sábado, 1 de agosto de 2020

TE EXTRAÑO EN UN ABRAZO.


Te extraño en un abrazo
Te extraño en un te quiero,
En un beso mañanero
En un beso en el ocaso.

Te escribo mis pensamientos
en una noche silente,
y se vienen a mi mente
los más hermosos momentos,
en donde los dos muy contentos
unidos cual fuerte lazo,
yo te beso, yo te abrazo
y caigo en la realidad,
y grito a la inmensidad
te extraño en un abrazo.

Te extraño en un abrazo
Aquel cálido y hermoso,
Lindo, dulce y precioso,
Para amarrarlo con un lazo,
Amor que con cada paso
Con fe, constancia y esmero,
Hicimos nuestro potrero
Mejor dicho una familia,
A la que digo día a día
Te extraño en un te quiero.

Te extraño en un te quiero
y como no he de extrañar,
a la que me supo dar
su bello amor con esmero,
fuiste reina de mi estero
la miel de mi limonero,
mi más brillante lucero
en mi bella madrugada
que su alma me entregaba
en un beso mañanero.

Por todo esto te quiero,
Te amo  y también te extraño,
Como rocío en un caño
Al manantial del estero,
Sigo diciendo un te quiero
Y que tú al fin dieras el paso,
Para que en cálido abrazo
nos volvamos a besar,
y nuestro amor entregar
en un beso en el ocaso.


Simplemente es difícil no extrañarte.
Por eso te extraño.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

POETA DE AMANTES RIMAS.


Poetas quiere la vida,
para que fluya la esencia,
de la más oscura sima.
En la más negra caverna,
las verdades se desnudan.
En la escala de valores,
caben todas las criaturas,
con sus luces y tinieblas.

El poeta y los matices,
cantan la misma canción,
un coro que es un clamor,
cuando está en juego la duda.
En su voz y su presencia,
canta al orbe con vehemencia,
entre las notas felices
y el dolor que vive y muda.

Se va pautando el amor,
en su airada rebeldía,
unas gotas de sudor,
perlan la frente, aunque fría.
No se admite la censura,
en asuntos del amor,
ni en el corazón se olvidan,
el amor y sus heridas.

En la intransitable mente,
de secretos y andaduras,
vaga el pensamiento a oscuras,
buscando verdad y razón.
Sin rumbo en su desazón,
perdido en encrucijadas,
de direcciones sin nombre,
de certezas y locuras.

Poetas quiere el amor
y no de cartón profetas.
En la bruma hay corazón
y son las luces más bellas,
si en la oscuridad penetran.
Entre las rimas y voces,
habla sin pausa el poeta,
de lo que la vida esconde.

Corazones en el verso
y en la estrofa pensamientos,
mientras la rima se lleva,
volando los sentimientos.
La voz se queda por dentro,
para que suene en las tripas
y despertar las entrañas,
que a veces pacen dormidas.

Poetas que se deslizan,
en los bordes y en el centro,
con la humildad en sus letras
y en sus poemas, cerebro.
De corazón son los versos,
que nutren, más no sin riesgos,
dando al alma su estatura
y a la verdad su concepto.

Poetas de amantes rimas,
que a fuer de serles sinceras,
en el alma se acuclillan,
para abrazar su talento,
de autenticidades llenas.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

RELACIÓN DE SEXO.


Años pasaron y nos olvidamos
meses después nos encontramos
¿destino o casualidad? No lo sé
sólo sé que nos volvimos a ver.

Hablamos por “casualidad”
y una “relación” se creó
sin planear todo pasó
y en sexo terminó.

Cada noche era ocasional
el sexo era excepcional
las sorpresas no faltaron
y una amistad creamos.

Una noche secretos nos contamos
la confianza en segundos creció
sin más el trata se cerró
y el sexo lo confirmo

Relación de sexo así lo llaman
pues ambos sabemos
que a pesar de que todos lo vean mal
a nosotros nos da igual.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

viernes, 31 de julio de 2020

POEMA SOÑADO.


Mi alma renace imperecedera,
al despertar de tus besos,
el deseo escapa hacia un remanso,
sosiego que recorre todo tu cuerpo,
la paz reina tan calma eres.

La distancia indeleble asombra,
cubriendo con suaves caricias,
las horas que parecen mustias,
puñado de arena tersa brillas al sol,
 tus destellos inhiben al mismo cielo.

He visto la luna salir en tus sueños,
en el centro de una noche profunda,
como los abismos del mar,
en un vaivén de infinitos versos,
salidos de las entrañas de un poema soñado.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

FORMA DE MUJER.


Cuando el amor llega
lo hace en forma de mujer
y cuando te ha poseído
ya  nada podrás hacer

Cuando una mujer nos dice
amor mío tienes razón,
se nos nubla la conciencia
y contrae el corazón

En cambio cuando nos
amor en ti voy a creer,
el asombro es tan grande
que sentimos fallecer.

Comprender a una mujer
es tarea muy complicada,
y en todas las discusiones
si pierde queda empatada

Con mujer no se discute
ni se establece querella,
porque es difícil vivir
Sin la presencia de ella

La mujer por ser mujer
siempre guarda algún secreto,
por ser quien nos da la vida
merece nuestro respeto

El maltrato a la mujer,
No puede ser tolerado                                            
y el hombre que la maltrate
tiene que ser castigado

El maltrato a la mujer
A un siendo castigado,
el hombre que haga eso
será un degenerado.

Para todas las mujeres
quisiera hacer un exhorto,
si planifican su vida
no existiría el aborto

Existe una situación
que está ya muy discutida,
el que asesine o viole
pierde el derecho a la vida

Quisiera hacer un llamado
con un dolor muy profundo,
para recordarle al hombre
quien lo trajo a este mundo.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

HOYES EL DÍA DEL BESO.


Hoy es el día del beso
y yo quiero que me besen,
las pequeñas amapolas,
los geranios y laureles,
las princesas de los cuentos
las montañas y las nieves,
los castillos encantados
y los tilos de las fuentes,
y también yo quiero el beso
tan sencillo que tú tienes
y que guardas en los labios
con un néctar que me ofreces,
y esa pócima sagrada
la preciso y muy urgente
pues mi sangre se alborota
y es por culpa de la fiebre...

Hoy es un día de sueños
donde el beso está presente,
en amigos y en amantes
que se aprecian y se quieren,
y los besos regalados
hoy se envían y se obtienen
con mensajes de cariño
y con fórmulas corteses,
pero hay besos especiales
y esos son los que tú tienes,
los que mandas a mis labios
y me piden que te bese,
que te entregue lo que tengo
de manera un tanto breve,
y que sueñe con tus ojos
que precisan ya, de verme...

"...Hoy es el día del beso
y los sueños de septiembre
y por eso, en este día,
mando un sueño hasta tu frente..."




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

AMOR ETERNO.


Expreso mi amor por ti
de la única manera que ahora puedo,
escribiendo todos mis sentimientos.

Así lo hago porque te sigo queriendo,
en vida te juré amor fiel y sincero,
ahora que has fallecido lo juro eterno.
                    
Recuerdo tus manos cálidas sobre mi pecho,
acariciando mi espalda, eran amorosas,
eran como alas blancas de palomas.

No necesito otras manos, ni tener otro cuerpo,
siento tus caricias como antes, dentro, muy adentro,
cada noche, despierta o dormida, siento tu cariño,
y con ese recuerdo me quedo, siento tu amor inmenso.

Amor eterno te guardo, desde donde estés amado, recógelo,
para ti he levantado un altar en mi pecho, para mi es sagrado
acúnalo, y guárdalo en tu sagrario.

Te sigo amando con el alma, el corazón y sentimiento,
mi amor ahora se ha convertido en ETERNO,
y será así hasta mi postrer aliento.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

SUICIDIO POR MI CULPA.


A veces quisiera pegarme un balazo,
entonces recuerdo que tiempo atrás
vendí la pistola y sus balas de plomo
para pagar por algo de sexo oral...
Me hubiese ahorrado el dinero,
ya que gratis, la mano me sale usar.
Y como no soporto la sangre ...
ni loco para mis venas cortar.

Pero puede que me ahorren el trabajo
y otros me peguen los balazos,
ya que dos pistolas me mandaron guardar
y por sexo las fui a cambiar ...
así que cuando las vengan a buscar,
me van a matar igual.
Por lo menos algo pude disfrutar
y perdí la virginidad
al conocer la felicidad
que da el placer del sexo vulgar.
Y no tuve que usar la imaginación
que ya era insana adicción
a diario mi mano usar ...
cuatro o cinco veces nada más ...
escondido en el baño
o encerrado en la habitación
¿a quién engaño?
que todos saben que miento muy mal ...

También pienso en la posibilidad,
de colgarme de un árbol ...
pero mi lengua de corbata quedará,
y además si al trepar me caigo
¿o se corta por mi peso la cuerda?
¡en el suelo me he de azotar!
huesos me he quebrado muchos ya
otra opción que he descartar.

Tendrá que esperar mi suicidio
que al centro de la ciudad me van a mandar.
Por suerte no vendí el chaleco anti balas
que para ir al lugar tendré que usar.

Cianuro es muy caro y no sé dónde comprar
y no puedo hacer explotar un balón de gas,
porque ya los vendí todos tiempo atrás
para comprar cigarros y poder fumar.

He pensado en diez gramos de cocaína
y una sola raya inhalar ... sobredosis letal.
Pero ... con las fronteras cerradas por la pandemia
sólo venden harina con polvos de hornear ...
y por eso, como efecto colateral
muchos han dejado de jalar.
Que solo se ahogan y ni se puede respirar
Eso, iré al centro sin usar la mascarilla
y así me podré contagiar
pero ... si la policía sin ella me pilla
no solo me van a multar
sino que me van a encerrar
y en el calabozo me pueden violar
y siempre está la posibilidad,
de que a algún criminal ...
¡Yo le tenga que dar sexo oral!
mejor la voy a usar ...

Debería pensar en casarme
como dios manda ...
pero eso sí sería hacer una manda ...
porque me quiero casar con otro hombre,
y que nadie se asombre...
porque él pudo enamorarme ...
después me dijo que tenía sus dudas
pero que en base a sus experiencias
él se sentía más heterosexual
me mentía de forma cruda
pero lo amo  igual ...
y además hoy en día es legal
que dos hombres se casen ...
en una iglesia sigue siendo imposible
que ahí nos violen es más factible ...

Creo que dejaré de pensar  tonteras
y además de todas maneras
algún día tengo que morir
y lo haré feliz de tanto escribir
y haber podido  vivir
la alegría de sus versos sentir
los que siempre están dentro de mí ...

donde hay pluma y papel 
hay bolígrafo y cuaderno
hay lienzo y pincel
hay un teclado moderno
para hacerte sentir
para hacerte reír
con carcajada espontánea
de un ave lejana
feliz porque te ama ...




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

EL AMOR SELLÓ LAS GRIETAS.


Campos sembrados de ideas,
tierras ocres, sin matices.
Versos que son cicatrices,
de las heridas que quedan.
Calló el grito en la garganta,
se despertaron los mundos
y se durmieron felices,
quienes amaron la Tierra.

No solo el odio quebranta,
no solo el amor consuela,
no quedan restos de nada,
en donde nada se queda.
Amores que se desvelan,
con un nudo en la garganta.
Dolor que pasa o se queda,
se difumina o se agranda.

Errores inconfesables,
que dejan poso en la guerra.
Sin mácula se quedaron,
libres de toda sospecha,
si en su nobleza entregaron,
pedazos de su grandeza.
Nada muere, se transforma,
dejando a su paso huellas.

Viajeros que van de paso,
con la impronta de sus quejas,
de reliquias el morral,
de lo que detrás se queda.
Infatigable y sin rumbo,
cual batel a la deriva,
pisa el andariego el mundo,
sobre sus hombros, la vida.

Verbo que pierde y se arruga,
oxidándose entre tiempos,
tiempos que van retornando,
remendadas vestiduras.
El peso de la locura,
presa en un cerco de arrugas.
Amores que van pasando,
como ciclos de la Luna.

Tornó la mirada en verso
y la palabra en caricia,
caminando en los senderos,
llena y vacía la vida.
Se va achicando el deseo,
según se alarga la vida
y son más tiernos los besos,
si es más cálida la brisa.

Caminante sin camino,
por vericuetos sin nombre,
atajos entre senderos,
sendas perdidas, sin bosque.
Veredas entre los sueños,
que van dejando el recuerdo,
con los ojos entreabiertos,
para ver sin ver lo cierto.

La verdad lloró al nombrarle,
embargada por la pena,
mientras la razón andaba,
por el mundo, a duras penas.
El tiempo borró las huellas
y el amor, selló las grietas.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

LAS CARICIAS DE LA MAÑANA.


Se hacía el aire de su aroma a ensueño, el fuego se colgaba del silencio de sus manos, un estero de pasiones se paseaba por sus pechos y por cada beso mío quedaba el cielo sonrojado.

Mientras dormía, yo le removía sus cabellos con mis dedos, la imagen descansada y el futuro sentimiento. Con la dicha libre a los sueños y abrazada a la pausa de su almohada, se fundían con su aliento las caricias de la mañana.
                                                
¡Qué dicha era la mía contemplándola desnuda, dormida por los sueños después de una locura! Leía cada letra de su respiración y el verso ya formado de su mano aquí en mi pecho; la vida era la misma vivida por los dos y el día se llenaba con sabor a firmamento.

¡Qué dicha era la mía contemplándola dormida, desnuda ante mis ojos que al verla la envolvían! Leía cada letra de su respiración y el verso ya formado de su mano aquí en mi pecho; la vida era la misma vivida por los dos y el día se llenaba con sabor a firmamento.

Desnuda y tan mía se veía entre las sábanas: ella dormía ...  y yo era el que soñaba.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

jueves, 30 de julio de 2020

GRITOS EN EL SILENCIO.


En el mar de la impaciencia,
brota la insegura prisa,
precipitados deseos,
entre ideas imprecisas.
En el río de lo indeciso,
se gesta lo reflexivo.
o se desata la ira.              
No hay en la prisa consciencia,
ni hay en lo veloz certeza.

En el corazón belleza,
cuando no nace el delirio.
La ternura es la certeza,
de que es seguro el cariño.
El tiempo rueda en guedejas,
que cuelgan de los sentidos.
Amor que acuna sus hitos,
cuando encuentra su camino.

Silencio, dijo la vida,
aturdida por los gritos.
Pausó el tiempo al caminar,
calmó la ansiedad y el ritmo
y se desbrozó la mente,
de los restos de la ira.
Una suave melodía,
a la calma renacida,
se unió, callando los gritos.

El corazón en un puño,
se contrajo dolorido
y cada golpe de aliento,
dobló el silencio sin ruido.
La voz pausada en los labios,
en los ojos el suspiro,
en las manos temblorosas,
el latido se deshizo.

Caminante entre las hojas,
restos del árbol caído,
cada tormenta renueva,
de brillantez los caminos.
Una ráfaga de viento,
imagina que es el tiempo,
arañando lo vivido.
Caminante en sus andares,
de cada instante fallido.

En la mar de la existencia,
fragorosas son las olas,
que azotan flancos y ritmos,
el silencio se deshace,
dando paso al alarido,
la voz cuajada de notas,
de un contralto barítono.
La mar derrotó al silencio,
alejándose sumiso.

Amor mudo y silencioso
o airado cual griterío.
Amor de perladas frentes
y ojos ahítos de brillo.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

MIENTRAS CANTAN LOS GRILLOS.


Del néctar de la vida,
el sabio y el poeta,
sin cesar se alimentan.
Como abejas obreras,
cuidan de la colmena,
de la mente que piensa,
del detalle minúsculo,
de la jugosa esencia,
del átomo y del núcleo.

Una voz clandestina,
en los labios precisa,
se ha mostrado indecisa,
si ser aliento o brisa,
si hermosa o agresiva.
En la duda cohabita,
con la calma y la prisa,
en su aleteo, imprecisa.

Bebe el amor del nervio,
que vibrante succiona,
la pasión que gravita,
sobre la esencia misma.
En la vida palpita,
como una hoja al viento,
como un molino gira,
sin descanso en su centro.

Una mirada limpia,
cautiva en las pupilas,
se ha quedado mirando,
como la Luna mira,
en los ojos serenos,
donde la paz habita,
festonados los párpados,
con dos bellas cortinas.

Corazones de lata
revestidos de cera,
en celofán envueltos,
bañados en riquezas.
Corazón de madera,
de frialdad que delata,
sombra que no proyecta,
porque no tiene sombra.

Grito que se derrama,
de justicia investido,
con la verdad sangrando,
de derechos heridos.
Se ha quedado entre voces,
como un vago quejido,
que en el albur se pierde,
entre murmullos híbridos.

La verdad se detiene,
si la razón se pierde,
entre oscuras miserias.
Un luz cegadora,
ha cerrado los ojos,
a la verdad auténtica.
La penumbra se cierne,
si la verdad no aflora.

Amor en el estío,
abrasador, bravío.
Templado en la calima,
perlados los sentidos.
Acaricia la sombra,
mitigando los gritos,
mientras cantan los grillos.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.