Dedicado a mi primer amor.
El brillo de tus ojos
Resplandece en mis sueños,
Tus piernas suaves y manos inquietas
Ébanos candentes que me enloquecen
Me reencuentran y liberan
De un pasado, un infierno vivo.
Resplandece en mis sueños,
Tus piernas suaves y manos inquietas
Ébanos candentes que me enloquecen
Me reencuentran y liberan
De un pasado, un infierno vivo.
La sombra del amor
Escondida debajo de mi almohada...
La voz de la pasión
Remitida en materia esculpida...
La forja del sentimiento
Templada a fuego perpetuo...
Escondida debajo de mi almohada...
La voz de la pasión
Remitida en materia esculpida...
La forja del sentimiento
Templada a fuego perpetuo...
Imitan tus imprescindibles movimientos
En nuestro lecho y en el pensamiento,
Una danza sutil y divina
De aromas exóticos,
Éter de la abundancia
Me complaces y me ofrendo a tu voluntad.
La más íntima de las caricias
En tu vientre, espalda y detrás de tu sonrisa...
El sabor soberbio de tus labios,
Los suspiros y los abrazos...
Tu cabello enmarañado
Y tus senos a mi pecho acariciando...
Noches de oscuridad y luna
En la entrega de nuestros cuerpos
Danzando en el infinito de los sentidos,
Admirando la belleza de tu piel
Contraste y complemento de tu alma.
Autor:
Antonio Carlos Izaguerri
Antonio Carlos Izaguerri