lunes, 14 de septiembre de 2020

DULZURA EN MI CASITA.

Tú eres la dulzura que quiero tener

en mi casita de caña y madera;

porque me falta la rosita que adorne

mi humilde balcón y no sé porqué

te niegas si tus lindos ojos negros

que tienes brillan para mí, hasta

la sonrisa cuando lo haces; me inspiran

cositas bellas no sé porque no me

da el sí, porque mi corazón se quiere

salir de la emoción cuando le pido

un poquito en pasión de amor.

 

Yo también deseo tener tu dulzura

que ilumine nuestra casita de amor,

que llegue dejando esplendor.

Yo también deseo tenerte a mi vera,

que nuestra casita brille con luz entera

dejando oír tus carcajadas frescas,

pero no te tengo, y vacío está el nido,

la casita está sin tu presencia,

y yo solo puedo llenarla con tu esencia.

 

Tú eres la mujer que quiero tener en mi casa de guano y de madera, para hacerla feliz cuando llega la noche y las estrella nos contemplan, quedando como testigos de tanto de deseos de amar, entre la soledad que nos rodea.

La que está siempre en mi mente aunque no te tenga cerca, con el recuerdo de su pelo, al despeinarlo el viento, cuando se sentaba a la orilla del rio, a ver el día pasar, entre el canto de los tomeguines y la abundante floresta.

Pero como sé que todavía me quieres, que todavía en las tardes me esperas, no dejare de quererte mi mujer enamorada , mi mujer bella.

 

Dulzura en mi casita no es el azúcar, son tus besos, no es el olor de las rosas de nuestro jardín, es tu perfume, es todo lo que hace de tu compañía la parte dulce de mi día, llenas de dulzura de mi tiempo. mis momentos, mi espacio por eso lo más dulce de mi casita eres tú.

 

Si te paseas por el campo

o te vas por la pradera,

veras flores por donde quiera

si tomas la más bonita

vas a tener mucha dulzura

en tu humilde casita.

 

Esa preciosa dulzura

la deseo en mi casita,

pues con ella, nada a oscuras

ha de quedar, mamacita!

 

Pues, tus ojos son luceros

que iluminan más que el sol,

y ese dulzor de tu cuerpo

es por tener tanto amor!

 

Regálame esa dulzura

por toda la eternidad,

pues, tu alma y tu figura

irradian felicidad!

 

Como aval tienes mi vida

y mi cariño sincero...

Dime que si vida mía

porque sino yo me muero!

 

Mi casita humilde y bonita

Solo la adorna tu dulce carita

Con su hermosa sonrisa que endulza mi casita

La dulzura de my casita son esas lindas criaturita

Mi negro y mi negrita

Lo mejor de mi vida lo que endulza mis días.

 

Me gusta el aroma de miel y estoraque que perfuma nuestra dulce casita... Adornada con tu sonrisa y esa, tu tierna mirada que no importa lo que pase, sé que por ti seré siempre amada.

 

Quién sabe si en la casita

de primavera y de rosas

se sienta tu amada flor

soñando en ser tu esposa.

Quién sabe si te olvidas

de lo hay en la casa

mirando sus ojos lindos,

con color de mariposa,

que te adoran para siempre

desde el balcón de la aurora.

 

Tu dulzura en mi casita

La olvidaste vida mía,

Y también esa alegría

Que ilumina tu carita;

La ternura que palpita

Entre gran melancolía,

Una sutil armonía

Que dondequiera gravita;

Ay, mujer donde tú llegas

Siembras chispitas de amor,

Con tu sutileza agregas

Duce encanto, gran candor:

Eres ángel, nunca niegas

Tu caridad y fervor…

 

Mi casita. Me ha dejado tan lindos recuerdos… y no fueron flores…

Recuerdo, aquellos oscuros pasillos, que nos abrasaban.

Cómplice de tan inocentes juegos… juegos de dos seres que se amaban.

¿Te acuerdas…? cuando curioseabas, con mis botones de colores.

Y yo callado te seguía el juego, atrapando tus temblorosas manos…

 

Dulzura en la casa, dulzura por voz.

Dulzura en la casita de tu dulce corazón.

Dulzura que guarda cada cajita

en cada nidito de amor.

Dulzura tu amor por estar en nuestra casita,

mi casita es dulzura por tenerte mi amor...

 

Tú eres la hermosa rosa en mi casita de madera en mi amada España donde siempre mora la añoranza y estremezca en nuestro corazón donde una noche crecer a una bella flor la semilla será plantada junto tus cálidos abrazos y la fragancia de un nuevo amanecer donde todo vuelve a renacer en aquel lugar en la amada España.

 

Mi sueño era una casita

Donde plantar un rosal

Un peral, un limonero

¡Y yo que sé cuánto más!

Quisiera tener gallinas

Diez o doce nada más

También tendría un perrito

Para cuidarlo y cuidar

Ese era mi gran sueño

Pero mi vida, sin ti

No lo no puedo ni pensar

Lo triste que yo estaría

Sin ti, en cualquier lugar

Necesito tu cariño

Tu sonrisa, tu amistad

Pero la vida es así

Mis sueños no cumplirá.

 

No me gusta la poesía que habla de amor,

Mucho menos del amor que destila solo

Hormonas pasajeras, de esas que te hacen

Sudar en primavera, buscando el beso,

Deseando el beso más que la palabra,

Porque descubrir el cuerpo es tarea fácil,

Se desviste y se toca, se posee.

Yo no quiero poseer, no quiero adornos en mi

Balcón, no el cuerpo como una cosa para saciar

Mi pasión, no.

Si me preguntan, a mí, yo disfruto la palabra,

Por no la del sí complaciente, ni la del sí,

Que nos convierte, en esclavos y fieles recurrentes, yo prefiero la palabra que

Descubre la mente, que retrata el océano

Inmenso que te habita, que me digas tus demonios,

Que me cuentes de tus penas y lloremos juntos

Este insomnio.

No me gusta la poesía que habla de formas,

De poseer y de convertirnos en monosílabas,

Pero si me preguntan a mí, yo aquí te espero,

Para cuando necesites llorar tu desvelo,

Aún y cuando no quieras nada de mí,

Más que un momento para sentir, que no estás solo

En esta selva quemada, que arde y sufre nuestra

Falsa presencia.

 

Néctar divino, que se toma de la fuente mágica de la aurora, la alborada y la penumbra de la luna que acaricia la brillante paz en mi casita.

Aroma de amor y de vida, tierno sentir de armonía de espléndida fragancia que de mi vergel surge.

 

No tengo las respuestas

si te soy sincero,

tampoco tengo tu nobleza,

pero mi casa,

mi casita de madera,

cree con mis manos

y trabajo para traer

de ti, una reina.

mi corazón se nubla a veces.

cuando te veo y no llegas,

cuando me faltas, y no esperas,

cuando tus ojos me dicen.

¡si quiero!

pero en el fondo no sé si puedo.

no quiero dominar tu voluntad.

mi casita te espera,

por favor, sueña con ella.

sueña conmigo,

aquí estaré esperando

como un niño,

con un hombre que tiene

por ti el cariño.

que tiene por ti la fuerza

de crear una casa de madera,

un jardín lleno de fragancias

y naturaleza que te espera

lleno de vida y amor,

cariño y pasión.

así espero que estemos juntos.

mi amor, frente al sol.

Cariño, piénsalo, dime que sí.

no lo hagas por mí.

mira.. si mira.

también hice una habitación

para el niño o la niña

que nos alegre la vida.

juntos mi vida,

aquí en esta humilde tu casita.

 

Entra temprano los rayos de sol,

dulzura, que envuelve la vida.

Tu aroma llega como un clamor,

a nuestro hogar, nuestra casita

He de amar esta dicha y contento,

junto a ti, encuentro sosiego,

alma pura, corazón fiel y atento,

juntos en la casita de los sueños.

 

Junto al hogar entre tus brazos

en la casita de madera

rodeada de pradera florecida

me entrego a tu mirada

me regalas tu sonrisa

me disuelvo entre tus besos

sobre alfombras orientales

junto a nuestra chimenea

en la casita del ensueño

la casita de madera.

 

Hay un lugar

donde siempre soy yo

y vuelvo a ser yo.

Un lugar con nombre y dirección,

entre la sombra y el sol.

Hay un lugar

que llevo en mi alma

cuando voy y no voy.

Donde todo es estrecho,

donde todo es ancho

y recuerda tu voz,

Hay un lugar

que siempre está presente

y que llamo amor.

Donde crecen las flores,

el pan sabe a vida

y dónde estás y estoy.

Hay un lugar

donde hay dulzura,

la dulzura en mi casita.

 

Dulzura en mi casita, cuando veo a mi madre sentada

leyendo y a mis hermanos llegando de trabajar, pero hay más dulzura en mi casa, cuando veo el retrato de mi padre en su época favorita que fue la navidad.

 

Aquellas tardes en casa , aroma a tierra mojada el corredor de la casa vieja.

Ahí estaba el comedor , Flores a los lados , el aire fresco , siempre circulaba ,

La casa de Doña Alta ,mi viejita linda , siempre con una sonrisa y la mesa servida

Ese olor a chicharrón, a frijoles recién cocidos y que decir de esas ricas salsas de molcajete,

Recuerdo dónde me sentaba , alcanzaba a ver la cima de la montaña .

Entre risas , pláticas que comenzaban del trabajo y terminábamos hablando de política y creo que nunca estábamos de acuerdo , entre mis cuñados y mi suegro .

Y .. Doña Alta mi jefa cómo le decía nada más se reía y tantos recuerdos más que vienen desde la casita vieja.

 

Dulzura en mi

Casita cuando

Me acerco y siento

El aroma del dulce

De zapallo, caliente

Revuelves la cacerola

Con cuchara de madera

Le das vuelta y vuelta

Le agregas canela y clavo

De olor todo eso se arremolina

Por toda la casa

El dulce lo invade todo

El delantal puesto y tú

Mejor sonrisa evita que

Se pegue en el fondo,

A último momento le das

Un toque secreto que extraes

De una diminuta botella y

A dejar que se enfríe para

Poderlo envasar, dulces

Recuerdos de mi niñez

 

Dulzura en mi casa de tablas, en la que he crecido y aprendido de la gente, en la que cada día se sufro un poco, en la que no hay focos ni energía, pero a la luz de la alegría nos gozamos por tener un corazón. En mi casita buena, en esta casita mía, no hay cuartos ni divisiones, porque todos estamos juntos aún en nuestros sueños. Aquí no hay propiedad di derecho de dominio, pues nuestro título ha sido impreso por los muchos días de amargura, por lo que nada ni nadie me va sacar de la boca la dulzura y de mi casa las palabras.

 

No existe acaso el mal

solo ausencia del bien

flácido ente moral

muy neutro también

cuando no avisto amargura

si me falta enajenado

de tu casita la dulzura,

hedónico almíbar coronado.

 

Quiero que los dos juntos contemplemos

el amanecer en nuestra casita

acurrucados la aurora miremos

porque por tu amor la hice tan bonita

Al contemplar la naturaleza de una rosa

te comparé con una diosa, tan primorosa

con tus lindos ojos y tu boca color rosa

ven para mi casita que te llama amorosa

Porque para ti la construí

al pie junto del arroyuelo

solo para ti y para mi

faltas tú, eres mi gran anhelo.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

domingo, 13 de septiembre de 2020

ME GUSTA SOÑAR DESPIERTA.

Me gusta soñar despierta

porque tengo los pies en la tierra,

y fabrica fantasías hermosas mi mente,

que está totalmente abierta.

 

Me gusta sentir que vuelo,

aunque sepa que estoy en el suelo,

elevo las alas de la imaginación

y se abre para mí sola el cielo,

 

Cierro los ojos, y te veo venir, alto, guapo,

como un arrogante príncipe a lomos de un corcel,

blanco como la nieve, y me llevas lejos,

por los países donde las hadas se mueven

entre flores y estrellas relucientes y bellas.

 

Prefiero soñar despierta, duele menos abrir los ojos,

y ver que es gris, vacío tu entorno, todo es la rutina de siempre,

cuando sueñas dormida, parece todo tan real,

que despertar es ver que es más dura, la pura realidad.

 

Me gusta soñar despierta!

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

CORAZÓN DE SANGRE O DE MADERA.

No sabe el corazón de condiciones,

sabio en pasión y en emociones,

de viejas sensaciones se alimenta,

es terco, radical y latiendo atormenta,

hasta la locura puede amarlo todo,

galopar desbocado cual corcel loco.

Un solitario lobo ajeno a las razones,

un mar embravecido o generoso.

 

Amor sin techo, sin puertas ni barreras,

amor desesperado envuelto en la marea,

de canas adornado o voraz como un fiera,

amor transcendental y apasionado,

amor sin Luna y Sol, entre tinieblas.

Amor furioso, celoso impenitente

cuando se une a la afilada mente ,

gigante poderoso, derriba las fronteras.

 

Abraza el corazón al inocente

y al desvalido sin dudar se ofrece,

crece el latido si el sentimiento crece,

se agranda al contemplar como amanece.

Su voz es el tañer de una campana,

golpeando el campanario de su pecho,

es más puro el amor cuando está lleno,

de ternura y pasión siempre latiendo.

 

En desacompasada letanía late inmerso,

en un universo de penas y alegrías

y a veces, queda preso en la armonía,

en los compases de lejanos recuerdos.

Transita en los lugares más recónditos,

sin miedo y sin pudor, su latir vibra,

como ebrio bailarín baila y se alivia,

en las sábanas de su deseo insatisfecho.

 

Corazón enarbolando su desprecio,

ajado en su interior como un pellejo,

odio interior prestado sin remedio,

por envidias y celos, terror y miedos.

Eterno vagabundo, errante por el mundo,

viajero impenitente en un leve equilibrio,

sin mediar condición a otros sigue,

a otro corazón inmerso en su delirio.

 

Rebelde corazón que se alimenta,

de amor y de pasión, de magia y de quimeras,

como un acordeón se ensancha y mengua,

de sobresaltos y de locuras tiembla,

como en un vendaval una pavesa.

Amor, que sin piedad, al corazón abrazas,

con la fuerza de un dragón, que en llamas habla,

órgano musical cuyas notas se alteran.

 

De sangre corazón o de madera,

de amor forjado o esculpido en piedra.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

ENTRE PAPEL Y TINTA.

Entre fríos papeles que se entibian

de eróticos amores

y frascos de tinta de la vieja impresora

una noche de invierno yo te hice el amor

 

Allí en ese rincón donde vuelan mis pájaros

me encienden mis dragones

mis navíos naufragan, mis mariposas mueren

mi mar encabritado se desborda también

 

En el lugar sagrado, donde escribo tu nombre

donde escribo y escribo sin nunca detenerme

Hicimos el amor entre tinta y papel

Desnudé tu hermosura con mi temblor de siempre

 

Tu cuerpo blanco terso como el de un lirio abierto

Y del color morado de una dulce ciruela

Tus labios se ofrecieron con gracia varonil

Y los míos del frío que traía de afuera

eran azul intenso como el color añil.

 

Y te amé entre colores de tintas y papeles

Te desnudé de ellos y extasiada miré

Las formas de tu cuerpo que a mí se ofrecían

Y en letras engarzadas en suaves poesías

Aquella noche fría como se adora a Cristo,

así yo te adoré.

 

Y cuando nos fundimos en el fuego sagrado

Gozando como gozan gatos en el tejado

Cuando llegó el orgasmo azul como el edén

Suspiré hondamente con los ojos cerrados

Y te dije al oído - Amor cómo te amo

y entre el goce sublime de tu cuerpo engarzado

allí yo te adoré … te adoré …

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

TROVADOR.

Si lo podés pensar

sin romper con tu pasado

si todo ya fue llorado

deja de conjeturar.

¿Tan difícil aceptar

que el pan ha salido duro?

No te ha servido el conjuro

el hecho para engañar

y tu corazón burlar

por tonto, por inmaduro.

 

Elegir el juego infiel

trae en si siempre secuelas,

y aunque vos nunca las huelas

horrible es el sabor a hiel.

¿Te creíste un cascabel?

Mírate: sos casi un trapo,

solo y triste, el antes guapo

cursi, calvo, trovador,

que no le canto al amor

y se convirtió en harapo.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

EN LO QUE QUEDA DE TIEMPO.

En el tiempo que me queda,

quiero bucear en el fondo,

donde la verdad se encuentra,

saldar conmigo mis deudas

y a mis penas abrazar.

En el tiempo que me queda,

quiero en mi interior andar,

sin prisa hacia mi destino,

que mis pasos sean verdad.

 

Con el tiempo que me queda,

transitar en lo más hondo,

donde vibra el pensamiento,

donde se cocina el tiempo,

en la fragua y en el horno,

donde se dora el respeto.

Llenar de aire el sentimiento,

para que viva por dentro,

cada latido que siento.

 

Con el tiempo que me queda,

quiero construir una aldea,

en la cumbre de mi testa,

donde la paz sea la norma

y que la verdad lo sea.

Que nazcan nuevos retoños,

iluminando otras vidas

y con lo auténtico crezcan.

 

Con el tiempo que me queda,

quiero sumar emociones

y restar melancolías.

Cantar sin voz las canciones,

que en mi alma se prodigan,

salpicando de alegrías,

cada instante, cada tiempo,

con la luz de cada día.

 

En el tiempo que me queda,

vivo volteando la vida,

para mirarme por dentro,

beber de mis fantasías,

libando de mis recuerdos.

Soñar sin pausa, día a día,

y mirar la realidad,

con el debido respeto.

 

Con el tiempo que me dé,

la Naturaleza misma,

quiero amar la propia vida,

con sus errores y aciertos.

Sentir con el corazón

y con la mente entendiendo.

Aprender quien quiero ser

y pensar de donde vengo.

 

En el tiempo que me queda,

quiero que viva lo auténtico

y que la verdad sea el centro,

donde confluyan las vidas.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

ESPERANDO A MI MUSA.

Entre libros que no han sido leídos

y los nervios totalmente abatidos,

sentada es, que por fin me encuentro aquí

esperando a que regrese mi musa,

que se ha ido, por ciega y por ilusa,

detrás del bello brillo de un rubí.

 

Segura estoy que pronto volverá

y que limpie sus lágrimas querrá,

pues de cada gota que ha derramado

un verso escondido habrá de nacer,

para deleitar con gozo y placer

al papel con un poema afiebrado.

 

Espero ansiosa las letras que asoman

por los huecos del dolor que se doman

para escribir con tinta de mi sangre

la poesía triste y dolorida,

por la que esta noche he sido atraída

buscando que mi dolor se desangre.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

viernes, 11 de septiembre de 2020

¿POR QUÉ HUYES MUJER?

Por qué huyes mujer, y te alejas eludiendo mi presencia

Te volviste indiferente, clavándome el puñal de tu sentencia

Perdóname mis atrevimientos y la cultura de mis imprudencias

No volveré a mis andanzas y seré del alcohol, la abstinencia

No seré capaz de soportar los amores y las pasiones de tu ausencia

Las paredes se caen solas y el jardín sin flores se marchitan, eludiendo tus advertencias

 

Por qué te escabullas mujer, y en silencio te escondes y me abandonas

Si yo lo que quiero es bajarte la luna y de sus rayos te ilusionas

Ser tu lucero que siempre te acompañes y el que tú siempre ambicionas

Quiero que seas mi volcán y en mi boca tu lava hirviente erupcionas

Quiero que seas mis cartas, mis naipes, mi ajedrez y mi reina juguetona

Quiero que seas mi temblor, que tu corazón con pasión aprisionas

Quiero que alejes a todas mis pretendientes, que por las ventanas se vuelven chismosas y mironas

 

Por qué me evitas mujer, y en las tinieblas de la oscuridad tiende a desaparecer

Por qué tus rayos y centellas me fulminan y calcinan al amanecer

Por qué no te dejas amar y querer y con una orquídea colombiana, te dejas sorprender

Por qué mujer, dejas que mis lágrimas se vuelvan ríos sin comprender

Por qué permites que mis ojos se cierren y mi pabilo se apague al encender

Por qué me castigas con mi sufrimiento, haciéndome estremecer

Por qué eres así mujer, si yo te amo hasta que mis fuerzas se apaguen al anochecer

 

Por qué te marchaste sin avisarme, sin adioses, ni despedidas

Si tú eras la mujer, la amante, la querida, de todas mi única preferida

Si tú eras mi jardín florecido, de pétalos de colores revestida

Si tú eras mi licor, mi aguardiente, mi bebida predilecta, de atardeceres y amanecidas

Si tú eras mis risas, mis carcajadas, de cuentos y anécdotas perseguidas

Si tú eras mis amores, de mis experiencias vividas

 

Ya no huyas más mujer, te lo pido desde de mi espíritu y corazón profundo

Mis fuerzas y energías se agotaron, voy por la vida maltrecho y vagabundo

Te amé, te rogué, te acaricié, te adoré y con tu ingratitud, me enterraste sin días, sin horas, ni segundos

Se me ha ido la vida persiguiéndote y ya estoy cansado, ojeroso y moribundo

No valió la pena, si huiste y mi alma voló por los vericuetos del infinito desconocido.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

COSAS DE LA VIDA, NADA MÁS.

Llegaste como propuesta, con una sonrisa prestada de tu pasado y una alegría por alcanzar en cada momento, tu caminar melancólico y nostálgico me dio varios motivos para un poema, pero con este desastre: que te digo.

 

Si las derrotas no supieran tan amargas, te invitaría a pasar, a beber un poema a cantar una canción. Nos sentaríamos al atardecer y contaríamos lo que la vida nos ha regalado en estos últimos 30 años, que sin darnos cuenta pasaron.

 

 A veces la vida se nos va, queriendo arreglar un sueño, escapando de las pesadillas, escribiendo una canción o desbaratando la noche para armar nuestro día y luego a la mañana siguiente, volver a cometer el mismo error de siempre.

 

Tú ya conoces mi vida voy de borrones y tachones, de tarde en vino y de estribillos a mitades de un sueño que no logro terminar, por consejos de mi almohada. Eso sí, volando en busca de nuevos aires y cantos viejos.

 

Muchas de las veces, la tarde me sorprende buscando en el firmamento el aliento que perdí, cuando cruce los desiertos de un desamor y la inclemencia del recuerdo, me llevo al fastidio y termine desmayado con la fiebre de tu pasión.

 

De la vida no me quejo, me ha dado grandes alegrías y a la muerte nunca he esperado, me gusta la paz de un atardecer y el resplandor de un nuevo día; pero no cambio, por nada, la noche oscura recorriendo tu cuerpo que me mata de amor.

 

A veces mi verso se quiere colar por la rendija de tu corazón, como la luz entra en ti, cuando ríes, cuando cantas; cuando dices esas cosas que me hacen ir del cielo al infierno, para después dejarme sentado bajo el árbol prohibido del Edén.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

CLAMOR ENTRE LOS SILENCIOS.

Alzó el vuelo majestuosa,

alas como dos veleros,

batiendo enérgicamente,

entre sus plumas el viento.

Voló desafiando al aire,

como enérgico guerrero

y retó a la gravedad,

que le ciaba hacia el suelo.

 

Águila de plumas grises,

ojos de múltiples velos,

timón que orienta la meta,

cola que dirige el viento,

henchido plumaje de aire,

sedoso cual terciopelo,

vuelas libre como el verso,

exhalado contra el tiempo.

 

Amor que vence y abate,

al más diestro de los diestros,

destruyendo la armadura,

con el latir de su aliento.

Da la espalda a la cordura,

en aras del sentimiento

y practica la tortura,

cuando se atenúa su acento.

 

Canta el ruiseñor sin prisa,

trinos que hablan de conciertos,

voz aflautada y sentida,

llamando al entendimiento.

Agita su frágil cuerpo,

sobre el viento que palpita

y en su canto la belleza,

vida propia presta al viento.

 

Mudó su piel como el hielo,

torna a líquido elemento,

para que la carne brille,

reflejando como espejos,

la pasión que vive dentro.

La sangre no se detiene,

corriente como un reguero,

que hierve o hiela los huesos.

 

Clamor entre los silencios,

ensordeciendo secretos,

ave que nunca desvela,

hacia donde va su vuelo.

Amor que detiene el tiempo,

con la fuerza de su verbo.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

SE ME ANTOJA.

Se me antoja mirar

un atardecer tranquilo,

oír  la música del viento,

sentir la calma y el sosiego.

 

Se me antoja hablar

de lo que he callado,

admirar el cielo

en su máxima hermosura.

                             

Se me antoja conocer

aquella que me falta,

agarrar un manojo de estrellas,

llevarlas a mi pecho

para alegrar mi sueño

 

Se me antoja probar

el vino de las flores,

embriagarme con su esencia,

sentir un poco de indecencia.

 

Se me antoja oír

el suave murmullo de tu risa,

compartir nuestros logros,

llenar mi cuerpo de hojarasca...

 

Se me antoja tocar

tus manos con mi magia,

unirlas y abrazarnos

y echarnos a correr, sin prisa.

 

Se me antoja un lucero

en mis poemas, un verso

lleno de notas musicales,

oírlo bello, creerlo bello.

 

Se me antoja un suspiro

en la bolsa de mis viajes,

un aroma a amanecer

tibio y callado.

 

Se me antoja el vino,

la espuma salpicante,

el sabor de la uva,

de la caña y el agave.

 

Se me antoja una canasta

de frutas celestiales,

de frutos coloridos

y de jugos embriagantes.

 

Se me antoja, si,

todo lo bello,

todo lo que he tenido

y DIOS me ha colmado de ello.

 

Se me antoja la vida,

el amor, tan bueno que

he tenido,

se me antoja un abrazo,

yo creo bien merecido.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

EN EL VACÍO INFINITO.

En un lugar,

donde la luz se duerme,

vuela la sombra,

que sobre ella se cierne.

Sutil volar,

de una vida que viene,

de un latido que siente.

 

Primavera de amores,

entre bailantes sombras,

amapolas durmientes,

bailarinas que flotan.

Una suave corriente,

se desliza silente,

entre las suaves rocas,

de las silentes mentes.

 

Adiós a la nostalgia,

sumergida en recuerdos,

que en el tiempo se pierden,

como ligeras notas,

de un instrumento inerte.

Morriña que se adhiere,

a la carne y el vientre,

como al mago la magia.

 

El inmenso Universo,

donde pace el misterio,

nacen astros y estrellas.

Inmensidad siniestra,

silencio atronador,

roto por recias tormentas.

Inhóspitos vacíos cósmicos,

donde el secreto es materia.

 

Etéreos sueños fugaces,

en el espacio infinito,

que vuelan como recuerdos,

en el vacío perdidos.

La aurora no da permiso,

para dar luz a la sombra.

Sombra y luz son dos amantes,

por el infinito unidos,

hablan en el mismo idioma.

 

Majestuosa en el éter,

despliega sus alas mágicas,

retando frío y corrientes,

viento, aguaceros y nieve.

Como cenitales focos,

sus ojos rajan el aire,

penetrando en lo más hondo,

del más espeso follaje.

 

La vida observa a la vida,

la mirada penetrante,

de unos ojos que iluminan,

como luces delirantes.

Hasta el infinito alcanza,

la vista en la que subyace,

igual que siembra recoge,

pionera entre días y noches.

 

Luces y sombras caminan,

junto a la vida que nace.

Mente mágica y ladina,

que a todo mira y conoce.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.