viernes, 15 de mayo de 2020

LO QUE ME DIJO EL AMOR.


En una noche estrellada,
sentado me encontraba en una terraza,
había una brisa fresca y calmada.
yo, con enorme decepción
me sentía triste y amargado

Empecé conmigo hablar,
vi el esquema de una flor y me acerqué,
era el amor, y le hablé de mi pesar
desde que de mí se fue
sin decirme que deseaba terminar.
                                                              
Le hice mil reclamos
culpándolo de todas mis desdichas,
el por qué destrozó todos mis sueños
y me arruinó la vida,
dejándome solo y con mis miedos.

Si uno está dichoso,
¿Por qué de un zarpazo lo destruyes?
le haces caer en un profundo pozo
de angustias y dolores,
después de haber vivido algo hermoso.

El amor, mesurado,
nada me decía, ningún reproche,
solamente se quedó escuchando
mis penas y reproches,
y decidió no continuar callado.

Me preguntó calmado:
¿Alguna vez, tú has visto los rosales?
sus flores son de colores variados,
de aromas muy fragantes,
pero hay que tocarlos con cuidado.

Puede que te hagan llorar
clavando sus espinas en tus dedos,
que sin querer pueden hacerte sangrar,
debes tener cuidado,
si quieres de esas flores disfrutar.

Le contesté diciendo:
sé muy bien que poseen sus espinas
pero son bellos verlos florecidos
y aun duelan sus heridas,
el dolor que causas tú es más profundo.

Lo vi sentirse triste
al ver que por él yo estaba sufriendo,
sintió de mi dolor era el causante.
Lo vi arrepentido
y decidió hacerme su confidente.

Me dijo: yo soy frágil
y a veces sin querer pueden herirme,
aunque puede ser una herida sutil,
sí pueden lastimarme
aún me crean invulnerable y muy hábil.

A veces hay fracturas
que pueden ser causante en mi sufrir
de heridas invisibles y profundas
sin poderse percibir,
que nadie puede verlas ni tocarlas.

Busca en tu corazón
y verás donde fue que me fallaste,
si al buscar encuentras la razón.
verás, tú me alejaste,
tal vez sin tener esa intención.

Les pido me perdonen
a los que con mi actitud hago llorar,
pero es que muchas veces no entienden,
¡Que me tienen que cuidar!
Porque yo soy ese amor que todos quieren.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

CUÁNTO DUELE.


La luna, fue testigo de tus traiciones.

La luna, mi fiel compañera me segó de mentiras haciéndome creer que tú de verdad me querías.

La luna, mi amiga íntima me engañó y me duele más aún, porque yo en ella creía.

Me duele pensar que serías fiel en mi vida, pero más me duele ocultar que te amo como tonto, que completamente enamorado de ti, mis pensamientos son eternamente tuyos como también gran parte de mi existir.

También me duele que la gran esfera brillante por las noches me ocultara grandes detalles, diciendo absurdas mentiras de las cuales ningunas fueron verdades, o quizás lo hacía para no lastimarme.

Cuánto duele que por las noches con alegría me acercaba contándole mi día a día, y lo tonto que me sentía cuando pensaba en aquel amor que tanto me llenaba de alegría, pero sobre todo, cuanto duele que fueron mentiras.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

POR QUÉ SOY EL MEJOR POETA.


Me topé con un poeta
hablaba cosas extrañas
miraba hacia las montañas
igual que lo hace un profeta.
Me describió un paraíso
con una entrada secreta
y cual si fuera un hechizo
me sentí en otro planeta.

Pero todo se deshizo
al quedar mirando al cielo,
pues con un gran desconsuelo
y su semblante sumiso
dijo la palabra, amor,
y suspirando enfermizo
me dijo ... ¡Nunca me quiso!
con un rictus de dolor.

Mas retomando valor
describió la libertad
y al llenarse de ansiedad
ha elevado este clamor:
¡Todo es pura vanidad
al nacer quedamos presos
de la absurda falsedad
que nos carcome los sesos!

Y me habló de la orfandad,
de esa ambición desmedida
de quien su dinero cuida
sin conocer caridad,
porque es sentencia sabida
que aunque existan excepciones
unos tienen buena vida
y otros … ¡No tienen calzones!

Luego al mirarme a los ojos
gritó: ¡Me diste una idea!
En versos diré que es fea
y que la tengo de hinojos,
con mis letras vengaré
que su desdén me apedrea
y yo la despreciaré
al sentir que me desea.

Y le daré mi desdén
usando palabras claras,
sin metáforas cansadas
buscaré la sencillez,
porque poeta es aquel
que expresa sus sentimientos
y tan solo es un panfleto
si no agrada a quien lo lee.

Me alejé discretamente
mientras continuaba hablando
por tal me fui yo pensando
que se le atrofió la mente.
Pues sobre estrellas y flores
al alba y a tiernos besos,
hizo sus versos mejores
creando más universos.

Lleva penas y embelesos
¡Está loco que da horrores!
mas son tan grandes señores
que quise ser uno de esos,
y por tal yo te confieso
que por ti me hice un poeta,
y mi pluma no se aquieta ...
¡Cuando se inspira en tus besos!




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

jueves, 14 de mayo de 2020

UN DISPARO DE SUEÑO.


Vuelve el ayer,
como un látigo de aire.
Camuflado entre sueños,
en el tiempo, al socaire,
del sutil sentimiento,
que va y viene al capricho,
del frágil pensamiento.
Una bola de nieve,
que se agranda cayendo.

Una voluta de humo,
un temblor en el cuerpo,
una fibra que vibra,
un acorde sincero,
de un amor que palpita.
El perfume del beso,
la pasión que subyuga
y ese lento aleteo,
de los ojos que miran.

Vuelve la idea,
primigenia y auténtica,
a desvelar secretos,
a liberar fronteras.
Vuelve a ser la marea,
en su cambiar constante,
la que descubra o tape,
la que inunde la tierra.
Vuelve el sonido efímero,
paulatino y chirriante.

Un disparo de viento,
que arrebata la vida,
un impacto de sueño,
para vivir sin prisa.
Un golpe del destino,
reiniciando la dicha.
Un silencioso trueno,
que al amor sacrifica,
La verdad que golpea,
a la necia mentira.

Vuelve el amor sin freno,
como un soplo que mima,
una suave corriente,
que dibuja la risa.
La canción de los besos,
soslayando la envidia
y la larga mirada,
que a la vida escudriña,
en la urdimbre que extiende,
el hilo de la vida.






Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

MI VECINA LA GOLONDRINA.


Quiero presentarles
a mi nueva vecina
¿Quién es? ¿Cómo se llama?
es la golondrina.

Sobre la ventana,
cerca del tejado,
ha hecho su casita,
muy firme ha quedado.

Todas las mañanas
ella me despierta,
con su melodía
siempre me deleita.
               
Se posa entre mis manos
con gran algarabía,
y luego regresa
a cuidar sus crías.

Cuando estoy muy triste
o me siento solo,
ella canta y hace
que lo olvide todo.

Sé que antes del invierno
se irá por las praderas,
en busca de otro cielo
y otra primavera.

Ansioso esperaré
nuevamente su regreso,
sé que pronto volverá,
porque así siempre lo ha hecho.

Mientras tanto cuidaré
que ningún malhechor
destruya su nido
¡No lo haga, por favor!

Cuidemos con amor
a mi bella vecina,
para que en el mundo
siempre haya golondrinas.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

ENTRE TÚ Y YO.


Entre tú y yo el mar
Entre tú y yo el cielo
Y no pueden impedir
Que nos amemos …
Van y vienen los deseos
Unas veces en las olas
Otras, me los trae el viento
Y, aún así, te siento mía
Lleno de pasión y sentimientos …
 Voy guardando en mi pecho
Uno a uno tus anhelos
Que se van volviendo míos
Y creciendo con el tiempo.
Dime dónde encontraré
Tus manos, dónde tus besos,
Tus manos me traen caricias
¡Y tus besos …  Ay tus besos!
Me invaden el pensamiento
Y me llenan de deseo.
Que se abra el mar,
Que se apague el cielo,
Que necesito tu amor
Porque te quiero.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

miércoles, 13 de mayo de 2020

AÑORANZAS Y MORRINAS.


Irrumpen las añoranzas,
a veces con tanta fuerza,
que como una daga sajan,
la carne de la entereza.
Se van dejando después,
una sensación de pánico,
en el vacío que dejan.

Los recuerdos van y vienen,
como la luz y la sombra.
Haciendo añicos la pena,
dolor al frágil momento.
En voz alta se prodigan,
se amodorran en silencio.
Ni tan lejos, ni tan cerca,
se diluyen o se engordan.


Camino de la esperanza,
cada paso es un destino.
Cada aliento es un recuerdo,
de los momentos vividos.
En cada sutil mirada,
el afán de comprender,
lo que hay y lo que falta.
Senderos que recorrer,
dejando por el camino,
experiencias y palabras.

El viento sopla sin rumbo,
de sus bandazos se nutre.
En cada zarpazo azota,
lo bello y lo que se pudre.
No se detiene en maneras,
ni a la belleza sucumbe.
Como atraviesa fronteras,
sube las más altas cumbres.
Su fuerza es la indiferencia,
que igual que roza, destruye.

Nostalgias vienen y van,
como mandobles de viento,
que redoblan sin piedad,
preñando cada momento.
Atrapadas en los sueños,
como en la nieve el viajero.
Morriñas que se acurrucan,
en los dobleces del tiempo.
Como se aferra la hiedra,
a la piedra y al cemento.

Sendas de intrincados giros,
de atajos y vericuetos.
De instantes ahítos de frío,
o abrasadores momentos.
Encrucijadas que obligan,
a decidir el camino.
Y veredas farragosas,
que confunden al viajero,
que hollando sigue el sendero,
preso en su conocimiento.

Se va desnudando el alba,
de negros ropajes viejos,
Arrebatando a las sombras,
las luces que lleva dentro.
El sentido se despierta,
dejando detrás el sueño,
que de puntillas se aleja,
a su natural encierro.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

ME GUSTAN TUS OJOS.


Tus diáfanas pupilas
avellanadas
parecen dos luceros
de madrugada.

Y el ámbar de tus ojos
campos de trigo
cada vez que me miran
todo es festivo.

Hay fiesta de colores
tocan violines
que junto a un madrigal
suenan sublimes.

Por favor no los cierres
déjame verlos
pues si veo a tus ojos
yo miro al cielo.

Mas para ser sincero
¡Me gustas toda!
Y ahora te diré
que amo tu boca.

Y así describiré
tu cuerpo entero,
lo demás por pudor ...
¡Será en secreto!




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

ÉRASE UNA FLOR DESHOJADA.


El pétalo de una flor fue llevado por el viento
al centro de la ilusión donde están las esperanzas,
y a las islas del amor donde abunda el sufrimiento
pues el miedo y el rencor naufragan haciendo alianzas.

¿Qué destino lleva el aire, hacia dónde se dirige?
El pétalo no lo sabe y nunca podrá saberlo,
pues ha caído en el suelo donde el olvido se erige
como ese gran vencedor que nadie ha podido verlo.

Fue parte de aquella flor, de todas la más lozana
hermosa como obsidiana, orgullo de invernadero,
pero un día un jardinero creyendo que era serrana
la arrancó en una mañana y la sacó del vivero.

Pues se juntó la ignorancia con la absurda estupidez
porque nuca supo ver la belleza de la flor,
era negro su color con delicada altivez
como una viuda mujer que vive llena de amor.

Sin piedad la deshojó y sus pétalos marchitos
han tomado el colorido que gustaba al jardinero,
y hoy con llanto lastimero quiso juntar sus trocitos
pero un pétalo faltó, lo llevó el viento ligero.

Nadie sabe lo que tiene y cuando lo ve perdido
si quiere recuperarlo... ¡Tal vez reciba su olvido!

...

Quien espera la última ola para entrar al mar, sin duda que jamás se ha de mojar.
La ola que se aleja, ni como espuma regresa.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

EMOCIONANTE.


Emocionante,
arriesgarse por amor
en el edén terrenal;
dejarse llevar
por alma, corazón, dicha,
por latidos y suspiros.

Emocionante,
coincidir en dicha y cita:
unas miradas fulgentes,
un abrazo estrecho,
unos besos liberados
en el cielo de unos labios.

Emocionante,
degustar fruta prohibida
del cerezo de la vida,
jugosa endulzada,
si por ambos deseada
si por ambos compartida.

Emocionante,
compartir barquita y gozo
en el río de la vida,
remanso y corriente;
navegar en aguas bravas
y llegar juntos al mar.

Emocionante,
amarar en playa amiga
sin nadie que nos perciba;
sentirnos amantes,
fundir latido y suspiros
trepidantes y crecientes.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

LA ORQUESTA.


Suenan notas magistrales
al compás de la batuta
que solemnemente mueve
el director de la orquesta.

La música se suaviza
dando entrada al violinista
que con suavidad entona
bellos acordes serenos.

Las manitas del pequeño
se mueven con elegancia,
regalándonos su don,
provocándome suspiros.

Flautas, trombones y violas
suenan delicadamente
resaltando la belleza
que interpreta ese niño.

Todo parece ser calma
hasta que el arco se acelera
bailando sobre las cuerdas
de manera impresionante.

Todos los instrumentos
lo acompañan vigorosos
en el bello recorrido
que el oído nos deleita.

A ritmo alegre y pausado
el concierto me transporta
a donde no existe nada
más que un delicado éxtasis.

Vuelo, sueño y me transformo
en un ave que es capaz
de surcar cielos lejanos
donde mis lágrimas llueven.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

VORAZ Y BELLA.


Ha de menguar,
la eterna duermevela,
que en la hojarasca presa,
viviendo en su ceguera,
en el desprecio medra.
Ha de encontrar,
entre la espesa niebla,
la prístina luz,
que en el saber quisiera.

La luz primera,
volver siempre quisiera,
en alas del amor envuelta.
Lúcida primavera,
ágil golondrina que regresa.
Multicolor quisiera,
cada oscuro rincón,
que el corazón encierra.

Voraz y bella,
cual carnívora planta,
que al insecto devora.
Una mirada experta,
hasta el núcleo atraviesa,
hacia su alma gemela.
En la Luna refleja,
su versátil simpleza.

Amor que vuela,
tronando o en silencio,
cual furiosa tormenta.
Ciñe la vida obsesa,
apasionadamente bella.
Amor sin tiempo,
libre o prisionero.
Ha de soñar el verso,
donde vivir inmerso.

Ha de creer con dudas,
alcanzando la esencia,
en la noche profunda,
en la radiante aurora.
Pensar en la existencia,
con la verdad sin verla.
Al alba quedó queda,
en la mañana muda.

Realidad que retorna,
como vuelve la vida,
como el amor regresa,
siempre fresco a la cuna.
La voz que rota queda,
ante tanta hermosura.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.