Tomo el tiempo entre mis manos,
Y curioso miro los hilos de que está formado
Con mucho cuidado deshago un poco la trenza
-No vaya a ser que me devuelva al pasado-.
Y veo que de una misma materia y color
Están formados los hilos entrelazados del tiempo,
Pues aunque me devuelva una hora o un año,
El tiempo solamente está hecho de presente.
Coloreado con la vegetación de donde estoy o paso
Bronceado de sol o alumbrado de luna o sombra,
Se teje el tiempo de presentes vivos y continuos
No hay pasado ni futuro en los talleres del tiempo.
Voy siguiendo los colores de este hilo entre mis manos,
Y me doy cuenta que todo ocurrió exactamente en un ahora
En movimiento, viajando conmigo y mis edades,
Y que no hay pasados puros, sólo presentes pasados.
Miro los hilos que tiene este instante en la punta
Activos y viajeros, palpitando para seguir adelante,
Y observo que el futuro no viene de ninguna parte,
Y por eso no vale quedarse sentado a esperarlo.
Que el futuro es el presente que aún no está terminado
Gestándose en el esfuerzo de este preciso momento,
En el taller del ahora donde nacen todos los tiempos,
Donde ocurren la vida y la muerte que se acerca.
Sea que ocurra veloz o lento, todo vendrá tarde o temprano.
Si es una flor o un beso bendito, sea el nuevo momento.
Si es una herida o muerta, igual que se vino gestando.
Aguja en mano y materia prima se va tejiendo el resultado.
Inquilinos eso sí de un presente que no es nuestro
Como nuestro no es nada de lo que vamos tomando
En nuestro viaje de presentes que no acaban
Hasta el día en que serán uno todos los tiempos.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri