viernes, 7 de agosto de 2020

TENGO CALOR.

Tengo calor, ese que se atreve a sentir tu recuerdo como una mueca de cariño,

tengo calor y me saco el atisbo de valentía para que lo veas en mis ojos,

tengo ese calor que todos llaman ganas y yo lo digo con tu nombre,

tengo la rabia que bendice a la lluvia y maldice a las limitaciones y las distancias,

tengo y quiero saber de ti y no me atrevo ni a viajar en los impulsos de mi alma.

¿Quién lo duda si me dejo llevar por la hoguera que me quema y desiderata mi pluma?

¿Quién me saca de este infierno itinerante, sacudido por la peste y la bruma?

¿Quién rasura los trozos de amor que se esparcen en las dudas y las pausas?

¿Quién o acaso debo ser un acopio de esperanzas o de hojas secas acopocadas?

¿Quién me va a reconstruir hoy o mañana con una sorpresiva veta de ternura?

 

Eres mi dama de la oscuridad

que me acechas con el calor de tu cuerpo,

siempre desnuda y fragante desde tus pensamientos.

Cuántas noches sin sentido se vuelven fuego

nuestras pieles, y el olor de tu humedad me transporta.

Que demonio te incita con tantos deseos

que unas pequeñas indecisiones

Dudas y las pausas de buscar una explicación

nos lleve a la muerte sin saber de tu calidez.

Quiero caldero de luz te ilumine los rosados pechos acusadores

me miren y pueda saber que sois ese ángel sexual.

Mi bella dama que te persignas del amor,

que sucumbes en la duda de una hoguera

y en letras me ilusionas con tu amor,

mi cuerpo resiste esta hoguera de calor,

pero te quiero aquí conmigo

y te explicaré de mis sueños de pasión, ser.

 

Tengo un calor que el pecho me quema

será un dilema de arder en el infierno,

será tu amor el que mí vida gobierna

tengo el honor de amarte en los inviernos

que entibia la brisa del verano

cuando sueño estar tomado de tu mano

y quedarnos para siempre abrazados

en el calor de un beso enlazados

con la pasión de los enamorados

que el amor en la vida han logrado ...

 

De que vale tener calor ¿tú no estás?

eres dama de alma fría

Ya no quiero jardines , manchados de ginebra

pero si hojas secas

¡silenciosas!

que de nosotros hablen al caerse,

ven ya muy despacio “anochece,,

no importa el calor, mientras amanece.

 

Te busco entre la oscuridad

y mis recuerdos del amor.

Mi tiempo pasado me dice:

tu corazón vibraba cuando te buscaban, recuerdas?

Hoy reconoces esos apasionados gritos,

los versos llenos de calor y dudas,

vislumbrando todas sus ganas de sentir.

Oigo el frenesí de su búsqueda,

y el gemido de su cansancio.

Hay un tiempo para las reflexiones

un aprendizaje para reconocerla y dibujarla.

Acepto tu boca ya consumida por besos desgastados,

porque sabrán a dulzura,

acepto tu corazón roto y colmado de dudas,

tus pausas y una exógena dureza llamada, vida!

Yo?

Yo sabré tenerte entre mis brazos llenarte de mí,

completar tu amor con amor y hacer de ti,

la gloriosa dama de tus sueños,

contemplando tu hoguera,

socavando tus partes ardientes con mis dedos

y consumiendo toda tu humedad,

hasta que tus labios memoricen mi nombre,

entre la ternura la pasión, y el dolor

de reconocerte a ti misma, como una mujer,

de sangre gitana,

y tan valiosa como tu alma misma.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

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