¿Existe? … si es así, la deseo, la quiero aquí y ahora,
Que con fuerza irascible ilumine mis ojos, 
Y te quite de ellos, que te arranque en un soplo 
Sin siquiera enterarme que has estado grabada, 
Imborrable y perpetua, 
Casi no permitido que otra luz se abra paso, 
Que borre toda huella que de tu ser provenga, 
Tu sonrisa, tus ojos, tu mirada serena, inquietante … 
Tu andar … tu pelo … 
Más ¿qué hago con tu alma soñadora y tu ser, 
A la vez previsible y a veces inquietante? 
 ¿Qué hago con mis sueños cuando tú apareces? 
¿Qué hago con mis
horas en las que te imagino? 
Tan cercana en
instantes, tan valiente, tan frágil, 
Tan sencilla y
compleja, y a la vez tan distante … 
No ha de encontrar
mi cuerpo ni mi alma, paz o tregua, 
Salvo acaso hasta entonces,
hasta esa triste hora 
Cuando mi luz se
apague, y la tuya perenne 
Me busque y no me
encuentre. 
Ojalá llegue pronto
y al fin pueda no verte.
Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 
