miércoles, 21 de marzo de 2018

CONDICIONES BELLAS.


Dedicado a todos que sobrevivieron y sobreviven de una guerra, por su lucha por conseguir vivir en mejores condiciones.



¡Sí lucho por una paz!
Ya basta de trasfondos
Quiero saber que al fondo
Esta la más bella verdad.

Diario llueven alevosías
Mas aquella cruel maldad,
Que por oropeles valía.

¡Si lucho por una paz!
Saber que existe el dialogo
Deliberando así me desahogo
Para construir la simplicidad.

¡Sí lucho por una paz!
ya estoy cansado de escuchar
Miedos  de una sociedad
que no sabe más que callar.

¡Si lucho por una paz!
Porque nací en la guerra
Más soy hijo de la tierra
Y del que dice ‘’libertad’’

¡Sí lucho por una paz!
De la más bonita limpieza
Que tiene la igualdad.

¡Sí lucho por una paz!
Porque acabe el hambre
No quiero ver a nadie
Atado a un ¿Qué dirán?

¡Si lucho por una paz!
Ya los ríos no quieren heces
Ya están cansados los peces
de recluirse en la piedad.

¡si lucho por una paz!
Porque diario mueren
Porque diario luchan
Porque diario quieren
Saber que se puede lograr.

¡Si lucho por una paz!
¡Si lucho por un cambio!
Ya estoy harto de presagios
Que solo aluden a encontrar
Algo muy lejano a la paz.

¡Si lucho por una paz!
Y lucho sin tener que matar
No tengo en mi manos armas
Solo tengo palabras para amar.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

CON MI CORAZÓN A SOLAS.


Amarte así  es inverosímil,
aproximación perfecta a la línea de  lo imposible
eres brisa fresca y  sublime
el éxtasis de la caricia más sutil   

Dime que hago musa amada
con esta vida apasionada,
con  este loco frenesí 
Sentimiento impar que me acongoja
de  mis cabales despoja
atándome a vivir para  ti.

Miel de mis placeres
néctar  de mi ser
te pido  no  me olvides 
pues podría enloquecer.

Nada en este mundo tendría razón de ser
si tu amor no hubiese podido conocer.

Me cautiva tu sonrisa y extraño tu estreches
rogando a Dios le pido me entregues tu querer. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

lunes, 19 de marzo de 2018

RUEGOS NOSTURNOS.


Deja de susurrar mi nombre que no quiero escucharte más.
Deja de filtrarte a hurtadillas por la noche en mi cuarto, que no quiero verte más.
Deja de rozar mi piel con tus labios mientras duermo, que no quiero sentirte más.
Deja de amarme sin control ni límite que no quiero sufrir más por ti.
Deja de ser mis sueños y desvelos.
Deja de estar en mi mente, deseo y pensamientos.
Vete y no vuelvas más. Desaparece finalmente.
No quiero me corroa de pronto en la calle percibir tu embriagante aroma inundar mis pulmones, sin siquiera estés cerca.
Que no se dibuje más tu silueta en las noches entre las sombras y la luz de la luna, a través de mi ventana.
Deja de ser sueño, tormento, pasión. Desaparece finalmente.
Haz que ese adiós sea eterno y cierto.         
Haz como si jamás hubieses aparecido en mi lecho.
¿Cómo ahogar éstos suspiros, desgarrar éstas caricias, quemar éstos besos. Cómo purificar  mi cuerpo?
Desaparece finalmente. Llévate todo y déjame en paz.
O quédate a mi lado y sé todo lo que necesito y nada más. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

SONETO DE UNA FLOR.


En soledad perdida en el final de la tundra
Dialipétala, azul radiante, como el cielo
Su vivacidad deslumbra desde lo más lejos
Las flores más abundantes en la tundra.

Las mariposas volando cerca con temor
Nunca se llenan de valentía para tomarla
Y beber de su néctar índigo…su fiel amor.
Invaluable hija del cosmos, señálame la vía

Que debería tomar para emprender mi vida
Dentro de ti, hay galaxias ¡Dime, amiga mía!
Si es necesario ir bajo la luz del sol vagando

Y tapar con una venda, las incontables heridas.
Tal vez solo deba, dejar de estar pensando
Y vivir como tú, en un lugar fijo, amando. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

AQUELLA PROSTITUTA.

Su esencia desprendía tabaco,
una mezcla lúgubre y amarga.
El rostro que en su pecho recarga
con su cuerpo de resplandor opaco.

Se funde entre sábanas y sudor
despachando al quinto cliente,
solo una cosa cruza su mente,
Si fornicaba no era por amor.

Ya no sentía, ni dolor ni excitación,
ni el peso del hombre que jadeaba.
Morir, lo deseaba con anhelación,
esperando que el forcejeo cesara.

Cada noche desde hace años
justo en la esquina de la acera,
aguarda a aquellos extraños,
y piensa: “si tan solo una salida hubiera”.

Exhausta llega a casa
con escasos billetes consigo,
se recuesta, ve cómo su vida pasa,
y llora, empapando su único abrigo.

Despierta pidiendo al día acabar
y sale en busca de pastillas.
Espera con ellas su dolor acallar,
reteniendo lágrimas que humedecen sus mejillas.

No le alcanza para comer.
Dopada en vez de hambrienta.
Cae la noche, al igual que ayer,
caminando a la esquina que frecuenta.

Pasan los autos, y los hombres,
Y su cuerpo ya ni parece suyo.
Revolcado con aquel y el tuyo,
sin preguntar siquiera nombres.

Así termina su jornada,
preguntándose cómo llegó allí.
No lo sabe, está mareada
Y se desploma, cayendo justo ahí.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

jueves, 15 de marzo de 2018

MI MÁS PURO AMOR.


En esos tiempos mágicos que vivimos ayer,
En que siempre a tu lado me sentí muy feliz,
Era un hombre agraciado al vivir para ti
Y encontrar sorprendido un tan dulce placer;

Era un sueño dorado que no podía creer,
Un Edén tan lejano que logré conseguir,
Ese fruto prohibido que yo siempre creí
Era un premio al esfuerzo del que encuentra su ser;

Sin embargo, tú en vida con pasión me enseñaste
A arrancarle a la vida el momento mejor
Y en instantes de angustia con paciencia ayudaste

A vencer mi agonía y a vencer mi dolor;
Amor mío, te digo con tu apoyo forjaste
Un cariño sincero sólo el más puro amor…




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

TUS OJOS.


Hago pausa en tu ser.
Soy un faro de luz
que intermitente giraba
por un mar pausado,
por un lago de cisnes inquietos,
por una esperanza que no termina
de recoger sus hojas de otoño.

Ese ruido lejano de sol que nunca para
tienen tus ojos oscuros,
oscuros como los sueños
sin amaneceres.
Como tu pelo, un oásis entre mi palma
y el desbalance de mis latidos.

Está pensativo mi corazón
en un mar alunado
del reflejo encendido.

Inalcanzable eres como la luna,
como el sol y aún así soy besada
por sus brillos.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

martes, 13 de marzo de 2018

EL BESO.

Ternura y protección denota
depositado en la frente,
de admiración y respeto,
cuando en la mano se posa.
                      
Sonora repetición,
en sonrosada mejilla,
hacia el aire liberado,
se convierte en mariposa.

Envuelto en versos de amor,
de los amantes lejanos,
cubierto de melancolía,
sobre una foto de ausencia.

En los labios compartido,
dual y ardiente transfusión,
cada vez que nace un beso,
le da vida el corazón.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

AIRES DE TI.

Aire que te desplazas
y mueves la vela,
asida robusta al mástil
henchida la tela.
A tu figura se ciñe
aire, el que te rodea,
aire que tiñes
con tu dulce olor brea.
Aire y solo aire libre
que discute a tu pelo,
su onda suelta
negra al viento.
Aire suave de brisa
que lame tu piel
que se atempera deprisa,
"entre piel y camisa
me quiero perder
y no encontrar la salida,
de ese, tú, tarro de miel."
Aire que cura, que jura,
que danza abrazado a tu cintura
y al avanzar tu paso...
"se incendia el aire, la vela,
y tu chaleco de raso."
Brisa lenta y segura
manantial de sal blanca,
de salobre hermosura
a veces tranquila, orgullosa y pura.

Tempestades asoman también
del alfiler de tus dedos,
me señalan, me turban, dan miedo.
Vientos de galerna, vientos.
Me dejo llevar por ellos
como la espuma, vuelo,
no queda otra, la ira,
el grito, los celos.
Vuelve la calma
o se te antoja un mundo de hielo,
tus brazos, isobaras de amor
me lanzan de nuevo al aire
o me arrastran de nuevo al suelo.
Aire sólo aire, pelo solo pelo...
cuanto dura la tormenta?
cuando amaina tu despecho?
mohíno, atribulado estoy, maltrecho.
De qué madera estás hecha
que navegas el deseo, mar de mares,
como flecha lo atraviesas
de cresta en cresta, de valle en valle.
Que árbol te dio la quilla
que rama, verdor silvestre,
carpintero de ribera
que plantara tu simiente.
Mujer y barca de vela vestidas
mástil limpio, límpida frente,
bello timonel que llegó a mi vida
para amarrarme libre,
y para amarme siempre.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

lunes, 12 de marzo de 2018

ILUSIÓN ESPERANZADA.

Disculpe, señorita,
por éste, mi atrevimiento.
Pero, ¿cómo ignorar esta ilusión
que desde que lo vi a usted en mí creció?

“Amor a primera vista”, eso creo que es,
verla sonriendo me hace sentir desfallecer.
Es decir, ¿cómo es posible que una persona
a la cual no conozco con certeza,
tan sólo de verla me hace entorpecer,
su sonrisa y su mirada me emociona,
además de que crece mi atracción hacia usted?

Hoy he de confesar un par de cosas
(que por tanto he creído que para usted han sido obvias),
y es que en cada oportunidad que tengo
miro a su dirección con sentimiento.

Disculpe, si es que esto le molesta,
no ha sido mi intención haberla incomodado.
Pero pienso hasta ahora cosas positivas de su ser,
aunque no la conozco, de usted me enamoré.

Confieso que la esperanza en mí renació,
que su presencia en mí despertó
una ilusión, un nuevo deseo,
un sueño en el que a usted conmigo la quiero.

Hasta ahora no ha terminado esta emoción,
creo ciegamente en que es esa persona,
a quien esperaba, a quien soñaba,
aquella que me hiciera sentir lo que es amor.

A la vez tengo miedo de conocerla,
que el cielo se oscurezca, o despierte de este sueño,
decepcionarme o haber creído falsedades,
que no resulte ser lo que yo más anhelo.

Aunque no ha existido nada
que me haga desistir,
y tengo grandes esperanzas
en que usted sea para mí.

Mi dulce amor a primera vista,
difícilmente le olvidaré,
este deseo es el que me guía:
la ilusión de que algo pueda ser.

Veamos qué nos deparará el destino,
si usted es para mí, o si algo debe suceder.
Dejemos que lo que tenga que ocurrir, pase,
pero recuerde, usted:
para mí, el conocerla, siempre un gusto va a ser.

Amor a primera vista, jamás te olvidaré.
Fuiste una ilusión que por siempre recordaré.
Me gustas, ahora es tuyo mi corazón.
Sólo con verte te has ganado mi amor.

No sé mucho de usted,
no conozco su personalidad.
¿Qué te hace feliz?
¿Qué te hace llorar?
¿Qué es lo que le gusta
o le hace suspirar?

No sé si hay alguien en su vida,
le pido al cielo una respuesta.
¿Acaso su vida ya estaba hecha
y esta esperanza debo darla por perdida?

Quizá no haya nadie
y tengo una oportunidad,
tal vez pueda lograr
que de mí se llegue a enamorar.

La verdad es que hay otras dificultades,
ya que usted se vaya, yo me quedaré.
Usted volará por otros aires,
mientras que mi vida yo aquí seguiré.

¿Debería aprovechar estos últimos días
que me quedan para verle,
o debo empezar a ignorarle
y hacer que ahora me sea indiferente?

Ha estado tan cerca de mí,
a mi lado le he visto pasar.
Le he querido algo decir,
pero la triste realidad
es que de mis labios ni un “hola” ha podido salir.

¿Debo despedirme acaso,
o debo distanciarme con cautela?
¿Debo hacer algo para ver si le atraigo
o sólo debo ignorar tu presencia?

Dulce amor a primera vista,
¿qué es lo que debo hacer?
Mi corazón te llama,
pero mi mente no quiere ceder.

¿Seré yo lo que tú esperas en tu vida?
¿Habrá algo en mí que te cautive?
¿Debo animarme a tener una charla en armonía,
o dejo que el pequeño temor me derribe?

Hace tiempo escuché un par de notas,
y una bella letra las acompañaba.
Inevitablemente pensé en su persona,
usted era a quien me recordaba.

Trataba de una ilusión,
que con el tiempo falló.
Un romance perdido,
la distancia en ella hizo dominio.

¿Y si eso aplicara en esta situación?
Usted es mi amor a primera vista,
pero no tengo algo seguro en el corazón,
¿será que en verdad es el amor de mi vida
y no me había dado cuenta yo?

No sé cómo averiguarlo.
Bueno, sí sé, pero me da miedo intentarlo.
¿Y si se decepciona al conocerme,
o no tienes el interés en quererme?

Y si usted no es acaso
eso que por tanto tiempo he buscado…
¿qué se supone que haré?
No sé si así la llegue a querer.

O tal vez sí, ¡no lo sé!
Quiero conocerla y saber cómo es.
Mirarle a los ojos y decir estas palabras
que desde tanto he tenido acumuladas.

No la conozco y ya te amo.
Eres de la vida un dulce regalo
que me hizo de nuevo creer en el amor,
que me hizo de nuevo palpitar el corazón

por alguien, ajeno a mi realidad,
a distancia, pero sintiendo esto igual.
Ignorando lo que piensa el mundo, ésta es la verdad,
sin conocerlo, la he llegado a amar.

Creció en mí la ilusión, la esperanza de un cariño,
el sueño de tener algo contigo,
que usted me quiera y algo conseguir;
sin importar ser desconocidos, querernos sin medir.

Quisiera romper esta barrera
que encierra al amor platónico típico,
destruir esa brecha, romper las cadenas,
hablarle y alejar ese miedo mítico

que hace presencia ante un nuevo cariño,
ante esa ilusión que parece de un niño.
Del clásico amor a primera vista que envuelve el alma,
del que sólo hace falta una mirada

para caer en las redes y sentir la magia
y creer que todo se vuelve un sueño
que llegó para quedarse, volverse el dueño
de esta esperanza que se anhela no sea vana.

Discúlpeme, señorita,
por dedicarle tales palabras.
Ya no podía tenerlas guardadas,
por eso hoy se las confieso.

Y por favor disculpe mi atrevimiento.
La emoción me hace hablar de más
y no lo puedo controlar.

Permítame aclarar,
de una vez por todas,
que reconozco que la atracción
en su físico en un inicio se basó.

Pero eso cambió después,
el querer saber de usted aumentó,
el deseo de conocerle creció,
incluso mi compañía a la suya idealicé.

La he observado por un tiempo,
en esas veces en que en lugares coincidimos,
y he notado que los caminos
que sigue demuestran algo que espero

no equivocarme y estar en lo correcto,
para hacerme a la idea de tu figura,
recrear en mi mente una posibilidad no nula,
y sentir esto como conocerlo.

Noto un silencio en vos al estar con sus amigas,
he visto que se aleja con indiferencia,
ocasionalmente suelta suspiros
y parece que la charla para usted no es amena.

Guiándome por la apariencia
que da de una persona silenciosa,
ahora debo afrontar esta sentencia
que gané al fijarme en quien no toca.

No corresponde por ser desconocidos,
este sentimiento, la verdad, no lo tiene merecido.
Usted no ha hecho nada para ganarse mi alma.
Entonces, me pregunto, por qué alumbra en mí esta llama

que había consumido el destino
y parecía no querer volver a encenderla,
eso fue hasta que noté su presencia
y mi vida tomó un giro

inesperado que encendió la lumbre
que calienta hasta aquel hielo
que congelaba mi corazón herido
y lo derrite para que no sea tan lúgubre

el interior de mi persona
a la cual lastimaron los sentimientos
de forma cruel, llena de saña,
o le arrebataron la ilusión y deseos
de una manera vana.

Le doy con esto mi manifiesto,
espero haber explicado bien los puntos
a los que de quererle me condeno
porque de usted no sé mucho.

Ante este presente le confieso
que ya había caído en la ilusión antes.
Ahora usted entiende el miedo a decepcionarme
y el por qué roto el corazón tengo…

O tenía, ya que usted me dio
una nueva fe en la cual creer,
su presencia en la oscuridad una luz fue,
y curar las heridas en mí consiguió.

Sé su nombre y a qué se dedica,
pero eso no me lo ha dicho directamente,
de ello me he enterado por otros lados,
disculpe, la curiosidad me invadía.

Desearía tener la valentía
para acercarme a saludarle,
decirte “hola”, hablar en armonía,
charlar con usted, mi compañía brindarle.

Quiero saber más de usted
pero que las cosas salgan de sus labios.
Ser su amigo siquiera, hablarte a ratos.
Conocerle, eso me haría feliz.

Tengo la esperanza
de armarme de valor,
acortar la distancia
que hay entre los dos.

Dejaré que sea el destino
que determine si hay un “nosotros”,
sigamos el juego predicho
y veamos quién se queda el trono.

Disculpe si ha sido evidente
el interés que tengo en usted.
Han sido casualidades, ¡entiende!,
le veo, sí, pero no todas las veces.

En ocasiones sólo paseo mi vista,
y por coincidencia se enlaza con la suya;
la desvío con vergüenza, la duda
de que lo haya notado me domina.

Señorita, a veces no noto su presencia,
pero cuando lo hago sonrío un poco.
Si digo que usted me es indiferente, mentiría;
es quien trae a este corazón loco.

Estoy profundamente interesado en usted,
me gusta, me gusta demasiado;
su figura, mirada, su comportamiento en su espacio,
esto es lo que me ha atraído así.

Disculpe, señorita,
por éste, mi atrevimiento.
Por intentar conocerla,
por creer que es la correcto.

Y cómo no pensar eso,
si esa apariencia es la que usted emana.
Que sea lo que espero, conocerla,
forjar juntos un sueño,
que lo que imaginé sea una verdad exacta…
Ésta es mi ilusión esperanzada…



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

SÓLO EL AMOR.

Solo el amor abre heridas con sus sierras
Y a la vez
Sutura grietas y sana con sus besos
Y ternuras
Y alcanza los astros sin alas
Y mueve la tierra siendo tan frágil
Como un corazón de castillo de naipes
Y derriba barreras
Y enlaza las almas.
                                    
Solo el amor es pugna y perdón
Realidad fantástica e ilusión
Que abandona y hace falta
Pero nunca se va definitivamente
Y espera y desespera desde
Territorios eternamente sensibles

Solo el amor doblega
Rencores de hierro y se quiebra
Como mondadientes y muere
Antes de nacer
Pero algo conserva
Para después emerger
Con sus nardos sedientos de pasión.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

ME QUEDÉ SIN TU SABOR.

Verte en esa fotografía,
Atrapada en un vidrio,
Se remonta ese día,
Cuando me sonrió.

Cuando me saludas tan cándida,
Yo te lleno de abrazos,
Tú me dices que todo con medida,
Si son de darnos besos.
                                          
Pero, una mañana, te vi.
Deje un prodigio, con rosas,
Te alegraste tanto que me conmovió,
Que quise no presentarme.

No fue más, que mi salud muy tachada,
Estaba empeorando tan rapido.
Que quise que mis labios te besara,
Pero esta vez,  me quedo sin tu sabor. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

LO SIENTO MI AMOR.

Amada mía,

Te extraño como no tienes idea. Justo hoy estaríamos celebrando un aniversario más, sin embargo estamos distanciados por los problemas que se presentaron. Acepto mi culpa y quiero pedirte que me brindes tu perdón pues deseo remediar todos los errores cometidos en el pasado. Créeme que estar lejos de ti me afecta mucho.

Día a día te recuerdo y aunque quisiera no podría olvidarte pues tú eres lo más hermoso que me ha pasado en la vida. Como humano cometo errores, sin embargo quiero que sepas que por encima de todo está nuestro amor y si te escribo esta carta es porque ya no aguanto estar en esta situación. Te pido que me des nuevamente una oportunidad para que continuemos la linda relación que había entre nosotros dos.

Todos los momentos especiales que hemos pasado juntos son muy valiosos para mí y me encantaría que me permitieras volver a tu lado para remediar el daño que te he causado. Discúlpame por todas las cosas feas que te dije y por haber herido tus sentimientos. Tú no merecías que te tratara de esa manera, pero te doy mi palabra que de ahora en adelante todo será completamente diferente. Quiero que retomemos todo lo bello que hemos construido en estos años de estar juntos.

Pienso en los días en que fuimos felices y me encantaría que se repitieran. Por favor perdóname y permíteme curar las heridas de tu corazón para que podamos volver a ser la pareja feliz que éramos.

Sin tu cariño mi vida no tiene sentido. Mis días son oscuros y el sufrimiento ha pasado a ser parte de mi existencia, me hacen falta tus besos, tu amor, tu cariño. Quisiera tenerte a mi lado para volver a sentirme el hombre más afortunado de todos.

Te mereces todo lo mejor del mundo y yo estoy dispuesto a dártelo pues te amo y lo que más quiero es tu felicidad. El amor que siento por ti no va a desaparecer jamás porque es un verdadero y sincero.

Me despido de ti con un gran beso, esperando que nuevamente me abras las puertas de tu corazón. Tú siempre serás el gran amor de mi vida.

Te amo.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

LA MUJER QUE NO PUDO AMAR.

¡Tú, mujer, si tú! la que no puede quererme
y para consolarme me das copias de ti
instantes, momentos, retratos, sombras,
de tu amor
todas tan parecidas a ti, pero sin amar
vivo de ti y sin ti
tus copias me quieren,
me acompañan, tomados de la mano
vagamos por los laberintos de caricias y besos
por los hielos flotantes
por los senderos de tu piel,
por los espasmos de tu vientre
por el borde de tus labios
entrándonos por el juego de la pasión
siempre hablando de nosotros, y de ti
cada copia me dicen:
no somos el amor de ella,
pero ¡si tu vieras que tan iguales somos!
que brazos largos y cálidos
que labios duros tienen, si como tu
por fingir que me quieres
me abrazan y en besan,
yo vivo entre sombras, entre sombras
de carne tibias, bellas
con tus ojos , tu cuerpo
tus besos, si con todo
lo tuyo... menos tú… 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri.