miércoles, 12 de diciembre de 2018

LA PRIMERA VEZ.


En una orilla de juncos
le dije que la quería
desde la flor de la fe

y tiritaron los mundos
de todas esas esquinas
del alma de una mujer.

Su cuerpo era de cristales
y el mes de agosto surgía
alrededor del ciprés.

Por las laderas de pinos
con hojas verdes y finas
la sombra vino a crecer.

Salió la luna a alumbrarnos
la oímos tras las colinas
escalando para caer

como un aliento de plata
sobre la paz de la ardilla
mostrando su desnudez.

Ella guardaba en su boca
silencios de celo, chispas
y el fuego de Lucifer.

Ella enjaulaba en su boca
gemidos de alma adictiva
y un beso para morder

con su saliva caliente
los labios rojos de arriba
y los de abajo también

mientras olía el entorno
húmedo con esas briznas
azules del anochecer.

Ella escondía en su falda
dos muslos en celosía
vehementes de placer

y en mi cabeza fraguaban
brasas de la adrenalina
del cálido acontecer.

En sus dos ojos los galgos
hambrientos de amor mordían
a las presas de mi piel.

Mis manos creaban lentas
corrientes de seda fina
por sus mejillas de miel.

Ella en mi helénico torso
suspiros de Gea perdía
desde sus ojos sin ley

sobre la cumbre de Venus
llena de noche adictiva
sin gobernanta ni juez.

Yo desvestía pecados
frutales de su camisa
y ella robó mi adultez

con manos de vergonzosa
tan suaves como abrasivas
y maduras de niñez.

Yo buscaba en su mirada
el sexo entre las costillas
coloradas de su tez

mientras besaba su cuello
en esa preciosa orilla
de nuestra primera vez.


Autor   
Antonio Carlos Izaguerri

ERÓTICA Y SILENCIADA.


Olor de Venecia y pubis
humificando la estancia
viste al girasol gigante
que asoma por la ventana
mientras los cristales siembran
rumores de la calzada,
que el mundo se ofrece vivo
como el bosque a las mañanas,
lo mismo que yo me ofrezco
enloquecido de magia
a contemplarla sinuosa
como sirena varada
en el corazón de todas
y cada una de las playas
mientras duerme silenciosa,
tendida sobre la cama,
como una duna de arena
bajo quietas olas blancas.
                                
Yo a ella la miro despierto
de afrodisíacos y arpas,
mil avisperos describen
pasiones abiertas y altas,
mi vientre se excita raudo
de erótica y silenciada
yedra del escalofrío
por su piel desparramada
y en mi entrepierna, la fiebre,
bebe un éxtasis de salvias
por la canela en dos muslos
de sus piernas destrenzadas.
Minerva en sus labios cierra
gemidos de madrugada
que resuenan en mi mente
en redobles de campanas
y en triple sangre de mayo
sus uñas apasionadas
abrieron melocotones
bajo la piel de mis cachas.

Yo a ella la miro despierto
conclusa de una algazara,
espesura en los corales
del cabello en su piel blanca,
lazos tibios en el hombro
susurrándole a la almohada,
color de aceite y Egipto
sobrevolando su espalda,
cuatro silencios calientes
en las rutas de sus nalgas,
y una aureola en su torso
de hoguera recién quemada.

Duerme mi chica en el lecho,
como un pétalo en el agua,
con medio cuerpo desnudo
y una noche, en sus pestañas
de enfurecidos volcanes
y luces de luna en llamas.
Sangre de pantera gruñe
bajo las tumbas heladas.
Duerme mi chica en el lecho
con trenzas enmarañadas
recogiendo en su regazo,
de sombras y de terrazas,
dos pechos entre los brazos
o densísimas manzanas,
dos manantiales sin pozo
o desiertos llenos de agua.

Hay dos copas en la mesa
su ropa en toda la casa,
la sombra de ojos reviste
sus mejillas reposadas,
tiene océanos sin olas
dibujándole la cara,
corrientes de la marisma
en sus tetas excitadas
y alrededor del tobillo
un pequeñísimo tanga
con una gota de semen
y dos burbujas de cava.




Autor   
Antonio Carlos Izaguerri

martes, 11 de diciembre de 2018

AMANTE, SIEMPRE AMANTE.


Era tarde en la noche, descansaba en su cama, en su piel desnuda sólo se veía una luz tenue de la luna, que entrometida se asomaba por entre la cortina, un suave viento pasó por fuera dejando el vuelo de ésta marcado en la pared.

Sus ojos cerrados en un descanso total, sus manos abiertas contra la cama como si acariciara algo ... o a alguien.
           
Sus piernas se entreabrían como si su ser solitario se estuviera amando a sí misma, como si estuviera con ese ser que ella anhelaba ver llegar desde la noche anterior pero que no llegaba ni en la noche ... menos en la mañana.

Sin notarlo siquiera una mano paso por sus pantorrillas, subió suave y tiernamente conquistando cada poro de su piel, sintió como sus sentidos despertaban poco a poco, abrió sus ojos y vio allí cerca, muy cerca, suyo a ese hombre que esperaba, rió con un amor entrañable y su deseo salió a borbotones de sus ojos ...

Desnudó sus sentidos, dejó que su amado la tocara como esa guitarra que sonaba suave en algunas noches de nostalgia, se dejó de él, conquistaba y tomaba cada centímetro de su cuerpo como el mar cuando entra en la playa y se sumió en un éxtasis total cuando él la poseyó toda, la locura los dominó y emanó de ambos tanto placer como podían, se entregaban cada minuto que la noche se consumía y los besos eran marcas de deseo que culminaban en un te amo suave y enamorado.

Las estrellas volaron al saber que en ese cuarto se perdían las voluntades, las culpas, el pudor y dejaron su calor en la piel, en los labios, los deseos y su noche , única y absoluta al ser una espléndida unión de amantes en deseo.

La luz de la mañana los descubrió desnudos, unidos los cuerpos y las mentes volando por sus mundos propios, las manos unidas como los sentidos y su cama como testigo silencioso de la complacencia de sus ansias mutuas.

"Seré tuyo mi amor, siempre y por siempre ante la luz o la oscuridad, ante la realidad o la poesía, ante la realidad o los sueños , amante, siempre amante"



Autor   
Antonio Carlos Izaguerri

VIENTO.

Si sientes en tu oído un suspirar,
si tu tersa piel siente suave acariciar,
si tu frente ardiente sientes refrescar,
si tu dulce aliento sientes entrecortar.

No pienses que quizá sea el viento, no,
no quieras a tu mente atribuirlo,
tampoco es la lluvia pasajera, no,
y no puedes siquiera dejar de sentirlo.

Es mi voz que tu nombre fuerte enuncia,
es mi piel que de acariciarte no se sacia,
son mis lágrimas brotando por tu gracia,
son mis besos que viajan en la distancia,

Es mi barco que en tu arena encalla,
es mi espíritu que sin ti, no se halla,
es todo mi ser que al tuyo se entalla,
es mi alma que mi amor por ti, calla.



Autor   
Antonio Carlos Izaguerri

FUISTE TÚ.


¿Es posible enamorarse de una estrella fugaz?
¿de una ráfaga de luz?                                        
¿enamorarse de un oasis?

Eres mi mundo entero
Mas yo no existo en tu mundo.

¿Cómo puede ser esto realidad?
Con tan solo segundos en el reloj del tiempo
En un parpadeo me enamoré.

Ahora me mata las ansias por volver a verte.
Por las noches, en mis sueños, eres mía.

Quiero gritar tu nombre
Quiero cantar de este amor.
Sólo me queda escribir estos versos.
En esta prisión que es tu recuerdo.

Ahora sé la verdad
Más de mil noches
Y tú no contestas.
No existes más que en mis sueños
El silencio me contesta
La verdad que me fabriqué todo.
Mi corazón se fue entre tus manos
Sobrevivo en este infierno.
Me consume esta ansiedad
Por escuchar tu voz.

Ahora me pregunto:
¿es una condena o suerte enamorarme de un ángel?
¿de haber conocido un ser celestial?
¿haber besado tus labios?
¿Qué tu cuerpo estuviera entre mis sabanas?
¿De qué me enamoré, de tu beso?
¿de tu cuerpo?
¿De tu voz?

Entre el amor y el odio.



Autor   
Antonio Carlos Izaguerri

OJAL.A.

Ojalá que cuando decidas irte te vayas
y que no te tiemblen los pies
ni mires hacia atrás
para que no descubras el sendero que atravesaste
y que ahora ya no está.

Ojalá recuerdes que
del amor no hay libro ni
regla escrita; ni mal fiero
que el destino retribuya.
Tu espina tiene dos filos,
mi senda ningún retorno.
Ya ni mires hacia atrás
pues no hay nada
tuyo aquí.
Ojalá... sí, ojalá.

Ojalá no olvides lo que mi amor te dio,
ojalá no recuerdes que te fuiste lejos,
ojalá que te vayas sin heridas,
porque aquí no dejaste ni un adiós,
sólo un beso en mis labios,
que apuntó a ser marcado por el camino,
tan oculto como la oscura noche,
ojalá te vayas como llegaste,
porque aquí no te quiero más...

Ojalá recuerdes lo que tu amor me dejó,
ojalá memorizes la cicatriz perpetrada en mi alma,
por todos tus deseos y ojalás,
porque para mí no fueron deseos sino solicitudes de cariño,
que siempre respondía con dedicación y apego,
y me hacían escribir fogosos versos lagrimeantes,
pero de qué me sirvió pedir con manos juntas al cielo tu presencia,
si tu ojalá cincelaba en mi corazón como piedra que me marchara y tu libertad otorgara,
y ojalá no pase otro, por lo que tú me hiciste pasar, ojalá.




Autor   
Antonio Carlos Izaguerri

viernes, 7 de diciembre de 2018

AQUELARRE.

En las sombras del infierno
Las brujas salen a danzar
Crueles ritos, con potencia gritarán
Alabando al señor oscuro;
Apodado Satanás.

Mientras adoramos a una imagen vil
Cuan piedra enamora a una virgen
Desnudando cada noche hostil
Derramando sangre que da origen.

Al pentáculo marcado en la tierra
Fuego, muerte, y grandes blasfemias
Un olor tan putrefacto y ondelas
La que inicia el aquelarre; inicia la fiesta.



Autor   
Antonio Carlos Izaguerri

MIRAR HACIA ADELANTE.

Hay que mirar hacia adelante en algunos momentos,
no mirar ni de refilón hacia los lados,
sobre todo cuando estas en caminos escarpados,
sinuosos y en caso de caída estemos solos.

Hay que mirar en adelante,
no cometer fallos por miedos,
no hacer ni caso a los presagios,
y estar concentrado en salir de los fondos tenebrosos.

Hay que salir para adelante,
buscar tranquilamente la diminuta luminosidad,
si por desgracia te caes, hacer un sobreesfuerzo contra la adversidad,
Que no tengan nada que reprocharte,
los que observan y no te ayudan en la tenebrosidad.

Hay que salir para adelante,
más que nada, por si en algún otro momento,
vuelves a estar en otro túnel aunque sea de soslayo,
estar tranquilo, despierto y aunque sea morir como un guerrero.


Autor   
Antonio Carlos Izaguerri

LUZ, SOL Y AIRE.

El aire anda
ligerito, compasivo, bailarín.
Y escabullido pasa por las esquinas
de mi ventana cerrada.

El sol, majestuoso ex dios.
Le da, le quita, le fluye
sus fogosos rayos a la flor del ulmo.

El agua,
dadora de vida,
ahogadora en mar con furiosa marea,
que a los peces librará por siempre del polvo de estrellas.

Y yo, con esos tres,
por mero instinto a uno lo ignoró y mientras mantengo la calma lo exhalo.
Al otro lo toco, de lejos lo toco.
Lo busco, me encuentra.
Y broncea mi piel en el campo cortando la leña.
Mi piel cuando corro jugando a esquivar la marea en la arena.
Y la última
la bebo, me lava,
y suavemente me acaricia.
Sea potable o naturalmente del río azulada.

Y cual trato con los tres,
de esa forma trataría el aroma,
el tacto, el amor que me llevó con tus arranques y con tu sano juicio.
Con tu locura de muchas tonalidades.

Tu amor trataría
suavecito, suavecito.
Silenciosamente,
disimulando para que no hubiese humano que pudiese descifrarlo y derrumbarlo.
Porque en la humanidad hay malura de lo que se quiere con locura.

De incognito, en clandestino,
los latidos que hasta el corazón sabe,
daría susurrando.

Bisbiziando te daría los te quiero.
Y casi a hurtadillas recibiría tus anhelos.
Tu callando y yo con tus besos guardando silencio.

De incógnita, una vez más, pero en silencio
haciendo - ssshhh - Con cada exceso.

Con tal sentimiento apreciaría tu luz,
velaría por el bien del espíritu que mueve tu cuerpo.

Y en la sazón de las noches
en la oscuridad de mi cuarto
de rodillas a la duda que guardo de Dios le pediría,
con duda pero tranquila.
Sabiendo que si existe me escucha
y si me escucha entiende mi duda,
la necesidad que tienes
de aire, luz y agua.


Autor   
Antonio Carlos Izaguerri

MI RIQUEZA.

Dedicado a María Jesús Figueroa.


En mi alma he sentido
La fría escarcha
que deja el gélido tiempo.
Incansable artesano
de la existencia,
Ha congelado en mi memoria,
fragmentos de mi historia
en color sepia.
Son como viejas fotografías
que flotan en mis recuerdos.
Algunos suelen ser más tibios,
que pierden la estática cromática
Y cobran color y dinamismo
en mis sentidos.
En ellos hay melodías
escondidas entre risas,
aromas entrañables
de grandes banquetes
sobre mesas decoradas,
cálidas remembranzas
que desplazan el frío aire
que arrastra mi soledad,
trayendo consigo
la algarabía y emociones
que surgen de esos
inolvidables encuentros
entre amigos,
Surgidos para consolidar,
el más profundo sentimiento
de plenitud.
Ustedes, mi familia,
Son mi añoranza,
mi riqueza,
mi tesoro más preciado.
Aunque las fronteras
entre pueblos y naciones
hacen su triste trabajo de separar,
Los latidos de mi corazón
harán lo contrario;
para reír y llorar,
para soñar y vivir,
para saber que con ustedes
Soy un ser muy dichoso
y verdaderamente feliz.



Autor   
Antonio Carlos Izaguerri

LOCURA.

Dedicado a Luz del Carmen Guevarra,


Desaté mi corbata y desabotoné la camisa
Y juro que no era mi intención la loca risa
Que estallara y se elevara, cual palomas al viento
A pesar de mi mano, deteniéndole en vano intento

Las piernas corriendo, con
extraño vigor nuevo
Y las manos elevadas, despreciando lo longevo
Miradas risueñas repartidas a todos, y el beso en la frente
A la señorita desnuda y pétrea del centro de la fuente

El billete dejado sin esperar el cambio de la florista
Y los claveles repartidos a cada mujer del parque vista
La vuelta en tobogán veloz sobre el farol de la alameda
Cuando la lluvia acompaña el baile, donde nadie queda

El abrazo al extraño divertido y atónito con mi alegría
Y la cara al viento, sonriendo a todos, como luz de día
No falta quien piense que es locura, o desfachatez
Sólo yo sé que es tu mirada, tu risa y tu nocturna desnudez…

Si acaso eso pueda calificarse de enajenación o locura
Provocada por tu más reciente imagen risueña y desnuda
Acaso entonces sería un lujo cotidiano estar un poco loco
No mucho, acaso lo suficiente para llevarte dentro, un poco.



Autor   
Antonio Carlos Izaguerri

MI REINA ERES.

Dedicado a Luz del Carmen Guevarra.


Cuando al lado te siento,
la esencia de tu cuerpo señorial
 mi vertical estremece.
Cual jalea temblar la hace,
manan delirantes deseos enloquecidos.
De enlazarte con mis aspiraciones

De tus ojos el fervor
 mis razones vocingleras enajenan.
Embriagando mi talante,
con el vino fluyente de tus
aromáticas parras.

Vértigo de mis pensamientos eres
 no duermo,
solo pienso robar caricias
a tus delicadas manos,
dejar en ellas un pedacito del espíritu
adorador de tus sortilegios.

En el misticismo de la fantasía,
a escondidas te acaricio, en el dulce fulgor
del insomnio.
Al escuchar los arpegios de tu voz
en los fulgurantes amaneceres
de amor rendido quedo.

Reina mía
navegar en las gotas de rocío,
Surgidas en los rosales
de tu cuerpo ansío.

Tu sueño en las noches déjame
llenarlo con arrullos,
a tu amor robados.


Autor   
Antonio Carlos Izaguerri

A TI MUJER.

A ti mujer que con su sonrisa encanta
y con su alma enamora...
A ti mujer luchadora, leal,
inteligente y trabajadora.

A ti mujer que eres preciado tesoro...
A ti mujer que de la creación del Señor eres lo primero.
A ti mujer que eres puro sentimiento,
A ti mujer que sientes lo que siento.

A ti mujer de la vida creadora,
de amor profundo inspiradora,
a ti mujer de alegría dadora,
de intensas pasiones poseedora.

A ti mujer de dulces labios rojos
y profunda mirada seductora,
a ti mujer siempre merecedora
de mi amor ayer, mañana, ahora.

A ti mujer es a quien este poeta adora.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

lunes, 3 de diciembre de 2018

TE REGALO UNA FLOR.

Con todo cariño a la estilista Natalia Ferviú

Demos una caminata por la estrecha vereda,
vas paseando por el cosmos,
y yo por las estrellas,
tomo tu mano en la imperante soledad,
mientras miró en tu ojos,
el infinito de la oscuridad.

Te regalo una flor,
arrancada de mi alma,
sus raíces crecieron, dentro de mi corazón,
no rompas el tallo,
no maltrates sus corolas,
déjala madurar,
hasta el final de nuestros días.

Viajamos de mundo en mundo,
conociendo la galaxia,
percibiendo el uno al otro,
el interior del amor puro,
te obsequio está flor, 
no dejes que se marchite por favor,
podemos cuidarla,
en un lugar llamado tu corazón,
si buscas algo más que una flor,
te regalo mi vida entera.


Autor   
Antonio Carlos Izaguerri. 

lunes, 26 de noviembre de 2018

POESÍAS QUE ALIENTAN.


Vamos a escribir las poesias
desde nuestros corazones,
que importan las rimas y sones,
las letras no saben razones.
Alimentemos las almas
que necesitan ayuda
y alentemos con ganas                      
a los que las necesitan.
Nunca seremos Poesia
ni nada que se parezca
sino tenemos la certeza....
!QUE TODOS LAS NECESITAN!

Poesías que nos dejan
expresar lo que sentimos
que nos permiten decir
aquello que percibimos.
Poesías que transmiten
lo que vive en las almas
y que las bocas se callan.
Poesías que son en sí mismas,
esencias de lo que nos pasa.

Vamos a escribir poesias de buenas intenciones,
entre todos los poetas del mundo sin distinciones,
para que la paz en la tierra llegue a todos los rincones,
para que el amor fluya entre todos los corazones,
y la riqueza sea efectiva entre los pobres sin tantos sermones.

Somos Poetas de este Mundo
y lo que eso sifnifica,
nuestros Poemas son del alma
sin odios, rencor o malicia.
Para nosotros es la primicia,
un deber ineludible,
escribir las Poesias
de la manera mas humilde.

Vamos a escribir poesia natural, derramar sentimientos internos
Plasmar en papel versos malos que se conviertan eternos
La poesia es fundamental para ser humano
Nuestros libros sagrados son poemas que explican el pecado
Puedo decir que escribo poesía de la misma manera que respiro aire
Tengo que hacerlo. Es el sonido de mi alma
La poesia me acerca a Dios...me trae calma


La Poesia es
el cantar de nuestras almas
lo que esribe el corazon
es como el fuego que abrasa.
El Poeta jamas descansa
menos si existen injusticias
en este mundo tan lleno
de maldades y codicias.
Nuestros Poemas son las brizas
frescas y llenas de flores
que van curando dolores
a los que leerlos alcanzan.
No son ni alabanzas
ni egos cuando escribimos,
nuestros Poemas son del alma
y amamos cuanto escribimos.

Cuando mi corazón sangra
poemas a taponan la herida
Cuando mi alma se ilumina alegre
las flores echas palabras
son luces para tí
donde pierdes el miedo
y encuentras consuelo...
Los poemas te abrazan,
te cogen de la mano,
lloran y ríen contigo
son, tu compañía que
te cuida cada día
donde el puente
de un escritor
con el lector
en mágica armonía
lo transforma todo
en color, amor, pasión.
Compañia, amistad.
Fantasía...
mágica armonía
es la poesía.

Aunque las mares se tiñan
de extraños colores rojos
te siento grata y profunda
volando entre las tormentas
poesías que me alientan
a deshacer los enojos.
No sé si lluevan mañana
melodías inmortales,
sólo sé que me alimentan
el alma crédula y pura,
viviendo extraños lugares
¡poesías que me alientan.

La poesía, un arte tan especial
que se expresa con palabras.
Sentimientos que emergen del corazón
y se adornan con imágenes y metáforas,
desfilan en prosa y versos
armando un rompecabezas singular.
La poesía y el amor alimentan al alma
como la gimnasia y el deporte al cuerpo
y nos sirve de aliento para enfrentar la vida.

De la poesia, ese sonido melodioso,
ese acariciarte el alma, ese acoso,
que desgranado, en sus versos, llegue,
dolorosa, amorosa, fugaz... sobrevuele-
Gorjeos, un violin que vibra en notas,
calma seductora, o furibunda tempestad,
movilizando, las cuerdas dormidas que,
en el intrincado pasaje de tu alma estan,
las despierte, te conmuevan.
y tu espiritu renueve...
Poesia, de verbo, sangre, sentimiento y fe.-
cual aura de magistral hechura, sondeandote.-
Que llegue a ti, y en ti se encienda.
esa llamita que te acerque, esa tibieza,
que inundando tus sentidos, florezca,
magica de letras, e inusitado poder-

Poemas que el alma abarca
construcciones de sonatas usando solo palabras
y a tus oídos llegan, y calman....
calman el dolor de lo vivido
calma las soledades del alma
se instala dentro de tí y
poco a poco situada, cambia ese mundo interior
te va mejorando el alma.
Asi es este poema palabra tras palabra
inspiración de poetas que solo quieren
calmar tus ansias




Autor   
Antonio Carlos Izaguerri

ME GUSTARÍA CAMINAR CONTIGO

Me gustarìa caminar contigo
por todas esas calles ,
que por las tardes se van relajando ,
y conversar de mil cosas .

Como el viento , que hace girar
nuestros cabellos , las luces que
inician su trabajo nocturno ,
detenernos en un cafè .

A observar el transitar de los vehìculos ,
que buscan el camino a casa ,
sentir esa vida llena de vigor ,
que circula frente a nosotros .

Apreciar a otras parejas,
que se gozan con su plàtica ,
abrièndose  a la identificaciòn,
de sus sentimientos que màs los une .

Asì como estamos haciendo nosotros ,
que con nuestro mirar bien sabemos
el sentir de nuestras palabras ,
que se saben enlazar .

Me encantarìa poder llevarte de la mano ,
por todos esos caminos ,
que saben conducir a los enamorados ,
en busca de una còmoda banca de parque . 



Autor   
Antonio Carlos Izaguerri