viernes, 13 de enero de 2017

NACÍ PARA AMARTE.

Yo nací para amarte...
Fue el presagio de una estrella,
Toda mi vida buscarte…
Siempre siguiendo tu huella.
Me he vuelto navegante,
Desafiando las olas marinas…
Es que tú no te imaginas
¡Cuánto es mi anhelo de amarte!
Navegando con mis lamentos,
Desafiando marea y vientos,
Te busco en todos los puertos
Con un cargamento de versos…
En todos ellos te digo…
Que eres mi amor y tormento.
Deja que yo te encuentre
Para entregarte este sentimiento…
Éste que en mi pecho arde
Y cada día su llama expande.
¿Por qué no he podido hallarte?
Si mi destino es amarte…
¡Por qué será que mi barca
A tu orilla no se arrima,
El ancho mar todo lo abarca
Pero hacía ti no me encamina.
Aunque nunca llegase a encontrarte
Viviré para amarte…
Siempre siguiendo tus huellas

Bajo mi cielo de estrellas. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri.  

DE ESAS RAZONES QUE NO ENTIENDES.

Hay momentos en que te sorprendes
Hasta de ti mismo.
Hay decepciones que alegran
Y hay amores que amortiguan.
Muchas razones que entiendas,
De esas hay muchas...
Pero ¿y esas razones
Que no entiendes y aceptas?
Ay amor, el destino me juega,
Me juega una vida difícil
Y me complica todo...
¿Acaso cree que me gusta estar atollado?
Soy simple en la vida, soy poeta,
Complicado en la hoja.
Me enamoro de lo complicado,
Prueba eres tú.
De que me puedo quejar si yo
Amo estar así, pensándote.
Por lo mismo, te digo amor;

Acepto razones que no entiendo. 


Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

TRATO DE ENTENDER, ¿QUIÉN ERES EN REALIDAD? MI AMOR.

Mi último recuerdo es el de tus labios
Como seda, de miel, lo más cercano al éxtasis
Que si fuera capitán serían mil navíos
Me rindo ante ellos como un judío ante los nazis.
Siendo que son el delirio de la imaginación
Su sabor que domina, como los cortes de un buffet
Que adictivos son, que te envuelven en pasión
Que mis labios no esperan el momento de rozar tu piel.
La pantalla, las letras los audios me limitan tanto
Qué me estremece saberlo y estar consciente
Y es que no me enamoras, pero cuando levanto
Me doy cuenta que todo el tiempo estas en mi mente
Tu sonrisa, tu peinado desordenado y tan peculiar
Tus ojos, tu mirada y tu nariz, tus gestos
Tus mañas, tu modo de andar, tu paciencia para escuchar
Tu voz, tus besos, tus deseos, tu sexo, tu amor, tus gustos
Todo me parece tan tuyo, todo lo hago tan mío,
Como un pequeño pez en la corriente de un río
Solo me dejo llevar por las caricias que me das
Yo contigo me quiero quedar, si tú conmigo te quedas
Son el agua tus manos de seda, el sol el calor de tu amor
En el ártico, congelo tu alma para contemplarla
Y siento latido a latido la magia de tu corazón
Que conecta al mío con electros que me dan la razón

Que te quiero tanto que quiero vivir en esta nuestra historia de pasión. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

LA ESTRELLA.

Conocí una estrella,
Iluminaba la eternidad,
Mientras la vida se apagaba,
Cada día más brillo, relumbraba,
Como sin dar un paso atrás.

La primera de los astros en el cielo,
La gente aturdida no entendía,
A veces se acercaban, otras, huían,
Las gentes son extrañas,
Cuando se trata de observar.

Le inventaron cientos de nombres,
Nacidos del amor o del azar,
Y otros deseosos de odiar,
Inventaron mil excusas,
Le ataron demonios sin cesar.

Se movía siempre,
Cambiaba de lugar,
Un día aquí, otro día allá,
Un día cerca de la luna,
Otro día cerca del mar.

Conocí una estrella,
Cruzando el espacio temporal,
De los astros en el cielo,
La primera en despertar,
Y de todos los nombres, estaba claro:

Libertad. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

jueves, 12 de enero de 2017

PREGÚNTAME ¿QUIEN ERES?

Con frecuencia me pregunto quién eres
Que has venido a conocerme ahora
Que he llegado a quererte sin demora
Que si eres tu autentica entre tantos seres
Mil cuestiones en la vida me devoran
Pero me calma escucharte, cuando dices que me quieres

E intento descifrarte, que me es como tratar de abrir una caja fuerte
Que bello me resulta notar que las palabras no me alcanzan
Que todas las piezas conectan contigo como en un rompecabezas
Habiéndote conocido aseguro que ya no importa ni la muerte

Eres quizá a quién conocí en otra vida
Y si fue así debió hacer de mí un hombre feliz
En otro tiempo fuiste la mujer más querida
Musa del poema más bello que jamás escribí.

Eres la Inmensa Torre Eiffel de mi Paris
Y el Majestuoso Coliseo de mi Roma
El sol cuando entre los montes se asoma
Eres magia, y también del desierto eres el oasis

Eres la vieja confiable literatura que aún no leo
Y los campos de rosas a los que no he ido
Eres también el eco de un pájaro en las montañas
Y el fresco viento del otoño en las mañanas

 Y aún que para mí eres tanta vida
Entiendo bien que no lo eres todo
En cualquier caso y de cualquier modo

Eres todo lo que siempre he querido, Querida. 


Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

PAN DE LIBERTAD.

Mi única salida a esta sociedad cautiva
Es en la libertad que me regalan
Los labios de aquellas damas,
Mujeres perdidas, come hombres.

Ellas llegan a mí a mostrar la puerta
Que llevan siempre entre sus muslos,
Ahí en ellas encuentro un cielo
Con nubes de libertad.

Aprovechan ellas a jugar
Con el polvo de mis sentimientos,
A comer el alma que llevo quebrada
Y robarme los trozos de amor.

El albedrío siempre me llama,
Ellas esperan al encuentro astral
Donde los silencios de sus gemidos
Son la paz que tanto falta en mi soledad.

Montañas mágicas en sus piernas,
El viento me sopla cuando las escalo,
El oxígeno que entra en los pulmones
Purifica el alma  antes de que sea robada.

No recuerdo el nombre de ninguna,
Simplemente encuentro la cultura
De llegar a su cintura y hacer un festival,
Un carnaval en honor a la propia voluntad.

Sigo varado en esta difuminada sociedad
Con máscaras de sentimientos que me rodean,
Me confundo cada vez más
Y olvido las formas de la libertad.
Estoy llorando por un instante de propia voluntad
En la verdad que guarda la realidad de una mujer
Que con sus sueños internos
Me cura las conformidades y los cansancios  
Que guardo a causa del desconsuelo
De vivir en la distopía de lo material.

Muriendo llevo varios fragmentos del tiempo
Esperando la mano santa que traslade
Mi fiel alma al mundo donde las damas me consumen 

Y como recompensa consigo pan de libertad. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

SOÑÉ QUE ME QUERÍAS.

Olvida lo que alguna vez te dije
Cuando decía que te quería,
Que tus besos tenían sabor a rosas
Y que quería un futuro contigo.

Olvida que me quisiste, y haz tu vida
Con aquel con el cual destrozaste la mía,
Olvida que alguna vez me conociste
Y olvida todo lo que alguna vez te dije.

Cuando todo se acabó sufrí mucho,
Y hoy me entero que tú me olvidaste,
Rápidamente encontraste a alguien
A quien entregarle esos labios que me prometiste,
Que serían míos, sólo me mentiste.

Lloré cuando me enteré de lo que pasó,
Pero pasó, que puedo hacer ya con eso
¿Sólo llorar? Sólo llorar, ¿eso es todo?

No, eso no me deja conforme, ni un poco... 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

lunes, 9 de enero de 2017

LA NOCHE DE LOS POETAS, LA NOCHE DE LOS ENAMORADOS.

Esta noche lejana, con estrellas lejanas,
Revolotean los murciélagos sobre mis pies,
Los grillos tocan tenues tambores
Y el río se une al son, pues, él, brama.

Esta noche separa a las demás;
Escribo feliz, siento rico vacío,
Sensación olvidada por mi corazón atormentado.

Si los días fueran más largos, 
y las noches aún más, 
Quizá pudiera saciarse mi alma
De hondo sentimiento fugado,

Porque esta noche, encontré a mi dama. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

ENGAÑO ROTUNDO.

Con un oscuro recuerdo,
Ante la ausencia de olvido,
Por la senda confundido
Voy solitario y me pierdo;

Casi con nada concuerdo,
No recupero el sentido,
Me siento desfallecido
Y sólo polvo yo muerdo;

Fue tan dura la experiencia,
Fue un dolor tan profundo,
Que me queda la existencia,

Pero de heridas abundo,
Destrozaste mi conciencia

Con un engaño rotundo…




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri  

EL MÁS HERMOSO SEPARADOR DE LIBROS

Porque el rumbo de sus pasos
Ya no van donde los míos
No es menester que la olvide
Tan solo he cerrado el libro.

Es que de ella más no escribo
Se ha quedado entre sus hojas
La bella historia de amor
Von palabras amorosas.

Un colibrí y una rosa
Alguna vez se juntaron
Él le libaba su néctar
Besándola enamorado.

Pero todo ya ha pasado
Hay pétalos en mi libro
La Rosa en él se ha quedado
Y yo... lo leo seguido.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri  

domingo, 8 de enero de 2017

ESPERANDO LO INESPERADO.

En el reencuentro unas velas,
En la mesa un cincel.
En silencio las esperas.
Esculpí los poros de su piel.

Tendida en la cama mullida,
Alicatado el pelo
Ríe a carcajadas de la vida,
Esperándome con anhelo.

¡Estoy harta! me susurró,
De amores de cenicero.
Si buscaba en este burro,
Un amor simple y sincero.

Yo le dije, me aterra la soledad,
Me agarró fuerte sin dejarme de soltar,
En ese momento comprendí la realidad.
Que amores esperados no se deben comprar.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

SOÑABA QUE ERAS MÍA.

Te amaba con locura
Que hasta cuando dormía
Soñaba que eras mía.
Y como hablan de ti,
Que en los bares andas de copas
Con un amante duerme.
Yo no lo creía y sufría,
Cómo te quise y por tus andanzas
Llegamos al final una noche.
Fui en busca de tuya,
Y con mis propios ojos te vi borracha,
Casi desnuda con un tipo
Que te tenía en sus brazos.
Desde ese día no llegas a casa,
Hoy duermes donde te coge la noche,
Qué pena porque a mi alcoba no vuelves.





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

AMORES DE MADRUGADA.

Envidia la luna
De tu rubio pelo
Sus ricitos de oro,
En la noche oscura
De las medias velas
Junto al verde olivo
En donde esta aurora
Calmaré tus penas.

En la rama verde
Del verde olivar
Se esconden ternuras
De una zagal
Que sueña volar
Porque una gitana
Le riza los rizos
En la madrugada.

Danzan querubines
En la fresca hierba,
Un guiño entre cañas
La pasión les echa,
Retozan los mozos
Al son de un suspiro
Prendido en un fuego
Que la carne enerva.

Una rebolera
De cuerpos desnudos,
Una mezcla densa
De carnes intensas
Se bebe los vientos
A golpe de besos
Que marcan el ritmo
Al mudo silencio.

En la noche eterna
Se prende la mecha
Y un candil de fuego
Sonroja a la luna
Nerviosa e inquieta
Que cierra los ojos
Pegando la vuelta
Para ser discreta.

Cambian las guitarras
Ávidas de amores,
Besos por soleas
En la noche eterna
De labios que cosen,
Ternuras y sueños
Con hilos de seda
De la tierna edad.




Autor 
Antonio carlos Izaguerri 

sábado, 7 de enero de 2017

LAS NOCHES QUE NO DUERMEN.

De amor y otros males se ofrece esta noche,
Para rasgar algunos silencios que pululan en por su negrura.

Trae consigo:
Los persistentes grillos del mal,
Las sobras de los minutos idos,
Las gárgolas amargas de los inviernos.

Brillas tu ausencia en los pasillos,
Hostiga el mutismo de tu cálido latir
Y exaspera mi alma, las sombras que la luna,
Con su luz mortecina impregna;
Sobre los rincones.

El rocío que perla de frío las hojas de un libro de ruta,
Trae lamento...
Que en el eco de los luciferinos ojos de un gato blanco,
Se pasean los desolados rasgos de un adiós.

Esta noche, que huele a licor e insomnio,
Ahora tendrá vida eterna.
Vivirá en los días al caer la tarde,
Vivirá como un maldito,
Vivirá como un verso en la pared del viento;
Vagando hasta los confines de los mundos.
Vivirá, vivirá y vivirá con brío sórdido de un verso impúdico
Y borroneado por el peso del tiempo,
Entre las líneas de Dios
Clamará misericordia al son de alegorías profanas.

Ya vuelve a mí la cordura del día,
La noche;
Como transe de Abigor,
Vuelve a los confíes del abismo con el alba.

Y el sol intenta sonreír como antes...
Pero no es lo mismo.

Los bosquejos de su silueta
Como espectro se desvanece al tocar luz.

Y hallo mis ojos perdidos, al regar las fotos del buró.





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

viernes, 6 de enero de 2017

FLOR DE INVIERNO.

Tú mi flor de invierno,
Mi corazón destrozado
Anhela sin esperanza,
Tu compasión, mi amada,

Caricias falsas en tus ojos,
Amor verdadero en palabras,
Tu sonrisa, mi primavera,
De mi alma se apodera.

Lástima y ternura confundidas
En las penumbras escondidas
Susurran en silencio,
Del amor quieren el precio,

Olvido al vacío del infinito,
Tu amor que es mi pecado
En tu ventana contemplo escondido,

Tu belleza que me  ha cegado... 



Autor 
Antonio carlos Izaguerri 

ALMA MÍA.

¡Alma! ¡Alma mía!
¿Dónde estás?
Te he escuchado llorar a través de las paredes, de las rendijas de tu ventana.
Alma mía, ¿dónde? No te veo.
He amado a alguien,
Te lo he contado sueño tras sueño,
Se me ha ido la soledad,
Ha llegado a mí un camino de flores... Oh, pero alma mía,
Cuando amas no quieres soltar, sin embargo, obsequias alas y das salida a un puente.

Alma mía,
Se me cierran los ojos y no es posible ya dormir,
Tú me has visto,
Llevo las pestañas como si me hubiese sumergido a un lago 
O como si un río se posase en mis castaños ojos.

Ay, alma mía, las piernas se me retuercen y el dolor parece ser amargo,
La noche me aturde y no me resguarda el viento.

Alma, no logro verte,
He tocado a tu puerta,
Tal parece hoy, te has abandonado.

Alma mía, ¿Dónde estás?
He escuchado tu voz, he venido a tu abrazo.

No te veo.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri  

jueves, 5 de enero de 2017

ACENDRADO.

Me hierve la sangre al sentir tus latidos. 
Tú en mi vida y yo,
Repleto con los deseos de mi alma,
Latiendo en tu cuerpo
La caricia que en mi mente recorre tu espalda
Y se refugia en tu vientre,
Para que tus mariposas me acompañen en mi vuelo,

Porque no quiero estar ausente,
Ni lejos de ti en cada desvelo...
Te respiro y en tus suspiros me quedo preso,
Eres la sensación, la atracción afín...
Tan vivos están tus sentimientos que invades mi alma
Y me proyectas a otro universo
Quedando zaceado de tanto amor

Y de tus besos Me embriagas con tu olor
Y tu corazón anida en mi pecho,
Le grito a la luna
Para que nos cubra
Con su manto de amor nuestros cuerpos,
Esa primavera en tus ojos tienta
Al invierno a ser cálido...
Excitando la madrugada para ser vivida
Provocan los deseos para sentirte mía.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

miércoles, 4 de enero de 2017

LA JUVENTUD SE LLEVA EN EL ALMA.

No mata el sueño la edad,
Ni se olvida lo pasado.
Brota a veces viento helado
Que me llena de humedad.
La triste realidad,
Me dice; "¡ya eres muy viejo,
Basta, no seas pendejo,
Párese ya tu inquietud
Da paso a la juventud,
Vete ya a planchar la oreja!"

Pero yo grito que no,
No me quiero retirar
Y no pienso claudicar,
Quiero seguir siendo yo,
Mi juventud no voló
La llevo en el corazón,
Sigue viva mi pasión
Y brota en mí cada día
Un torrente de poesía
Que mantiene mi razón.

Lanzando al viento mi grito,
Reflejando en poesía
Mi sentir de cada día,
Elevando al infinito
Cada aurora un nuevo escrito,
Que del alma va saliendo
Tal como lo voy sintiendo,
Despertando la morriña
De mi corazón de niño
Que de amor sigue latiendo.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

SOY UN MONTÓN DE COSAS.

Yo tengo flores en mis manos,
Yo tengo jazmines y mis fresias,
Y tengo polvo de estrellas
Que iluminan mi andar,
Y tengo la sed de amar
Aún con las tormentas.

Siento que soy un trozo de mar,
Que soy el viento fugaz,
Que viene y que va.
Soy también un poco de río
Y me suelto para nadar,
Las vertientes de mi destino.

Me siento como caminos
Que se bifurcan,
Pero convergen siempre
En algún lugar,
Aquí en mi alma
Como guirnaldas coloridas,
Como luciérnagas
Con la dulzura de un panal.

Soy la mariposa
Que revolotea en las letras,
Soy alondra y soy el pez,
Porque en definitiva
No soy de ningún lugar.

Soy este Ser cuyo morada
Es donde sabe aparcar
En un lirio, en un nardo,
En las alegrías del hogar,
En el sol, y en la luna,
En el río y en el mar.


Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

NADIE SABE.

¿Qué debería hacer
Si el niño llora y el coco llega,
Si el amanecer es más bello que el anochecer?
¿Cómo puedo llevar la vida tranquila
Sin tener que caer en la tristeza? 

¿Qué saben los adultos que aconsejan
Cuando nunca han vivido esto?
¿Qué saben los niños que sufren
Cuando el silencio es armonía?

Y que no vengan a aconsejarme,
Ni a decirme que me rinda,
Que más vale que tenga un bate
A que sufra ésta agonía.

Que la vida sigue y esas tonterías
Y no puedan resolver sus porquerías.
Que no importa, no es tu problema,
Pero cuando a ellos les toca a que bien lloran.

No vengan a hablarme como conocedores,
Sin que su silla desalojen.

No me quieran dar de comer
Sin si quiera ver.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

NO HAY MÁS LUZ QUE LA TUYA.

Ayer todo era oscuro, los rayos a lo lejos
Rasgaban con su fuerza la grisura del cielo,
Los días destilaban un aroma de viejo,             
Las hojas del hastío iban cubriendo el suelo.

Sin ilusión, sin sueño pasaban los momentos,
Las mañanas, las tardes, las horas y los días,
Eran largas las noches, era caliente el viento,
Era silencio el alma, brutal monotonía.

Pero un día cualquiera sopló fuerte la brisa,
Al final de algún sitio se abrieron las ventanas,
Una ráfaga fresca trajo hasta mí tu risa
Y en la noche de otoño reventó la mañana.

Fue para mí el buscarte razón de cada paso,
Hacia ti fue mi mano, mi corazón, mi pluma,
Mi fe, mis esperanzas, la fuerza de mi brazo,
Mis poemas de amor, mis penas y mis dudas.

Mi miedo fue adorarte y que tú ni me vieras,
Que pasara a tu lado sin mover tu cabello,
Que cada madrugada que en mi sueño estuvieras
Tú estuvieras soñando caricias de otros dedos.

Sé bien que no soy nada, que mi candil incierto
Es apenas rescoldo al lado de tu hoguera,
Pero debes saber que en las tardes de invierno,
Puedo templar tu cuerpo con calor que no quema.

Sé bien que no soy nada, pero me fui acercando
Al centro de tu ser, al centro de mi vida,
A la llama que atrae mis pasos, vacilando
Y orienté mis anhelos por la senda elegida.

Como faro en la niebla tu mirada risueña,
Hacia el puerto seguro de tu tibio regazo
Guiaba entre las olas mi frágil barquichuela
Ansiosa de atracarse al calor de tu abrazo.

Todo es oscuridad, no hay más luz que tu cuerpo,
Más agua que tu boca, mas vida que tus manos,
Más calor que tu vientre, mas aire que tu aliento,
Más ansia que fundirme con tu amor soberano.

No hay más luz que tu cuerpo, tu cuerpo que ilumina
Mis madrugadas frías, mis veladas serenas,
Mi fe, mis oraciones, mis sueños y mis iras,
Mis angustias, mis dudas, mis miedos y mis penas.

No tengo otro camino que el que a ti me conduce,
Que el que a ti me dirige porque quiero y te quiero,
Un camino difícil que hasta tu centro sube,
Pues no tengo otra guía, no hay más luz que tu cuerpo.






lunes, 2 de enero de 2017

ME DESLIZO SIN RUMBO POR TUS SURCOS.

Me deslizo sin rumbo por tus surcos,
Por los valles y arroyos de tu cuerpo.
Me pierdo en las florestas animadas
De tus rincones tibios,
Sin aliento desciendo por la sima de tu ombligo
Y asciendo hasta las cumbres de tus pechos.

Te recorro despacio,
Paladeando, cada sutil aroma que tú emanas,
Y me quedo traspuesto, dormitando,
Haciendo en tu regazo dulce cama,
Donde soñar despierto en un futuro
Preñado de alegría y nuevas ansias.

Surco tus labios en beso de pasada,
Parada imprescindible de mis pasos
Y sigo hacia tu frente inmaculada,

Y al pasar por tus ojos, primavera,
Quedo atrapado en su luz acerada,
Me zambullo en su fondo, veo tu todo,
Descubro el universo de tus sueños,
Y me quedo a vivir en tu mirada.




Autor 
Amtonio Carlos Izaguerri 

SINTÁMONOS.

SINTÁMONOS

Tu gloria incendia mis palmas
Y deseo erigirme, mi estrella,
Exhuman flemáticas mis raíces
Del lodo de mi luz esclava

La vacante del salto al vacío
Ocupa mi trémula carne
El caos señorea mi entendimiento
Y mis labios consumen plegarias

Tú, tormenta geomagnética...
Eres todo,
Y al instante exijo,

Llévame, déjame  ser
Ahora protrusión de tu mar, amor
Deseo tu indómito oleaje
Reclamándome de nuevo,
Que la paranoia albergue en mí,
Frenético ritmo batiéndonos,
Sintámonos
Salvaje animal evadido

¡Sintámonos!





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

TU VOZ ME ENVUELVE.

Cada día, crece un hermoso sentimiento.
De solo escuchar tu voz,
Siento me envuelves con tal ternura.
Que tu voz me llega al alma.

Tocas en mí
Las fibras más profundas de mi corazón,
Logras, con sólo escucharte,
Que desnude mi ser ante ti.

Tu voz me envuelve,
Me hace sentir que no estoy sólo.
Que al otro lado,
¡Hay un ser en el que puedo confiar!

Percibo, mi pecho late fuertemente,
Tu voz es como una canción
Que apacigua mis miedos,
Y da rienda a mi imaginación...

Tu voz me envuelve, me abriga...
 Y causa revuelo dentro de mí
Que a pesar de tantas tristezas,
Me acoges con esa voz suave y firme.

Voz que quisiera escuchar a cada instante.
Voz que con su dulzura, me despierte...
Voz que me envuelve a un nuevo amor
Que está ahí, a la espera...




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

domingo, 1 de enero de 2017

CUANDO ESTÁS CONMIGO.

Siento tus besos, invadiendo mi recuerdo,
Siento tu mirar, y aquel te amo que no lo pierdo,
Siento tu sonrisa, como pidiéndole al viento,
No me apartes de él, no en este momento.
Deja abrazarlo fuerte, que sienta el amor que llevo dentro,
Deja sentir sus manos, sus caricias a si rebelde,
Que el amor lo diga todo, que vayan a su encuentro,
Donde estemos tú y yo, donde nadie nos encuentre,

Siento esa pasión, que se trasluce en tu mirada,
Cuando estás a mi lado, y ríes por un momento,
Cuando no te toca el sol pero si mi sentimiento
Y nuestro amor se desborda, sin importarnos nada,
Siento tu felicidad cuando tu amor al mío toca,
Cuando deslizas tus manos y a mi cuerpo provocas,
Cuando un roce de tus labios, llegan a mi boca
Como el mar a la playa, como la ola a la roca.

Siento tu amor embravecido entre mis brazos,
Y ese tu mirar diciéndome nada y todo,
Cuando tu felicidad entregada en mis regazos,
Es el sueño dormido, que de algún modo
Me abraza en silencio cuando estamos lejos
Y amarte más me enseña, y deja perplejos
A los que no saben, a los que no lo viven,
A los que no aman y que amarse no conciben.

Siento tu piel rozando con la mía,
Y el amor que nos desata es nuestra alegría,
Siento tus manos acariciando lentamente mi cuerpo
Y nos amamos sin importar, si es el paraíso o el infierno,
Nos amamos en silencio y sin pensar,
Y nuestros cuerpos se unen y se empiezan hablar.
Yo en tus manos y tú en las mías, comenzamos a vibrar,
Y fundidos en uno solo, nos amamos sin parar.

Siento tu amor más fuerte cuando estás conmigo,
Y me insitas a soñar, despierto y dormido,
Siento la felicidad de tu cuerpo cuando estoy contigo
Y esa sonrisa indeleble cuando estoy vencido,
Vencido por tu amor, por la felicidad de aquel momento
Que nos invade de principio a fin hasta el mismo aliento,
El sueño dormido, donde despierta el sentimiento
La sonrisa sublime por fuera y que vive por dentro…





Autor Antonio Carlos Izaguerri