viernes, 23 de agosto de 2024

LA RIQUEZA DEL ALMA.

El gozar de una vida ociosa, no cuesta mucho dinero. La capacidad para el verdadero goce del ocio, se pierde en la clase adinerada, y suele encontrarse entre la gente que tiene cierto desprecio por la riqueza. Debe provenir de la riqueza íntima del alma, en los seres que aman las formas simples de la vida, y a quien impacienta en ocasiones el negocio de hacer dinero. Hay siempre mucha vida que gozar, para el ser humano que está decidido a gozarla. Si no alcanzamos esta existencia terrena que tenemos, es porque no amamos suficiente la vida, permitiendo que se convierta en una monótona existencia rutinaria. Debemos ser conscientes de que el contenido en el cuerpo del prtesente escrito, no hace otra cosa más que reflejar un sentido  real. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

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