viernes, 24 de abril de 2020

ES HERMOSO.

Algo insignificante que te marca
Que te hace recordar y volver a vivir
Que te hace volver el tiempo
Ese momento imprevisto que causó risas
O quizás llantos
Tanto esperabas que saliera el sol y ahora ...
¿Solo piensas en lo oscuro?
Todos los problemas son oscuridad
Y todos necesitamos una luz que nos pueda guiar.

Dejas de estudiar y escuchas por horas música sad,
tus pestañas empapadas y tus ojos ya son de cristal,
Tu corazón latiendo y a la vez estás muriendo,
Es hermoso, ¡llegó el invierno!

¿Recuerdas las veces que lloraste por reír?
¿Las veces que en vez de reír, llorabas?
Tu primaria y tu secundaria se escaparon
¿Aprovechaste el tiempo o solamente lo desperdiciaste?
El primer amor, el primer beso y luego la primera decepción
Es hermoso, ¡abriste los ojos!

De tantas soledades he aprendido a vivir así:
A no confiar en todas las personas que se te cruzan en el camino,
Que la belleza no es un abdomen marcado y una cintura de avispa,
Que todo lo material no debe de ser tu prioridad.
Es hermoso, ¡vanidad de vanidades!

He aprendido a vivir así, mascotas en vez de personas
Amigos en vez de noviazgos y letras en vez del exterior
Todo tiene su lado hermoso pero solo existe la crítica.
Es hermoso, ¡dejar de juzgar!

Inflar un globo para jugar o usar helio para hablar,
Recibir regaños del profesor mientras mueres de la risa con tus cheros
Todo me hace valorar, el error me ayuda a entender lo bueno
porque un pochoclo no se hace solo, tiene un proceso...
todo tiene su tiempo y todo tiene su dueño.
Es hermoso, ¡encontré mi hogar!

¿Pochoclos? Algo tan pequeño requiere esfuerzo
Y algo grande requiere priorización.
Las bestias necesitan algo que les sacie
Y las personas se enamoran,
Si se te olvidan las normas
Te recuerdo que: existe el  "por favor " y el "gracias",
que existe la felicidad y cada persona tiene a su ideal.

Los papeles se intercambian,
Quien hoy te quiere, mañana te cambia
Y quien te desprecia, te extraña.
No te acostumbres, no siempre es de día.
Es hermoso, ¡la lluvia me identifica!





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

CARTAS SIN DESTINO.

Quisiera que tus labios estén aquí sobre los míos.
Quisiera que tus manos estén entrelazadas con las mías
Quisiera oír tu voz pronunciando un te amo mientras sonríes.
Quisiera sobre todas las cosas un abrazo tuyo para sentir latir tu corazón.

Quisiera alejar el miedo y el dolor con tu presencia
Quisiera poder dejar de sentir el frío de la soledad
Quisiera dejar de ser tan débil y sentimental
Quisiera sobre todo amar de una forma distinta.

Quisiera sobre todo aprender a amar como lo hacen otros de esa manera fría.
Quisiera entender cómo hacen para no derretirse de amor por unos ojos como los tuyos
Quisiera por fin entender cómo hacen para no volverse adicto a esos besos que dan paz
Quisiera ser otro para ver si así me amas como yo te amo y extraño a cada hora.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

VERTIGINOSA, PAUSADO ...

Lenta la vida transcurre,
en el reflexivo tiempo.
Lento camina el viajero,
si hace importante el paseo.

Veloz transcurre el momento,
si es la prisa la que obliga,
arrebatando los sueños,
de la frente que se agita.

Se quedaron los recuerdos,
en arcanos recovecos,
donde con calma se apilan,
en montones de momentos.

Se disipa la codicia,
si el caminar es más lento,
si el valor de lo sencillo,
predomina sobre el precio.
Se va espaciando la idea,
si es paulatino el talento,
si peina tranquilo el viento,
las praderas de la vida.

Sosegada es la ternura,
que acaricia con esmero,
si es tranquila la armonía
y no es fugaz el deseo.
Vertiginosa locura,
que lacra los sentimientos
y en su veloz andadura,
va la vida consumiendo.

Se acerca pausadamente,
la cordura al desenfreno,
con las manos extendidas,
en los generosos gestos.
Lentamente se concitan,
sueños, anhelos proyectos,
para vestir la razón,
con las ropas del respeto.

El sueño se va espesando,
paulatinamente efímero,
diluyéndose después,
cuando brilla más intenso.
El amor se torna fiero,
como un alud que se rompe,
en el fondo, sin quererlo.
Lenta la voz al principio,
vertiginosa al momento.

Tardía llegó la luz,
veloz el beso sincero,
lenta la mano que ayuda,
veloz quien roba lo ajeno.
El amor la vida abarca,
en lo que corre y está quieto.
Un eterno tragaluz,
ilumina lo siniestro.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

jueves, 23 de abril de 2020

FRÍO Y CALOR.

En el rostro de granito,
se desvelan los matices.
Rictus en los tibios labios,
que con palidez se ciñen.
En los ojos de diamante
las pupilas se contraen
y en la blanquecina piel,
brillos de luces se extinguen.

Sueños de ecos venideros
de sabores agridulces,
prendidos en la ilusión
como brillantes jazmines.
Anhelos de buenas nuevas
de miel su piel y sus carnes
y una emoción contenida,
en el corazón que late.
                               
El frío achica los huesos.
El frío de las conciencias
que en su esencia se congelan.
Viento helado que la atrapa,
entre sus cristales fríos
y la cubre la nevada,
que con su belleza encubre
las frialdades que la merman.

Nacen del dolor los versos,
pero hacia lo bello cambian,
como bellas mariposas
que emergen de las crisálidas.
Se extiende su sintonía,
como bella melodía
que a lo que mira se empapa,
de sus cantarinas rimas.

La belleza de su canto
de tonos vivos y cálidos,
plácidamente responden
a las verdades que pacen
en sus florecidos prados.
Las notas van derramándose
por dondequiera lugares
que transitan sus beldades.

Hielo que el cálido aliento,
con su aroma lo deshace.
Si son sinceros sus aires
y su impulso es suficiente.
Dolor que en amor transciende
cuando la amargura flota,
llevada por la corriente.
Hálitos que el amor siente.

El beso cruzó la línea
que delinea el horizonte
y en su sabor lleva el néctar,
que del corazón emerge.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

SÓLO LA SENDA PRENDIDA.

Girando las manecillas
en su tozudez constante,
impertérritas y ajenas
a lo que vive y subyace,
marcan el tiempo que queda
y la criatura que nace.
Machacona letanía
marcando el ritmo del viaje.

Los días horas parecen,
si el pensamiento se crece
en la tranquila armonía,
y los segundos minutos
cuando el dolor se retuerce.
La profunda sinfonía,
que adorna lo que acontece
y sobre la piel fallece.

Se va acortando el futuro
mientras el pasado crece
y giran las manecillas,
como la vida, constantes.
La materia se dibuja,
sobre un tapiz deslumbrante
y va cambiando su forma,
arrugando su semblante.

Surcos entre las costuras
de caducas sensaciones
y fatigas confundidas,
con sortilegios y dones.
Senderos entre los poros
que surcan los manantiales,
donde se gesta la vida,
arrastrando sus pesares.

El tiempo golpea a quien reta,
sus leoninas condiciones
y del contrato se olvida,
solicitando atenciones.
Muestra su cara perversa,
a quienes creen que es eterna,
la vida que los sostiene,
a un contrato que termina.

Se van, pero siempre queda,
la esencia de sus quehaceres.
Los jalones de existencia
cincelados con paciencia,
entre amores y pasiones.
Queda impregnada la vida,
si las verdades son ciertas
y dejan huella en las sienes.

Giran y giran sin pausa,
como giran los ciclones.
Como remolinos crueles,
que abducen a los durmientes.
Como giran las ideas,
cuando el pensamiento crece.
Cuando la vida se extiende,
como un manto que protege.

Todo fluye y se deshace.
Todo caduca y renace,
en su infinita estructura.
La muerte no es importante,
solo la senda emprendida.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

LA VIDA NUNCA CLAUDICA.

No se cansa la oropéndola
de deleitar con sus trinos,
ni las luces desfallecen
cuando está claro el camino.
No se cansan los planetas
de girar sobre sí mismos,
ni ceden las melodías
a los distraídos oídos.

No se altera la promesa
si la verdad la acompaña,
ni se funden los metales
en las entrañas heladas.
No mutan las alegrías
si son sinceras sus ganas
y no claudica la vida,
aunque el huracán la abata.

Del granito emerge el musgo,
atravesando sus venas
no por eso se condena,
a la sólida materia.
Armónicos son sus lazos,
como dos almas gemelas.
Así, se crea el abrazo.

La tierra brama furiosa
en sus carnes flagelada,
pero se abren generosas
para que la vida nazca.
Su grito defiende el seno
donde los seres se crían,
y aunque sea grande la herida,
gesta su vientre la vida.

No se cansa el ruiseñor
en embellecer su canto,
ni son nimios los encantos
de su plumaje florido.
Trina su alma en el pico
para cumplir su destino.
La diminuta figura,
no merma su sacrificio.

Crece sin pausa el embrión
que liba de vivos líquidos
y sus órganos se alteran,
en el calor de su nido.
Torna la vida a su seno
cuando no es fértil su sino
y las primaveras lloran,
en los floridos caminos.

No cede la voz al miedo,
aunque azoten su coraje,
ni se arrodillan los héroes
aunque venzan los cobardes.
El grito de la verdad,
no se humilla con ropajes
que a la mentira rebajen,
con adornos de metal.

No se cansa la razón
de dar la razón al loco,
cuando el cuerdo se deshace,
del calor del corazón.
Nunca claudica el honor
que se nutra de su sangre.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

LOS MONOS LOCOS.

No hay noticia tan absurda
que la de los monos locos,
los que en los medios abundan,
miserables como poco.
Si los dos ojos te escuecen,
díselo a uno de estos monos,
mala tinta y voz que tienen
te los pintarán de rojo.
Si en tus días andas suelto
y tu caca es color opio
los monos dirán un cuento,
que tu mierda es un tesoro.
Si la moda es fornicar
tienen prensa para miles
de programas de sofá,
de rojo esperma inservible.
Ellos gritan sin pensar
son sus mentes irrompibles,
solo les gusta incordiar
con textos aborrecibles.
Nunca mires con repulsa
a los ojos del primate,
no les hables, pues no escuchan
y se mofan del desastre.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

ENTRE SUAVES CÉFIROS Y APACIBLES AURAS.

Entre suaves céfiros y apacibles auras
se licúa el color carmesí de mis sueños,
como volátil espiral de azulado humo
que al espacio infinito raudo se lleva el tiempo.
Una náyade con cabellos de oro y plata
va tejiendo por las fuentes mis áureos deseos
y entre los tornasolados susurros del aire
se oyen los clamores de mis rosados anhelos.
Blancos aromas de aterciopelados rosales
derriten en el éter de las horas los pétalos,
como amargos suspiros que se alejan del alma
rebuscando en el espacio el perdido tiempo.
Mis penas, como enjambre de doradas abejas,
van libando el néctar con su aguijón de veneno
y jamás tomarán una efímera pausa
como el fogoso río hasta el fondo del océano.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

PIENSAS EN MÍ.

Espero hacerte compañía
allí en tus pensamientos
donde mi nombre nombras
en cada una de tus noches frías.

Sé que no olvidas mi rostro
difícil es cuando se quiere,
sé que por mis besos mueres
de ganas de repetir otro.

Has dicho que soy lo mejor,
lo bueno que te ha pasado
y que de mi te has enamorado
que solo piensas en mi amor.

Cuando no puedas dormir
de tanto pensar en quererme,
recuerda que puedes tenerme
y por siempre juntos vivir.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

MADRE TIERRA.

El rostro se demudó,
al contemplar la belleza,
en su plenitud plasmada,
como una temprana rosa.
Absorta ante su grandeza,
quedó presa su mirada.
Al regresar al mañana,
vio su pequeñez impresa.

Cantando el mirlo en la rama,
bordó de risas la escena
y su canto desbordó,
la propia Naturaleza.
Una sonata temprana,
que en la mirada penetra.
Llegó su poder al alma,
para embellecer su esencia.

Bailó el colibrí su ritmo,
retando a la gravedad,
fue tan grande su verdad,
que hizo llorar a las piedras.
Su vertiginosa vida,
a los corazones templa.
Su belleza sin igual,
vive en la mente que piensa.

Senderos quiere el amor,
libres de toda maleza,
donde transitar sin miedo,
donde abrazar sin pereza.
Caminos por recorrer,
con la libertad a cuestas,
la mirada en lontananza
y las caricias de cerca.
Sembrar sin fin la cosecha,
con las verdades auténticas.

Vientre de la Madre Tierra,
que gesta tanta belleza,
alimentando a sus hijos,
sin un rictus de sospecha.
Tierra madre que nos das,
generosamente eterna,
con tus amorosos brazos,
amparas a quien te acepta.

Madre Tierra que me amas,
que solo el respeto aceptas,
para tus seres parir.
Marginada y seducida,
por el odio más febril.
Das tu amor a quien te ama
y a quien te hiere, dolor.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

ASÍ NO.

No los mires así,
los vas a espantar con tu forma de ser,
por querer demostrar
vaya uno a saber qué.

No les hables así,
que no te van a querer entender,
porque habrá quien te acompañe,
pero cuando ya no les sirvas
vas a sentir lo que es perder  

No te muestres así,
con tu actitud exagerada 
solo para impresionar, 
que solo te devolverán su mirada
y sus sonrisas tendrás que comprar   

No te engañes así, 
si en el fondo sabes bien, 
que nacimos para amar. 




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

TAN SÓLO UN AMOR PROHIBIDO.

Si ayer alegraba la vereda
tu suave candor adolescente
hoy me golpea el presente
con la crudeza de la verdad
con la fría realidad
de los años que han quedado
olvidados a un costado
de tu vida y de la mía
como una pasión dormida
que pertenece al pasado.

Es mi culpa, no lo sé,
tal vez será el destino
el cruzarnos en el camino
en el tiempo equivocado
cuando no habías comenzado
a soñar con el amor
ni conocías el sabor
de una boca apasionada
y tu sonrisa y tu mirada
estaban llenas de pudor.

Sólo pude acercarme
a escondidas, sin testigos,
para hablarte como un amigo
y proteger tus pocos años
pero te enredé en engaños
y soñaste más de lo debido
verte sufrir fue mi peor castigo
por destrozar tu esperanza
se impuso entonces la distancia
y tratar de hallar olvido.

¿Olvidar? Si supiera cómo
lograr de mis sueños borrarte
cerrar los ojos y no imaginarte
otra vez regresando a tu esquina
mi pequeña golondrina,
cuando te marchaste ese verano
quedaron mudas mis manos
en el momento de la despedida
presintiendo que con tu partida
mi espera sería ya en vano.

En busca de una nueva estrella
tus pasos se iban alejando
pasé horas en silencio meditando
tratando de cerrar mi herida
y cómo se nos fue la vida
qué terrible se me hizo tu ausencia
cómo pasó tu adolescencia
si un retoño de tu vientre
ahora marca tu presente
y el final de tu inocencia.

Hoy vi de nuevo tu sonrisa
y esta vez no fue un sueño
no sé por qué aún me empeño
en revivir del pasado
tiernos recuerdos atrapados
en un corazón sin olvido
de un amor siempre escondido
que en silencio siempre te nombra
un amor entre las sombras ...
tan sólo un amor prohibido.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

miércoles, 22 de abril de 2020

CORAZÓN DE HIELO.

Como no sientes lo que siento
porque esa frialdad
que me lástima ...
porque tu corazón
enfría mis noches ...

porque no puedo decirte
que sin tu amor no puedo más ...
porque te alejas ...
porque te pierdes  
en la penumbra
de mis sueños de color gris
corazón de hielo ...
que no parece moverse
en tu pecho
me hace sentir menos
y nada cuando ...
te acercas con esa mirada fría
corazón de hielo
donde estás
porque te pierdes,
porque te escondes de mí?

Cuando te necesito
y no estás parece llover agua fría
agua helada que congela
mis lágrimas por ti ...
por esa frialdad hacia mí...
en tu corazón ...

A veces te espero con mi cobija
y mirando por la ventana ...
sin perder la esperanza
hasta que el sueño me domina ...
corazón de hielo ...
que se pierde en mis pensamientos
dentro de la distancia
porque no puedo olvidarte ...
es que no me dijiste nada
solo te marchaste
como alejándote de mis sentimientos ...
es que no dejo de amarte …
porque aún hasta de tu frialdad
me enamoré ...




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

MIRA LEJOS CAMINANTE.

Mira como corre el gamo
y como vuela el halcón.
Mira como azota el viento
y como crece la flor.

Observa a quien medra ausente
sin respetar la razón
y mira con atención,
como te roban la vida.

Hay quienes miran sin ver
la belleza que contiene
un solo gesto de amor
y quienes pierden la senda
que conduce a la razón.
Mira el Sol como aparece,
entre nubes de dolor.

Contempla como la luz
hace frente a las tinieblas
y en esa dura batalla,
se equilibra la conciencia.
Como pintan la corteza
las nieves con su blancura
y como bebe el poeta,
de la vida sus esencias.

Otea hasta el horizonte
para que la mente viva
de la Tierra su grandeza
y sin mirar a tus pies,
se ensanche tu vida entera.
En los ojos la distancia
para ver la perspectiva
y la palabra en los labios,
o el silencio en las pupilas.

Mira el color como cambia
en irisadas partículas
y suenan en lontananza,
las almas de los que gritan.
Mira a lo lejos sin vista,
para de cerca dar vida
y contempla el Universo,
que te observa desde arriba.

Mira el camino ya hollado
y aprende de cada esquirla,
de los errores pasados.
Sueña despertando al sueño
que vive en la fantasía.
Colorea lo negruzco,
que ensombrece lo que rima
y da la mano al distinto,
porque es diversa la vida.
Alumbra donde haya sombra
que se despierten la ninfas,
para que sus bellas danzas
den color a las desdichas.

Contempla como la Luna,
platea los sueños de nácar
y como a lo negro mira,
para a lo opaco dar vida.
Párate y observa el mundo
desde la esbelta colina,
para ver lo más profundo
entre las hierbas más finas.

Temor de mirar de frente
si es patente la mentira
y de espaldas soslayar,
a la verdad reprimida.
Mira lejos caminante,
para que en cada latido
mires por dentro a la vida.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.