lunes, 20 de agosto de 2018

LABIOS ROJOS.

Eres una mujer realizada
Pero muchos años sin amor,
Con la llama de la pasión dormida.

Dices sentirte bien
Pero anhelas despertar en ti
Ese fuego  que arde, que quema,

Eres muy femenina,
Atraes la atención de los hombres,
Despiertas el deseo.

Eres mujer sensual
Que atrae mi mirada,
Despiertas mis ganas
Eleva mi pasión.

Voy a darte mi amor
En la cama o en ese sillón,
Decide tú
Donde quieres
Que te haga el amor.

Supe llegar a ti,
Logré despertar el instinto,
La fiera que habita dentro de tu ser.

Descubrí tu zona sensitiva y sensual,
Tus labios carnosos
Y lo suave de tu piel.

Acariciar tus pies
Es tu debilidad,
Te digo cosas al oído
Y se te eriza la piel.

Tu rostro se sonroja,
Te  palpita el corazón
Y otras cosas más.

El deseo invade tu piel,
Jadeas, un grito reprimido
Escapa de tu ser.

Beso tu cuello,
Acaricio tu espalda,
Vibra tu piel,
Tus senos duros
Hablan por ti.

No sabía de lo que eras capaz
Llevabas un volcán guardado
Deseando explotar.

Cuanta pasión hay en ti.
Llenas, inundas mi piel
Con esa lava que brota de tu interior

Vuelves a vivir,
Gozando como ayer
Como esa gatita en celo
Tendida en la cama
Abandonada al placer.

Mis labios recorren toda tu piel
De los pies a la cabeza
Mi lengua se detiene
Donde tienes miel.

Estas de espalda mostrando
Lo mejor de tu anatomía
No lo pienso dos veces,
Te hago mía.

Allí donde es difícil la entrada
Un grito tuyo
Significa  que ya está abierta la morada
Gimes, balbuceas palabras,
Sólo entiendo que quieres más.

Ahora eres tu quien domina la escena,
Encima de mí cabalgas sin cesar
Siento humedad en mi piel
Son líquidos tuyos
Liberándose de placer

Lo tienes en tus manos
Y juegas con él,
Tus labios no se separan de él
Succionas sin parar
Bebiendo a borbotones
Como si estuvieras muerta de sed
(Como si fuera tu mejor champagne)

Agotados y sudorosos
Así terminamos
Un respiro, un descanso
Para volver todo su estado inicial

Y nos preparamos
Para volver de nuevo
A la carga,
Sé que una vez más, gozaras…





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

NO ME GIGAS TE AMO


No me digas te amo si lastimas,
No me digas te amo cuando ya me dejas sólo,
No me digas te amo cuando solo piensas en tu bienestar y no en el mío,
No me digas te amo cuando dice me falta algo de ti,
No me digas te amo cuando no estás presente, cuando más necesito de ti.  
No me digas te amo cuando sólo te quejas que no soy la persona que necesitas en tu vida,
No me digas te amo cuando solo quieres que guarde silencio.
No digas te amo cuando algo te molesta de mi si no estás segura,
No me digas te amo cuando haces promesas que no vas a cumplir,
No me digas te amo cuando ya has dicho palabras
de las cuales ya no puedes dar vuelta atrás
y cambiar solo te queda Perdonar ...
No me digas te amo cuando no te quieres a ti mismo y aparentas amar a los demás.

A todo esto llegamos a decir
Donde queda el respeto, el amor,
la comprensión que decías tener,
ese fuego que mantenía todo arriba en cada mirada,
cada risa, cada abrazo, cada beso,
todos los detalles que en algún momento tuvimos ...

Las mujeres sois como rosas con cada marca cruzada,
se pierde un pétalo, así es el corazón con cada cicatriz,
una marca que lleva a el desamor.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

MUERO AMOR MÍO.


Mi amor, estoy desdichado,
por la contundencia de tu cabeza
diciéndome que no.
Rechazado, sin aliento.
Ven amor, acércate.
Escucha como cae mi corazón marchitado,
haciendo un estruendo en mi interior,
desapercibido al amor.
Muero amor mío.
Fuiste la primera a quien lo revelé.
Te costó afrontarlo, tartamudeabas.
Pero lo hiciste.
Me quebré hasta que mis pedazos se convirtieron
en ceniza para el olvido.
Volé por todos lados, indireccionado,
inmutado, cabizbajo.
Escuchaba tu nombre hasta en la isla más remota de la galaxia.
¿Qué me pasaba?        
Nada poco común, supongo.
Solo era un humano que amaba y soñaba
con rozar la seda de tus dedos.
Te olvidaré amor, me haces daño.
No soy propio de ti, lo sé.
¡Dios, pero miren que mujer!
como no intentar ser tu esclavo
si me sometes con extrema dulzura.
Nunca había experimentado golpes en verdad deleitables.
Relegaré todo, no te apures.
Tu amor no era lo suficiente ensordecedor como el mío.
Duele, pero lo acepto.
Te extrañaré para las infinitas eternidades.
Esperando quizá, a que con suerte me ames. 





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

sábado, 18 de agosto de 2018

ME ENAMORÉ TAN RÁPIDO ...

Me enamore tan rápido
Que no me di cuenta
Que deje de ser yo
Por querer ser lo que querías
Sin poder detenerme
Me enamore de tu sonrisa
Me cautivo tu mirada
Y fui un idiota tan feliz
Me enamore tan rápido
Que descuide mi corazón
Por la tonta ilusión
De una vida llena de amor
Y el rencor me duele
Al saber que te marchaste
El saber que estuviste y no estas
Y que el tiempo no me dio la razón
Te fuiste sin lágrima alguna
Mientras yo ahogado en recuerdos
Pensaba que me dolía
Pero solo era un idiota ilusionado
Y adiós me dijiste
Que no querías estar con nadie dijiste
Que no me sintiera mal dijiste
Te amo fue lo que dije 



Autor
Antonio Carlos Izaguerri

ANOCHE SOÑÉ CONTIGO.

Anoche soñé contigo ,
que me besabas ,
que me susurrabas tu gran querer ,
el madrugador sol
nos recordó que estábamos en la playa .

Salimos a caminar,
todo estaba en calma,
el mar besaba con suavidad la orilla.
                               
Nos recostamos ,
disfrutando de un murmullo de olas suaves ,
las gaviotas hacían su viaje ,
buscando alimentarse .

Jugamos escribiendo nuestros nombres en la  arena,
y las palabras te amo,
las sonrisas eran frecuentes.

Te dije , te contaré las pecas de la espalda ,
y te daba risa como iba contando , y te decía,
seguiré buscando más pecas , y seguí bajando.

Tus cosquillas se evidenciaron  
y mi curiosidad se prolongó,
luego nos fuimos a la cabaña,
y me dijiste me cambiaré de bañador,
este lo traigo lleno de arena y pasión.

Te cambiaste frente a mí,
te despojaste del  bañador azul
y te pusiste uno blanco.

Mis ojos como buen amante de la belleza ,
expresaban una constante picardía.

Yo aplaudía tu modelar
y tú movías tus caderas con entusiasmo ,
 bueno lo que hicimos después,
tú lo estás imaginando .





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

IDIOMA DEL AMOR.

En el matinal cielo azul celeste
que blancos orbes en la sombras vierte
su albura, y el miedo convierte
en mariposas azulada muerte
en el matinal cielo azul celeste.
Crece en la inmensidad perenne verdor
perla brillante del fresco rocío,
murmullo, música, oda del río
viaja en el viento un suspiro mío
crece en la inmensidad perenne verdor.
En el esplendor del sol en el cenit
magnificencia donde nada escapa,
en aquel dulzor de la vida atrapa,
iridiscente luz derrama, aura,
en el esplendor del sol en el cenit.
Cerca del ocaso color violeta
cierra sus pétalos, la flor reposa,
en los contornos de la blanca rosa
brota la inspiración envuelta en prosa
cerca del ocaso color violeta.
Al anochecer bajo el manto lunar
al silencio, oirás un triste cantar,
cuerdas doradas ocultas en el mar
brillarán tus ojos cúmulo estelar
al anochecer bajo el manto lunar.
En las frescas madrugadas de estío
y un viento toque tu faz peregrino,
te otorgue secretos en pergamino
un jade reflejará tu destino,
en las frescas madrugadas de estío.
Y al pronunciar el idioma del amor
cada paso será un fruto, un color,
entierra los enconos y tu dolor,
en tu alma brotará un gran fulgor
al pronunciar el idioma del amor.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

HECHIZO DE AMOR.

Cuanto más te conozco,
más me desconozco,
no sé qué hiciste,
que todo me moviste.

A lo mejor fue brujería,
o quizás la vida,
debo decir que mentiría,
si digo que no estoy enamorado.

Paso pensando cómo fue que paso,
pero entre más lo hago más caigo,
pues pienso en ti y es hermoso,
mi corazón dejo de ser un vago.

Has tocado cada fibra de mi ser,
cambiaste mi rumbo,
ahora me desconozco, no sé qué hacer,
debo decir que de mi antiguo yo ¡todo acabó!

Vienes hacer derroches de miel,
yo amargo limón, me niego al amor,
fue brujería o el olor de tu piel,
pero lo confieso ¡eres cautivadora! 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

CRECERME EN TUS OJOS.

Crecerme en tus ojos, amor,
en el oleaje sereno de tu palabra
que asiste con armonía
al rumor de abecedarios por descubrir.
Sentir el silencio
desde el horizonte de la noche
encontrar la oportunidad
del alivio de las olas azules
refrescando tu vitalidad
y la vocecíta de tu primavera
llegadora hasta mí
con el aliento suave
de tus palabras algodón.
Tu duermes ahora
sobre la piel de mi pecho.
Tengo en mis manos
la luz de cien estrellas guardada
para cuando despiertes
te acaricie
desde las pestañas a la planta de los dedos.
Azulean tus labios
al sentir las cosquillas del recorrido.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

NOS VAMOS.

No podemos engañarnos,
yo sé que cuando nos miramos,
también sientes lo que yo,
que te alteras cuando te mantengo la mirada.
dígame mi dama, ¿a quién quiere en su cama?,
con quien se acuesta en la mente,
si esa mirada hablara,
dijera: que soy yo el único que está dentro de tu mente,
que eres capaz de todo para tenerme,
ya quieres que llegue el momento
para darme eso que traes ahí,
dímelo ya, vamos aquí, no digas que no,
si sé que cuando me quedo mirando ese cuerpo,
te imaginas que lo recorro por todas sus esquinas,
porque no, "nos vamos",
dejemos que nuestros cuerpos hablen su idioma,
deja que te haga mía,
déjame apagar ese fuego que te tiene alterada,
nadie se va a enterar y vas a ver que te va a encantar,
déjate llevar que esta noche a la luna te quiero llevar.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

PARA UNA MUJER.

"¡Qué cosa más absurda llamarte imposible! Sin necesidad de acuerdo previo, desde siempre coincidimos, primero en enamorarnos fulminantemente y luego en esas menudencias que ensamblan la vida. Coincidimos en política, en religión, en dedicación a nuestra casa y en cuidar uno de otro cuando hemos estado enfermos y… ¡vive Dios que no nos han faltado sustos de salud!. Juntos hemos disfrutado de los pequeños triunfos y juntos, codo con codo, hemos sufrido, padecido y luchado, contra la variada injusticia que nos tocó en el lote” "No hemos sido una idílica pareja de esas que nunca discuten. Hemos discutido, nos hemos enfadado y nos hemos amigado, en fin, lo normal, hemos vivido”.

"Sin embargo ahora estás imposible. Sentadas las grandes bases, sin problemas irresolubles, te veo sonreír y hablar amablemente… pero no conmigo. Mi presencia te agobia, mi ausencia te disgusta. Rechazas mis iniciativas, te niegas a acompañarme (porque no te encuentras bien, me dices) y, a continuación, sí que te encuentras bien para ir a ver a cualquiera que yo no haya mencionado” "Si hay verdura, quieres pasta. Si hay pasta, quieres arroz. Si hay sopa, quieres puré. Si te pregunto qué quieres, contestas que cualquier cosa. Si dispongo “cualquier cosa” apareces con algo nuevo que tú has ido a buscar”.

 "Si hablas con los amigos, no haces de correa de transmisión. Si yo hablo con ellos, te molestas si no comento nada. ¿Te muestras correcto? Sí. Correcto y distante, correcto y despegado. ¿Hablas conmigo? Sí, sin entablar conversación alguna. Si muestro interés por las cosas que tienes que hacer, me contestas con vaguedades o si alguna vez me contestas algo concreto… luego me reprochas que no lleve una memoria exacta de lo que has dicho”.

"Si me acerco a ti, retrocedes porque te parece que te mando o que te fiscalizo. Si procuro mantenerme distante, acaba escapándosete algún suspiro como de pena. Si te pregunto, me contestas algo bien críptico y abstruso, que me suma en la indignación o en la tristeza… No sigo por no convertir esto en una salmodia de insignificancias cansinas, que aburrirían al más pintado. Tiene que bastarte esta muestra para comprender por qué digo que estás imposible”.

"Como triunfante final, has decidido que tenemos que “repensar” nuestra manera de vivir y cuando te contesto que no tengo nada que pensar, que sé muy bien lo que quiero y cómo lo quiero vivir, te empeñas en adjudicarme un no entendimiento que, sencillamente, no existe. Lo mejor de los años es que nos curan de nuestras propias debilidades, así, cuando éramos jóvenes, yo, mujer, era mucho más emotiva y tú, hombre, mucho más cerebral. Ahora, mayores, yo me he curado del romanticismo y tú, con toda tu sapiencia, sientes que se te trastabillan las meninges. ¿Por qué crees que existen esos matrimonios claramente ventajosos para ellas y tremendamente ridículos para ellos? ¿Los de los señores de sesenta con las jovencitas de treinta? Porque las jovencitas de treinta están dispuestas a alcanzar esas ventajas contando a sus talluditos maridos… lo que ellos quieren oír. Me temo que yo no soy Sherezade, sino una mujer real, con las creencias firmes, las torpezas reconocidas y aprecio más el sentido del humor que ese sentido trágico de la vida, muy docto para citarlo, pero plúmbeo para vivirlo”.

"Puedo afrontar un problema, puedo tratar de resolver una situación, pero no sé jugar a este juego escurridizo y tonto que no entiendo, a pesar de que se hayan escrito muchas novelas basadas en esto mismo: la irreconciliable sincronía del amor entre un hombre y una mujer. Las que yo recuerdo estaban escritas por reputados escritores, hombres al fin y al cabo, que arrimaban el ascua a su sardina, creyéndose el colmo de la sabiduría. Yo no quiero ni reconocimiento, ni salir ganando no se qué pelea, prefiero arrimar las sardinas a la plancha común y comérnoslas con ajito y perejil… ¡Mmm, deliciosas!”

¿No te apetecen?" 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

LO QUE SUEÑO DEL AMOR.

Silencios discretos
paz en el interior
amar en lo profundo
sin ninguna confusión.

Una vuelta a la vida
una sonrisa de fervor
almas que se juntan
y lloran por amor.

Sienten la grandeza
de la paz y la razón
al unir sus manos
trasmitiéndose calor.

Calor de alma
y el más puro amor
de luz incandescente
y sabor dulzón.

Mar de dulce
mar de sal
vidas en sintonía
así permanecerán

Aguas cristalinas
espuma de ilusión
música rítmica
baile para los dos

Sueños vivos
esperanzas junto a vos
palabras tiernas
mensajes de amor.

Vidas unificadas
colores e ilusión
intensas miradas
de dos la pasión.

Vuelos sin escala
resistencia en el amor
entrega de aromas pausados
los que dicta el corazón.

Dulce esencia
romance con candor
olas saladas
que acarician con devoción.

Contactos intensos
de entregas sin temor
luna plateada
luz interior.

Flores de guitarra
piano y saxofón
música celestial
entre tú y yo.

Limpieza de alma
miradas de albor
es lo que sueño
del amor.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

NECESITO DE MI SOLEDAD.

Hoy es una de esas noches,
En las que deseo estar sólo,
Hoy necesito de mi soledad,
Es decir "tiempo conmigo mismo".

Han sucedido muchas cosas,
No han sido trascendentales,
Pero me han revoloteando
Por completo el pensamiento.

Han transcurrido tantos meses,
Muchos momentos difíciles,
Algunas de mis heridas
Han sanado, otras aún no.

Muchas almas han partido,
Solo quedan los recuerdos,
Para unos cuantos
Hay culpas y remordimientos;
Con fe y el tiempo,
Las cosas poco a poco
Se irán acomodando en su lugar.

Necesito de mi soledad
Para pensar y desahogarme,
Tener paciencia y cordura,
Ponerme límites,
Ser responsable y sabía,
Ya no puedo darme el lujo,
De comportarme como infante,
Eso no significa que deje de reír.

No puedo perder
Todo lo que ya he logrado,
No soy una mala persona,
Tengo defectos y virtudes
Como todo ser humano,
Aún tengo la oportunidad
De hacer realidad
Lo que he soñado
Toda mi vida hasta ahora.



Autor 
Antonio Carlos Izzaguerri 

SOY UN BARCO SOLITARIO.

Soy un barco solitario
con mis sueños de papel,
viajo lejos, viajo cerca,
y algún puerto atracaré,
es posible que las olas
me sacudan el bauprés
y que astillen la cubierta
temporales sin cuartel,
pero firme en la derrota
por los mares viajaré
a otras tierras singulares
que me quieran acoger,
y si el tiempo pasa y sigue
y me muero por la sed
pediré que de los cielos
me den agua de beber...
Agua limpia de la lluvia,
cristalina y siempre fiel,
purifica los sentidos
con profunda rapidez,
más sigamos navegando
en el barco de mi piel,
que es la sangre y la mirada
de aquel niño que fue ayer,
y si alguno aquí lo duda
piense un poco, sin querer,
en las nanas y leyendas
de ese tiempo de niñez,
todos fuimos ese barco,
que plasmó nuestro pincel,
y sufrimos y hasta amamos,
con profunda sencillez...
"...Soy un barco solitario,
marinero y hasta pez,
soy el hombre que fue niño
y no quiero envejecer..."



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

jueves, 16 de agosto de 2018

SER

Soy natural, hombre o mujer
No decidí tener cruces
Besa el suelo, queda en bruces
A ver si gustas tú hiel beber
Tierra mestiza besa sus luces 
-Su Roma o Europa, o su Dios tal vez-
Luces ardientes, modernas luces
Matizan mi piel, sin ella saber.

Soy natural, hombre o mujer 
Rezo a los árboles, y a las flores
A las verduras, y a los colores,
No tengo mucho que perder
Porque nada gané, solo respiré
Y entonces balbuceo, y luego hablo
Poseo lo que veo, soy yo macabro 
Y aunque razono, nunca cuestiono
Si hago daño a lo que tomo 
O si es mucho, o si es poco.

Soy natural, hombre o mujer 
¡Sal en tu vestido corto!
Deslumbra el mundo con tu belleza
Eres libre, no dejes dañar esa simpleza
Por un perverso de ojos cortos 
Que no sean ellos quién te atormenten
Están ciegos, embobados, huecos,
Te amarran al verte, te someten
¡Pero castígalos, que no sean tercos!
Ahora corre, es tu hijo
Ahora corre, él no te bendijo
Ni en Colombia, ni en Marruecos
Fuiste esclava de sus miradas
Ahora corre -tu eres osada-
Fuiste su amante, fuiste su esposa 
Ahora divórciate, no eres quien goza
Si alguien te ama, respeta tu encanto
Y no te ata, te da sus cantos
Y si te ata, y si te halaga
Y si te besa, y si te atrapa
Que sea con amor y no con llantos.

Soy natural, hombre o mujer 
Emané con un ciclo y lo vital
Sé que está bien, sé que está mal
Si decido dar, o quiero coger
Si ennegrezco el mar, si la luz quiero ver
O tal vez sangrar, o tal vez matar
Conciencia, o sugestión, ser o no ser
Si la tierra quiero demoler 
O preservarme con lo natural.

Soy natural, hombre o mujer 
Lloro, siento, lastimo, corro
Papeles uso, luego te compro
Mis marcas las dejo, nunca las borro 
Mis manos las vendo, también los hombros
Mi vida la cambio por los escombros
Y si me aprueban, nunca corro.

Soy natural, hombre o mujer 
¿Soy natural?
¿hombre o mujer?

Noche envísteme, 
Flor vísteme
Hojas cúbranme
Mares cúrenme
Soy un ser y tú también.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

martes, 7 de agosto de 2018

MIS MOMENTOS.


Los momentos habidos en mi vida,
Han sido de todos colores y sabores.
De todos me dio la existencia.
Algunos tristes, otros hermosos, los más.
Sucesos inolvidables me hicieron feliz,
otros quizá no.
Sin sentir se deslizaron en mí ser.
Los momentos los recibí, tal cual llegaron.
Ahora solo la reminiscencia queda,
el pasado se fue, no volverá.
El porvenir día a día va llegando,
volviéndose recuerdos.
Conforme fui creciendo, la esencia del vivir
fue cambiando.
Comprendí que vivir con el alma
Llena de rencor, de odio, de envidia
A nada me llevaba.
Ahora con tranquilidad espero mi fin.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

PIENSO EN TI.


1328 PIENSO EN TI.

Pienso en ti, cada día, en este momento
Y mi voz muy bajito te llama
Esperando que se acabe el tormento
Y a mi corazón vuelva la calma…

Y si pienso en ti, es porque tan lejos estás
Y mi pensamiento vuela y te acompaña.
Y mi cuerpo te extraña cada mañana
Y ésta soledad es de  nunca acabar.

Y pienso, en todo lo que contigo aprendí,
Todo lo que construimos, el mundo que soñamos,
Todos esos besos y abrazos que guardamos,
 Están  ahora sin dueño, esperando solo por ti…




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

PÁJARO SIN NIDO.


Estos días lastimosamente largos
cómo hieren las paredes del sueño
con sus aguijones de verdad incontrastable
cómo duelen sus pesados aleteos
en el horizonte sin límites
del alma quebrantada.
Es un dolor profundo y seco
como de pozo abandonado
en la solitaria región de orfandades.

Este vivir prestado
-pájaro sin nido que rasgando viene
la piel de otros ayeres luminosos -
cómo golpea con sus puños anillados
la puerta entreabierta del lecho silenciado
su bramido en la noche taciturna
deja oír el animal en cautiverio
cuya palabra ya no siembra voces sino ecos
porque cayeron los recuerdos a desgajos
en plataforma oscura y deshojados
se desplazan con el viento marinero
hacia el remoto país del desencanto.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri