Aquí estoy nuevamente
Sentado en el banquillo de mi soledad
Tejiendo los recuerdos en mi mente
Que me impiden poderte olvidar.
Las añoranzas vienen a mi vida,
Me estrujan el corazón y me entristecen.
En mis oídos suenan las palabras que decías
Que nunca te irías de mí, que siempre estarías presente.
Estoy acompañado de mis fieles amigas,
Melancolía, tristeza, soledad y nostalgia,
Me sirvo una copa de ilusiones fallidas
Y brindo otra vez por ti, y me bebo mis lágrimas,
Y aunque intente olvidarte yo jamás lo consigo,
Porque siempre reviven en mi los recuerdos
De cuando tú y yo reíamos y solíamos decirnos
Que todo estaría muy bien, que era un sentimiento eterno.
¿Qué sucedió con todo lo que un día nos unió?
¿Esas dulces palabras a donde se marcharon?
Ahora solamente el recuerdo se quedó
De los bellos momentos que tú y yo disfrutamos.
¿Qué puedo hacer ahora si ya no estás conmigo,
Si por más que te llamo, tú no vienes a mí,
Si te fuiste dejándome con el corazón partido
Inmerso en mi dolor, haciéndome sufrir?
En cada melodía que escuchan mis oídos
Y en cada pareja que mis ojos observan,
Yo vuelvo a imaginar los momentos vividos.
Tú … sigues presente en mí, tu esencia no me deja.
Cuando a mi mente vuelven otra vez los recuerdos
De los pequeños detalles que me hicieron ser feliz,
Cuando a mi corazón lo colmabas de besos
Y me decías que siempre estarías junto a mí.
¿Cómo puedo seguir sin tener que recordarte?
¡Enséñame a estar sólo, dime cómo olvidar!
¿Qué es lo que puedo hacer para no extrañarte
Si en mí murió la fe, si ya no se esperar?
Y aquí … yo seguiré con el alma herida,
Sumergida de tristeza, entregada a la nostalgia,
Bañada de tristeza, empapada de melancolía,
Desgarrada de dolor y viviendo de añoranzas.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri