miércoles, 29 de abril de 2020

PURA COINCIDENCIA.

No se cansó de aplaudir
lo que aplaudir no debía,
si hoy lo miran presumir
es porque ella le aplaudía.

Era lo negro y el blanco
o la noche con el día,
y ella para serles franco
no tenía simpatía.

Le decía eres señor
y cual señor se sentía,
cada vez eres mejor
y el mejor, él se creía.

Pensó tener perfección
y juzgó a la mayoría,
pues ella por diversión
le daba zalamería.

Pero un día él descubrió
lo que creyó que sabía,
y por tanto comprendió
que amiga en ella no había.

Pues simplemente lo usó
para tener compañía,
más de pronto sucedió
lo que nunca alguien sabría.

Fue la historia de un payaso
que a todo el mundo aburría,
y la de una trapecista
que en sus actos se caía.

Como a menudo sucede
el circo ya no quería,
seguir estando sin clientes
pues los clientes, no volvían.

Y el payaso comprendió
que si con él no reían,
cuando menos con su amiga
tenía quien lo entendía.

Pero ella se burlaba
después de que la corrían,
en verdad sí eres señor
pues niño no parecías.

Entonces él le sonrió
pues sintió que la quería,
no me digas lo que soy
porque ya yo lo sabía.

Pero qué iba a ser de mí
sin ti que a mí me aplaudías,
me engañaba en ser un grande
mientras que tú envejecías.

Se alejaron dos siluetas
ya jamás se les vería,
pero dudo que alguien sepa
si entre los dos se aplaudían.

No quise tirarles piedras
mientras la mano escondía,
quien quiera ponerse el saco
vaya a la tintorería.

Esto sucedió en un circo
pero vaya qué ironía,
quien le encuentre un parecido
es pura ... Coincidencia




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

EN NOCHE SERENA.

Quiero llegar en la noche serena,
cuando la luna todavía no duerme
y en la intimidad de tu alcoba plena;
Pueda amarte y tú puedas tenerme.

Y a Morfeo arrebatarle tu sueño,
ese sueño que solo a mí pertenece,
besar sutilmente tu adormecido ceño
y el pezón que de tus sedas florece.

Me ofrendaré a tus libidos sortilegios,
que a mis deseos hacen elucubrar,
haré tus gemidos apetecidos arpegios,
cual candente sonata por degustar.

Y desnudos en amanecer temprano,
despertarás fundida en mi piel,
tus beldades beatificando mi mano
y mi boca besando tus labios.
… Catando su miel.

¡Oh magnificados resabios!
De codiciada mies.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

MI SUEÑO ...

Mi sueño se despertó
teniéndote al lado mío,
y a poco ni bien te vio
lo ha compartido conmigo.

Me lo ha hecho tan real
como bello, dulce y lindo.
Con erotismo total,
y sensualmente exquisito.

Sábanas blancas rodeadas
por mil pétalos de rosas.
Una música angelada
y tú ... desnuda y preciosa!

Esas curvas prominentes
esperando ser besadas,
con pasión y sutilmente,
con fuego, furia y palabras ...

Que encendieran más las llamas
que tanto ya nos quemaban,
y las cómplices miradas
que hablaban sin decir nada.

Comencé a recorrerte
con las palmas de mis manos
muy despacio, lentamente,
y locamente excitado.

Tu cuerpo se contorneaba
sin lograrlo detener.
Tu corazón se escuchaba
cual si viniera en tropel.

Mis labios entre tus piernas
continuaban su escalada.
Pedías no se detengan,
con voz de desesperada.

Tu piel cual brasa candente,
tus ojos incineraban,
el sudor corría en tu frente,
en tus pechos y en tu espalda.

Mi boca llegó a la puerta
y entró sin que digas nada,
toda húmeda, mi lengua
degustando esa cascada ...

De néctar incontenible
que tanto placer le daba.
Tan bellamente increíble,
que lo pienso y me da ganas ...

De revivir ese sueño,
contigo, mi dulce amada,
pese a que estemos tan  lejos
y tan cerca nuestras almas.

Lo que sigue no lo plasmo
pues, no hallo las palabras
y además, es muy privado,
tuyo y mío en la distancia!






Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

martes, 28 de abril de 2020

AMIGA, OLVÍDALO.

Recostada frente al mundo, pienso en su querer,
la esencia de sus caricias aún recuerdo en mi ser,
mi vida se destroza en un pedazo de papel,
Amiga, dime por favor, ¿Que sabes de él?.

Cállate alma, no te hagas daño, lo vi con aquella,
sonriéndole, y tú en pena, la sigues fiel en su huella.
No amiga, no lo he visto, mejor olvida su amor,
que te dejó tanto dolor, viviendo tan cruel condena.

Ni siquiera me pregunto cómo pudo suceder.
Su mirada, desnudaba mis aromas de mujer,
¿Se olvidó de mí? ¿Por qué no me viene a ver?
Decía que yo era su tiempo, amor, instinto y placer.

Tal vez fue su tiempo amarte, a su modo y medida
mientras su vida escondía, otro amor más fascinante.
Me duele al verte así, ven aquí amiga querida,
llora conmigo su huida, déjame curar tu herida.

Me condeno a su cielo con promesas,
¡Ese hombre me sedujo con destreza!
Y yo como ingenua esperándolo todavía,
pero sus caricias servirán de tinta a mi poesía.

Escribe sobre recuerdos, de los momentos felices,
que no dejan cicatrices cuando al papel se confían.
Vierte tinta y sentimiento, y verás cómo se olvida,
a ese amante infiel, que te destrozó la vida.
Ahora seca tus lágrimas … Te espera la Poesía.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

JUNTOS.

La distancia y el silencio;
el orgullo y el destino mismo
no pudieron impedir
nuestro ansiado encuentro ...

Sin decirnos nada, nos abrazamos fuerte
Como si nos quisiera separar la muerte,
Tus besos dieron sentido
la agonía de esperarte siempre.

Es que tú has sido el inconfundible poema
que en mi corazón logre tatuar
y nadie, nadie ha podido, ni podrá borrar.

Al despertar, tu rostro junto al mío
No ha sido un sueño, ni un desvarío,
solo la unión de una promesa irrompible
¡Estando juntos todo será posible!

Quédate un sueño, quédate un beso,
quédate una caricia, quédate una vida
Quédate cual llama encendida.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

¿VOLVER CONTIGO? ... NUNCA.

Crees que volvería junto a ti?
Crees que cometería tal pecado?
No me hagas reír, vil descarado,
alejarme fue lo mejor que hice por mí.

Vete, no me hagas desear tu muerte,
constantemente me haz maltratado
tú de mi jamás estuviste enamorado,
culpable eres que haya permanecido inerte.

Marchitaste mis múltiples colores,
mi alegría innata de mágicos acordes,
pisoteaste todo, mi cielo y sus bordes
!Nunca más! quiero que en mi vida mores.

Ahora tranquila sueño en mi almohada,
siento correr la sangre en mis venas,
porque en mí ya no queda ni una pena,
solo un largo futuro junto a mi alborada.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

HUYENDO.

Hoy volví a tener sentimientos diferentes
Perdida entre el murmullo de la gente
yo hablaba pero no era nada coherente
Estuve allí, ante un mundo indiferente.

A nadie le importa lo que mi corazón siente
aparecen amigos cuando feliz estoy,
ausentes cuando triste por el desierto voy
diluida por el dolor,
pienso que hay un mundo mejor.

Creé ángeles buenos con la mente,
Imaginando felicidad donde todo era ausente,
Corría a pies descalzos en un plano diferente,
al fin sentí al viento acariciándome tiernamente.

Cuantas veces mi vida será desfavorable,
cuantas veces tendré que crear un mundo imaginable,
a veces sentirme poeta y otras marioneta,
Huyendo al campo abandonando mis metas.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

ADIÓS MI DULCE AMOR.

En estos días, de latente soledad
te he recordado en cada letra, cada canción
sintiendo tus caricias, mi paraíso y maldición.
nada importaba, eras mi dulce realidad.

El viento cual eco me susurraba tu nombre;
embrujando mis sentidos, enamorándome siempre,
aunque lejos, serás parte de mis pensamientos,
fue maravilloso amarte en cuerpo y sentimiento.

Mi alma volverá a ser inquieta, cual festejo,
disfrutare, renaceré, porque de ti ya nada espero,
se feliz, ama, pero sobre todo; sé sincero,
no juegues a amar, sólo te puedes quedar...

Debo dar oportunidad, a quien me brinda felicidad.
espero llegue el día, que dejes de odiarme tanto,
cuidate mi amor, me alejo de ti, sin tristeza ni llanto.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

QUIERO LUNAS Y SOLES.

Se ha quedado sin Luna,
la noche de los tiempos.
Ya no besa los sueños,
ni vigila la cuna.
En sus bordes de plata,
se ocultan sus reflejos.
No la miran los búhos,
con sus ojos de bruma.
Ya no duerme en el lecho,
junto a la criatura.

Una suave corriente,
de vida se desliza.
Una leve pendiente,
sobre el amor se inclina.
En los ojos brillantes,
el deseo palpita.
Y la febril mirada,
en su interior se aviva.
Un pálpito que repta,
como un áspid se arrastra,
sobre la vida misma.

Se despierta la Luna,
en el cálido tálamo.
Abrazada a los sueños,
que quieren engullirla.
Sobre las suaves sábanas,
ardiente se desliza,
como un leve susurro,
de potencia infinita.
El amor se reclina,
ante la hermosa diosa,
con los ojos de fuego,
ardiendo en sus pupilas.

La flor se ha descompuesto,
en sus propias cenizas.
Y de las misma nace,
una historia que brilla.
Un renacer sin mácula,
entre sus propias ruinas.
El caldo de cultivo,
de la esperanza viva.
Mientras mira la Luna,
con su plateada sonrisa.
El Sol espera atento,
detrás de la colina.

Ya se fueron los nombres.
Ya no se oye la música.
Ya las sonrisas mutan,
indecisas vacilan.
En sus gestos la duda,
en su actitud la prisa.
Y en los labios el rictus,
de un amor que no brilla.
Los sonetos se fueron,
como almas perdidas.
Entre los sueños sueñan,
con volver a escondidas.

Se ha quedado la Luna,
presa en su propia estima,
con los rayos ocultos,
en su faz ambarina.
Ya no sonríe en el tálamo,
ni en las sábanas brilla.
Replegando sus ojos,
en su luz mortecina.
En las noches sin Luna,
las razones se achican.

Verdes quiero los campos,
no quiero polvo y ruinas.
Quiero lunas y soles,
que alimenten la vida.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

EN UN HILO DE TERNURA.

En una brizna de sueño,
galopa la melodía.
Bello sonido que vuela,
en alas de la armonía.

Se cruzaron las miradas,
como en una encrucijada,
de matices convergentes.
En una luz irisada,
se superponen las mentes.
La magnética corriente,
que en el interior explora.
Una música insonora,
que mágicamente envuelve.

Pedradas en la memoria,
que lapidan la nostalgia.
Una eufonía simbólica,
que dulcifica los traumas.
En las pétreas sensaciones,
que alimentan la desgana,
con vapores de bonanza.
En la calentura mágica,
que abduce las emociones.

Visiones fantasmagóricas,
que caminan en las sombras.
En la febril trayectoria,
que zigzaguea sin normas.
Una volátil memoria,
que entre hilachas se deforma.
Flecos que cuelgan sin forma,
de los trajes que la adornan.

Relámpagos de cordura,
en la indecisa locura.
Destellos en las pupilas,
de sentimiento cuajadas.
Como vasijas sin fondo,
que sin embargo rebosan.
Fanáticos arrebatos,
que beben de las reliquias,
en la memoria guardadas.

Tormentosos sentimientos,
de brumas grises poblados.
Tupidos bosques sin luz,
donde se pierden los halos.
Claro oscuras sintonías,
que deambulan distraídas,
en los corazones rotos.
Voces átonas sin vida,
que viven entre los gozos.

En un hilo de ternura,
buscó cobijo el amor.
Abrió los brazos sin duda,
y en su seno lo acogió.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

ENTRE LAS LÍNEAS NO ESCRITAS.

En la maraña de sueños,
la penumbra viene y va.
Un hilo de claridad
y una gris oscuridad,
La sombra de realidad,
que fenece y se recrea.
Una incipiente marea,
que se eleva de la mar.

De aristas múltiples nace,
de millones de partículas.
Apasionada la sangre,
que como una nota vibra.
De perfiles infinitos,
la vida crece y se aviva.
De Infinitas calidades,
se ilusionan y marchitan.

Singulares y minúsculas,
atómicas fibras vibran.
Nerviosas y microscópicas,
nacen, mueren y palpitan.
Insignificantes formas.
que se esfuman y claudican.
Como los gases se escapan,
y en el viento se disipan.

Entre grises nebulosas,
se sacuden las doctrinas.
Con una voz que sucumbe,
entre las nubes perdida.
Una charca se desborda,
una daga que acaricia.
Una lisonja que vuela,
buscando una cara amiga.

Sonetos entre las flores,
verdes besos que terminan.
Como placebos sin nombre,
que curan por simpatía.
Atardeceres de sangre,
de rosas rojas nacidas.
Un resquicio entre la luz,
amor entre las reliquias.

Sonora la tierra habla,
con palabras de justicia.
Mientras la sábana cubre,
la vergüenza que se olvida.
En el eco de los sueños,
se pierde la vida misma.
Infinitas realidades,
golpeando a quien las pisa.

En el prólogo del tiempo,
se anuncia la recaída.
En sus páginas se habla,
entre las líneas no escritas,
de la razón de vivir,
que la vida determina.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

REFLEXIONES PARA ANDAR POR CASA.

Apegado a la tierra
me conmuevo,
Entre vapores de ausencia
me entretengo.
En la cruda verdad,
me quedo solo.
Vivo la ensoñación,
y los momentos.

Arraigado a la luz,
busco la sombra.
Donde aliviar la fiebre,
que me aqueja.
Vivo como un ladrón,
robando ideas.
El tibio resplandor,
sin más me ciega.

Entre dudas navego,
sin premura.
En el filo del tiempo,
me debato.
En la soez negrura,
busco el centro.
Embriagado sin pena,
me desato.

Dolor sin carne,
vive el sentimiento.
Envenenado dardo,
que atraviesa.
Un virus que galopa,
el ciego pensamiento.
La falsedad que flota,
sobrevolando el tiempo.

En la dulce canción,
el ritmo anida.
El loco corazón,
en carne viva.
Una vaga ilusión,
que se hace rima.
En el lento dolor,
que se reaviva.

Como la golondrina,
vivo el tiempo.
Como el pez volador,
me hundo y crezco.
Amapolas de amor,
entre los dedos.
Un sonoro sopor,
del gris momento.

Bailando los dígitos,
se ordenan.
Apilados sin orden,
los conceptos.
Desorden ordenado,
de los flecos.
Sobre la calma,
el devenir incierto.

El cabello blancuzco,
se entretiene.
Sobre la frente,
reposa su talento.
Revolotean los ánimos,
como ágiles insectos.
Una mota de polvo,
que se escurre.
Sobre el cristal del miedo.

Bambalinas que cubren,
la existencia.
Adornando el escenario,
que es esencia.


Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

BORDAR DE SUEÑOS EL TIEMPO.

Abre sus carnes la vida,
unas veces amorosas,
otras ávidas devoran.
Sus bocas gritan o callan,
en su esencia renovada.
Sus fauces claman rabiosas,
la justicia que la ampara.

Saber que vuelve a nacer,
la sonrisa entre los labios.
Abrir con calor los brazos
y a la alegría acoger.
de fantasías los gozos,
hasta rebosar después.

Los ojos de par en par,
absortos por lo que ven
y la vida contemplar,
con absoluto placer.
Abrir las manos sin prisa
y llevadas por la brisa,
dar sin importar a quien.

La boca abierta al aliento,
que generoso se exhale,
para calentar las carnes,
frías y sin alimento.
Beber del saber sin miedo,
para comprender lo bueno,
y respetar lo que nace.

Generosamente abierta,
hacia los demás la mente
y sentir que somos todos,
y no tan solo una parte.
Vivir, ampliando la mirada,
en derredor, sin sonrojo
y disfrutar de la vida,
sin perjudicar a otros.

Amar sin pausa la Natura,
que nos alimenta y mima.
Bordar de sueños el tiempo,
que estemos en nuestra vida.
Libar la esencia que anida,
en cada cuerpo que roces
y sentir el Universo,
con una mirada noble.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

ROMPECORAZONES.

Simpático, coqueto y vanidoso
Te crees irresistible, bello y sabroso
Con tu trato, a todas logras encantar,
Pero tu corazón a ninguna sabe amar.
               
Eres el causante de falsas ilusiones
Solo por la vida vas rompiendo corazones
Tu mirada algo tiene, no lo sé precisar
que conquistan, tienen un encanto particular.

Tus sentimientos quisiera entender
Pero en tus redes, no desearía caer
Sé que desnudarías mis aromas de mujer
Condenándome a tu cielo y tu querer.

Regalar caricias y ternuras, es tu diversión
Ilusionas y abandonas más de un corazón
Sin importar que dejas lágrimas y dolor
a alguien que te entrego su sincero amor.

Sé que algún día te arrepentirás
Cuando te enamores sin marcha atrás
Y sepas que ella solo jugaba a besar.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

AÚN SOY UNA MUJER.

En su vida yo era la más radiante luna
Amaba mi rostro y ni que decir de mi figura,
Fui su amiga, amante y madre por fortuna
Unos kilos de más y creo perder mi hermosura.

Depresión, coraje por sentirme fea y vacía
La tristeza invadió mis días, me siento vencida
Mi refugio es el ayer, mi presente gris y fría
Se volvió una monotonía de caricias idas.

Aún soy una mujer, no me he marchitado
¡Sí, soy madre!, pero llevo aún pasión en la mirada
Necesito sentir el manjar de tus labios a mi lado,
Sin buscar en otra alcoba, sentirme amada.

Como extraño sentir aquel suspiro,
Cuando me veías llegar tan fiera y seductora.
Ahora solo recuerdos y ansias aspiro
En esta habitación tan acogedora.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri.