jueves, 30 de abril de 2020

UN SELLO PARA NUESTRO ENCUENTRO.


Hoy al fin hemos quedado
para poder conocernos
será una cena con velas
en una noche de ensueño.

Al fin podremos mirarnos
frente a frente, enamorados
hablar lo que hemos escrito
sin que nos tiemblen las manos.

Para cumplir mi deseo
me levantaré a besarte
en esa parte del cuello
donde siempre deseaste.

Después de tomar tu mano
tras el final de la cena
bailaremos muy pegados
una balada en la arena.

Sellaremos nuestro encuentro
con la noche apasionada
que tanto tiempo soñamos
cuando el amor comenzaba.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

CON LOS HILOS DEL VALOR.


Se descosen las costuras,
de las mentes que se enquistan
y rompen las coyunturas,
pensamientos que esclavizan.
Se unen con lazos de acero,
la nobleza y el coraje
o las vidas se deshacen,
si medra el odio sin freno.

Espacios que recorrer,
donde es posible la duda,
para vivir y crecer,
con criterio y armonía.
Sembrar para recoger,
regar con sabiduría,
la cosecha que se cuida.
Salir del yo que te asfixia.

Coser con hilos de amor,
las grietas que van quedando
y restañar la heridas,
para que la esencia viva,
intacta en el interior.
Enhebrar las ilusiones,
con la realidad que aviva,
lo bello de alrrededor.

Forjar recios eslabones,
con nobles gestos que cuiden
y descoser las mentiras,
que empobrecen corazones,
con el rencor y la envidia.
Flecos en el corazón,
que va dejando la vida,
mientras el amor palpita.

Secretos que se deshilan,
que va retratando el tiempo.
Guedejas de mentes lúcidas,
que flotan en el recuerdo.
Versos que en racimos vibran,
en el alma y el cerebro
y canciones que crepitan,
como brasas en los huesos.

Se descosen las costuras,
de las ropas de cartón.
Aparentes vestiduras,
repletas de florituras,
pero vacuas, sin valor.
Amor que viene y se va,
con un poso de amargura,
otro, que al tiempo perdura.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

MI POESÍA NO VIENE DELOS LIBROS.


 Dedicado a Loba Esteparia y a Margot.



Mi poesía no viene de los libros,
ni tampoco la aprendí de oídos,
la mía siempre la tuvo conmigo
aunque yo lo desconocía ...

Tengo un gran ingrediente
que pronto lo descubrí:
la tristeza y mi toque exquisito
sumado a su gran realismo ...

Nunca fui un cantante
aunque mucho lo soñé,
tampoco un orador,
pero lo que había en mi corazón
nadie lo tenía ...

No me creía el cuento
aunque me elogiaran,
sabía que tenía mis momentos
y con eso me conformaba ...

Escribiendo de manera simple
decía lo que quería escuchar,
contando de mis vivencias,
las graciosas con picardía
las aburridas con maestría,
las eróticas con alegría
y las otras ...ésas,
dejémoslas para otro día ...



Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

ESTA BELLA MUJER.


Es esta hermosa mujer
con la que tuve mi sueño,
dígame pronto ... ¿Quién es?
Porque siento que me muero!

¿Cómo puede ser tan bella?
Es una preciosidad!
Tiene luz de mil estrellas ...
Un solcito sin igual!

Estoy ciego por mirarla.
Pues su brillo me cegó.
Me enamoré ... quiero amarla
hasta que me lleve Dios ...

Y más allá, eternamente
con todo mi corazón,
porque ha de latir por siempre,
si es que ella me da su amor!

Por favor ... diga quién es?
No me deje con la intriga!
Se parece mucho a usted,
princesita de mi vida!




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

EL DÉDALO DE LA VIDA.


Lo sé con nitidez, como sé bien mis utopías,
que somos los transeúntes de este dédalo de vida,
que unos pocos atrevidos lo dominan,
que otros pocos arriesgados se aventuran
y otros muchos no se atreven
y en su huida …
van sonriendo con un gesto que,
-no saben-,
los delata la ignorancia,
que es grillete y cobardía …

Esos pocos atrevidos y resueltos,
son los  líderes que arriesgan
ser los marginados de sus tribus;
son las voces ignoradas,
son los gritos de insistentes advertencias,
de hombres libres que al salir de su caverna
conocieron y supieron con angustia
de la triste desventura que se cierne
sobre aquellos otros tantos que ignoraron
con sonrisas agridulces y desdenes inmorales
que la vida no es eterna,
que esa dicha es pasajera,
y que pocos son los libres,
y que pocos son los fuertes,
y que pocos son los fieles
y que muchas son las sombras …

Son la ubérrima indigencia de motivos,
son la negra oscuridad que no les muestra
la precaria insuficiencia del momento,
de ese instante que se escapa de ellos mismos,
del respiro al que no damos razones
para ser los atrevidos gladiadores;
aguerridos buscadores del sentido
de la vida y de su triunfo libertario,
sin euforias que se vuelvan distorsiones,
sin afectos que distraigan del camino,
porque sólo en la batalla de la vida,
de esa vida personal con sus historias,
los valientes,
siendo libres y aún muriendo de ansiedad
son del triunfo y libertad
una victoria.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

PRIMAVERA Y NATURA.


Llegada es la primavera,
letal pregón al invierno,
colorida viste la pradera,
luciendo cromático atuendo.

Los pajarillos la gozan,
entre néctares de flores,
gorjeando no reposan,
ofrendando sus amores.

Construyen sus nidos,
bello hogar para dos,
pero saben sus sentidos,
de la multiplicación de Dios.

Y las flores en resiliencia,
entre los prados agrestes,
se yerguen con excelencia,
idos los tiempos hostiles.

Brotan silvestres jardines,
así también los amantes,
que entre floridos confines,
viven emociones excitantes.

Todo es aroma y color,
magno croma celestial,
tan bello como el amor,
extasiante por natural.

Y brotan las hojas,
de clorofílico verdor,
olvidando congojas,
de inverno agotador.

Germina verde la hierba,
laxo tálamo de amantes,
y libres aguas danzantes,
del arroyo que se libera.

Magno el panorama,
de naturaleza pura
y en celo una gama,
espera su montura.

Esta es la Primavera,
que seduce y libera.
magnificada Natura,
que Dios nos diera.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

SI EL MAR ME LO DIJERA.

Qué noticias traes entre tus olas
que bañen con su espuma a mi esperanza,
¿Es que acaso viviendo en lontananza
tus aguas la encontraron triste y sola?

Dime mar si es que espera en playa alguna
por quien de amor yo sufro y desespero,
para ir a ella y decirle que la quiero
y en mi empeño viajar tras de la Luna.

No pretendo llevarle mis tristezas
pues mi anhelo es llenarla de alegría
y hacer realidad mi fantasía
si su sonrisa adorna a su belleza.

¡Qué sucede!, han chocado con las rocas,
tus olas ocultando su destino
y se ha formado un fuerte remolino
donde se hunde la imagen de su boca.

No por ello he de darme por vencido
si es necesario iré a los siete mares
y en las noches de azul plenilunares
buscaré, donde nadie se ha atrevido.

En las olas oscuras de los sueños
que chocan con las piedras del amor
y pulverizan su agua en derredor
bañando de rocío a mis empeños.

Mar;  dormido o despierto sólo dime
en dónde he de encontrar lo que he perdido,
a esa mujer que nunca he conocido
pero inspira ... ¡A mis versos más sublimes!





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

miércoles, 29 de abril de 2020

UNA RIMA QUE LLORA.

La palabra se pierde,
cuando el sonido grita.
Y se quedan flotando,
como ínfimas partículas.
Sin destino ni forma,
sin carne y sin esquinas.

Redención pide el aire,
en su estructura obscena,
pervertida en su esencia,
por la humana torpeza.
Lisonjeras palabras,
pero vacuas y necias.

Se ha retorcido el mundo,
sobre su núclea esencia.
Sometido al antojo,
de pérfidas prebendas,
se retuerce incansable,
en su sima materna.

Una ráfaga azota,
otra besa la piel,
con sus etéreas olas.
Unas limpian la roña.
otras buscan el centro,
donde se cría la aurora

Alocados matices,
que en las bocas de otrora,
superaban los tiempos,
y adornaban la Historia.
Con el aliento puro,
sin taras ni derrotas.

Unos ojos que ríen,
otros miran con sorna.
En la oronda pupila,
la codicia se asoma.
Y los ojos de Luna,
en la cálida alcoba.

Primavera de versos,
exuberantes rosas.
En el trino sin mácula,
la realidad corona,
las fronteras más altas,
verbalizando el verso.

Un sonido perverso,
entre los labios reta,
al dueño de los tiempos.
Prisionero en el alba,
cuando la luz asoma.
Prisionero perpetuo.

Matices en las manos,
como alas de paloma.
Aleteando en las sombras,
como signos sin forma.
Manos que reconocen,
o simplemente tocan.

Se quedó entre dos versos,
como una risa floja.
Sintiendo la caricia,
de la boca sonora.
Un amor quebradizo,
y una rima que llora.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

ENTRE DOS AMORES.

Un hilo de vida,
Un leve suspiro.
Un vago latido,
que en el aire vibra.
La imagen borrosa,
de una sorda risa.
La canción más tierna,
la voz más hermosa.
Y la primavera,
que a la luz aflora.

Cantinela mágica.
de matiz fantástico.
Ordenada música,
de rítmica lógica.
Mímica simbólica,
que parece trágica.
Voces en el ático,
de tonos enfáticos.
La verdad errática,
para gente apática.

Se marchó sin luz,
en un aura oscura.
Se quedaron solas,
la sombra y la vida.
Aflautada esencia,
carente de rima.
Pavesa que flota,
en la leve brisa.
Con las dos mitades,
de una y otra vida,
se compone el alma,
patente y sencilla.

Amor de verano,
con la luz de ébano.
Jilgueros cantando,
sobre los cerezos.
La frescura nítida,
de la joven magia,
bordando el vestido,
que vence y atrapa.
La suave tersura,
de la piel que habla.

Serena la noche,
despertando al alba.
En los dos momentos,
que viven y callan.
Se despierta el verbo,
silenciosa calma.
Sueños en la almohada,
fluyendo sin lacras.
Con la mente inmersa,
en la mar fantástica,
de fuego y de brasa.

Dos son los amores,
que abrazan los huesos.
Uno vive fuera,
el otro hacia adentro.
Juntos se sumergen,
en el universo,
para darlo todo,
si llega el momento.
Amores que bailan,
piruetas y saltos,
ladinos y frescos.

La luz y la sombra,
caminan unidas,
como fuego y viento.
Entre dos mitades,
desde afuera al centro.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

VOLVER A EMPEZAR.

Sobre ascuas encendidas he recorrido el sendero, dando pasitos muy lentos para escalar la montaña;
Fueron muchas las espinas y una que otra pesadumbre las que frenaron mi paso sin detener mi camino;
Tuve unos días muy grises y algunas noches muy claras, que formaron los cimientos para cumplir mi propósito;
Entre amigos y enemigos me tocó abrirme paso, mientras llegaba a la cima recibí más de un codazo.

Cuando miré para atrás me estaba esperando el diablo, al mirar hacia adelante me llamó un Ángel Divino …
Arriba de la montaña me encontré con unos cuantos, algunos me conocieron y todos a mí se abrazaron;
En medio de aquella euforia que ocasiona algunos logros, ignoré aquellas punzadas que adornaron mi faena …
Agradecer los demonios que me hicieron ver a Dios, agradecer por el golpe que me empujó hacia adelante.
                                                           
Cuando me encontré en la cima, sonriendo miré hacia abajo; nada me era conocido, ni personas ni lugares …
Fue entonces cuando vi al Ángel que su mano me extendía, me ofrecía su voluntad para atender mi destino …
Esta vez no lo seguí y me quedé en las alturas, gozándome de placeres y también desconociendo que existen los otros seres …
Terminados ya los goces me miré y estaba sola… y aquí estoy al pie de la loma para reiniciar la cuesta de la mano de mi Ángel.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

MUJER PRIMAVERA.

No es precisamente
un modelo
la que renueva cada año
sus atuendos y diseños.
Usando estupendos colores,
en sus maquillajes y accesorios
los que van acorde con la primavera.

La Mujer Primavera es sencillamente
una niña, la que trae consigo,
su tierna sonrisa.
Con una frescura angelical
 de una verde pradera.
Es la que al entrar en su bello jardín
se confunde con la más bella flor.
La que juega con las mariposas
y el viento, sintiéndose
su única dueña.
La que corre con sus piececitos
descalzos, para sentirse libre
y al mismo tiempo acariciar
 la humedad de la tierra … Y si acaso
la arena de alguna playa pérdida
en las afueras.
La que tiene sentimientos
tan puros y cristalinos
como el manantial de agua
que baja de las montañas.

Es la que al transformarse
en toda una mujer, no necesita
su tamaño, escultura ni su edad
para ser ella … La Mujer Primavera.
Es aquella que suele tener una dulce
sonrisa y la mirada inocente
de aquella niña.
La que conquista con solo una sonrisa
el mundo entero.

Es toda una mujer, grande y
niña a la vez.
La que con manos suaves y delicadas
recoge mariposas de colores
para cuidarlas y acariciarlas.
Las mismas mariposas, que no harán
el menor esfuerzo para alejarse de ella.
Es la que baila la música del viento y el
canto del aleteo de las mariposas,
las que tejerán una corona
con todas ellas y así …
Coronarla
como la reina y
Mujer Primavera.

La mujer primavera
es aquella flor
cuyos colores brillan con el sol
y a la vez se transforma
en una deslumbrante mariposa.
Pues si no lo sabías …
La Mujer Primavera
no es más …
Que la Reina de tu corazón


Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

TAN LEJOS Y TAN CERCA.

Aún aquí te encuentras, tan dentro de mi vida;
bordada en mis memorias, igual que luz prendida.

Estás lejanamente tan cerca de mis manos,
en medio de mis sueños febriles y profanos;
te encuentras en las notas, que vibran en los pianos
que tañen mis recuerdos, profundos y mundanos.

Aún aquí te encuentras en medio del mutismo,
que suena a llanto triste, que surge de un abismo.

Te miro en mis dinteles, de blanco tul vestida,
llevando en tu mirada, misterios soberanos,
que vuelan dulcemente preñados de lirismo.

Y miro tu figura, lo mismo que espejismo,
que flota tenuemente por místicos arcanos;
debajo de la lluvia, de perlas bien tejida.

Y siento que tus labios me ofrecen el bautismo
del beso más sagrado que ofrece el hedonismo.

Y nacen nuevamente deseos tan paganos,
que tienen esa fuerza, de vientos diluvianos;
que traen ese ritmo de valses victorianos
envueltos en las notas, de acordes wagnerianos.

¡Y vuelves con la luna, radiante y florecida,
a darme con tu cuerpo la gloria ya perdida!




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

DESNUDA Y CON EL ALMA LIBRE.

Si continúa mi vida
por este andar,
lleno de aciertos y anzuelos,
puedo decir sin temor a los hechos
que he vivido como merezco.
                               
Porque no siempre sonrío, es cierto,
pero en cada lágrima surgen ríos
caudalosos con nuevos vientos,
porque se parecen mis pasos
a los de un niño inquieto,
también a los de un abuelo,
que va contando los días
o los días contando sus versos.

Y al final del puente
se balancean mis mayores miedos,
convertidos ahora en fuego;
que quema, que arde y que vence,
la duda de seguir en tierra firme
aunque la realidad me concibe
desnuda y con el alma libre.






Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

POR EL SENDERO ...

Pensé caminando,
en senderos virtuales,
que es corto el camino
y larga la nostalgia.
Un pensar constante,
en el efímero sino
y un presente furtivo,
que se esfuma en su aura.

Un nublado sendero,
que se encoje y extiende,
la virtuosa marea,
de un devenir creciente.
La sombra de un viajero,
que se desplaza y huye,
unos pasos de niebla,
en la nada se pierden.

Corazón en la hoguera,
en las brasas que hierven,
arrasando el camino,
como una lava ardiente.
Una explosión certera,
que en la vida se cierne,
sobre el ser que se siente.

En paralelo caminan,
la alegría y el dolor,
a veces unidos crecen,
luz y sombra se combinan,
para alcanzar el amor.
Senderos que de esperanza,
florecen o se marchitan.
Junto a la cizaña anidan,
las hojas más coloridas.

Atajos entre los sueños,
para alcanzar nuevas cimas,
pisando con pies descalzos,
las sendas y las orillas.
Rastrojos en los senderos,
por donde el amor camina
y unos pasos sigilosos,
para lograr la autoestima.

La caminata que obliga,
a hollar la tierra prohibida,
con la mente y con los ojos,
con la verdad y la mentira.
Volver de nuevo a la senda,
que atrás quedó dolorida
y restañar las heridas,
que hendieron la carne viva.
Andar sin pausa y sin prisa,
con el amor por bandera.

Senderos, sendas, caminos,
atajos que barre el viento
y que va gastando el tiempo,
deambulando en lo infinito.
Dando bocados al tiempo,
las vidas abren caminos,
para allanar su destino,
para darle tiempo al tiempo.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.