miércoles, 11 de marzo de 2020

DE QUIÉN ES LA FLOR.

De quién es la flor
que roza mi mejilla
al ir flotando en el viento
y sobre mi deja su olor.

No soy quién la cultiva
mas sentimos el mismo sol
quiero saber si con amor
sus pétalos se avivan.

Y mirarla lucir radiante
al asomarme a la ventana
en cada hermosa mañana
ver su vestido de diamante.
                             
De quién es la flor
que se moja bajo el agua
y humedece sus raíces
hasta lo profundo de su alma.

Quiero ser el manantial
donde navegan los suspiros
o tierra fértil donde creces
y floreces para amar.


Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

LA ESTACIÓN DEL AMOR.

Ayer salí a pasear
para contemplar las flores
que brotan en primavera
y embriagan con sus olores.

Lucían verdes los campos
repletos de margaritas
volaban las mariposas
esas que son tan bonitas.

Me detuve en una fuente
que desde el suelo manaba
un agua tan cristalina
que al verla la sed saciaba.

El Sol quería sumarse
a toda aquella belleza
realzando con su luz
un paraje en su pureza.

Es la estación del amor
un amor que nunca espera
el campo vuelve a la vida
se acerca la primavera.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

martes, 10 de marzo de 2020

AYER.

Un ayer esfumándose en su lejanía
como sombras veloces de fuego,
yacen en un olvido difuso,
inerte entre el polvo y los tiempos.

Almas aferradas al espacio,
desde interminables lontananzas,
entre inmutables vacíos extraños,
sin palabras, sin rostros…sin nada.

La vida inmersa en su misterio
observa ilusorias las distancias,
pensamientos que susurran añoranzas,
una nostalgia dejando su sereno callar.

Un ayer habitado por el destino,
llevado por un viento calmo,
remembranzas de un peregrino lozano,
que sigue por el sendero de los sueños.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

TU AMOR ES CONMIGO.

Me permitiste poseer un poco de tu nombre, porto en la piel gustoso tus cicatrices, para ser parte de tu excéntrica esencia, antídoto al veneno sombrío.

Revelaste uno a uno los secretos guardados en tus deseos de olvido, tu confianza es mi alivio, las caricias están conmigo.

El propósito era ser amigos, como lo son el invierno y el frío, pero se tornó distinto, ahora nos enteramos que el orgullo es un saco vacío, la felicidad es contigo.

Era verdad cada letra, no exageraba en ninguna de ellas. Podía ver en tus ojos los míos y en ocasiones malinterpretaba tu silencio como mi enemigo.

Las fantasías cedieron terreno a los momentos más bellos, la realidad ya no es un castigo, ahora todo es tan distinto, desde que el amor es mi amigo.

Nuestra similitud es un completo desorden, mientras la rutina rige tus pasos, en cambio yo no distingo entre el día y la noche. Mi debilidad es motivo inevitable al desvío.

Creí estar en la senda correcta, sinceramente vivía con un hueco enorme en el pecho. En un destello, entre un limbo y el tiempo, la mitad de mi corazón es carne de tu carne.

Valió desviarse unos cuantos metros, que para algunos serían kilómetros y pérdida de energía. Para mí sólo fue una caída, un dolor lacerante, mi mejor atajo al cielo.

El paraíso en vida es contigo, mientras tú amor es conmigo, si alguien pregunta de dónde he venido, diles que fue una súplica al destino y un perfecto desvío en mi camino.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

SOMBRA Y LUCES ABRAZADOS.

Sombra que al verde oscurece,
sombreando de negro el tallo.
Sombra que al rostro parece,
que de la luz se ha olvidado.
Sombra que el cuerpo agradece,
con el frescor de su halo.
Quedan sombreados los tálamos,
cuando el gris reina en el ánimo.

Luz que a la vida reaviva,
con resplandecientes rayos.
Luz que bebiendo del rayo
a la vida sacrifica.
Resplandor que da la vida,
a la sombra que fenece.
Luz que en los ojos refulge
y en las pupilas se crece.

En las sombras aparece,
un reflejo que se expande.
Una imperceptible luz,
que nuevos caminos abre.
Sombrean las alegrías,
cuando el amor se deshace
y las dichas se oscurecen,
cuando el dolor regurgita.

Vive la sombra cautiva,
en los replegados párpados
Y las luces reprimidas,
dentro van iluminando,
como carceleros sabios.
La sombra se queda chica,
cuando se atreve a pensarlo.
Verde sombra, verde claro.

Luces que nacen sin vida,
porque el necio no hace caso
y apagándose suspiran,
en los egos agrandados.
Espectacular la luz,
que de la sombra ha llegado,
alumbrando al infeliz.
Tonos de luz irisados.

Sin luces se van quedando,
los huecos que van dejando,
los amores del pasado.
Entre luces pululando,
como viajeros sin rumbo,
entre nieblas deambulando.
Sin luz queda la pasión,
que en gris se torna menguando.

Amor de sombras y luces,
pálpitos descompasados.
Besos que en los labios vibran,
de luz suspiros alados.
Resplandores en los ojos,
como refulgentes faros.
Amor de luces y sombras,
pero que llenan espacios.

La sombra y la luz se unen,
en el amor abrazados.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

UN BESO.

Es el beso aquel suave respirar
que necesitan dos bocas al amar,
o puede ser quizás una traición,
que parta en dos al corazón.

Puede ser el beso aquella dulzura,
que en el alma se guarda con ternura,
la sutil chispa que enciende la pasión,
que hasta al más cuerdo
 hace nublar la razón.

Pero un beso tuyo
un beso tuyo es amor;
que habita en tus labios,
que florece en tu boca,
en cada sonrisa, en cada mirada,
Tu beso, que invade todo mí ser,
cual nube divina, que cubre
por completo a mi alma.


Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

TE SENTÍ.

Ante mi abrazo te sentí rendida,
te sentí tan sumisa, tan encantadora
y mis labios se posaron a los tuyos
desatando mil sensaciones llenándonos
de suspiros de ansias de amor y de placer.

Fue un instante tan mágico, uno de esos
siglos-instantes que el amor nos brinda,
escribiendo mil versos con cada beso que se
daban nuestros labios.

Y te sentí temblar al igual que las flores
al soplo de la suave brisa,
y en mis abrazos te abrazaba tan fuerte
una y otra vez para llenarme del perfume de
tu piel, para llenarme de ti.

Y te sentí perderte en mis labios,
al compás de un gran beso
que lleno tus labios de suspiros,

Y sentí tu corazón latir, tal como late
al manotazo del ciclón la hoja,
y me abrazaste tan fuerte que nuestros
corazones latieron en un solo compas,

Y te sentí vencida, con el lento
y anhelado y temido vencimiento
del sol, cuando la Noche llega

y adoré tu sensual ,tus muecas
de niña, tu forma única de abrazarme
por la espalda y caminar apegada a mi
¡y te sentí profundamente mía!...


Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

IMPERFECCIÓN.

Podría escribir de ti tantas cosas,
más todas serían triviales. Dudosas;
Fútiles a tus virtudes maravillosas.

Tampoco lograría perfección,
como Poeta, Escultor o Pintor.
Pues ni musa, destreza o imaginación
harían obra perfecta en tu honor.

Siendo Poeta:
No podría plasmar sublimidades de tu alma.

Escultor:
Incapaz sería esculpir aristas de tu corazón.

Pintor:
Mi lienzo no revelaría tu deidad interior.

Por tanto: Ni te pinto, ni te esculpo ni te verso.
Te pienso: Porque en mi mente llevo inmerso:
Lo que sientes, lo que tienes… Lo que eres.
Especial y única. ¡Suigéneris de Mujeres!

Y para no pecar:
De fatuo al esculpir, pintar o versar,
no te esculpo, ni te pinto ni te verso,
más te sublimizo en mi pensamiento.

En ese íntimo e inédito universo,
donde sin imperfección de verso,
te esculpe mi alma con dedicación
sobre el parnaso perfecto del corazón.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

ME QUEDO CON LA ESPERANZA.

En el orbe de tu cosmos estar busco,
porque es donde tu poder reside,
en el abismo de tu apacible mar
y con los fulgores de tu plenilunio,
sellando con un ósculo sagrado
al tesoro por el que en mí vives
y por ti yo muero.

Las caricias de tu rapsodia anhelo,
y que a través del viento tu expresión
viaje en el tiempo hasta mi nirvana.
Dame el ramillete de tus afanes desvelados,
que pondré en la vasija de mi hálito,
esperando que florezcan entre mi mano
los bellos recuerdos que los vendavales
del olvido quieren aniquilar.
Tus pulsaciones versificadas me regalan instantes
de ti y sé por eso que emprendes el vuelo
hacia mí y tus risas me mandas para seguir soñando.

Tus aullidos noto,
y el sonido afilado de tus colmillos,
que ya se me han clavado en mí
desde la distancia,
y ahora aguardo en las nocturnas
horas sin perder de vista
al esplendor de la luna
que te escuda;
espero una transformación
para tener el impulso
y el aullido,
que me haga meritorio
de irrumpir en tu soledad
detrás de aquel satélite,
sin alegatos
por la dicha sublime
de tenerte y de tenerme.

Amar, amar, amar,
amar también es sacrificio,
cuando arriba un «hasta siempre»,
cuando el amor prófugo
se transforma en estrellas
rutilantes,
en el céfiro que acaricia
la frente,
en el beso de las flores
recatadas.
Amar en la distancia
es un sacrificio
y casi un dolor apacible,
en el que añoras
pero no estás triste.

Sacrificio como abnegación…
un permitirse el desapego
del ser a quien se ama,
para cederle plenitud
si no la halló a nuestro lado.
No, malestar no.
Apacible libación, de acre añoranza,
puesto que es inolvidable,
que por amor,
se le permite volar
si cree encontrar la felicidad
en otro sitio.
No, dolor hiriente, no.
Queda la añoranza y esperanza
de hallar la fusión mutua
después del delirante trance.

Sí, el amor...
inefable, indefinible...
que me libera, que me alegra,
y me da felicidad,
que libero, que alegro
y hago feliz...
que me permite dejar ir...
aunque eso me duele
pero me quedo con la esperanza.
Sí, este dolor no del amor,
sino por amor,
es un delirante trance…
momentáneo,
y que ofrezco en sacrificio,
que brindo como ofrenda,
que entrego en holocausto…

Alucinante, estrambótico amor delirante,
si hacer daño y causar heridas no es tu misión,
¿Por qué haces viable las laceraciones
de dos corazones arrobados?
Por qué, amor, haces parte de ti,
lo que evidentemente no es tu naturaleza,
pesquisa que corroboras en las faenas…
Inevitable cuestión: ¿qué más queda?
Seguir amando de modo delirante, alucinante…

Amor, si eres plenitud,
si eres felicidad en su mayor expresión,
¿por qué permites que en el acto de un beso
la duda de tu consistencia arribe?
Si los destellos de luna
son tus aliados, ¿por qué pones
la impresión de que todo es ficticio en ella?
Amor, en los corazones,
que neófitos se encaminan
en un sendero unificado,
dilucida la incertidumbre y esfuma la perplejidad…
Para que demuestres irrefutablemente
que eres plenitud y felicidad
en su máxima expresión.

Sentimientos encontrados,
sentimientos compuestos,
cómo poder evitar la nostalgia
ante la privación de tus sagrados
tratos, de tu terneza... pero melancolía
induces combinada con regocijo;
mi pensamiento ya no es claro,
y pierdo mi indócil serenidad,
tristes añoranzas fusionadas con la alegría,
porque te tengo, pero te desvaneces,
solamente tu reflejo me da la certeza
de que tal vez, alguna vez, algún día,
tú también mi destino asumas,
para que se fusionen nuestras almas.




Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

LUNA CONFIDENTE.

¡Oh luna! ... Atesoradora de los secretos
de amor, de los cobijos prohibidos,
de los lamentos contenidos,
recuérdale mis sentimientos concretos.

Ay! luna de mis amores
confidente compañera,
que diste vida a las flores
aunadas a mil poemas ...
Hoy te quiero regalar
estas rimas espontáneas,
que fluyen de mi pensar
mientras me observas y callas.
Eres bella como nadie
y tu luz blanca encandila,
benditos sean tus aires
que sensuales me acarician.


Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

NO QUIERO MÁS LA VIDA.

Extendió las manos y la cabeza esperando que la guillotina cayera 
y muy pronto le quitara la vida, 
que se desapareciera el suspiro y que nunca más hubiera reflejo en sus ojos.
Sin embargo lo único que recibió 
fueron látigos que uno a uno se sintieron como caricias 
pues el dolor que había en su alma era más fuerte.
Oh cielo mío, 
cuántas veces lo había intentado 
y simplemente sus ojos verdes lagrimaron, 
cuántas veces no había intentado refugiarse en el último suspiro.
Gritaba: "No quiero más la vida, 
no la quiero ni para vivir contigo".
Siempre esperando el momento extendía las manos y la cabeza, 
más siempre recibía caricias.
Pero porque soñara en esperar un momento 
porque lo hará si su rostro aún es viento, 
porque no querer la vida si la vida misma es muerte, 
¿Es que acaso quiere empezar a vivir?.
Oh cielo mío porque sigue gritando 
"No quiero más la vida".
                                                            
Puso sus manos en el fuego...
por aquella mujer...
pero, no se olvidó de su perfume de mujer,
cuando en el tiempo, sólo obtuvo un callado ser,
¡y sus manos, ay, de sus manos!,
quedaron cenizas frías,
como el dolor de sus caricias,
¡en el alma, ay, el alma!,
en que sólo la luz alumbró como aquel fuego...
entre sus más frías manos...



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

LA PROSTITUTA.

Iluminan sus labios la borrosa noche.
camina la calle palpitante, temerosa
entre las llamas de babeantes lascivos
que pagan por sus caricias de agonía.

Tu naufragio es mi naufragio,
tu guarida mi guarida,
tu miseria mi miseria,
tu tristeza mi alegría.
Yo soy … ¡tu naufragio!


envuelta en un frío latente que cubre como un manto incandescente, mis mejillas sonrojadas medio pintadas para disimular el desvelo de mis madrugadas.

Noches en soledad,
ojos a la intemperie,
cuando las caricias son barbarie,
del algún hombre asiduo a la felicidad...

Desnuda eres, niña
durazno aterciopelado
una hora en antumbra,
quince minutos en penumbra.

Amada chicuela, playa pisada y desflorada
besada por el sol, acariciada por las olas
das el amor que no tienes, entregándote
en cuerpo y alma a quien no te merece.

-¿Cómo te pagaré, beldad hecha lujuria?
¿Cómo te compraré, cándida víctima de trata?
-Cómprame por siempre, no por una hora.
Con risas primero y gemidos después.

Queso en oliva, charqui en miel
tal vez sea tu sonrisa
tal vez sea tu voz
niña, algo en mí provocas.

Mirada de niña sugerente
y a la vez seductora,
haciéndose la inocente
y también provocadora...

Boca de labios gruesos
besando con desconfianza,
después de sentir mi cuerpo
me besa hasta el alma...

Morena de cuerpo bello
con sabor tropical,
le beso desde el cuello
hasta llegar a su mitad...

Una amenaza me hiciste
por una propuesta indecente,
utilicé hasta mis dientes
y de ese modo cumplirle...

Creí mi objetivo cumplido
y sus manos me contuvieron,
me mantuvo ahí retenido
hasta que nuestros labios se unieron...

Sentí su placer exprimido
y su mirada contenta,
sentí que su amor era mío
así como su entrepierna...

Quiero que sea mi hembra
aunque sea ocasional,
que se entregue completa
como su amor pasional...

Quiero que sea mi secreto
y tenerla sólo para mí,
gozarla toda ella prometo
y con lo mío hacerla feliz...

Hacerme dueño de sus besos
de su boca y de su cuerpo,
besar y lamer todo su sexo
que sepa que así la quiero...

Quizás sea sólo ilusión
calentura del momento,
algunos lo llaman pasión
a cambio de unos pocos pesos...

Ella se me entregó
sin prisa ni temor,
su deseo me encandiló
y nos hicimos el amor...


Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

domingo, 8 de marzo de 2020

BAJO LA LUZ DE PLATA.

Con todo mi cariño a mi querida amiga Shara González. Gracias por ser mucho que una amiga, eres como una hermana y una madre. Nunca encontraré mejor estilista que tú. Mis triunfos y los alhagos que vaya recibiendo como crossdresser también serán tuyos. 



Bajo la luna y las estrellas
De las noches más bellas
Yo te sueño despierto
Escribiendo cuanto te quiero.

Te quiero en cada verso
Te amo en cada poema
Por el más bello sentimiento
Vuelves a mi alma poeta.

Tú provocas chispas en mí
Te amo solamente a ti
Con cada parte de mi ser
Con todo lo que soy siempre te amare.

Entre el suave roció de las flores
Con tus manos pequeñas y suaves
Eres el dulce canto del mirlo
Que siempre quiero conmigo.

Y cuando le escribo al amor
Siempre eres tú la razón
Ya que tuyo es mi corazón
Que te ama con devoción.

Construyendo en las nubes castillos
Con cimientos eternos y sinceros
Y jardines de cerezos de te quiero
Para ti mi lindo lucero.

Bajo la luz de plata
Se inspira mi alma
Al ver tu linda mirada
En la luna reflejada.

Sostengo cada uno de mis deseos
Y los dejo libres al viento
Todos llevan tu nombre
Y el universo ya lo conoce.

Mi preciosa niña linda
Siempre serás TÚ
Mis ojitos más hermosos
El dulce amor de mi vida.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

ENTRE AMORES SOLLOZANDO.

Con todo mi cariño a mi amiga Shara González.

Llora el bebé en el regazo
y en el nido los polluelos.
Llora el alma en el silencio
y el corazón en los brazos,
del amor que vive lejos.
Llora quien se siente preso
y sin grilletes se oprime.
Entre riquezas solloza,
quien la libertad cohíbe.

Van quedando los retazos,
de pasadas desventuras.
Pero la vida se muda,
como la piel el lagarto.
Lágrimas que van rodando,
en la pena que perdura.
Tiernos gemidos que nublan,
las escasas alegrías.
La voz se ha quedado muda,
entre sollozos perdida.

Llora el cachorro que pierde,
el cariño que le acuna
y en los lloros se desnuda,
el alma de la criatura.
Sueña llorando quien teme,
que los sueños sean de bruma.
Lloran la ausencia y la hambruna,
en la dignidad perdida,
en las derrota sufrida,
si la humanidad se pierde.

Se van quedando en la nieve,
los copos que ya cayeron.
Los silenciosos fragmentos,
de las palabras que hieren.
Lágrimas que van rodando,
en el lecho de la muerte.
El amor que va y que viene,
como el aire que se pierde,
en los entreabiertos labios.

Llora la sangre que fluye,
llora el corazón que late.
Llora el amor que subyace,
en el fondo de la sima.
Llora quien siente fatiga,
de la mirada que finge.
Quien el corazón ensancha,
con la lágrima que fluye.
Llora quien del amor huye.

Llorando queda la Tierra,
flagelada en sus orígenes.
El amor que se consume,
y el que de su vientre nace.
Ama llorando quien pace,
en las pasiones del mundo.
Llora quien siempre sucumbe,
al dominio de sus amos.
En las lágrimas se unen,
el amor y los agravios.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri