Mi barca y mis flores,
Mi caballo y mi gitana, 
Cubiertos de azahares 
De la noche a la mañana 
Del aroma de las flores. 
Para lo qué lo voy a negar 
Si bien sabes que te quiero 
Y no puedo un solo día aguantar 
Sin verte para qué lo voy a negar, 
Si es la verdad y la tengo que aceptar. 
Me contaron que estabas enferma, 
Que tu salud te abandonó. 
He venido hasta tu presencia 
Para darte mi apoyo y calor, 
Lo tienes que tener en cuentas 
Para cuando yo me muera, 
No quiero ser un muerto sin velar 
Ni la vela que se apaga sola. 
Tú eres el final de la campana, 
Por eso tiene tan buen sonido, 
Todas tus buenas palabras. 
Un día más que se acaba 
Y ya hace más de una semana 
Que tú no vienes a mi cama 
Y am i me sangran 
Las palabras de mi boca 
Dedicadas a tu persona. 
Noche de dolor 
Como lloraban 
Mis ojos cuando vi cómo te enterraban. 
A mirarte me voy 
Mi virgen madre de Dios, 
Tu mirada limpia 
Me trae el consuelo 
Que necesitan estas horas. 
Ahora reniegas 
De toda mi persona 
Y no te acuerdas de aquellas 
Que tú por mí esperabas. 
En tu puerta 
Como llamaba 
Si no a una u otra hora, 
Siempre era por tu persona. 
Vaya horas negras 
De madrugada 
Son más lentas y se vuelven puñales 
Si son desiertas. 
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
Antonio Carlos Izaguerri.
