

todo es arrastrado y atraído

mar y viento es energía, sonido,

orgasmo de Dios, latidos,

cogen juntos y luego

caen rendidos.

Mar y viento,

realidad, leyenda, mito.

 

Ahora que lo toco

el mar está frío,

es la noche siempre

su sentencia a muerte.

 

La luna sobre el mar saliendo

parece

un poste de color

que se abre

y al fondo

resplandece,

en la inmensidad

de un astro muerto de hambre.

 

La luna amarillenta,

cruzada por una franja negra

y es que allí

tras aquel horizonte,

hay un castillo de naipes

y una arpía que hace magia negra

mientras reparte

brasas incandescentes.

 

A la mar en estos instantes

solo le preocupa su suerte,

igual le da que el mundo estalle,

que una ola grande resbale

por encima de los diques

y se lleve los puentes de Madison

o sobre el rio Kwai,

total para lo que valen.

 

¿Qué más nos da el mar

si del salimos

ahora hace millones de años

y solo volvemos a él

de vez en cuando para esquilmarle

o para cantarle?

 

Si al retornáramos

sería para morir al instante,

pues ya no nos reconoce

como seres suyos,

que fuimos

sobre las arenas calientes

algo parecido a camaleones,

cambiando de color constantemente.

 

Masa húmeda, para poder llegar a ti,

observo imágenes, eres como mi madre

profunda, transparente,

entiendo los motivos de tu andar,

aparentemente eres cambio,

movimiento, realidad,

la palabra vida es tu reflejo,

siempre vamos a ti con la muerte en el bolsillo,

con afán de dominarte, de herirte,

de hurtarte los tesoros que bien guardas y posees,

entenderé que un día azotes los relojes,

las pulcras tiendas, los bazares,

leo en tus vaivenes tu sed de sangre,

tu ánimo de corregir los errores,

tal vez deberías postularte a mandataria,

tienes mi voto, tal vez exista tregua posible,

perdón, por todos nuestros crímenes,

testigo ocular has sido y eres,

y es que somos un fiasco.

Bautízame en tus redes, húndeme en tus precipicios

y muéstrame lo que escondes.

Eres parte primordial de este sueño, envejezco,

envejecemos y tu permaneces fuerte,

imperecedera, siempre combatiendo,

asomando tus olas y albergando tus raíces,

tu fauna y flora.

Ojalá la tierra tuviera tus armas,

tu competencia, ojala se defendiera del maltrato, de la ambición.

Mar adentro, donde los milagros suceden,

extiendo mi alma y mi voz.

 

Al mar y en la mar

con "el" y con "la",

mar por delante

y mar por detrás.

Si no vas a pescar

y si no va a pasear,

si del mar

no eres un pez

cualquiera,

o un calamar,

olvídate de cantarle

a la mar,

pue ella tiene

sus sirenas

y tienes a quienes

sin saber

si lo hacen bien o mal,

todos los días salen

para pescar

y a puerto regresar

con la carga a bordo

y algo más

la vida de los pescadores

ya camino de su hogar.

Al mar y en eso el Rimbar.

 

Despertó agrio el coloso más brutal,

y arrojando espuma en ansías locas

ruge hambriento golpeando las rocas

eructando plástico untado en sal.

 

Las colonias de apetito carnal

proliferan taladrando sus brocas;

y al ser las playas ojos y sus bocas

ve estirpe humana inicua y sin final.

 

Con basura de años en su garganta

desenfunda su espada en un tatami,

retrocede en calma, espera y aguanta.

.

Luego, enrolla su pulpa cual salami

escupiendo aquello que lo atraganta

empuñando mordida y un tsunami.

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri. 

OTOÑO.

Arboles desnudos,

que parecen personas desnutridas.

Veredas con rocío.

Niebla que obscurece el día.

Amantes que se besan

para protegerse del frio.

Barrenderos que recogen hojas

como si fueran billetes perdidos.

 

Con cada hoja llovida

de los árboles dorados,

partes mueren de mi vida

en este otoño que olvida

mis recuerdos añorados.

 

Otoño de ojos desnudos,

de parques empedrados de hojas,

de troncos de árboles

con grandes corazones,

de hambre del viento

cuando por las cañadas avanza,

de silencios cogidos

a las ramas de los abetos que visten

las sendas que llevan

hasta allí donde la tarde se despide.

De pequeños toques de campanas,

el otoño habita

allí donde un ermitorio

en mitad de un bosque se abre,

de paz y de susurros del agua que corre,

lejos llevando canciones

de la niñez ya ausente de quien esto escribe

para su deleite.

 

Tras el verano, el tiempo parece haberse vuelto loco.

Llega el frio anticipando el invierno.

Recoger castañas y setas en el campo dormido.

El sol se despide antes y abre la puerta a la noche,

que llega de la mano del miedo.

Hace un año, en septiembre,

empecé a sentir el calor de tu mano,

paseando por bosques amarillos.

 

Otoños que renacen en las pupilas de los enamorados,

en las cortezas de los árboles

y en ellos fructíferos corazones

con sus flechas de enamorados

y dentro latiendo entre amores dos nombres.

La raíz de la vida

convertida en sangre de pasiones,

así sea el otoño frío o traiga en su estómago hambre.

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri. 

martes, 19 de diciembre de 2023

MI PRIMER AMOR.

Tendría unos cuatro años

Cuando yo me enamoré.

No hay edad, habrán notado,

y a contarlo pasaré...

 

Es una historia real

Que estoy recordando ahora,

Y la voy a relatar

Según llegue a mi memoria.

 

Me enamoré locamente

De mi bella vecinita,

Blanca, rubia, ojos celestes,

Y una hermosa naricita!

 

Vivía pensando en ella

De la mañana a la noche,

Pues para mi era una estrella

Que iluminaba en derroche...

 

Cada hora de mis días

Haciéndome muy feliz,

A pesar que ella vivía

A ochenta metros de mi!

 

Nos mirábamos de lejos,

Cada uno en nuestras puertas,

Sin palabras, sólo eso

Pero siempre estando alerta...

 

A las diferentes horas

Que nos dejaban salir,

Y así transcurrían todas

Hasta irnos a dormir.

 

Fueron pasando los años

Y su hermanito creció,

Y habiendo por bien notado

Esa atracción de los dos...

 

Una vez se acercó a casa

Y audazmente me pidió,

Limones que allí en mi planta

Colgaban como un montón...

 

Para silenciar sus labios

A oídos de sus papás,

Sino habría de enterarlos

Y no podríamos más...

 

Continuar mirándonos

Con mi amor, su dulce hermana.

Y fue así que próspero

La extorsión, pero con cartas...

 

Pues pasó a ser mensajero

De cartitas a escondidas,

Tras los limones, por cierto,

Mientras llevaba y traía.

 

Qué pena que no han quedado

Algunas en mi poder,

Se habrán perdido o tirado,

La verdad que no lo sé!

 

Creo que fue culpa mía

Por ser tímido total,

Que se cansó y un buen día

Entre quince años de edad...

 

Con otro chico del barrio

Ella se puso a noviar,

Entonces muy lastimado

Apunté para otro lar!

 

Aquí culmina la historia

De mi primer gran amor

La que sin pena y sin gloria...

Acabo de contar hoy!

 

Amores de adolescencia

esa hermosa realidad

son limpios por su inocencia

son amores de verdad.

 

En todos los tiempos pasados

el primer amor

fue como creado por Dios

no se olvida nunca

de nuestra razón

luce siempre colores

de arcoiris o flores

y cuando pasa el tiempo

entra en confusión

se van borrando las líneas de expresión

pero queda grabada en el alma

la inequívoca sensación

se estar envuelto en tules

y nunca huya de nuestro corazón ..

 

En un rincón de mi ser, tú existes,

mi primer amor, inolvidable y eterno.

Como un susurro suave en la noche,

despiertas emociones en mi pecho.

Aún guardo tus miradas y besos robados,

en mi corazón, son recuerdos sagrados.

 

El primer amor

es una ilusión

un vendaval en el corazón

te lleva por sendas prohibidas

pecaminosas y sientes sudor

en las manos, palpitación en el corazón

un mar de espuma cada noche en una habitación.

 

Mi primer amor

fue muy singular

había llovido y

no paraba de nevar.

 

Era el mes de enero

los Reyes Magos estaban por llegar

mi madre cosía y

mi padre del casino acababa de llegar.

 

 

La vi salir de casa

vestida con un sayal,

era monja de clausura

y vivía en un convento episcopal.

 

Aquella carita de ángel,

aquel bello mirar,

aquellos ojos de virgen,

aquel andar celestial.

 

Todo en mi se hizo tan singular

que por mi cabeza pasó

aquello de quererla llevar

de blanco ella al altar.

 

La vida se me fue

sin darme cuenta

a mi corta edad, esos deseos eran solo

humo con que una hoguera calentar.

 

Nunca en mi vida me podré olvidar

de aquel día tan singular,

yo enamorado

de alguien que ni me vino a mirar.

 

Ya el tiempo pasado

sesenta años en esto va

todavía me recuerdo

de aquella cara angelical.

 

¡Que daría yo

por poderla resucitar,

por tenerla a mi lado

por intentar maitines cantar!

 

Los caminos del señor

me llevaron de aquí para allá,

por eso cuando paso por un convento

me suelo arrodillar y santiguar.

 

Camila mía te digo ¿Dónde estás?

y solo me responde: ¡ qué pesar!

el graznido de un cuervo

y el teñir de unas campanas sin cesar.

 

Un ramo de flores llevo

lo voy a depositar

sobre la tumba fría

donde ella vino a descansar.

 

De rodillas estoy

no me quiero levantar

quisiera ser estatua de sal

en tan santo lugar.

 

Vivir así no es vivir,

mañana no sé lo que pasará,

si me vuelvo a enamorar

solo pido que todo sea eterna felicidad

 

Desahógate,

Que a nadie te hará mal,

Volcar en éste tus letras

De aquel amor especial...

 

Que iluminó a nuestras vidas

En un momento crucial,

Produciendo la mas linda

Experiencia sin igual!

 

Cuando te vi sentada en el atril,

blanca, bonita tez, resplandeciente

cómo nácar o preciado marfil,

en ese instante me apasioné.

Cuando solo te acompañaba

por los estrechos caminos a pasear

me sentía minúsculo, danzaba

con tu estilizado caminar.

No es que fueses un animal real

ni tenía visiones fantasmales

que enturbian mi marchito lagrimal

Eres la reina, del reino animal

que levanta pasiones eternales

Y te siento como eres, angelical.

 

El amor amigos y amigas

es cariño y felicidad,

respeto mutuo y además

mucho de fidelidad.

 

Hasta aquí me vine

para declarar que amor como el primero

solo se puede encontrar

una vez en la vida, no más.

 

Si vienen más amores

todos serán

parte de un paisaje

repetido al igual que un serial.

 

Aquí veremos de todo,

que nadie venga a pensar

que quienes aquí se vienen a declarar

son solo soga de un mismo ramal.

 

Me vengo ligero,

a retratar

para que sepan de mi

más de lo que nadie les venga a contar.

 

Enamorado

Cuando niño me enamoré

De las cosas que veía

De las cosas que escuchaba

De las cosas que tenía.

De mis pequeñas mascotas

De la lluvia de las rosas

Del color del arcoiris

Y del volar de mariposas.

Cuando somos pequeños

Nos enamoramos de cosas grandes

Y cuando somos grandes

Nos enamoramos de cosas pequeñas.

Nos enamoran unos ojos

Unas simples palabras 

Una dulce voz.

Dicen que el amor nos ciega

Y a veces embrutece

Nos hace hacer locuras

Nos hace entregarlo todo

Hasta dejarnos sin nada.

Y cuando menos se piensa

Vuelve a tocar a la puerta

Y de nuevo la historia

Hacia el comienzo regresa.

Y volvemos a caer

En sus redes en sus trampas

En tiernas miradas

y dulces palabras.

Y nos transporta de nuevo

A ese mundo sin tiempo

Sin norte, sin sur

Y sin estaciones

Que mantiene vivos

Nuestros corazones.

 

Yo muy altiva y coqueta

cuando él pasó en bicicleta

hubo un cruce de miradas

sumado a las carcajadas

que delataban los nervios

entre jóvenes que previos

se conocieron sin presentarse

pero llegaron a frecuentarse

en un sentir de adolescentes

que dejó recuerdos presentes.

 

Leyendo sus historias

claramente a mi memoria viene la mía.

Viví siempre en el campo

y allí todos nos conocíamos,

había un niño hijo de la amiga de mi madre,

siempre jugábamos con él y sus dos primos,

a decir verdad me gustaban los tres niños,

pero que complicada era desde niña.

Pero él niño que primero he mencionado

Fue de los tres a quien más prefería,

Porque con él siempre discutíamos

Yo la razón siempre quería.

Según él yo era la fea

Pero que gracioso cuando me celaba

No podía verme con ningún niño

Y yo para fastidiarlo lo ignoraba.

En ese entonces yo tenía siete años

Y él cumplía los ocho, mi niño bello

Con su cabello castaño, sus ojos negros

Y un lunar cerca de sus labios.

Pasaron dos años y la pubertad ya nos llamaba

Y la lejanía también estaba a la vuelta

Sus padres se mudaban y sin saberlo

parte de mi con él se marchaba.

No hubo despedida siquiera

Y así pasé mi adolescencia

Esperando que regresara

Pensando que él también

Me quería en su vida de vuelta.

Luego en un sueño

Mi alma se despidió

De quien fue alguna vez

Mi primer amor.

Lo esperé hasta los 16 años.

 

Enamorado

Cuando niño me enamoré

De las cosas que veía

De las cosas que escuchaba

De las cosas que tenía.

De mis pequeñas mascotas

De la lluvia de las rosas

Del color del arcoiris

Y del volar de mariposas.

Cuando somos pequeños

Nos enamoramos de cosas grandes

Y cuando somos grandes

Nos enamoramos de cosas pequeñas.

Nos enamoran unos ojos

Unas simples palabras

Una tierna mirada

Una dulce voz.

Dicen que el amor nos ciega

Y a veces embrutece

Nos hace hacer locuras

Nos hace entregarlo todo

Hasta dejarnos sin nada.

Y cuando menos se piensa

Vuelve a tocar a la puerta

Y de nuevo la historia

Hacia el comienzo regresa.

Y volvemos a caer

En sus redes en sus trampas

En tiernas miradas

y dulces palabras.

Y nos transporta de nuevo

A ese mundo sin tiempo

Sin norte, sin sur

Y sin estaciones

Que mantiene vivos

Nuestros corazones.

 

Cuántos años yo tendría

la verdad no lo recuerdo,

cuando miré su sonrisa

y al sentir se cercanía

me enteré lo que era el cielo.

 

Ella fue mi amor primero

y me estrené como novio,

pues jugando en el recreo

nos dimos un tierno beso

que me causó un gran insomnio

 

Y conocí la tristeza

nos cambiaron de salón,

sin embargo en esa escuela

me inicié como poeta

ella fue mi inspiración.

 

La esperaba a la salida

y tomados de la mano,

la llevaba hasta su casa

y después ya en su ventana

me quedaba platicando.

 

Pero en un giro del mundo

de pronto ya no la vi,

la cambiaron de colegio

y en su casa ya otro dueño

cuidaba de aquel jardín.

 

Han pasado muchos años

y un tizón hay en mi hoguera,

mucho he amado y me han amado

pero sigo recordando...

A mi amor... De primavera.

 

Te conocí, tus ojos miré

para nada me equivoqué

bajo la lluvia me enamoré

mi débil corazón te entregué.

Muchos planes de vida imaginaba

sonriendo, cantando, te abrazaba

tiempos hermosos contigo pasé

pues con la vida un día me enojé.

Te marchaste, no supe el por qué

por las noches tu música escuché

triste quedé, lagrimeando dormité.

Un día, a mí alrededor miré

tu sombra, mía no encontré

de los rayos de sol decidí ver.

 

Qué bonito es el amor y más cuando nunca antes lo habías sentido.

Qué bonito fue el primer amor ese amor tan bonito.

Ya han pasado muchos años y todavía lo recuerdo con cariño.

Ya han pasado muchos años y sigue siendo el que más bonito ha surgido.

 

Que hermosos versos, amigos

Cada uno con su historia,

Los voy leyendo y me digo

Que suerte que la memoria...

 

Nos permite recordar

A aquella etapa vivida,

Horas que no volverán

Pero permanecen vivas!

 

Yo les quiero agradecer

Vuestro pasar por las líneas,

Y me da mucho placer

Aunar tantas letras lindas.

 

Ahora si ya le doy paso

A quien desee escribir,

De ese amor que fue un pedazo

De su más bello sentir!

 

¿Qué podría contarles de mi primer amor?

Tal vez... que despertó algarabía a mis hormonas,

que salté a aromas y a todo lo que cuestionas,

de un primer beso, y de la sorpresa en su sabor.

 

Debería contarles de un mundo de color

el paisaje de escalar de hombros a nuevas zonas

en montañas donde buenos modales traicionas

con un rítmico latido y manos sin pudor.

 

Asimismo, contar de tantísimas canciones,

que ambos, muy juntos caímos en el sacrilegio

y que me enamoré, de sus pupilas marrones.

y también, contarles que se acabó en el colegio

que dejamos de escribirnos por varias razones...

mas tocar sus caderas, fue todo un privilegio.

 

Bueno más que PRIMER AMOR,

fue mi PRIMERA ILUSIÓN,

que confundí con amor,

porque era muy jovencita,

y aquel muchacho tenía buena pinta,

pero era una mala pieza,

y aunque yo era joven e inexperta,

me di cuenta, y me aparté de su vera.

Más tarde si encontré el AMOR de mi vida,

y fue la PRIMERA VEZ QUE ME ENAMORÉ,

me casé y fui feliz hasta la fecha,

pues la vida ahora me ha clavado sus flechas.

 

Mi primer amor

Lindo ese sentimiento que sentimos por vez primera

Es algo que no se explica

Algo que uno no espera

Me enamore y no sabía que de él estaba enamorada

Hasta que llegó el día que vi que otra niña le hablaba

No entendí porque eso me molestaba

No entendí porque mis sueños perturbaba

Pero un día mi hermana mayor

Me dijo estas enamorada

Dios que susto y que nervios sentí

Y ni un besito le di

Ahora después de muchos años

He vuelto hablar con el

Y el me ha confesado que fuy su primer amor también

Sentí que en mi pecho algo se estremeció

Fue corazón que se emocionó

Al escuchar su voz y más aún

Cuando escuché decir lo bonito

Que sentía por mi

 

Y vuelvo al primer amor

en un rollo de celuloide

de película de cine,

en la forma de Greta Garbo,

de Carolina de Mónaco,

que mujeres aquellas

para quien siendo niño,

en un cine de barrio

mientras comía palomitas

y bebía zarzaparrilla de un litro,

se le iba detrás de ellas

hasta el hipo.

Aquellas caras y ojos,

aquel hablar y aquel mirar

comiéndose a uno.

Yo fui de todos los amigos

creo que el único

que se repuso a las heridas

de aquellos enamoramientos

tan dúctiles y tranquilos,

Sofía Loren y que les digo

de Marilyn Monroe,

con las faldas a la altura

de los tobillos,

en un cine de barrio,

en un santo domingo,

degustando palomitas,

eructando

de tanto gas ya depositado

en los intestinos,

con parejas de enamorados,

en la última fila,

gallinero,

de las manos cogidos,

para que ella no se fuera

y quedar el allí solito,

y uno todavía un polluelo convencido,

de que algún día seria suya

la mujer que en la pantalla lloraba

por un amor perdido.

 

Aún recuerdo ese besito

que María me dio una vez:

roja se me puso la piel,

y cantaron, a una los mirlos.

Las cartas llovieron entonces

con caramelos, chocolates,

y mariposas en el parque

en vuelo traían su nombre.

¡Ah María, mi Mariíta!

Yo nunca te podré olvidar

mientras pueda aún recordar

aquella, mi primera cita.

 

Dos seres cuyas miradas coincidieron perfectamente,

las risas y picardías

fueron los acompañantes perfectos de este par de jóvenes ilusionados y enamorados.

Amor de adolescentes,

fugaz, aventurero, lleno de ilusión

de que sea eterno. Te atesoro en mi corazón como un bonito recuerdo.

Siempre quedarán en nuestra memoria

la primera vez que nuestro corazón explotó de felicidad,

los primeros desvelos, las primeras lágrimas y decepciones,

la primera vez que sentimos amor.

¡Que viva el amor!

 

Paseaba por la playa

en un día gris desapacible,

las olas irrumpían fieles a un destino

que desde siempre les lleva

hacia las ensenadas solitarias

y por allí estaba yo

ofreciéndoles compañía,

algo parecido a un fiel guía

para casos de desamparados

y angustias.

 

Se fijó ese día mi vista

sobre un objeto que brillaba

sobre la superficie de arenisca,

de aquella playa con dunas

muy tranquila,

en la que yo solía dar vueltas

de abajo hacia arriba.

 

Me acerqué

hacia allí donde el brillo

guiaba mi vista

y cogí el objeto,

era una botella de whisky vacía

y dentro en un papel enrollado

en el que se leía,

a mi primer amor,

por siempre ella María.

 

Con la botella en una mochila

que en la espalda me servía

de sustento en caso de fatiga,

me fui a casa,

la curiosidad me mordía,

intuía

que algo hermoso,

entre líneas,

por allí dentro se escondía

y fue por eso,

que con la ayuda de unas grandes pinzas,

saqué el papel

y planché,

con sumo cuidado,

aquel tesoro que delante de mí

por primera vez se abría.

 

Yo quería

ser de aquel hecho

el único protagonista,

el corazón se me disparaba y latía

a velocidad de proyectil

de artillería.

 

Recuerdo que tragué saliva

y comencé a leer

con esa curiosidad

que nos convierte

en testigos

de cualquier tipo interesante de noticia.

 

En cada pétalo de rosa, en cada estrella del cielo,

tu recuerdo se guarda, en mi corazón late.

Aunque el tiempo avance y los años pasen,

siempre en mi alma tu esencia aparece.

Mi primer amor, sonrisa perdida en el pasado,

solo en mis versos eternos, puedo decir… TE AMO

 

Amor inocente lleno de curiosidad

sustito en el pecho con su realidad.

aleteando las alas de miles mariposas

tan sentidas y todas muy curiosas..

 

Debajo de un árbol frondoso

tan alto y tan hermoso,

nos dimos el primer beso

viven los recuerdos impreso

 

El ayer viene al presente

Por medio de los recuerdos,

Y aquel amor inocente

Allí está, pues nunca ha muerto!

 

Porque marcó nuestras vidas

Con un antes y un después.

Cosas que se descubrían

En tan bella niñez!

 

Como la hoja primera

De alguna germinación,

Que hace muy larga la espera

Pero apenas afloró...

 

Nos causa inmensa alegría,

Intriga y fascinación,

Al ver que de una semilla

Una vida se creó!

 

Así, de alguna manera

Lo que fue el primer amor,

Nos remontó a las estrellas

Y nos colmó de ilusión!

 

¡María, mi amor,

mil besos,

mil corazones,

mil te quiero,

mil vidas juntos viviendo,

mil de todo,

mil asuntos nuestros,

mil veces que te escriba

y mil veces esperando

que me digas,

“por ti me muero”!

Ahora María estoy lejos,

el mar nos separa,

el mar me sirve para escribirte,

aquí estoy cruzando

el mar inmenso,

voy lejos

y quiero volver presto

para decirte

mi amor,

que te quiero.

María si algún día

te llegara este mensaje

que sepas María

que lo peor no es la muerte,

lo peor es morir

sin haberte dado,

otro último beso.

 

Tras 4 décadas

nos volvimos a ver

todo resplandecía

igual que la primera vez

aquel niño inocente

ese día llegaba y de la bella

impresión de blanco relucía

su maravillosa vestimenta,

 

Fue una palabra mágica

que hasta hoy está dicha.

 

Otra década hoy ha pasado

y no lo he vuelto a ver,

pero la comunicación perdura

gracias al ciberespacio y al internet,

un amor chiquito que no llegó a grande

pero prevaleció vivo a través de los años

en dos corazones que crecieron enamorados.

 

Te recuerdo, mi lindo primer amor,

Estás tan cerca de mi realidad,

Y los besos que seducían la noche

Se volvieron nuestra identidad

Porque nos amamos con gran fulgor.

Vuelve a esa estación,

Donde chocamos las manos y las miradas,

Gracias al cielo chocamos cuerpos y almas,

Te espero con gran ilusión.

 

¡Ah que hermoso recostarse bajo el cielo,

Y dichosa entra el alma en candor

delante del todo, yo quiero

proclamar el nombre de mi primer amor!

Recuerdo que sus ojos eran vida,

de ellos emanaba la cálida luz,

Y al reflejar el alba sus pupilas

¡Reflejaban la Santa Cruz!

Eran la perdición de los curiosos,

Y las riquezas de todo tesoro,

los ojos de David eran hermosos,

guiaban hacia una isla de oro...

Y fue mi primer amor, mi primer sueño,

A Dónde esos ojos me condujeron,

a un cantar de fantasía me trajeron

Y hacia los pies de su amoroso dueño...

Más como todo primer amor,

Llegaría el final del cuento mío,

Con sus ojos se fue el fulgor

Y mi corazón, dejándome un vacío,

Así fue, en cariñoso clamor,

como dijo Rubén Darío:

"Día de dolor,

En aquel que vuela

Para siempre el Ángel

del primer Amor".

 

Que sensación tan hermosa

La de aquel primer amor,

Tan bella cual una rosa

Plena de aroma y color!

 

Cuanta ilusión, cuantos sueños,

Cuan tremendas fantasías,

Cuantos ojitos risueños

Y bonitas picardías!

 

Que increíble juventud

Que ha quedado en el pasado,

Cuantos secretos que tú...

Jamás te huiste enterado!

 

Creo que el primer amor

Ha sido parte de todos,

Y está en cada corazón

Guardado como un tesoro!

 

Ya todo acaba,

se va nuestra existencia,

fenece entre fuegos

de vida eterna

lo que fuimos

en otras épocas

y lo poco

que del todo queda.

 

Todo se va y nada se queda.

Si hubo un primer amor,

no se echen más cuentas,

es porque el número uno,

es el primero

de una larga lista

que si se cuenta

puede llegar hasta allí

donde se vuelve loca

la inteligencia.

 

Que nadie crea

que el primer amor

es de todos los amores

el que más pesa,

pues de todos los amores

el primero

y que nadie le de vueltas,

a este asunto

que tanto me llega,

es el de una madre

cuando entre sus brazos abraza

a quien es de ella,

amor de amores

el único,

así duela o no duela.

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.