Querida mujer:
En la distancia, en la cual nos encontramos,
Te escribo estas notas para encontrarte
Y acortar la distancia que nos separa.
Sólo con pensar que te llegará, me hace feliz.
Aún llevo impregnado en mi cuerpo, tu
fragancia
está aquí en cada momento.
Aún en la minúscula cosa que dejaste en casa.
Todas, tanto como yo, esperan por ti.
El fuego de tus labios aún besan mis labios.
Tu amor me ha tatuado hasta el alma,
he dedicado todo este tiempo a cuidar de tus
jardines.
Y a pensar en ti a cada momento.
Cuando me levanto, todas las mañanas,
Entono la canción que sé, que más te agrada.
Me pierdo en los recuerdos, al son de la
guitarra.
Aún escucho tu voz mujer amada.
Sé que donde te encuentras deseas ya volver.
Y alistas las maletas, para a mi retornar.
Quizá será mañana, tu mente puesta está,
Ya arreglo ya mi estancia para verte llegar.
He plantado rosales a la orilla del mar,
He plantado jazmines y lirios para ti.
Golondrinas del norte en este nuestro hogar
Ya han llegado desde antes para oírte cantar.
Espero que al momento, de recibir las notas
Te encuentres bien amada mía, con salud y con
fe
Te amo, te amo tanto, mi querida mujer …
Que ya se me está haciendo tarde para volverte
amar.
Con amor...
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.