jueves, 9 de abril de 2020

UNA VERDADERA MUJER.


Pienso que una mujer lo ha conseguido todo cuando no deslumbra con lo fausto de su apariencia sino con la sabiduría de su inteligencia, la que hace que pongas atención a sus palabras y no a su busto o a la largura y anchura de sus piernas. Me parece poco favorable y nada alentador el que me digan como atributo lo bella, esbelta o buena que estoy. Mis atributos no están en la opinión que una horda de imbéciles pueda darme, mi belleza no merece ser definida por mi apariencia. Soy fuerza, carácter e independencia.
Una mujer es mujer cuando no busca llamar la atención con un carácter despampanante sino más bien es aquella que calla y otorga, quien busca metas y no a personas. La que aguanta y trabaja, sueña y no se afana a estar a la expectativa del más guapo y más mediocre. Una mujer lo ha conseguido todo cuando está en sintonía con su naturaleza.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

AÚN CREO.


Creo en el encuentro perfecto
No importando el lugar y el tiempo
De dos seres de distintos contextos
Que logran compartir su mundo propio
Mientras encajan en uno inverso.
               
Creo en la complementación,
Que las diferencias lejos de alejar
Hacen concordar,
Pues lo que, a un individuo
Le falta el otro lo tiene
Por eso Dios en su imagen
Varón y hembra los hizo.

Creo en el amor romántico
Que presente está en primavera
Y en otoño no se marcha
Ese que se afirma en momento crítico
Y se regocija en buenos tiempos.

Creo en el predicamento
De un amor antiguo
El que para muchos es anticuado
Irreal u obsoleto
Creo en el amor de mis abuelos
Que ven tras sus canas y arrugas
La ternura de su fiel compañero.

Yo no creo en el amor
Cómo un esforzado intento,
Porque no es un juego,
En el que alguno
gane o pierda el partido.
Creo más bien en el amor
Cómo algo grande y valioso
Por ello con seguridad
Mi mano yo le extiendo.

Así, con sortija, corbata y velo
Una promesa y compromiso mutuo
Perseveró hasta el final de la vida
Creyendo en Aquel que hace funcionar
Aún lo que ya no tiene remedio
De su provisión de valor
Si faltase, en nuestro camino.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

LA NOCHE.


Ya se aproxima la hora de la noche amor mío y con ella se encuentra un todo en mi mente, como si circulara en cada una de mis venas, se siente una caricia alrededor de mis órganos, un sonido y tú nombre nace en mis oídos y repica en una imagen en mis ojos, dejando que mis labios se sequen y se tornen duros, esperando que llegue la noche ...

Si, la noche ...

Que junto con ella nuevamente y sin pedirlo, dibujara en mis sueños con su sombra lo que mi mano quisiera tocar.

Esa sombra si ...

La misma de tu silueta, aunque no estés se posará y, se que es cosa de la noche con sus jugadas, que hace ver el placer que revela lo tanto que te anheló, quizás es un vicio el cual es imposible obstar, así como el nuevo vicio, de mirar tus fotos y verte desnuda, Todo lo que está noche me prepara es la sombra que se encargara de hacerme oír, con el duro golpe de su silencio que se posa cuando te extraño, llegan unas voces sin aviso o imprevistas, que con intervalos enciende, mis deseos de verte y acariciarte ...

Es un grito entre el espacio, lleno de ti en mi corazón amor mío, se sienten llegar una brisa pero, esa brisa no es más que suspiros desgarrantes, que pareciera unirse junto con ella pasos perdidos entre la oscuridad de la noche, en donde ahora quisiera verte ...

Luego, llega nuevamente un silenció, pero por solo un momento, pues el suspiro del deseo que lo rompe, se presenta con ahora tu fragancia y, siento con ella entre mis manos tu piel, hace de todo un sueño tan real, que todo aquello que el deseo quiere, se apodera de cada parte de mi ser, que mis labios, sientan la humedad de los tuyos y ese sabor de tu aliento que es inconfundible como quizás te he dicho y aparece en mi gusto, esa dulzura soñada de tus besos que con un solo contacto, brindas sabor a las ganas ...

Y hacen que todo lo de ese sueño sea palpable, llegando hacer que mi cuerpo se estremezca ...

Que osadía tiene la noche al llegar de esta forma, pero no quisiera despertar.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

METÁFORA SIN VERSO.

El viento se perfiló por tu ventana,
profanando de tu alcoba intimidad,
desnuda e inocente tu alma puritana,
sintió de esa caricia su virtualidad.

Y en las afueras de tu aposento,
mi deseo te ansiaba en la nada,
¡Oh quien fuera como el viento!
Que violenta tu ventana cerrada.

Mis ojos nada trascendían,
tus vitrales espesos, nevados,
mientras mis ansías caían,
cautivas de anhelos frustrados.

Y pedí al silencio me hablara de ti,
para ver si en su voz te podría oír,
más fue en vano no te vi ni te oí.
Ni sobre mi piel te pude sentir.

Y la noche sonriente miraba,
a través de la luna encendida,
la tristeza en mi faz que lloraba,
una lágrima fugaz no contenida.

Más tu ventana no se abrió,
acaso por el frío nocturnal
o porque tu alma presintió,
doblegar a mi deseo virtual.

Mi espera en tu ventanal,
se hizo metáfora sin verso,
inédita pero futilidad total,
cual desecho del universo.

Y en la negra oscurana,
la luciérnaga alumbraba
y me parecía tan cercana.

Como tu sellada ventana,
en la que mi alma divagaba,
y que tu intimidad me vedaba.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

miércoles, 8 de abril de 2020

AÑORANZA.


El mejor rito al amor se hace con una extraña
cuando está lloviendo y frente al mar
que pueda mi fantasía conquistar
que sepa desentrañar mis artimañas

Con una mujer madura y llena de vida
Y que tenga una reacción normal
que sea ignorante a la moral
generosamente carnal …  y atrevida

el mejor acto al amor … se hace con mujer ajena
Pues en un rito sagrado no hay pecado
No hay juicio si se desordena o si es obscena
Ensamblada y delirante en mi pendiente
enloquecida en cada respiro de la vertiente


RITO

Cuerpos fusionados dejan una sola huella
Orgía que aflora, contenido que desenfrena
Y cuando el día se cubre de estrella …
¿Cuál es el mejor culto al amor en cuarentena … ?




Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

ARPEGIOS, NOTAS Y CALMA.


Nace el sueño del origen,
del núcleo donde se guarda
y va emergiendo en silencio,
como un manantial en calma.

Con los ojos hacia adentro,
mira el sabio a la esperanza,
con la profunda mirada,
con la pasión que hace falta.

El viento giro de pronto,
como huyendo de la nada
y burlando a la conciencia,
sembró de aires la mañana.
Aireó las viejas cuitas,
que la memoria guardaba
y limpió de polvo el rostro,
ajado por la migraña.

Entró de golpe la risa,
para fundir la resaca
y la carcajada aulló,
comunicando su hazaña.
Vio la sonrisa la vida,
por primera vez pintada
y en los labios entreabiertos,
se escaparon las palabras.

Dormida en el sueño está,
la exuberancia del alma
y ajena entre pesadillas,
la maldad vigila en calma.

Sembró el jardinero el lirio,
con la exquisitez de una hada
y la semilla lloró,
de alegría, al ser mimada.

Fugitivas melodías,
entre notas de esperanza,
arpegios de bellas vidas,
que nacieron para amarlas.
En el rincón donde habita,
el duende de la templanza,
se fabrican las tonadas,
que canta la sabia calma.

Reloj fiel e impenitente,
que cada andadura marcas,
con las flechas de tus horas
y el tictac de tu arrogancia.
Tus huellas a fuego dejas,
en cada segundo que hablas
y cincelas con tus notas,
cada vida sin mirarla.

Llegó el beso enamorado
y venciendo a la palabra,
sembró su fértil semilla,
en el corazón que amaba.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

TRILOGÍA AMOROSA.

UNO - Nosotros


Nos sorprendió la madrugada
abrazados, ahítos de besos y caricias.

Desde entonces,
Otras noches nos esperaron,
Otras noches en donde pudieron
nuestros ávidos cuerpos
Abarcarse, Conjugarse,
Olvidarse con fiera obstinación.

Otras noches, otra hondura,
en donde caímos desnudos
para siempre
junto al otro,
fuera de sí,
en un abismo sin nombre.


DOS - Tú


Sucumbiste ante sus ansias
de animal en celo,
Inhalaste su aliento
de miedos y zozobras,
Te contagiaste
de sus risas y su vigilia.

Te sumergiste en su pecho,
En su vientre,
En el profundo pozo
de sus labios infinitos. Y siempre con idéntico fragor,
Con idénticos ejércitos, en idénticas batallas,
Por idénticos caminos.

Y siempre, cada noche,
ha sabido diferente su cuerpo...

Amargo, Dulce, Ácido,
Siempre distinto,
pero acorde con esa alma atormentada
que te muerde y te abre en canal,
Desnudando tu más profundo yo...

Amargo, Dulce, Ácido,
Distinto,
Aquel que tú desconocías,
Aquel que se esconde bajo la piel
como aletargado deseo
que emerge de lo profundo
cuando ese amor lo demanda.


TRES - Yo


Recuerdo, a cada instante,
que desde un puerto incierto
embarcó el cariño a la aventura.

Siento, cuando estoy contigo,
que es esa mirada tuya
un mar de hondas caricias
por donde navegaré sin miedo.

Sé, con cada día a tu lado,
que tu boca escancia brisas nuevas
de magia y ensueño.

Recuerdo, siento y sé
que son las olas de tu cálida piel
feliz encrucijada de mi vida,
naufragio eterno de mi ser.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

PALOMA QUE AL AIRE VUELAS.


Paloma que en el aire vuelas,
despliegas tus alas pincelando el viento,
te observo, y presiento que eres especial,
tal vez la que amo que muy lejos está.
Tus alas, su regazo cálido que me acobijó
con la música de los latidos de su corazón,
no te alejes, déjame cerrar los ojos,
pediré al amor que me conceda un deseo,
convertirme en palomo y contigo volar.
¡Aquí estoy amada mía! …. te esperaba no lo dudes,
volemos si quieres a un nido entre nubes,
allí entre arrullos y danzaré a tu alrededor,
te invitaré a un nuevo vuelo, el de la pasión.
Emprenderemos el regreso con pausas de besos.
mientras el sol se aleja pintado el atardecer,
mi paloma blanca ahora tu sabes cuanto
te extraño, por eso propongo volar nuevamente
En el cielo azul y volver a empezar.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

POR ESO TE CANTO.

La nostalgia es una espina
que al costado siempre me camina,
porque el sentimiento es un recuerdo
de las cosas que fueron queridas,
porque los recuerdos van y vienen
y nos van marcando algún camino
cuando tu nostalgia a mí me tiene
es cuando me lleno de delirio,
por eso te canto abrazando todo lo vivido,
cosechando lo que se ha perdido.
Hoy mi corazón es un delirio,
por eso te canto lo que estuvo mal,
ya lo he borrado porque el odio no va a ningún lado,
cuando un corazón lo está nombrando.
Si en canciones siempre estoy soñando
con el amor que no he  conocido,
mi canto te seguirá buscando
aunque mil años sean cumplidos,
porque mi canción es insistente
si se habla de amor se siente vivo,
porque un corazón que ama su suerte
aún te buscará en  el infinito.
Por eso te canto ... 




Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

ENAMORADO DE LA LUNA.

Hermoso es tu brillar,
cada noche salgo en busca de tu  presencia.
Dime que me haces;
que no hay noche que no te busque.

Luna eres linda, bella y seductora.
Eres en el firmamento nocturnal
la más femenina y hermosa flor.
No hay estrella que no envidie 
tus coquetos  destellos.

Cada noche  espero sentirme acariciado
por tus lindos y delgados cabellos de luz;
tus finos pies descalzos ,
se deslizan entre los algodones del  cielo.
Tu excitante mirada,
me  Invita  a pasear por cada rincón del  universo.  

Cuándo veo que  te  alejas;
no puedo evitar que mis ojos se inunden de llanto
pues temo perderte.   

 Volteo y sólo veo en el horizonte  tu lejano brillar,
y el reflejo de tu brillo sobre el mar de mi soledad.

 Luna  hermosa que tanto me  inspiras,
que cada noche me enamoro de ti.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

AMOR COMPARTIDO.


Teniendo en cuenta
que el amor es de dos personas
y que a veces sumamos
a más de uno.
No queriendo ser egoístas
ni oportunos
queremos repartir los besos
y el corazón, nos llenamos de embeleso.

Puede parecer un desatino
pero los caminos del destino
vienen marcados con distintos hierros
por eso asistimos
a veces a nuestros propios entierros.

Si, el corazón es la llama
que vuelca la pasión;
desordenadamente quemando la razón
y vuelve nuestras vida una trama.

Amarte siempre será una locura
pero no se cual tortura
es peor, si la agonía de no saberte mía
o dejar que gane mi cobardía.

Sé que no he tenido mucha suerte
cada vez que cupido dispara
me acerca a la muerte
y mi amor se convierte en piara.

Por eso quiero
que el reflejo de la luna
sea la luz que acuna
el sortilegio de este pordiosero.

Mañana mis versos se volverán
saeta o tendrán la delicadeza de una flor
pero en ti serán
los esclavos del amor.

Teniendo en cuenta
que el amor es de dos personas
debemos dejar la lucha cruenta
y pagar con besos las feromonas.

Iríamos unidos en destinos
olvidando los desatinos.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

ESTACIONES.


Te vi llegar como primavera,
lozana,  florida,  placentera,
pero estacional y pasajera,
entre realidad y quimera.

Te sentí quedar en mi Estío
cálida, húmeda. Acariciante,
más dentro del corazón mío,
se cernía la duda agobiante.

Y entre Otoñales vientos,
y lluvia de hojas coloridas,
sentí fríos nuestros alientos,
como frías son las despedidas.

No menos el frío invernal,
que pronto heló el alma,
pero entre tormenta y calma,
te sentí virtual y carnal.

Estabas en mis estaciones,
de tiempos malos y buenos,
y juntos nuestros corazones,
palpitaron gozosos  y serenos.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

martes, 7 de abril de 2020

ENTRE TUS MANOS.


Hasta mis involuntarias sensaciones suspiran en un hondo rito por ti,
Imperantemente desafío al destino buscando atraer tu mirada hacia mi,
Desvisto las letras, desfilando en piezas separadas que se unen para ti,
Apareces al cerrar mis ojos, donde te despliego en rocío de amor,
Vivo trepándome entre la enredadera que me lleva hasta tu propio color,
Te revivo, a diario te revivo, entre la luz que difusamente ilumina desde el rosal,
Escuchó el susurro del sonido alado de un colibrí, que flota cerca de tu cristal,
Pero detengo el tiempo, cuando me abrazas logro siempre detener el tiempo,
Mis suspiros florecen en girasoles, como un avance trepador, pero lento muy lento,
En un ciego fulgor, te acercas y tus manos aquietan mi corazón palpitante,
Esa luz abre mis ojos y me envuelven, atrayéndome desde el blanco coral de tu piel,
Entre la arena y el cielo, ahí creamos la cortina perfecta para sentirnos, para amarnos,
Tus manos siguen en vuelo a tal cercana altura que despierta mi corazón palpitante,
El lugar, que importa, todo lugar con tu presencia es la escena perfecta,
Culminante colmena de abejas que resuenan entre colores turquesas,
Tilita y tintinea hasta la sencilla alcuza en aceites sobre mi mesa,
Tus manos se acercan y yo despierto en sílabas dispersas,
Amor, tú me dirás amor, cuando tus manos caminen en mi espalda,
Manantiales de ríos surcaran la entrada de este amor inmenso,
Mientras la tarde se hace noche, la pleitesía sigilosa de ti crece a brotes,
Transforma el sueño en realidad y así la vida vive como en una cápsula celeste,
Quiero sentirte en salvaje madreselva,
Me hace sentir el calor de tu interior, entre besos con desespero,
Y tu mano volvió de su vuelo,
Cerrando el plumaje que yo creí perdido,
Sobre mis ojos devorados por tu sombra, que me envuelve, que me quiere, que simplemente me asombra ...




Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

RECOGIENDO SOMBRAS.


Le fui entregando de a poco
Un montón de mis ternuras,
Los poemas más sentidos
Que algún duende me inspiró,
El titilar de tus noches
Parada de sentimientos,
Buenos Aires dulce amante
En mi mente … se quedó.

Escondida en el misterio
De tus calles con historias,
Voy recogiendo a Carriego
En los versos que escribió,
El susurro de la brisa
Que le cuenta a las nereidas,
Todo el drama de Estercita
La que se murió … de amor.

El tranvía anochecido
Con su chirriar de metales,
El pregón del canillita
Y un perfume de mujer,
No importaban los problemas
De las cosas cotidianas,
Si el centro iba a ser mío
En el viejo … Chantecler.

Las tertulias esperadas
En la Richmond de Suipacha,
El café cual ceremonia
Y las masas de rigor,
La mirada juguetona
De unos ojos turbadores,
El muchacho y su alegría
Un arco iris … de color.

Todo eso ya es historia
El progreso borra todo,
No están más mis veinte años
El presente lo espantó,
Un sin fin de fantasías
Tras mis pasos juveniles,
El final de esta novela
En un recuerdo … se embarcó.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

EL AMOR.


El amor es un instante que se describe en tu piel desnuda
Es el universo en tus ojos llenos de ternura y de locura

El amor es el siempre donde nos estregamos eternos
Es el espacio que existe entre cada latido y cada beso.

El amor es tu mirar cuando encuentra mis ojos
Son mis ojos adentrándome en tu intimidad.

El amor es el silencio que se grita en gemidos de madrugada
Es el silencio que viene con el roció al renacer el sol.

El amor eres tú entre mis manos abrazando el deseo
Soy yo dejando de ser yo en ese preciso instante.

El amor somos nosotros los de siempre tan locos
Tan llenos de poesía que nos consumimos de a poco.

El amor es la historia que escribimos cada día
Entre los labios que nos vuelven infinitos …



Autor
Antonio Carlos Izaguerri