Me es imposible no enamorarme de ti,
sin saber siquiera si es real tu existencia.
Te imagino leyendo a Neruda, evocante,
y suspirando al compás de Rachmaninov.
Eres como un ascua de luz en la noche,
intangible e inalcanzable, sin rostro,
sin cuerpo, sin que nada de eso importe.
Solo importa tu voz, que juega con el aire,
y hablas de Nietzche, de Locke, de Sartre,
me desarman tus palabras, debo esforzarme,
debo buscar un argumento y discutimos,
como un juego, antes de volver a besarte.
No eres como ellas, son solo cuerpos vivos,
tu eres diferente, tienes alma, tienes magia,
tienes una luz diferente y nombres secretos,
te busco y no te encuentro ¿Existirás acaso?
No sé si te encontraré, no sé si es posible,
pero te vengo amando desde que te conozco
sin saber dónde estás o si te encontraré.
Temo haberme vuelto loco, amo a una idea,
a un fantasma de mujer, a un delirio etéreo,
todas las demás son vulgares, no son tú,
no tienen nada de lo que busco, no pueden,
solo eres tú, que no sé si existes, vida mía,
y camino entre la decepción y la tristeza,
no sé si nos encontraremos en esta vida,
no sé si me consumirá antes esta locura,
temo estar enamorado de un rayo de luna.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.