jueves, 14 de mayo de 2020

ENTRE TÚ Y YO.


Entre tú y yo el mar
Entre tú y yo el cielo
Y no pueden impedir
Que nos amemos …
Van y vienen los deseos
Unas veces en las olas
Otras, me los trae el viento
Y, aún así, te siento mía
Lleno de pasión y sentimientos …
 Voy guardando en mi pecho
Uno a uno tus anhelos
Que se van volviendo míos
Y creciendo con el tiempo.
Dime dónde encontraré
Tus manos, dónde tus besos,
Tus manos me traen caricias
¡Y tus besos …  Ay tus besos!
Me invaden el pensamiento
Y me llenan de deseo.
Que se abra el mar,
Que se apague el cielo,
Que necesito tu amor
Porque te quiero.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

miércoles, 13 de mayo de 2020

AÑORANZAS Y MORRINAS.


Irrumpen las añoranzas,
a veces con tanta fuerza,
que como una daga sajan,
la carne de la entereza.
Se van dejando después,
una sensación de pánico,
en el vacío que dejan.

Los recuerdos van y vienen,
como la luz y la sombra.
Haciendo añicos la pena,
dolor al frágil momento.
En voz alta se prodigan,
se amodorran en silencio.
Ni tan lejos, ni tan cerca,
se diluyen o se engordan.


Camino de la esperanza,
cada paso es un destino.
Cada aliento es un recuerdo,
de los momentos vividos.
En cada sutil mirada,
el afán de comprender,
lo que hay y lo que falta.
Senderos que recorrer,
dejando por el camino,
experiencias y palabras.

El viento sopla sin rumbo,
de sus bandazos se nutre.
En cada zarpazo azota,
lo bello y lo que se pudre.
No se detiene en maneras,
ni a la belleza sucumbe.
Como atraviesa fronteras,
sube las más altas cumbres.
Su fuerza es la indiferencia,
que igual que roza, destruye.

Nostalgias vienen y van,
como mandobles de viento,
que redoblan sin piedad,
preñando cada momento.
Atrapadas en los sueños,
como en la nieve el viajero.
Morriñas que se acurrucan,
en los dobleces del tiempo.
Como se aferra la hiedra,
a la piedra y al cemento.

Sendas de intrincados giros,
de atajos y vericuetos.
De instantes ahítos de frío,
o abrasadores momentos.
Encrucijadas que obligan,
a decidir el camino.
Y veredas farragosas,
que confunden al viajero,
que hollando sigue el sendero,
preso en su conocimiento.

Se va desnudando el alba,
de negros ropajes viejos,
Arrebatando a las sombras,
las luces que lleva dentro.
El sentido se despierta,
dejando detrás el sueño,
que de puntillas se aleja,
a su natural encierro.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

ME GUSTAN TUS OJOS.


Tus diáfanas pupilas
avellanadas
parecen dos luceros
de madrugada.

Y el ámbar de tus ojos
campos de trigo
cada vez que me miran
todo es festivo.

Hay fiesta de colores
tocan violines
que junto a un madrigal
suenan sublimes.

Por favor no los cierres
déjame verlos
pues si veo a tus ojos
yo miro al cielo.

Mas para ser sincero
¡Me gustas toda!
Y ahora te diré
que amo tu boca.

Y así describiré
tu cuerpo entero,
lo demás por pudor ...
¡Será en secreto!




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

ÉRASE UNA FLOR DESHOJADA.


El pétalo de una flor fue llevado por el viento
al centro de la ilusión donde están las esperanzas,
y a las islas del amor donde abunda el sufrimiento
pues el miedo y el rencor naufragan haciendo alianzas.

¿Qué destino lleva el aire, hacia dónde se dirige?
El pétalo no lo sabe y nunca podrá saberlo,
pues ha caído en el suelo donde el olvido se erige
como ese gran vencedor que nadie ha podido verlo.

Fue parte de aquella flor, de todas la más lozana
hermosa como obsidiana, orgullo de invernadero,
pero un día un jardinero creyendo que era serrana
la arrancó en una mañana y la sacó del vivero.

Pues se juntó la ignorancia con la absurda estupidez
porque nuca supo ver la belleza de la flor,
era negro su color con delicada altivez
como una viuda mujer que vive llena de amor.

Sin piedad la deshojó y sus pétalos marchitos
han tomado el colorido que gustaba al jardinero,
y hoy con llanto lastimero quiso juntar sus trocitos
pero un pétalo faltó, lo llevó el viento ligero.

Nadie sabe lo que tiene y cuando lo ve perdido
si quiere recuperarlo... ¡Tal vez reciba su olvido!

...

Quien espera la última ola para entrar al mar, sin duda que jamás se ha de mojar.
La ola que se aleja, ni como espuma regresa.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

EMOCIONANTE.


Emocionante,
arriesgarse por amor
en el edén terrenal;
dejarse llevar
por alma, corazón, dicha,
por latidos y suspiros.

Emocionante,
coincidir en dicha y cita:
unas miradas fulgentes,
un abrazo estrecho,
unos besos liberados
en el cielo de unos labios.

Emocionante,
degustar fruta prohibida
del cerezo de la vida,
jugosa endulzada,
si por ambos deseada
si por ambos compartida.

Emocionante,
compartir barquita y gozo
en el río de la vida,
remanso y corriente;
navegar en aguas bravas
y llegar juntos al mar.

Emocionante,
amarar en playa amiga
sin nadie que nos perciba;
sentirnos amantes,
fundir latido y suspiros
trepidantes y crecientes.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

LA ORQUESTA.


Suenan notas magistrales
al compás de la batuta
que solemnemente mueve
el director de la orquesta.

La música se suaviza
dando entrada al violinista
que con suavidad entona
bellos acordes serenos.

Las manitas del pequeño
se mueven con elegancia,
regalándonos su don,
provocándome suspiros.

Flautas, trombones y violas
suenan delicadamente
resaltando la belleza
que interpreta ese niño.

Todo parece ser calma
hasta que el arco se acelera
bailando sobre las cuerdas
de manera impresionante.

Todos los instrumentos
lo acompañan vigorosos
en el bello recorrido
que el oído nos deleita.

A ritmo alegre y pausado
el concierto me transporta
a donde no existe nada
más que un delicado éxtasis.

Vuelo, sueño y me transformo
en un ave que es capaz
de surcar cielos lejanos
donde mis lágrimas llueven.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

VORAZ Y BELLA.


Ha de menguar,
la eterna duermevela,
que en la hojarasca presa,
viviendo en su ceguera,
en el desprecio medra.
Ha de encontrar,
entre la espesa niebla,
la prístina luz,
que en el saber quisiera.

La luz primera,
volver siempre quisiera,
en alas del amor envuelta.
Lúcida primavera,
ágil golondrina que regresa.
Multicolor quisiera,
cada oscuro rincón,
que el corazón encierra.

Voraz y bella,
cual carnívora planta,
que al insecto devora.
Una mirada experta,
hasta el núcleo atraviesa,
hacia su alma gemela.
En la Luna refleja,
su versátil simpleza.

Amor que vuela,
tronando o en silencio,
cual furiosa tormenta.
Ciñe la vida obsesa,
apasionadamente bella.
Amor sin tiempo,
libre o prisionero.
Ha de soñar el verso,
donde vivir inmerso.

Ha de creer con dudas,
alcanzando la esencia,
en la noche profunda,
en la radiante aurora.
Pensar en la existencia,
con la verdad sin verla.
Al alba quedó queda,
en la mañana muda.

Realidad que retorna,
como vuelve la vida,
como el amor regresa,
siempre fresco a la cuna.
La voz que rota queda,
ante tanta hermosura.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

BÉSAME DESPACIO.


Bésame despacio y obvia el tiempo
traslúcida memoria trae momento.
Rocío de la hierba fresca tus labios
lujuria del amor hipnotizado, razón.

Bésame despacio, como en sueños
luz del alba toca nuestros cuerpos.
Tengo fragancia perdida del ocaso
ensimismado robo abrupto tiempo.

Bésame despacio, cálido momento
voraz pensamiento rompe silencio.
Intrépido viento acaricia tu cabello
oculta aquellos secretos, mi tiempo.

Bésame despacio y sin tormentos
destino siempre guarda mis pasos.
No tengo dudas, digo lo que siento
ocultan sombras, por  ti yo muero.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

MI TESORO PRECIADO.


Cuando en aquel momento mi corazón ya no sentía esos fuertes latidos, cuando estaba perdido, ausente y sin sentido, llegaste tú, con tus ojos de hechizo.

Tan natural como ninguna, pero tan llena de vida para alegrar mis días sin pedir nada a cambio y tan llena de brillo para iluminar mis caminos nublados.

Te convertiste para mí en lo más anhelado, un amor sin fin y un comienzo de muchos te amo, es que me enamore tan perdido siendo tú, brújula en mi horizonte y el tesoro, mi tesoro preciado.

Me enamore del brillo de tus ojos, me enamore de las hermosas curvas de tu sonrisa, me enamore tan perdido que ahora, no quiero encontrar la salida.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

SE´R TU SUEÑO PERVERSO.


Aquí me encuentro a tu lado
para llenarte de besos
de caricias y pasión
con amor desenfadado,
gozando como posesos
de nuestra mutua adicción.

Arder ansío en tu infierno
mirando tus bellos ojos
besando tus labios rojos
gozando el placer eterno.

Quiero desnudar tus ganas
y juntarlas con las mías
que suenen las melodías
lujuriosas y profanas.

Y con furia desmadrada
gozar tu cuerpo desnudo
hacerte por siempre mía
y que te sientas amada,
presto a tu llamada acudo
y hago en tu sexo poesía.

Seré tu sueño perverso
para embriagarte de amor,
te cubriré con ardor
 y te haré el amor en verso.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

NOCHE DE AMOR.


Mira la oscuridad que se extiende inmaculada,
mira cómo se desvanece con la luna escarlata,
mira cómo las estrellas le hacen compañía en el firmamento,
mira cómo entra por la ventana la brisa
que junto a las nubes vibran en esta noche de cielo ensangrentado.
                                                        
Mírame esta noche como el héroe de tus sueños,
mírame contar las horas en tus ojos,
mírame escuchar el sonido de tu voz encantada,
mírame ahogarme en el infinito de tu mirada que brilla en la oscuridad
con luces refulgentes que de tus cálidos ojos de escarcha se derraman lentamente.

Vive la furia de nuestros gritos rebeldes que atraviesan la noche,
vive el tiempo impasible que se congela en la eternidad,
vive el infinito rezando y contemplando la belleza de tu cuerpo,
vive la embriaguez que enciende la antorcha de fuego
para que los relámpagos de los cuerpos entrelazados estallen en truenos
y traspasen nuestras almas en esta deliciosa noche de amor.






Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

martes, 12 de mayo de 2020

LA MIRADA DEL AMOR.


Su mirada tan negra y penetrante
tiene un raro misterio que me hechiza;
porque siento que dentro se desliza,
del deseo, cascada muy vibrante.
               
Al mirar su pupila fulgurante,
toda el alma, temblando se me eriza;
y su rayo, mi entraña carboniza,
con su flama voraz, y trepidante.

Bien formado, su cuerpo es un poema,
que despierta el ensueño más erótico;
de lujuria y pasión es dulce emblema,

pues de Venus robó lo más exótico;
y su encanto se vuelve gran dilema
al tener su hermosura don simbiótico.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

DÉJAME SER.


Déjame ser el hombre de tu vida,
y deposita en mí, la fe y la esperanza,
déjame ser quien cure yo tu herida,
y vigile tu ser de males y venganza.

Déjame ser por favor, el coro de tu canto,
que muerda yo tus labios con hambre de amor,
déjame ser quien enjugue yo tu llanto,
cuando brote la duda, cuando brote el dolor.

Déjame ser tu calor en esta noche fría,
cuando sientes el calor de todo mi amor,
déjame ser por fin el niño que sonría,
cuando en tus manos sienta tener una flor.

Déjame ser la espuma de tu ola,
y en mi playa solitaria puedas tú bañarte,
déjame ser tu y yo, y no tú sola,
porque si tú te alejas yo voy a extrañarte.

Déjame ser la luz de tu mañana,
y que a tu lecho acuda sin temor,
déjame ser el repique de tu campana,
y que por las noches me llenes de amor.

Déjame ser el día, la tarde y la noche,
y que a mi cuerpo tú le llenes con tu calor,
déjame yo ser quien cierre con broche,
la tarde más tierna al hacerte el amor.

Déjame ser por fin lo que yo te pido,
tu amor, tu alegría, tu nuevo querer,
déjame ser el hombre que tú has elegido,
para tus noches de amor y de placer.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

HISTORIA DE UN AMOR Y UN DESENCUENTRO.


Era una mañana soleada con un poco de brisa en el ambiente , que hacía que las hojas de los arboles cayeran poco a poco en el piso, al paso de los transeúntes que trataban de cruzar rápido por la populosa calle de los almendros, el muchacho se levantó temprano en la mañana como tenia acostumbrado, se cambió rápido de ropa y salió para la calle, ese día decidió ir a ver a una muchacha de pelo negro, que hacía tiempo que no la veía, solo sabía de ella por escasos correos que le llegaban a su correo electrónico, que a los 5 meses de dejarla de ver, dejo de recibirlos; y no sabía cómo sería recibido por ella, pues hacía meses que no escuchaba su voz, entonces se dirigió a la calle de los almendros. Todavía estaba en su mente los recuerdos de la muchacha, su pelo negro, su piel blanca, sus ojos como dos soles, de los cuales no quitaba la vista cuando acostumbraba a hablar con ella, por las mañanas sobre todo, conversaban sobre el día que paso, del trabajo, de si extrañaba su compañía en las tardes cuando se quedaba sola absorta en sus pensamientos.

Pero no sabía cómo sería recibido después de tanto tiempo, para su sorpresa, no fue ni recibido, porque no pudo ver a la simpática muchacha, al salir hasta el lugar donde se suponía que estuviera ella, tenía la esperanza de que la volvería a ver, a cada metro que avanzaba sentía que no había pasado nada entre los dos, que el tiempo no había borrado de su memoria aquellos momentos de felicidad que pasaron juntos, sentía que todavía ella lo quería como cuando se vieron por primera vez, que era tanta la empatía que había surgido entre los dos en aquella época, que era muy difícil que ella lo hubiera olvidado de forma tan rápida, así de una vez.

Al otro lado de la ciudad mirlenys de pelo castaño oscuro, y de tez blanca, estaba sentada en la parada del ómnibus, ese día decidió que no iría al trabajo. Y decidió ir al centro de la ciudad a ver las tiendas y comprar ropa o algún adorno para la casa.
Totalmente decepcionado el muchacho pues no pudo ver a la muchacha, regreso para su casa, en el viaje de regreso pensó que no tuvo suerte y que en pocos días la vería de nuevo, hasta que al fin cruzo la calle de los almendros, cerca de su casa, entro y encendió la televisión, para apagarla a la hora pues se había quedado dormido sobre el sofá, ese día se levantó muy temprano para ir al trabajo de la muchacha. Pasaban los días y no pudo verla.

A la semana pensó en llamarla a su casa pero la mala suerte lo perseguía y había olvidado su número de teléfono. Así que nuevamente paso cerca de su trabajo, pero para su desdicha no pudo verla, en tiempos pasados era fácil para los dos hablar casi todos los días, casi que era una costumbre que la viera todas la mañanas, con su deslumbrante figura al pasearse entre los árboles que crecían en el lugar, estando en perfecta armonía con la naturaleza que le rodeaba en aquellas ocasiones, junto a su conversación agradable y fluida que la hacían relucir a veces entre las demás muchachas que laboraban en ese lugar; por lo que llego a la conclusión de que mirlenys ya no quería verlo.

Al mes de pasar todo aquello el joven Jorge se sentó a meditar sobre todo lo sucedido entre mirlenys y el, que después de tanto tiempo de espera no pudieron encontrase nuevamente, ni siquiera como amigos , el tiempo les había jugado una mala pasada, cosas de la vida, hasta recordó que en su época de adolescente, cuando una pareja era rechazada por la otra o terminaban , decían que ese amor que sintieron ambos alguna vez , se convertiría después en odio, cosas de los adolescente de aquella época pasada, pero ya Jorge tenía como 30 años y en realidad no sentía ningún tipo de odio, ni de rencor por mirlenys , ahora estaba más bien preocupado por lo que sucedió , así que como no hallaba ninguna respuesta lógica a aquella situación decidió no insistir más, e hizo como ella, se acordó de lo que dicen la mayoría de los enamorados en ese tipo de situaciones, que dice más o menos así; si la quieres déjala libre, si no volvió, nunca fue tuya.

Entonces después de haber tomado aquella decisión, de no insistirle más a mirlenys, es que no tenía otra opción, la muchacha no lo quería ver más, a pesar de todos los momentos de felicidad que pasaron juntos, todavía recordaba aquellas miradas matinales entre los dos, que irradiaban un sentimiento de simpatía y de amor entre ambos, a veces con solo mirarle a los ojos ella le decía todo lo que sentía por él, y enseguida se alejaban para seguir hablando ellos dos solos, en la intimidad , alejados de la algarabía de la gente.

Pero todos esos momentos ya eran cosa del pasado y el muchacho sentía que ya la había perdido, aunque no había perdido la esperanza de verla nuevamente, así que el tiempo paso, pasaron semanas, meses, y una tarde para sorpresa del joven sin querer vio a la muchacha pasar cerca de él, se detuvo cerca del lugar donde él se encontraba, pero ella para su desdicha no lo saludo, ni trato de hablar con él, aunque si estaba seguro de que ella lo había visto, hacia casi un año que no sabía de ella, cuando la vio se sorprendió un poco, pues ya había perdido todas las esperanzas de verla junto a él otra vez, fueron apenas minutos lo que duro aquel encuentro o más bien desencuentro , porque al mirarle a los ojos, el joven se dio cuenta de que ya la muchacha no quería nada con él, por lo que ambos siguieron su camino y no se vieron más. El joven después de aquel encuentro se prometió a si mismo que le haría una carta para decirle todo lo que aun sentía por ella a pesar de ya no estar juntos, pero pasaron los meses y muchacha le envió un mensaje a su teléfono, respondiendo un mensaje que él había enviado hace unos meses, el preguntaba por ella, y la saludaba, para ver si podían retomar una nueva relación, aunque con poco esperanza de que esto sucediera, pues la mujer le dijo que eran solamente amigos por otro mensaje y que la relación que existió entre ellos se había terminado, y que la razón era que ya no sentía lo mismo que antes por él, y que tenía una nueva relación.

Por lo que el joven decidido no escribirle más, y que llego a la conclusión de que el amor que alguna vez los unió, había desaparecido como el agua en el desierto y tenía que tomar la lamentable decisión de separarse de ella, como ella misma lo deseaba, después de todo la estaba complaciendo, se decía para sus adentros. Así que no le dio más vueltas al asunto y se trazó un plan para olvidarla y se fue a buscar un nuevo amor, otra mujer, que calmara su sed de amor, y que lo comprendiera como hombre que necesita también de amor y cariño. Y así fue, el nombre de mirlenys no se oyó más a su alrededor y con el paso de las semanas conoció a otra mujer que si supo comprenderlo y se enamoró perdidamente de esta nueva muchacha, al punto que cuando estaba con ella, creía que mirlenys fue solo algo del pasado, como una estrella fugaz que se perdió en la noche.
Haciéndole finalmente honor a la frase que dice, que amor con amor se paga.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

CUANDO LLEGA EL AMOR.


Cuando llega el amor, todo mejora
de los besos siempre se experimenta
el tierno cariño que crece y calienta
las caricias que el amor alimenta.

Pasas las noches hasta la aurora
con la mirada de tus ojos atenta
a ese amor que te complementa
y te hace feliz a cualquier hora.

Ya no piensas en nada de lo ajeno
ni nada ya te causa daño ni enojos
y tu alma se limpia del veneno

pues ya el mal se siente flojo
quedándote dormido dulce y sereno
cuando te mira el amor a los ojos.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

¿MI ÚLTIMO SUEÑO?


La noche era serena, tranquila,
satisfecho de la vida plácido dormía.
De repente alguien a mi aposento irrumpió,

sigiloso al lecho mío se encaramó.
Somnoliento la mano estiré.
un cuerpo al lado palpé.
Les aseguro que miedo no tenía,
Empecé a trastear,
de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo.
¡Sorpresa! era un cuerpo de mujer.
En mis adentros elucubre,
¿A mi costado una mujer?
vaya, que hice, que a mis años
la vida me premia con una bella dama,
porque de pronto con ternura me abrazó,
en la boca depositó cálidos besos,
en el Olimpo me sentía.
Los abrazos eran fuertes, tan fuetes,
que la respiración me obstruía.
Debo confesar que, en ese momento,
la empecé a adorar, iba a ser mía,
toda la eternidad.
En un instante me encontré,
en una colosal oscuridad,
caminando de la mano de ella,
sobre un inmenso camino en forma de un ocho,
Inmerso en el oscuro infinito de la nada.
Sentía que me caía, ella me detenía.

¿Será mi último sueño?
¡Quizá! ¡Tal vez!



Autor
Antonio Carlos Izaguerri.