miércoles, 10 de febrero de 2021

TE INVITO A QUE HAGAMOS UN CANTO A LA NATURALEZA.

Vamos todos a cantarle,

a elogiar a la naturaleza, está sufriendo,

a su manera se queja,

nos envía nevadas fuertes porque está muy descompuesta,

vientos huracanados porque está molesta,

en otros lugares, calores insoportables,

porque está ella también se quema,

que sienta nuestro canto de amor y esperanza,

la NATURALEZA es vida, es un pulmón hermoso verde y florido,

respiremos con ella, cuidemos de su entorno,

cuidado tendremos con los incendios,

cantemos todos a coro, ella lo merece,

es lo más bello de la tierra.

 

Es lo más bello de la Tierra

en toda la compleja Creación,

y debemos hacer la excepción

de los viles actos que aterran,

ejemplo las fratricidas guerras

de un humano muy destructor,

amén de ser cruel depredador

de una muy sabia naturaleza,

ella con bondad y gran majeza

responde con flores, frutos y amor.

 

A mi madre naturaleza.

Querida madre me siento un poco afligido,

porque deliberadamente nunca te he hecho daño,

pero tampoco por ti me he preocupado demasiado,

siempre pensaba que tu podías con todo.

Querida madre procuraré hacerte más caso,

cuidarte y protegerte más con mi ejemplo,

incluso si veo a algún hijo tuyo a ti maltratando,

recriminándole por su egoísmo y continuó hostigamiento.

Querida madre Naturaleza,

sigues siendo la más bella,

con tus bosques, tus lagos, tu.. realeza,

Ojalá te quede aunque estas muy cansada mucha vida.

Querida madre Naturaleza,

eres tremendamente piadosa y generosa,

con tus vástagos, que expulsan continuos residuos,

a tu vientre, a tu piel, a tus mares.

Querida madre, soy consciente,

Que haciendo cuando puedo,

teletrabajo, cuidando humildemente a donde llegó,

por lo menos soy un hijo agradecido y consecuente.

 

LA MADRE NATURALEZA nos lo da todo,

como una madre abnegada es, que amor entrega

a los hijos que ha parido con entereza

y con entrega, la NATURALEZA parió los bosques,

y cuando uno se quema, ella sufre cruel condena

por ser parte de ella, y allí viven seres,

unos por tierra, otros alados que anidan

generosamente en sus árboles.

AMEMOS a la NATURALEZA ella es vida,

es lo mejor que dejaremos a nuestros hijos,

y si la maltratamos ...

¿qué futuro les dejamos?

 

Responde con flores, frutos y amor

en selva, valles ríos y montañas,

no demos trato como cosa extraña

es natura con su esencia y candor,

la herencia y legado del Creador

de todos nuestros hijos y nietos,

nos habla a veces como un reto

cejar en nuestros actos irracionales,

no existen los desastres naturales

de caos en las ciudades muy repleto.

 

La naturaleza canta

con sus coros de pajaritos

con sus colores bonitos

que la tristeza espanta.

Cuando la luna se levanta

el cielo se ve iluminado

con su manto estrellado

y apreciar su luz, me encanta.

En el mar bailan sus olas

cuando sopla el viento

que con su especial sentimiento

baña las caracolas.

 

De caos en las ciudades repleto

que pareciese un cruel anatema,

y para variar y cambiarles el tema

les hablaré sin vicios ni amuletos,

es natura el hogar de un quinteto

de aire, éter, agua, tierra y fuego,

y es Pachamama clamor y ruego

de un trato amoroso sin reservas

que lo sacan de su propia minerva

los aborígenes en sinergia y juego.

 

Los griegos, llamaban Gea a nuestra madre tierra

es la que nos proporciona todo para la vida

Nosotros mismos somos parte de esta santa guerra

para que entendamos nuestra verdadera esencia

sin la tierra no somos nada, no existimos

sin conciencia perdemos el sentido

nuestra responsabilidad no es solo humana

es también con nuestros hermanos menores,

los animales del mundo dependen de nuestra acción,

por eso hermano toma consciencia de tu obligación,

juntos tendremos un mejor mundo nos lo agradecerá

 

Cantemos a la naturaleza nuestra madre leal,

cuidémosla porque en cada respiro nos da vida;

es nuestra protectora y proveedora aunque a veces

se suele enojar, porque no respetamos a nuestros

demás hermanos que habitan con nosotros la tierra;

salvaguardarlos es nuestro deber;

enseñémosle a nuestro hijos a amar la naturaleza,

protegerla para que dure una eternidad

y nos siga regalando de sus deliciosos y aromáticos frutos.

 

Melodía de la naturaleza

en el trinar de las aves

en sueltos pétalos suaves

en los misterios detrás de maleza.

 

Nidos que se acurrucan en corteza,

cascadas con voces graves,

las abejas que abren llaves,

y flores vestidas de realeza.

 

Se escucha el ritmo de la creación

mientras atentos estemos

y sin perder ninguna interacción;

 

Junto con ella cantemos

cantemos nuestra polinización

que se oiga todo o que vemos.

 

A la "Madre Tierra" honor

que nos da belleza y frutos

y nos deja diminutos

al ver todo su esplendor.

 

Nos concede provisiones

para toda nuestra vida,

aunque el hombre causa heridas

por malas resoluciones.

 

Puede a veces atacarnos

con terremotos, ciclones,

pero en el fondo son dones

que no podremos quitarnos.

 

Parte son culpa del hombre

con los daños que le asienta,

y hay que evitar esta afrenta

que en verdad no tiene nombre.

 

A la natura cuidemos

no dañando sus valores,

pues sufriremos horrores

y este planeta hundiremos.

 

Cuidemos nuestra guarida

en cada paso que damos,

y con buen trato ofrezcamos

más para su larga vida.

 

La madre Naturaleza

o la bella Pachamama,

está sufriendo y lo expresa

de manera muy callada…

 

Pero haciéndonos notar

que el mundo se desmorona,

porque el hombre en su pasar

destruye todo y no es broma!

 

Yo creo que el Dios divino

en algo se equivocó,

y no pensó al incluirnos

cuando a nosotros creó!

 

Querida Naturaleza,

desde mí, pido perdón.

Tú nos das tanta riqueza

y no mereciéndolo!

 

Pachamama, tierra hermosa,

tan fértil como no hay dos…

Haces crecer cualquier cosa

mientras recibes dolor!

 

Madre Tierra, sos la vida

que El Señor nos obsequió…

Son pocos los que te cuidan

y comprenden que sin vos…

 

Ningún alma que camine

podría sobrevivir,

pues de echo si te extingues …

Todos vamos a morir!

 

Los aborígenes en sinergia y juego.

nos dan lecciones de consciencia,

salvajes los tildan en su inocencia

y su tierno afecto no es para luego,

no padecen del personalista ego

cuando nos comparten el corazón,

es la amistad una poderosa razón

razones son las lágrimas y el rocío,

el alma que habita en el medio del río

pese a la ecológica lección, salvajes son.

 

Vamos a escribir sobre la naturaleza,

a la cual tenemos tanto que agradecer,

que nuestro planeta se mantenga en pie

y que el cambio climático no afecte tanto

nuestra vida diaria y nuestros días de paz

donde el clima no afecte nuestro amanecer.

Vamos a hacerle unas líneas a la naturaleza,

que tanto ha sufrido la acción del hombre,

al desbastar bosques enteros para convertirlos en ciudades.

Vamos a hablar sobre esa parte de la gente

que todavía se preocupa por proteger los mares,

los bosques, los animales, el amazonas

y el pulmón verde del planeta,

para que así tomemos conciencia de la importancia

de cuidar el medio ambiente

y todos los componentes de la biosfera que la fomentan,

para que un futuro no sea demasiado tarde

y el cambio climático nos tome por sorpresa,

y destruya todo aquello que hoy forma nuestra biosfera,

los bosques, las plantas silvestres , las algas, la marea y la naturaleza toda.

 

Pese a ecológica lección, salvajes son

y hoy nos lo enseña la pandemia,

recuperada sin pereza ni anemia

de tanto ecocidio, tala y quemazón,

volvió a su hábitat natural el visón

muestra de la invasión y la torpeza,

volvió a sus querencias con majeza

la fauna se aventura en las ciudades,

contemplando las mil calamidades

en selva de cemento que dan tristeza.


Antes que el cielo sea teñido de magenta,

el sol por rayaduras en las nubes se filtra

y se impone que la lluvia se escampe,

creando un lienzo para el artista a colocar

sus últimas pinceladas para consagrar

una aparición cual un salto de colores,

la maravilla de un arco iris

 

Gracias a todos los compañeros

que dejan su canto a la Madre Naturaleza,

ella es, como dice David Arthur, un lienzo

donde colocar el hermoso arco iris,

para que el cielo se ilumine, y la tierra vibre.

Preservemos CON AMOR A la NATURALEZA

es vida, es color, es nuestro pulmón verde.

 

Oh Naturaleza,

Necesitamos de tu pureza necesitamos de tu soledad y tu silencio .

En nuestro encuentro unido, belleza , misterio y paz con uno mismo

Eres una realidad emocional

que al estar en contacto contigo me transportas a otros mundos .

Tu aroma me envuelve al escuchar tu sonido inconfundible,

sonido que acompaña el origen de la vida,

lugar perfecto del pensamiento,

donde se dibuja el color del horizonte , que decora nuestra vista.

Miedo le tengo a la ignorancia,

al egoísmo y a la avaricia que te están desgarrando poco a poco,

miedo tengo que en un tiempo ya no haya noches , no haya días .

Oh naturaleza el aroma de tus rocas,

pinos y encinos que emergen al unísono,

van más allá del propio murmullo de los destellos del firmamento.

Pero tengo miedo a la ignorancia,

al egoísmo y a la ambición,

que te está desgarrando poco a poco

Pero tengo miedo que en un tiempo,

ya no haya noches, no haya días

y el sol se pierda entre polvaredas y se confunda con la luna

Pero tengo miedo que nos cobres la osadía

y mueran inocentes por cobardes mentiras.

 

Cantemos juntos, a la luz de la luna a la hermosa Naturaleza,

de fascinantes paisajes, de verdes praderas

que embriagan al alma y nos acercan a Dios.

 

A ti te cantamos

Amada naturaleza

Que nos contienes

Y nos abrazas cada

Día con el trinar

De los pájaros, en

El verde del bosque

O a la brisa del mar

A ti te cantamos

Pedimos disculpas por

Los que aún no te respetan

Como tú te mereces

Sin ti no somos nada...

 

Amo lo basto que es el mundo en el que vivimos

porque en el aprendimos a caminar a caer y a levantarnos,

nos aventuramos a conocer el mundo porque nada es más hermoso

que conocer nuevos lugares que nuestros ojos todavía no han visto

ni nuestras manos han tocado ni nuestra piel se ha erizado

con la fresca brisa de la naturaleza hay que cuidar mas del mundo

porque nos da el aire que nos mantiene vivos

 

 

Las culturas milenarias

le rinden culto a natura,

es santuario espiritual

donde dioses deambulan,

saben que la Pachamama

es una madre fecunda,

una sublime dadora

de flora y fauna profusa,

para bienestar del hombre

que les provoca ventura.

 

Desde sus entrañas deja

que toda energía fluya,

hacia el misterioso cosmos

como un nexo de absoluta

y perfecta sincronía.

Siempre preguntas abundan

sobre insondables misterios

que a la mente la deslumbran.

 

Absortos con su grandeza

en nuestros pechos se acunan

muy sensibles sentimientos

que con pasión se apretujan

y expresan maravillados

por Natura un … ¡Aleluya!

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri 

martes, 9 de febrero de 2021

QUE NO SE RINDA EL HUMANO.

La borrasca se aproxima,

de lágrimas bien cargada,

dentro de sí la violencia,

de notas desafinadas.

Ruge como la tormenta,

eléctricamente airada,

y va descargando piedras,

de proporciones inmensas.

 

La borrasca se aproxima,

lleva en su voz agrietada,

de su gritar la amenaza,

y va desgranando furias,

manotazos que desguazan,

ecos de las felonías,

de la agresión que la enturbia,

de la consciente ignorancia.

 

Sé que los tonos son tristes,

que ni alivian ni consuelan,

que no sofocan ni animan,

que no aplauden ni dan pausa,

más de nosotros depende,

que sea menor la condena,

que se despejen las mentes,

y que tomemos conciencia.

 

La borrasca se aproxima,

pero podemos vencerla,

con el respeto a la Tierra,

que nuestra vida sustenta.

De nada sirve la inquina,

la rabia nada solventa,

más que salvar aniquila,

no frena la ira la afrenta.

 

Amor las entrañas gritan,

verdad chillan las cabezas,

las razones se despiertan,

de pieles falsas cubiertas.

Las voces claman justicia,

las voces que aman y piensan,

y ya se ensanchan los pechos,

contraídos en las gargantas.

 

La borrasca se aproxima,

de inusitada violencia,

y no frenan los acosos,

a la verdadera ciencia.

Circula airada la sangre,

mientras el amor se entrega,

la hambruna sin pausa sigue,

eternamente desierta.

 

Que no se rinda el humano,

que no destroce la Tierra,

que no se convierta en barro,

de la carne sus esencias.

Que el amor sea el escenario,

la verdad quien interpreta,

y en el tiempo y en los años,

quede la razón impresa.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri 

AMORES EN EL BAÚL.

Con la vida en la mochila,

plena de errores y aciertos,

va camino del destierro,

los pasos se difuminan,

y en un alarde de ensueño,

camina, siempre camina,

creyendo su andar eterno,

un final como en un sueño.

 

Lejos se vislumbra el día,

que son los grises los dueños,

transitando entre la umbría,

de los oscuros recuerdos,

repletos van los caminos,

de atajos y vericuetos,

y la sombra se desliza,

buscando el día con denuedo.

 

Niñez de juegos y risas,

de aprendizajes creciendo,

vienen y van los sollozos,

caprichos y algarabías,

brilla en los ojos la vida,

mientras se estiran los huesos,

y entre mocos y alborozos,

no es la ternura un antojo.

 

Lleno el baúl de reliquias,

objetos que evocan sueños,

realidades que palpitan,

en los tapices del polvo,

juegos de infancia queridos,

restos pintados de moho,

ropajes de carnaval,

disfraces de héroes y osos.

 

Viva, la nostalgia anida,

que sin permiso renace,

como un rescoldo que yace,

y en un soplo se reaviva.

Recuerdos en el zurrón,

ahíto de viejas cuitas,

que acompañan en el viaje,

pesadamente gravitan.

                                       

Recuerdos del temporal,

de exaltación y diatribas,

de gozos en el morral,

que perduran de por vida,

siempre ágiles al caminar,

de vitalidad y prisas.

Amor que llega y se va,

carcajadas que cautivan.

 

La vida sobre los hombros,

que pesa más cada día,

e ilusiones que en el viento,

viajan buscando la cita,

volviendo a la realidad,

cuando el calor torna en hielo,

el sueño aplaca y suaviza,

sino torna en pesadilla.

 

Amores en el desván,

imágenes siempre vivas,

que entre las sombras discuten,

que en el polvo se maquillan.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri 

EL AMOR COMO ARGUMENTO.

Voló la canción sin rumbo,

en busca de un libre espíritu,

desgranando notas mágicas,

flotando en el infinito.

De emoción impregnó el mundo,

con la numen de su ritmo,

y su clamoroso ímpetu,

ahuyentó lo más insípido.

 

Sintió el poeta en su alma,

el dolor que se derrama,

se desborda el corazón,

se rinde el ego al espíritu,

y se deshojan los versos,

como de auroras racimos,

la garganta se reseca,

de la profunda emoción.

 

Traspasó el umbral el miedo,

preso en un lugar secreto,

y muescas profundas deja,

en la carne y en los huesos,

mientras bebe la armonía,

de las melodías que brotan.

El huracanado amor,

borró el temor sin saberlo.

 

Poeta que al viento acude,

para libar de su aliento,

su empuje aspirando a ciegas,

para bordar sus secretos,

y el aroma que transporta,

a los sentido seduce.

Poeta que al ritmo vive,

de la verdad y el misterio.

 

Livianas hojas que bailan,

aterciopeladas brisas,

miradas enamoradas,

de las rosas y las vidas,

tonadas de los jilgueros,

que con la belleza riman,

y majestuosas águilas,

que van retando a los cielos.

 

Caminos por construir,

magos que plasman bosquejos,

en los desvaídos lienzos,

en las vidas por vivir,

al final de sus comienzos,

amores que precipitan,

de puro prístinos locos,

de puros mágicos versos.

                   

La canción volcó sus notas,

sobre enquistados cerebros,

y alimentó las neuronas,

de bellos y sabios versos,

dio sintonía al corazón,

a la razón y al respeto,

y el amor como argumento.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri 

lunes, 8 de febrero de 2021

SOÑANDO VIDAS.

Duerme tranquilo el cachorro,

ajeno a las desventuras,

y en sus sueños se desnudan,

las innumerables vidas.

La paz serena se olvida,

cuando la sangre se agita,

presa de la calentura,

cuando es audacia la prisa.

                        

El corazón se desboca,

huye el verbo en estampida,

la voz se agrieta perdida,

entre los labios que vibran.

Sosiega el tiempo la herida,

y el amor en su vaivén,

altera, muerde, apacigua.

 

El cuerpo cruzó la puerta,

leve sudor que le perla,

en los ojos siempre brilla,

el sentimiento que habita,

en la mansión clandestina,

del efervescente gozo.

La pausa así tranquiliza,

cuando es caricia y no ira.

 

Temores que se concitan,

en la garganta y las tripas,

fajando el nervio se reta,

la avalancha que gravita,

y entre las sutiles tretas,

vence el amor, no el terror,

aunque de la mano vivan,

aunque juntos sobrevivan.

 

Vive agitado quien nace,

vive el soñador sin prisa,

y entre los dos se hace vida,

se resuelve la ecuación.

El verso trepa a la cima,

donde la vida subyace,

no hay nada en el corazón,

que su locura no alcance.

 

Temeroso vive el ser,

en su deambular constante,

pendiente de los quehaceres,

inmerso en la pesadilla,

lleva repleto el zurrón,

de recuerdos de otras vidas,

y no renuncia en su entrega,

de dar cuerda al corazón.

 

Vive tranquila la vida,

si no es voraz la ambición,

que marca su día a día.

El auténtico valor.

Vive en las cosas sencillas,

en el noble corazón.

Una voz, una caricia,

un amor que dulcifica.

 

La vida es un diapasón,

que al ritmo que vive, vibra.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri

CORAZÓN QUE SE DESHIELA.

Inconsciente en la modorra,

la conciencia se rebela,

desvelando los secretos,

que en el subconsciente velan,

testigos irremplazables,

de la historia verdadera.

Entre nebulosas sueña,

y el sopor la huella deja.

 

Sí, es consciente el corazón,

cuando altera sus latidos,

cuando llega la emoción,

vive en alerta el instinto,

que en el animal aumenta,

pues su instinto no se altera,

con mentiras y demencias,

su instinto intacto se queda.

 

Amor que sigue su curso,

pasa de largo o se queda,

alumbra o solo da sombra,

se refleja o pasa cerca.

El amor solo hace nido,

en corazones que tiemblan,

si es sabia la libertad,

ante el miedo no se arredra.

 

Busca quien ama la vida,

una senda más auténtica,

no teme a la oscuridad,

entre dudas se despeja,

reflexionando camina,

meditando se concentra,

y no desprecia el color,

de la piel y las ideas.

 

Estrambóticos los sueños,

como sainetes o dramas,

deseos que se entrelazan,

de jugosos pensamientos,

atrevidos o apocados,

sinceros o ahítos de trampas,

de voces quedas o airadas,

que acarician o flagelan.

 

El tiempo cubrió de nieve,

calles, montañas, veredas,

y fue dejando sus lágrimas,

de puro blancas, de nácar,

posó sus pétalos níveos,

sobre inquietudes e ideas,

y con su blanco pincel,

barnizó serias cabezas.

 

No rinde la flor de plata,

se funde con las palabras,

y en su blancura plateada,

piensa el grande que es pequeño,

Y el más pequeño se agranda.

Así, entre níveas montañas,

el espíritu se escapa.

Corazón que se deshiela,

cuando hierven sus entrañas.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri

SOMOA DE SU FUERZA ESCLAVOS.

Nobleza en el corazón,

en la mirada ternura,

sabiduría en la cabeza,

en la sangre la pasión,

en las manos la destreza,

y en los labios la emoción,

si es de verdad su pureza,

si su entrega es verdadera.

 

No somos dueños del Sol,

ni amos somos de la Luna,

ni de la diosa fortuna,

somos señores, si esclavos,

somos del viento lacayos,

y del tiempo marionetas.

La Tierra nos posee a todos,

hijos somos de su vientre,

ella te impone sus reglas.

 

Hoja al viento que se agita,

frágil libélula vuela,

sobre la lámina de agua,

que en sus ondas se refleja.

Lengua de fuego que abrasa,

hija de sinuosas simas,

restañando las heridas,

que sangran como chorreras.

 

No somos dueños del tiempo,

ni amos somos del amor,

ni dueños de la pasión,

que al sentimiento arrebata,

ni propietarios del verso,

que nace, crece y se exalta.

No somos dueños de nada,

ni de la sangre que fluye,

ni del latido que ama.

 

Amor que temblando anida,

que como tormenta arrecia,

cuando el corazón le llama.

De multicolores alas,

de mariposas que bailan,

en las tripas y en los ojos,

en las venas y en el alma.

Temblores que rompen mitos,

mentiras, odios y trampas.

 

No somos dueños del mundo,

del amor hacemos magia,

no somos dueños del ánimo,

pero si le desnudamos,

para vestirle de audacia,

y de valores humanos.

Del amor no somos dueños,

somos de su fuerza esclavos.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri

QUE NO SÓLO SEA EL RELOJ.

Mientras unos se revuelcan,

entre fortunas y dádivas,

otros viven en la hambruna,

donde ni la luz se acerca.

No cree el poderoso en nada,

que no sean sus riquezas,

ni en el hambre, ni en el frío,

ni en quienes ni techo tengan.

 

Cuando el corazón se cierra,

se va pudriendo su esencia,

se endurecen sus latidos,

su materia torna a pétrea,

y va poniendo cerrojos,

en el sentir que se gesta.

Los sentimientos se enquistan,

y el rencor, habita y medra.

 

Abrid ventanas y cercas,

que se aireen las cabezas,

que se hinchen los corazones,

de valores sin reservas,

las voces salgan al aire,

rompiendo muros y rejas,

y la verdad no se agriete,

pudriéndose bajo tierra.

 

Que el corazón lata firme,

que no sea como veleta,

que al aliento de los aires,

cambie el rumbo cuando quiera,

que marque el ritmo preciso,

para que el amor se crezca,

y no se apaguen los pálpitos,

que dan a lo feo belleza.

 

Que no se rindan los buenos,

que los necios no florezcan,

que no nazcan más mentiras,

vestidas de verdad íntegra,

que el corazón sea el aceite

y el motor sea la cabeza,

la mirada sea la fuente,

donde el amor se alimenta.

 

Que no se calle el cantor,

ni enmudezcan los poetas,

no se doblegue el amor,

ni sea la pasión de cera.

Que el respeto sea el perfume,

que impregne la vil materia,

aromas de libertades,

olores de buenas nuevas.

 

Que no sea solo el reloj,

quien dicte la vida entera,

y sea dueño el sentimiento,

del caminar en la tierra.

Que el amor sea la bandera,

y no un pedazo de tela.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri

SOÑANDO EL SUEÑO.

El sueño dentro del sueño,

el poder de ver sin ver,

sentir sin tocar ni oír,

y sin pensarlo gozar,

por el hecho de existir.

 

La flor sin sentir inspira

sentimiento a quien la mira,

y va emanando su olor,

bello aroma que transpira,

seduciendo a quien respira.

El mar sin saberlo mata,

y sin saberlo desata,

arriesgadas travesías.

 

Soñando quedó el poeta,

inmerso en su calentura,

vagó entre los sentimientos,

entre las dudas se inspira,

y soñando que soñaba,

dejó en sus trazos la vida,

senderos que transitar,

a quienes sin verlo, miran.

 

Así, destapando velos,

el sabio en su soledad,

bucea en los entresuelos,

en las simas del dudar,

y soñando sin soñar,

va desvelando señuelos,

desentrañando secretos,

dando sentido al pensar.

 

Voces quedas como gritos,

miradas como puñales,

y sueños que son reales,

versos que derrumban mitos.

La vida a bandazos sueña,

despierta soñando sigue,

siendo rica su existencia,

no goza con lo que vive.

 

Amor desea quien camina,

dejando huella tras huella,

y en su soledad anhela,

una sonrisa sincera.

Sueña quien quiere aprender,

que es sabio entre pesadillas,

y piensa quien amar quiere,

que es la vida una vigilia.

 

Amores en el desván,

donde existen las reliquias,

donde quedaron los sueños,

las nefastas pesadillas.

Amores en el salón,

humanizando las prisas,

y una mirada que brilla,

una palabra sin voz.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri

TIEMPO QUE MARCA Y SEÑALA.

El tiempo va jalonando,

los pasos que da la vida,

marca el paso cual soldado,

secretos va desvelando,

así, descubre el carácter,

da calentura a la sangre,

y en su sentencia constante,

marca el destino sin prisa,

                        

Sendas que nunca se hollaron,

simas negras insondables,

cerebros inescrutables,

caminos que se borraron,

y metas que se alejaron,

mientras se acerca el destino.

Se diluye la memoria,

entre recuerdos desvaídos.

 

La faz de la Tierra cambia,

como la piel se avejenta,

que el fiel tiempo desentraña,

va mutando pelo y cara,

plata, transparente y nácar.

Surcos de hollar sin descanso,

buscando una nueva estampa,

e invisibles cicatrices,

que surcan sin ver el alma.

 

Un nuevo mapa se extiende,

sobre el rostro que se escapa,

señalando cada ciclo,

cada pasión alcanzada.

La voz se torna aceitosa,

más grave, más matizada,

y el cabello se desprende,

como una lluvia de plata.

 

El tiempo altera y confunde,

clarifica y adelanta,

va avanzando o se retrasa,

según la fuerza que emana,

y va dejando regueros,

por el sendero que marca,

con los ojos entreabiertos,

concentrando la mirada.

 

Canción que señala el tiempo,

con cada nota que aguarda,

a la audaz nota siguiente,

que reemplace su tonada.

Así, viran como el viento,

los signos del pentagrama,

dando armonía a los acentos,

y sentido a quien lo canta.

 

La voz va quedando huera,

de tanto empeño en usarla,

y va derramando arpegios,

matices en sus palabras,

el tiempo templa la nota,

de la curtida garganta,

y tensos lo labios vibran,

como cuerdas de guitarra.

 

Amor de exquisitos gestos,

de vivas muecas que hablan,

que el tiempo marca y sentencia,

inapelable su marcha.

Un juez sin jurisprudencia,

que a su albedrío dicta y plasma.

Amor que unido a la senda,

entre atajos vive y anda.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri