martes, 7 de julio de 2020

COMO TE MIRA LA VIDA.


Mientras la tormenta amaina,
se acentúan los sonidos,
camuflados cuando brama,
así, en la apacible calma,
se oye el grito del vencejo,
surcando veloz la nada.
El nervio tenso se afloja
y es más clara la mañana.

Ideas que descubrir,
nadando en aguas tempranas,
con la pasión en la sangre
y la ilusión de encontrarlas.
En la vorágine el núcleo,
el origen de la savia,
debatiéndose entre golpes,
para conseguir la calma.

La voz que se va pautando,
como las notas de un arpa
y el tono sigue escalando,
para alcanzar el mañana,
sabe que el tiempo es efímero
y que son muchas las ganas.
La voz alcanza su cenit,
para salvar la palabra.

Sombras que vienen y van,
átonas de negras trazas,
sombrías como las simas,
de las más oscuras grietas.
Oscuridad que te abraza,
como un grillete que aprieta,
Grises como las palabras,
que ladinamente suenan.

Amar sin pedir a cambio,
sin promesas ni premisas,
el tono pausado y noble,
como una voz que acaricia,
templanzas en la intención
y sinceridad sin prisas,
como dádivas anónimas,
sin remitente ni firma.

Secretos que descubrir,
camuflados entre risas,
en las aviesas sonrisas,
en las miradas ladinas.
La vista directa y sólida,
como te mira la vida.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

EL REFLEJO SOBRE EL RÍO.


Caminando por las aceras de una ciudad falsamente perfecta, me topé con un sujeto demasiado raro.
Tuve una breve pero profunda plática con ella, sin decir palabra alguna.
Seguí mi camino, pero a cada paso que daba se me olvidaba el rostro de esa sujeto.
Segundos después pude notar que me estaba siguiendo.
¿O quizá eran mis delirios que se materializaban a través de esa forma?
No lo sé, simplemente aceleré el paso, encendí un cigarrillo y miré cada tres segundos hacia atrás.
Eran altas horas de la madrugada, el cielo nublado
Y el crujir de las hojas al ser golpeadas por el viento hacían ese momento una mezcla de sensaciones , como si mi estómago ardiera.
De pronto pude ver a lo lejos un misterioso río que tenía justo enfrente una banca desgastada por el paso de los años, pero que se veía muy cómoda, mucho más después de haber caminado desesperado para que no me siguiera esa sujeto.
Caminé hasta sentarme en esa banca. Era el lugar perfecto para pasar el resto de la madrugada.
Me senté de lado izquierdo, dejando un espacio para el vacío.
Apenas me acomodaba cuando pude escuchar una voz aguda, ya cansada, como si le doliera hablar.
Dijo: Qué bello es el reflejo de la luna sobre el río, aunque es más el resplandor de la luna sobre el cielo.
Me quedé perplejo, porque tenía la certeza de que era esa sujeto, pero, ¿Cómo si estaba completamente sólo en esa banca?
Mi única compañía eran las arañas, los grillos y las luciérnagas.
Miré hacia el río y ahí se reflejaba una gran luna llena que se cubría de unas nubes cargadas de lluvia.
Di un suspiro, me froté los ojos, para después cuestionarle al silencio.
¿Por qué no he podido ver la luna en el cielo?
Hasta que la voz de ese sujeto se hizo escuchar diciendo lo siguiente: " la luna siempre está visible en el cielo, solo que no has querido verla. Te has quedado mucho tiempo viendo el reflejo del río, sin mirar al cielo y contemplar su verdadera belleza."
Miré a mi alrededor desesperado, tratando de encontrar a aquella sujeto, pero sólo escuchaba un sonido que poco a poco aumentaba, tanto hasta despertarme, era mi alarma, ya era la hora de ir a trabajar.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri

COMO JUEGO DE AZAR.


Fue como juego de azar encontrarla,
y como azar también que ella viniera,
más no me fue casualidad amarla,
porque la amé antes que la conociera.

No fue por azar este amor nacido,
que mi corazón y alma  presentía,
ilusión y anhelo por lo no conocido
y sin tenerla aun. Su ansiedad tenía.

Y no sé si el amor nace de un azar,
pienso que el alma es su nacencia,
porque una vez entrañado suele quedar,
aun si la amada se extravía en ausencia.

Mas no importa de dónde  el amor llega,
si al igual que al viento no lo sabemos,
ni tampoco sabemos a dónde el mar brega,
a donde va ni de dónde viene si lo vemos.

Y no fue un juego de azar encontrarla,
ni haber estar con ella en el mismo lugar,
como no es hado sin antes saberla amarla,
porque albur no es al corazón su palpitar.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri

LA OSCURIDAD DEL MUNDO.


Una espesa nube negra
al mundo lo ha oscurecido
ha llegado como fiera
cual monstruo desconocido.

Estamos muy asustados
porque el saber de la ciencia
todavía no ha podido
controlar con eficiencia.

Andamos todos de prisa
y también llenos de miedo
porque fácil nos contagia
detenerlo no han podido.

Enemigo poderoso
porque llegó de repente
es semejante a un tornado
que deja estela de muerte.

Nos ha impuesto no salir
y dejarnos confinados
lo hacemos por prevenir
y estamos horrorizados.

Todos los hombres de ciencia
han quedado sorprendidos
les agarró de sorpresa
lo que no habían vivido.

Solo han podido saber
que es un virus peligroso
que es muy letal su poder
demasiado contagioso.

Existe una pesadumbre
entre los seres humanos
esta es una incertidumbre
que nos mantiene aterrados

Es esta una lucha a ciegas
contra algo que no vemos
de una arrolladora fuerza
destructora y no podemos.

El hombre estaba creído
invencible en su poder
Ya se habían olvidado
de alguien que no pueden ver

Por eso se habían creído
poderosos en la tierra
pero han sido derrotados
en esta colosal guerra.

Dios nos sigue demostrando
que no somos invencibles
y también nos ha probado
¡Que nada le es imposible!



Autor
Antonio Carlos Izaguerri

lunes, 6 de julio de 2020

NO TE ESCRIBIRÉ MÁS.


No te escribiré más poemas. No, ya no, porque un día dije que sólo serían de amor. Y hoy mi espíritu está impaciente, desesperado por saber de ti. Hoy mis manos quisieran mutilar a mis pensamientos, tiemblan por hacerlo.

¿Que si he llorado? Siempre he sido sincera y debo decir que no he llorado mucho, no como yo quisiera, no como lo necesito. He reprimido mis lágrimas ante la multitud. Seamos realistas, a nadie le importa el sentimiento que llevo dentro, o si alguno se ha interesado, no puede comprender el dolor porque simplemente no lo está sintiendo como yo.
Entre las sombras pienso en la muerte, no somos nada, somos un grano de arena y nos sentimos una montaña.

Los amigos son importantes ahora. Tratan de sacarme una sonrisa, ¡Y vaya que lo han logrado! Pero son sonrisas momentáneas, son muy distintas a las que tú me provocas.
Espero el momento de recibir esa llamada...
Espero escuchar tu voz...
Espero que estés bien...

Te extraño, te pienso, te amo.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri

MIRADAS.


Con cariño a mi amiga Thania. 


Vi una mirada de decepción, vi otra triste
una mirada de indiferencia y otra de dolor
vi una mirada de desolación
otra de amor perdido, y una,
solo una con un brillo especial
en la que se notaba la tristeza aguda
reflejada en la inmensa sonrisa
que acarreaba la incertidumbre
de no saber
qué pasaba ni qué sentía.
Vi tu ojos, esos ojos negros que tanto amé
esos ojos, que antes me miraban con tanto amor
esos en los que, hoy, solo se refleja dolor
esos que me lastiman el alma
y me confunden la razón.

Sé que ya no te quiero, te lo he dicho
sin titubear, sin rodeos,
lo sabes mejor que nadie
lo identificaste, aquel día, en que
me miraste, fijamente, y,
el brillo de tus ojos desapareció.
Aquel brillo que asomaba,
cada que me decías "mi amor". 



Autor
Antonio Carlos Izaguerri

PALABRAS, SÓLO PALABRAS.


Palabras, solo palabras,
palabras vacías y huecas,
de tonos grises y negros,
palabras que sin matices,
se diluyen en el viento.
Frágiles palabras huyen,
como el ave ante el estruendo,
palabras que por ser hueras,
son como un suspiro ajeno.
                                       
Voces que gritan o callan,
como calla y grita el trueno,
voces sonando estridentes
o apagadas como el eco.
Voces quedas, cual susurro,
o silentes como el miedo,
gritos de terror que emergen,
de lo profundo y siniestro,
un temblor que fluye dentro.

Palabras que sintonizan,
con otros tonos ajenos,
que sonando mimetizan,
el amor y el sentimiento.
Palabras de doble cara,
secas y húmedas, sin cuerpo.
Palabras que se deslizan,
entre los labios inquietos,
como áspid entre los helechos.
Palabras de barro y cieno.

Sonidos que entre los gestos,
a fuerza de ser sinceros,
van calando como el agua,
convertida en aguacero.
Sonidos entre los labios,
como suspiros auténticos,
que hacia otros labios llegando,
su aroma impregna el aliento,
sabor cálido y espeso.

Voz que atrevida se oye,
como un mágico destello,
iluminando lo ojos,
de sabiduría y talento.
Voz que abraza y acaricia,
como el roce de la brisa.
Hay voces que van sumando
otras solo dejan restos,
desechables cual basura,
directas al vertedero.

Palabras, solo palabras,
pero que matan por dentro.
Palabras, solo palabras,
que rompen vidas y anhelos.
Palabras, solo palabras,
ahítas de sentimiento.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri

PISTAS (CITA A CIEGAS).


Estaba por irme
Puntual y organizadamente,
Hasta que me amuermó
La planificación de un encuentro
Del tipo cita.
Es tan contraria a toda
Ciencia exacta
Esta exaltación
Pasional del azar.
Como fiel amante
Del in promptu
Y opositora
De las estratagemas que soy,
Voy a dejarme sorprender
Mas sin anular mi contingencia.
Divertirme y retozar
En la rotación de no saber
Con exactitud quien llegará
Pero teniendo la certeza
De que no acontecerá
Ningún desagradable
Infortunio a mi encuentro.
La Spinetteana proposición
De mi compañero de pasión
De conferirle un mapa
Para verme en este día
Me dio la idea de dejar pistas
Como ruta hacia mi presencia,
Pero serán coordenadas
Que solo los de mi
Octaedro de confianza
Resolverán:

Es un lugar más
Y para mí, el más especial.
Te lo habré nombrado al pasar
Y si no me dejaste pasar,
Lo recordarás.
Es un lugar más allá
De la última estación
En reversa de tu tren.
No estaré sobre el anden
Pero andando encontraré
Las flores que ríen
Nacaradas,
Reiré a carcajadas
Si has de encontrarme,
Estaré diciéndole
A los pilares que se marchen
Pues yo no temo los derrumbes.
En el exacto horario
En que muere la tarde,
Allí donde para las agujas
Siempre es tarde
Aunque para mi
Siempre sea a tiempo.
Para una cita a ciegas
Con la mirada que
Nunca nublada
Te mira al descubierto
Si lo descubres.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri

SI SUPIERAS DE MIS SUEÑOS.


¡Ay, si supieras de mis sueños, mi amor!
Esos sueños que, en noches de blanca luna,
llegan como suspiros del corazón.
Retumbando como susurro de amor
y música, hasta lo más hondo de mi alma.
Y mi corazón pierde toda la calma,
por no perder el sentido de los sueños.
¡Ay, si supieras de mis sueños, mi amor!
Hermosos como los jardines de rosas
rojas y blancas margaritas, posándose
mariposas con sus múltiples colores,
en esos jardines de flores hermosas.

¡Ay, si supieras de mis sueños, mi amor!
Tengo una fuente donde saciar tu sed,
brotando una rubia miel que llega al alma,
para endulzar los besos que te daré
cuando bebas de la fuente del placer.
¡Ay, si supieras de mis sueños, mi amor!
Un manto de estrellas con la blanca luna
yo te pondré en tu negro pelo, formando
una corona de rosas amarillas
cogidas del cielo para enamorarte,
pudiendo olvidarme de mis malos celos.

¡Ay, si supieras de mis sueños, mi amor!
Un mundo de fantasías es tu cuerpo
con besos de colores desde mi boca,
donde me ahogo de gozo de tu amor
hermoso, contemplando tus negros ojos,
oscuros como un pozo sin luz de luna.

¡Ay, si supieras de mis sueños, mi amor!
No se paga con dinero el amor puro,
pues de ti yo sigo preso de tus ojos,
y en los sueños que he tenido yo te juro,
he sufrido por tu amor que no he vivido.
¡Ay, si supieras de mis sueños, mi amor!



Autor
Antonio Carlos Izaguerri

LLANTO DE AMOR.


Me callas con desdén, sin corazón,
como furiosa en un brocal hundido;
yo, llorando una pena adolorido
la bruma me levanta el desazón.

Tu desdén gime cándida pasión,
y mi llanto se torna colorido,
que andaba, con mi corazón partido
y forra alegremente mi razón.

En luna vieja y noche siempre oscura,
con lágrimas en las entrañas ando.
Grisácea colibrí eres que ando amando.

En mi alma siento la pasión arando,
por eso centellea blanca y pura,
y un pájaro en mi corazón murmura.

El corazón más profundo,
tiene nombre, es la bondad,
y el que la tiene en su mundo
es por su gran amistad.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri.

LA VIDA ES UN DEVENIR.


Sueña,
quien despierto sabe,
que la ilusión es efímera.
Vive,
quien durmiendo sueña,
que del saber nada sabe.
Sueña,
quien viviendo anhela,
lo que no tiene a su alcance.
Pero,
soñando y viviendo,
todo se torna alcanzable.

Caminos intransitables,
plenos de trampas y aranas,
pletóricos de promesas
y de ensoñaciones vanas.
Roja sangre que enrojece,
con el amor que fenece,
cortina de humo que oculta,
la riqueza que subyace.

En el rincón de vivir,
el amor siempre hace hueco,
con la plenitud auténtica,
crecida por el deseo.
Pletóricas de cariño,
en un rincón se desbocan,
con el calor en el alma
y calentura en los huesos.

Sueña,
con más poder el más rico,
sueña con medrar el necio
y en el centro se debaten,
la sabiduría y el verbo.
Vive,
quien viviendo sigue,
a pesar de sus encierros
y viviendo se desvive,
por ayudar al más viejo.
Sueña,
quien pasando hambre,
sigue teniendo respeto.

No cambia de forma el viento,
transparente se enamora,
de los más raros objetos.
La vida es un devenir,
de procelosos momentos,
algunas veces reír
o aguantar el aguacero.
Siempre sorprende vivir.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri

AUNQUE ME CUESTE LA VIDA.


Aunque me cueste la vida,
te sigo buscando mi amor,
aunque te vayas al fin del mundo,
cruzaré cielo, mar y tierra
para llegar a tu presencia. 

Días sombríos me esperan,
en esta inmensa soledad triste,
aspirando solo la fragancia subliminal,
de tu camisón aterciopelado, que me acompaña siempre.

Aunque pierda la vida en el intento,
haré todos los posibles esfuerzos,
para reconquistarte amada mía.   

Tormentos hoy afligen mi alma,
abrumado por tu larga ausencia,
aun vibran mis sentimientos,
que escarapelan las fibras de mi piel
y que llevo impregnado con amor.

Aunque no estés conmigo ahora,
mis pensamientos te recordarán,
no se puede olvidar algo especial,
momentos inolvidables de infinitas pasiones y frenesí.   



Autor
Antonio Carlos Izaguerri

sábado, 4 de julio de 2020

LIBERTAD ...


Libertad de andar por un mundo,
nuestro mundo, a veces perdido.
Libertad, de amar y ser amados
nuestra familia, camino y credo.

Libertad de pensar estos caminos
el bien o el mal, nos dicta corazón.
Libertad de no acertar, enmendarlo
buscar un sueño preciado, con amor.

Libertad de buscar y ser humanos
y tantas lágrimas limpian pecados.
Libertad, de caer y seguir andando
luz de un mundo sano y solidario.

Libertad de poder soñar, hermanos
sin diferencias, con nuestro mundo.
Libertad de saber crear y amarnos
libres, por un mundo extraordinario.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

CAMINO LARGO.


En el largo camino solitario
donde todo se pierde en un momento
vaga una chiquilla, cabellos rubios
que lleva muy triste su mirada

Una flor ajada en su solapa
que brilla por los años desgastada
recuerdo de otros tiempos que se fueron
en el aire de un ayer que se ha perdido

Al verla llorar yo quise preguntarle
porque andaba triste y sola
por la edad que ella tenía
y me dijo siete años hoy cumplía

Un sollozo agarrotaba su garganta
y entre lágrimas solo pudo a mi contarme
que venía de una tierra diferente
donde estaba el miedo bien presente

Detrás quedaron su padre y su madre
que una tarde sin piedad exterminaron
al esconderse no pudieron dar con ella
esa es la crueldad de la guerra hoy presente

Su carita demacrada, sus profundas ojeras
me hablaban por si solo de sus cosas
yo le quise tender la mano alegremente
que ella retiró muy prestamente

Prosiguió su camino, dando tumbos en la tarde
camino de un lugar, de no sé donde
la vi desaparecer entre las brumas
y pensé de la pena de los pobres

Una esquela y una foto en el periódico
hablaban de una niña muerta en un sendero
y en ellas vi a la niña que me hablara
entre sollozos la tarde que marchara

Y me pregunto de la justicia de este mundo
atraídos por sus bonos de basura
olvidando de los niños su futuro
aunque van a la iglesia a manos llenas.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

DESPACIO Y EN SILENCIO.


2425 DESPACIO Y EN SILENCIO.

Espera, deja que mis dedos
desabrochen tus ganas,
Falta mucho para mañana,
La noche es nuestra.
Déjalos enredarse en mis susurros,
Haciendo espacio para calcarte besos
en tu cuello, besos con sabor a menta
sobre el aroma Jazmín de tu intelecto;
Porque sabes bien lo que anhelan nuestros cuerpos,
Despacio y en silencio.

Me encanta tu perfume, hueles a pasión,
Y con los ojos cerrados me voy haciendo
un mapa de tu cuerpo,
Tu geografía me pierde,
Porque tan pronto subo a tus cerros,
Como en tobogán me gana la pendiente
y resbalo en tus deseos
para refrescarme en tu fuente
Despacio y en silencio.

Apenas percibo tu voz diciendo:
Qué me haces? Por Dios, me muero,
No me sueltes en éste torbellino,
No permitas que desmaye
Quiero seguir viviendo,
sintiendo, descendiendo,
Presintiendo que serás mi dueño
cuando inundes mis entrañas
del fuego de tu amor,
Despacio y en silencio.

Bebe del brebaje de mis senos
Y sacia el hambre de tenerme,
Inocula como en tierra tu simiente,
Y te brotará mi fuente,
Contémplame en la danza de tu vientre
Y refléjate en el iris vidrioso de mis ojos,
Mientras nos volvemos uno,
Despacio y en silencio.

Amémonos sin prisas … disfrutemos;
Y a tu pedido, dulce amada de mis sueños,
Fui tatuándome en tu cuerpo,
La pasión se hizo rocío,
Nuestros besos crepitar de llamas,
Nuestras voces canto de sirenas
Nadando en las playas del amor;
Así nos entregamos en un pacto,
Amándonos, despacio y en silencio.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri