En el templo de tu sonrisa encontré la paz,
Y me perdí en ella
me perdí para encontrar la felicidad
en esa tierra bendita
en ese majestuoso lugar que me cautivó
en tu sonrisa yo encontré mi hogar
sin buscarlo, tal vez
Sin pensarlo, quizás.
en tu sonrisa vi el rostro de lo posible,
y era hermoso.
vi la imagen de la inocencia
y la forma de lo eterno.
En tu sonrisa encontré la libertad, y pude
abrazarla,
pude palpar lo inefable y acariciar tu cielo.
En tu sonrisa me dormí,
con tu sonrisa desperté,
y con ella bañe mi alma.
Si puedes, solo si puedes,
Llévame en tu sonrisa hasta la eternidad.
Que yo, dichoso, me iré contigo.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri