Como barco sin puertos
Voy desapareciendo a lo lejos,
Ya no importan los excesos
Cuando se siente tanto dolor.
Tanto pero tanto te he buscado,
Que de la verdad me he alejado,
Ya no quedan amaneceres ni ocasos
Que nos encuentren a solas.
Inhalando estrellas eternice la noche,
Amanecí en tu olvido y se apagó mi voz,
La inmortal soledad se apoderó del alma
El ensordecedor silencio entristeció las palabras.
A la deriva y sin ti, me pregunto
¿Qué me has hecho? ¿Por qué no logro olvidarte?
Se hace imposible no soñarte
Más aún cuando ya no hay mañanas.
¡Mira donde estoy!
¿Qué es lo que ha de ser de mí?
Ahora que el beso más cercano
Quedó años atrás ...
Sólo quiero que cierren las heridas,
Siempre estaré diez pasos atrás,
Mírame y dime, ¡por favor!
Está claro que ya no hay más.
Tú eres mi amor a primera vista,
Ese amor tan inocente como secreto,
Tan sano y sin cicatriz,
Tan hermoso como irreal.
Mañana seré un niño otra vez,
Usaré camisa blanca y zapatos mocasín,
Jugaré a enamorarme de ti con timidez
Bajo un cielo sin fin,
Porque la verdad siempre será un soneto,
Donde la inocencia de aquellos juegos
Será lo único bueno de la noche anterior,
Tu ausencia será mi presente incierto.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri