Mujer, noches y noches con tus labios soñé y de ellos me
enamoré.
Las horas lentas pasaban
Y se consumían yo solo a mi lado
te quería
De tímida sonrisa, y rojas mejillas te imaginé
Rogándole al destino una noche
Me encontré qué llegues a
acabar
Con este frío de una maldita vez.
Me despido de éstas páginas por ahora,
Quedarán al resguardo del bolígrafo que las decoró,
Qué descansen las letras que tu poeta alguna vez escribió,
Y la tinta qué las plasmó me acompañe
En mil poemas más
para expresarte a
Ti lo mucho que te amo.
El tiempo ha pasado y continuo con este mi viejo poema,
Una noche golpeaste a la puerta de mi corazón,
Llenaste de vida esté desierto
Y para sonreír me diste mi
mayor razón,
Y con tan solo una mirada
Te adueñaste del alma de este tu joven poeta.
Mi sueño al fin se había hecho realidad,
Estaba latiendo tu corazón junto al mío,
Tus ojos negros fueron mi única verdad
Y el calor de tu abrazo a mi corazón dio alivio.
La gente del pueblo loco me llamaban
Cuando comencé está
poesía
Pues la gente no entendía
De donde mi inspiración venía,
Nadie entendía como de la nada estos versos hicieron aparición,
Y gracias a ello titularé este poema "Mi insana
inspiración"
Autor
Antonio Carlos Izaguerri