Eres tú, mi hogar sereno
no sé si son tus ojos, luceros que me llaman,
o tu sonrisa, amanecer que mis sombras desvanecen.
Tal vez sea esa chispa, que mi alma inflama,
la que me hace sentir que a tu lado todo florece.
Me gustas tú, así, sin más,
con tus manías y tus sueños, tus días buenos y raros.
Me gusta estar contigo, hablar o callar, sin antifaz,
sabiendo que estás ahí, entre mis páramos, cual faros.
A tu lado, el mundo es un lienzo de colores,
cada instante un regalo, un tesoro que atesoro.
Eres tú, melodía que calma mis dolores,
el faro que guía mis pasos, mi puerto, mi tesoro.
Eres tú, razón de mi alegría, musa de mis versos,
pensamiento que me acompaña en cada despertar.
Eres tú, sueño dulce, anhelo inmerso,
la persona que me hace amar, amar de verdad, sin dudar.
No te prometo la luna, ni estrellas que alcanzar,
solo mi corazón sincero, dispuesto a entregarse por completo.
Quiero contigo un camino sin final, sin cesar,
donde cada paso sea un recuerdo especial, un secreto.
Quiero ser tu refugio, tu confidente, tu amor sereno,
compañero de tus aventuras, guardián de tus sueños.
Quiero contigo la magia del amor, un lazo pleno,
y juntos nuestra propia historia, sin miedos ni empeños.
Quiero compartir risas, lágrimas y silencios,
aprender de tus virtudes, abrazar tus imperfecciones.
Quiero ser el eco de tu voz, reflejo de tus silencios,
y juntos un amor que trascienda generaciones.
Si me permites, cómplice, mi alma gemela,
el que te inspire a volar, el que te ayude a crecer.
Quiero ser el amor que te envuelva, que te consuele y te cela,
y juntos un futuro donde el amor no deje de florecer.
Me haces sentir en casa, en un lugar seguro,
donde puedo ser yo mismo, sin miedo a nada.
Y eso, para mí, es lo más puro.
Me gustas tú, y te amo, mi amada.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.