Sentado en el salón, vi tu vestido colegial,
despertaste mi curiosidad, me sorprendiste,
apareciste de repente, y todo fue tan
especial,
me dejaste impresionado, no sé cómo hiciste.
En ese momento me sentí volar, solo por verte,
tu sonrisa me decía lo mismo, y quede
derretido,
era nuestro momento, y sin habernos conocido,
tan solo sabía, que quería tenerte.
Nunca recordé las frases del profesor,
ese día perdí todo, pero gané tanto,
llegaste a mi vida, con todo tu encanto,
aunque en el estudio me fuera peor.
Tú, con tu uniforme de princesa,
día a día te metiste en mi corazón,
del colegio, ahora eres la razón,
algo lindo entre los dos empieza.
En el recreo te colmo de detalles,
endulzo tu vida con todo mi cariño,
y aunque tenga alma de niño,
solo espero que nunca me falles.
Entre libros, lápices y cuadernos,
ha florecido un lindo amor,
la vida es así, ya no existe el temor,
"ahora ya no podemos dejar de
vernos"
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.