Verde sentir, verde rama,
verde verso, verde amor,
creciendo libre, sin pausa,
verdeando alrededor.
La verde paz se conmueve,
verde que torna a marrón.
En las cosas del querer,
la vida es multicolor.
Viste el semblante de plata
y de gala las pupilas,
blanquinegra golondrina,
que con su canto arrebata.
Anda pero no camina,
verdes pasos de templanza,
en la belleza temprana,
que nace, crece y se calma.
Verdea la luz en la hoja,
verde reflejo que llama,
con el verdor en las mentes,
de la belleza que mana.
Mirada que verde aclama,
con la justicia en la frente
y en los labios la palabra.
Verde se quedó la llama,
en su rojiza alborada.
Verdor que bulle en el vientre,
de la tierra que amamanta,
sangre verde que reclama,
la vida que se arrebata.
Verde trino de calandria,
que anida en la estepa clara,
voz que verdea entre los ecos,
de verdes voces hermanas.
Verde ternura que adorna,
la caricia que la embriaga,
Negro que al tornar a gris,
a verde cambia la cara.
Rojo vive el sentimiento,
a verde cuando se calma
y en el blanco pensamiento,
la verde idea se desplaza.
Amor que verde perdura,
creciendo fresco se guarda,
en la verde melodía,
que en sus pasiones declama.
Amor que al verde arrebata,
el rojo de sus entrañas.
Amor que el verde reclama,
al despertar la mañana.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.