Me esperaste en la ventana al saber que ya me
querías,
Que tu corazón latía cada vez que a ti me
acercaba,
Y te decía al oído todo lo que te amaba,
Que yo era el hombre con el que siempre
soñaste,
El que elegiste para ser feliz,
El que esperaste toda la vida,
Aquel que te daría amor en las noches
Y calor en las madrugadas,
Me esperaste en la ventana,
Al saber del tiempo que espere por sentir tus
besos,
Por tocar tus cabellos negros como el
azabache,
Por sentir tu piel blanca como las rosas,
Por ver tu cuerpo de mujer sobre mi cuerpo,
Y por conocer el calor de tus manos
Bajo la luz de la luna llena.
Me esperaste en tu ventana,
Alegrándose tu corazón al saber de mi llegada,
Por eso cada vez que me recuerdas
siempre abres tu ventana,
Allí donde te enamoraste de mí,
Allí donde te sentiste enamorada.
Me esperas en la ventana de tus sueños
Sabiéndome toda tuya y yo sabiéndote todo mío.
En una cita que ni la distancia nos importó
para sabernos
En la ventana de los sueños, de los dos. Ahí
donde mis besos
Te saben a miel y donde tus besos sacian mi
sed.
Me esperas en la ventana verde donde nos
encontramos
Noche a noche, para darnos todo lo que nos
debemos de ayer,
De hoy y de mañana, con ansias de poseernos en
cada palabra
Que en poesía nos damos, con besos, abrazos y
pasión que nos
Funde en cada abrazo y con los ojos nos
besamos y con palabras
Nos entregamos en noches enteras de pasión,
fuego y amor.
Me esperas todos los días en la ventana de los
sueños de los dos.
Me esperaste en tu ventana
hasta que yo retornara,
tanto en noches y mañanas
con la vista agudizada...
Hacia el final del camino
donde llega la lomada
y se pierden los destinos
de aquellos que allí pasaran!
Detrás de la gran ventana,
tú me esperaste, mi amor
y hoy que te tengo abrazada,
te digo ... Hola, aquí estoy!
Me esperaste en tu ventana con tu alma
esperanzada,
Vestida de verde como los cactus que viven del
agua,
Al saber que cuando llegara, te regalaría mis
besos
Y te diría con mis palabras que te quiero
recostado en la ventana, que eres la mujer que más recuerdo, la que más yo
anhelaba.
Te asomaste en la ventana con tu pelo despeinado,
solo para saber si todavía te quería, si sentía
por ti,
lo mismo que tú por mí en las mañanas,
Y si todavía quiero tus caricias y tus besos
que me endulzaban el alma.
Me esperaste en tu ventana con las uñas
arregladas,
y no te arrepentiste mi mujer de fuego y
gracia,
pues llegue rápido como un rayo,
para con un abrazo hacerte mía,
mientras me decías con una caricia
todo lo que me amabas.
Tras esa inmensa ventana
me esperabas con amor
y hoy que te tengo en la cama
me entregas tu corazón.
Yo te colmo de caricias,
de ardiente fuego, pasión
y recorro tus delicias
con mi viril creación ...
Mientras la luna nos mira
detrás de tu gran ventana,
y con su luz ilumina
a estos cuerpos que se aman!
Y me esperaste en tu ventana,
sintiendo, la luz de sol
la inmensidad de la mañana,
el dolor, atravesando el corazón
Esperanza que guardabas,
en el pretil de tu alma
a veces, con miedo y ansias,
otras cargadas de amor y calma
Y me esperaste en la ventana
clavando en mi recuerdo tu mirada
clamando a gritos mi vuelta
rogando que a tus brazos llegara.
He llegado tarde, ya no pude encontrarte, unos
dicen que te fuiste calle abajo , otros que moriste de tristeza.
Mas nadie lo sabe, sólo me dijeron que siempre
te veían sentada en tu ventana esperando aquel, aquel que un día le entregaste
tu amor .
Y aquí estoy , queriendo encontrar tu mirada,
al pasar frente a tu ventana donde siempre me esperaste.
Estoy al pie del arroyo, debajo de la sombra
de la ceiba , en el mismo lugar donde te entregaste a mí y te prometí que
volvería , hoy volví y ya no te encontré .
No sé si escuches mi voz, en donde te
encuentres , no sé si puedas mirarme, si tan sólo pudiera tocarte.
Lloro de tristeza a ver que he llegado tarde y
no encontrarte, sé que vendrás , ahora yo te esperaré, sentado en la misma
ventana donde me esperaste , sé que un día vendrás por mí, cuando veo una
ventana que se abre aparece tu recuerdo es ahí donde te espero aunque te hayas
ido. Mi cabello encanecido sabe de esperarte cuando te celebro con todos mis
sentidos!
Me esperaste en tu ventana, oh mi mujer amada,
con tus cabellos de color negro sobre tu pecho y con tu alma desnuda, al
decirme que me amabas cuando te amé con un beso y te dije que también te amaba.
y que sin ti no sabría qué hacer, pues me abrumaría tu ausencia al no poder
estar contigo en la ventana.
Pero como sé que todavía me quieres, siempre
pienso en volver a esos campos verdes desde donde miraba hacia tu ventana, para
ver a qué hora llegabas, para luego llamarte con un silbido y ver toda tu
belleza iluminando la mañana.
Prometiéndote después que te querría cuando a
tu ventana llegara, que te besaría, que acariciaría tu cuerpo , y que te amaría
con todas las fuerzas de mi corazón mi mujer hermosa, mi mujer más amada.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.