Cierro los ojos y te pienso, y esa bella sonrisa de siempre
se dibujaba en mi mente, volviendo a tratarme, y a enamorar mi corazón.
Miro a todos lados buscando encontrarte, pero estás ahí en
tu lugar y yo aquí en el mío, alejados.
Me siento y escribo imaginándote a mi lado, diciéndome: no
esperaba sentir lo que siento, pero hoy lo siento y no puedo negártelo.
Cuando dijiste lo que sentías por mí no supe qué decir,
quise decir tanto en realidad pero no había orden de palabras dentro de mí y
por eso estoy aquí...
Aunque el tiempo dirá qué seremos mañana, hoy quisiera
estar para conocer de ti; tus sueños, tus temores, las metas que piensas
inalcanzables, tus cualidades y defectos, pero también aquello que quizás
parezca sin importancia.
Porque cierro los ojos y sé que con mis mil defectos y
errores puedo perder y te podrías alejar de mí, pero aún así me arriesgo
sabiendo que podré darte lo mejor y luchar cada día por tu amor.
Por eso no pediría nada, más que te arriesgues conmigo, y
nos olvidemos del resto, siéndonos sinceros, sin mentiras ni secretos, por algo
serio...
Mientras me pregunto qué estarás pensando, y qué tendré que
hacer, pues no quiero ilusionarme como un tonto y tener que despertar si te
vas.
Por eso escribo al pensarte, porque no puedo dejarte, ya
que en realidad tú fuiste quién atrapó a este loco, y te culpo, por ser tú y
enamorarme... Y a mí también porque te quiero y quiero a tu lado quedarme...
En la soledad de mi existencia, en el beber sorbo a sorbo
mi nostalgia, envuelto entre pensamientos abstractos, cierro mis ojos y ahí
estás. En el silencio de mi ausencia, sentada en el taburete de mis ansias y
anhelos. Te contemplo y acaricio con mi mirada ardiente. Puedo sentir tu
aliento, puedo abrazar el calor que emana tu cuerpo enamorado, logro respirar
el aroma de tu piel canela.
Quisiera borrarte de mi memoria, mas imposible es ya que
formas parte de mí, de mi ser, de mi universo. Además no quiero (lo confieso)
no quiero olvidarte, aunque me desgarre tu ausencia, aunque me duela la
distancia, aunque vague como un condenado eterno.
Recordarte es vivir, recordarte es amar, recordarte al
cerrar mis ojos es no estar solo porque vives, estás en mí.
Te culpo por ser tú y enamorarme,
Cierro mis ojos y te pienso:
Mucho duele, cuánto duele, el no poder olvidarme de ti;
El vivir en soledad, cerrar mis ojos, volverte a pensar;
Solitario continuar, preguntándome por qué yo jugué,
Por qué, si nada tenía, el mundo y la vida yo quise
apostar;
Observar que nadie quiere entregarse a tu tan fugaz amor;
El saber que nada das y pretender a todos engañar
Y llenar mi faz con sal por tantas lágrimas que derramé;
Sentir que el pecho se muere, verte a lo lejos de todo
gozar;
Ser tu tonto prisionero, llevar una cruz que pesa y
lastima;
Sentir mi alma cual suspiro pues soy hombre que no sabe
luchar,
Me enclaustraste en este anhelo, en el gran abismo del
desvarío
Donde me siento perdido por una absurda locura intentar;
Calentar el frío infierno con una loca aventura de amor
De agonía y de vacío, de alguien que tuve y no puedo
olvidar…
Cierro los ojos y te pienso, como a una revelación, este
sentimiento implícito sobrepasa la humana razón, desanda el camino de los
dioses. Mi cuerpo multiplica sensores que te advierten, en el aire, en el agua,
en el fuego, en la tierra, tu presencia incansable todo lo llena y me desborda;
amarte más seria trasponer la frontera de la coherencia. Cierro los ojos y te
pienso, en ese pensamiento transcurre mi vida, aferrado a este amor total.
si supieras la falta que me haces
que en todo lo que miro estas ahí
me parece que estas siempre presente
como luz iluminando mi existir.
me atormentan los recuerdos del pasado
y quisiera que estuvieras hoy aquí
perderme en la belleza de tus ojos
y en tu boca saciar mi frenesí,
recorrer de tu cuerpo la armonía
y jamás separarme de ti.
me extasiaba contemplando tu belleza
Cierro los ojos y te pienso,
es el calor lo que más siento,
no quiero olvidar que fuiste y serás de mí,
un amor total,
como lo real de un todo,
como la rosa huele a tanto,
cuando eres el sol, el cielo y el mar,
de todo el universo,
y que te quiero más...
Te pienso y mis ojos cierro
para que mi cuerpo no abandones,
mientras mi nostalgia encierro
entre soledad y ensoñaciones,
buscando calmar esas pasiones
que dentro del corazón encierro.
¡Cuando a la luna yo miro
con profunda ensoñación
todo en mi es revolución
por lo que tanto te admiro
y sin ti yo ya no respiro
me estremece el corazón
solo tú... mi diapasón
el que con amor lo guía
eres dulce fantasía
y mi gran inspiración...!
Cierro los ojos y te pienso, en ese mágico momento estas
allí presente y es esa tu presencia la que impide abrir mis ojos. eres tan real
cuando te pienso que siento el calor de tu cuerpo, se desvanece el invierno de
mi soledad. Sí, cuando cierro los ojos y te pienso, ese es mi mejor momento.
Sí, es verdad, cierro los ojos y te pienso,
te pienso los ojos cerrados, es una manía que no puedo
controlar y quisiera...
quisiera poder extirparte de mi alma, hacer como tú, mas
sigues estando ahí y yo aquí
y me conformé con amarte a lo lejos, en la sombra, en
silencio, recordarte bajo la luz de la luna, ¡duele! Por allí dicen que
recordar es vivir, recordar es amar, mas ¿Qué sentido tiene recordar tu
ausencia? Acaso debo vivir Cien años de soledad para que regreses a mí?
Sí, es verdad, cierro los ojos y te pienso, vivo delirando,
anhelando un amor que jamás fue totalmente mío ¡ya ves! no estás aquí, te
fuiste dejando tus huellas en mi piel, se acostumbrará a tu abandono... ¡Joder!
me duele, ¿no ves que me estoy quemando por dentro? ¿no ves que te necesito
cerca para vivir? ¿no ves que no sé vivir lejos de ti? lentamente, voy cerrando
los ojos y te veo, te pienso, te amo.
Te extraño, te pienso, cierro los ojos y te veo.
Te espero, como un loco necesitando de ti.
Las horas se me pasan y llora mi corazón,
Con miles de versos, que dicen: te quiero junto a mí.
Te busco, desesperado, en cada sueño,
Queriendo que sea real cada uno pa' darte un beso,
Decirte lo que siento al estar cerca y al estar lejos.
Que eres mi antídoto y sin ti siento que muero.
Siento que pierdo, que me alejo cada vez más.
Siento que al abrir los ojos no te volveré a encontrar.
Quisiera poder vivir libre y fuera de ti.
Pero me atrapaste tanto que no te puedo olvidar,
Aunque sea un momento, aunque sea, al abrir mis ojos.
Y todo es tu culpa, por ser tú, por enamorarme...
Con una mirada que no iba a ninguna parte, con ese destello
que no puede negarse, ¿Quién es el amor que flechó nuestros corazones, los une
y los devuelve rotos sin razones? ¿Quién tiene la culpa de este amor tan
descabellado?
Al huir de él me habla y al irme me deja de lado… No tiene
final este cuento de enamorados, nuestro destino nos separa, pero sé que
volverá a juntarnos en cualquier lado.
Te culpo, por ser tú,
cuando podrías fingir amarme;
a tu amor falso, podría acostumbrarme,
pero no fingiste y fuiste tú.
¿Que te costaba amarme solo un instante?,
para mÍ, serían decenios,
en aquel entonces pudiste ser mi amante,
aunque solamente, fuera en mis sueños.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri