Si tan solo quisieras ser mi amiga,
Tu soledad seria acompañada.
Ya no te encontraría en la madrugada
Pensando y sin dormir.
Si aceptaras al menos ser mi amiga,
Yo sería tu apoyo y tu consuelo,
Y haría realidad esos anhelos
Que elijas elegir.
Seguramente, si vos fueras mi amiga,
Conversaría con vos toda la noche
Sin ningún daño y sin ningún reproche,
Que para qué insistir
Si, por ejemplo, vos fueras mi amiga,
Yo estaría a tu lado en tus batallas,
Te ayudaría a derrumbar murallas,
A hacer, a resistir.
Si eventualmente vos fueras mi amiga,
Haríamos muchas cosas divertidas,
Y las mejores serían las compartidas,
Sin parar de reír.
Si decidieras un día ser mi amiga,
Te llevaría a pasear por las estrellas,
Y te daría la mitad más bella,
Que te falta sentir.
Devolvería tu amor, tu amor de amiga
Con el amor más puro y más perfecto,
Recibirías afecto por afecto,
¡Qué más podes pedir!
Recorrería, si vos fueras mi amiga,
Tu cuerpo con las yemas de mis dedos,
Con suavidad, sin pausas y sin miedos,
Hasta hacerte gemir.
Si vos fueras mi amiga, como amigo
Te besaría los labios y los senos,
Y te daría los besos más obscenos
Que puedas concebir.
Si yo fuera tu amigo y vos mi amiga,
Te daría mi amor a cada instante,
Sería tu amigo y a la vez tu amante
Sin nunca confundir.
Llenaría tu vientre mi amor, mi amiga,
Me metería de lleno en tus entrañas
Por tu hueco y tus zonas aledañas,
Y las por descubrir.
Y te haría el amor, amor de amigo,
Dos veces o tres veces por semana,
O las veces que se te dé la gana,
O me dejes hacerlo.
Y haría que tu vida, mi amada amiga,
Se haga dicha, placer y felicidad.
Sabes que estoy diciendo la verdad
No me hagas repetir...
Autor
Antonio Carlos Izaguerri