martes, 29 de septiembre de 2020

LA VIDA ES UN DEVENIR.

Abriendo la flor sus pétalos,

su belleza muestra al mundo,

como cuando trina el pájaro,

dando belleza al sonido.

No frena la voz el ruido,

si se convierte en clamor.

La vida es un diapasón,

que va afinando los pasos,

del camino que pisó.

 

Se fue aclarando la niebla

que tapaba la esperanza,

abriéndose las compuertas,

de la oscuridad en que estaba.

Se fue cubriendo la tierra

y mostrándose la cara,

de la siniestra careta,

donde se escondía el alma.

 

Certeros dardos señalan,

donde el amor se agazapa

esperando la acogida,

de un corazón que le llama.

Su nombre escrito en el viento,

esperando entre la nada,

a otro nombre que se acerca,

pausadamente en la calma.

 

Muestra sus hojas el roble,

como señal de esperanza

y va cambiando sus tonos,

si la savia se lo manda,

así la vida te ordena,

amar sin tregua y sin pausa.

La flor solo se marchita,

cuando su sed no es saciada.

 

Abre la vida sus fauces,

para deglutir la esencia,

que en las entrañas renace,

abraza el sentir la sangre,

líquido esencial que habita,

para dar vida a quien nace,

abraza al ser que palpita,

en el vientre de la madre.

 

Estrellas en el jardín,

donde los misterios pacen,

salpicados al albur,

como las gotas de luz,

de una lluvia que deshace,

las negras sombras al fin.

Nuevos destellos que yacen,

en un sombrío confín.

 

La vida es un devenir,

que igual que se va, renace.

LA VIDA LATENTE.

Qué triste sentir la huida,

que gris se enturbia la vista

como se fruncen los labios,

ante la pena infringida,

que pasiones derrochadas,

cuanta entrega sin salida.

Los colores van cambiando,

en irisaciones vívidas

y el valor se va fundiendo,

con el miedo que se enquista.

 

Amor en sedas envuelto,

de plata y oro bordado,

de jazmines coronado,

soplo eterno deseado,

que flota en el Universo.

Luz de infinitos colores,

de gestos tornasolados,

impregnado de deseos,

envuelto en sutil misterio,

al albur de las pasiones.

 

Cambia la vida al instante,

un invisible destello,

un tornar irrefrenable,

que devuelven los espejos.

Interior que se conmueve,

se yergue al temblar el vello

y es voluble la existencia,

en cada sutil momento,

La vida torna y retorna,

hacia lo humano y lo eterno.

 

Que solo se queda el verso,

en la vorágine oculto,

como se pierde su aroma,

difuminado entre efluvios,

como pierde la fragancia,

si solo prima el insulto,

como se va diluyendo,

en los cerebros caducos.

La rima sigue su curso,

entre párrafos, a su ritmo.

 

Arropada entre algodones,

entre alabanzas y lujos,

se regodea la avaricia,

en su engolado discurso,

sin piedad sobrevolando,

viendo de soslayo al mundo.

De vino y rosas envuelta,

se regodea la riqueza,

a espaldas del inframundo,

no da a la codicia tregua.

                                                

Entre los gestos matices,

para dar forma al sentido,

salvando las cicatrices,

de cicatrizadas llagas.

La faz de surcos trazada,

como roturados huertos,

en los ojos reflejados,

cada vívido momento.

Silueta en lívidos labios,

mostrando los sentimientos.

 

La Luna se da la vuelta,

el Sol se asoma en el cerro

la vida latente sigue,

entre arrozales y almendros.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri

viernes, 25 de septiembre de 2020

PARECÍAN UNOS NIÑOS.

Parecían unos niños

con sus carteras llenas de libros

y de lápices de colores,

pero en realidad, dice alguien,

eran unos hombres adultos,

niños viejos que jugaban a profesores

y a alumnos

en el pueblo,

bajo la supervisión

no demasiado concienzuda

de sus madres.

 

Y había también un perro

grande, un perro lobo,

que asustaba a los niños

ladrando con feroz ladrido,

el perro Rocco, un pastor

alemán italiano de origen.

 

Y un descampado enfrente

donde crecían las moreras

altas y verdes, y cargadas de moras,

por su altura intratables,

y los niños apedreaban las ramas

para que cayera

el fruto hasta sus pies rodando.

 

Y estos niños adultos festejaban

en grupo la caída

de la fruta del árbol

con loco alboroto,

“los racimos de moras, en efecto”,

dice alguien con miedo, esperando a ver,

al final, hacia dónde se inclina la balanza.

 

“¿Y qué pasó con los frutos,

tan negros, tan jugosos?”

Lo cierto es que desaparecieron.

Se alejaron un día con pie destemplado,

hasta desparecer por lontananza.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri

SI FUERA ...

Si fuera el viento palabra,

y el aliento fuera amor,

si la sangre fuera el agua,

que el humano arrebató,

la palabra sería aire,

el amor sería vapor

y el cuerpo muerto estaría,

de la sangre que perdió.

 

Temblores entre las hojas,

del libro de los humanos,

saciadas líneas de nombres,

plenas de frases de sabios,

de conquistas y desdichas,

de muerte, horror e injusticias.

Cada página predica,

pero resuena en lo arcano.

 

No sabe el poder y el necio,

que no valen sortilegios,

cuando se extiende la ira.

Si fuera pitanza el viento,

alguien lo embotellaría.

No se intercambia la vida,

por preces y privilegios,

ni con falsas letanías.

 

Si el abrazo fuera alianza

y fueran sabios los necios,

el mundo oasis sería,

la sabiduría un sustento.

Si fuera alimento el tiempo

y el amor fuera una ley,

no habría ni hambre ni reos

y el corazón sería el rey.

 

Tiempo que al tiempo acuchillas,

con el filo de tu acero

y vas dejando semillas,

de odios y de recelos.

Tiempo que no tiene prisa,

solo la tiene el viajero,

que tan deprisa camina,

que va perdiendo el aliento.

 

Si fuera un tesoro el día

y fuera la noche un premio,

vivir y dormir sería,

como un viaje hacia lo eterno,

salpicado de sonrisas,

de bellos y sueños tiernos,

cada suspiro alegría,

verdad cada pensamiento.

 

Tiempo que al tiempo castigas,

con tu indomable flagelo,

dale a las razones tiempo

y a la verdad tu talento.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri

LOS SENTIDOS Y EL AMOR.

Tu lozano rostro tan perfecto.

Me incita a desearte, sin querer.

Con estragos en mi mente,

Que no puedo contener.

 

Tan infame, cazadora de fervores.

Viviré con la desdicha de tus obras.

Se me agota mi amor, ciento temores;

Para que me humilles con tus sobras.

 

Si en tus ojos, guardas las llaves.

Ábreme la puerta con tu mirada.

Pero si el cerrojo, lo abren caricias.

Concédeme que explore tus delicias.

 

Mis oídos, ya no escuchan.

Sólo quieren tu voz angelical.

Pero si tus labios no platican,

Úsalos en silencio para besar.

 

Mis pies, ya no caminan.

Solo quieren contigo pasear.

Disfrutar juntos cada paso.

Y contigo la senda terminar.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri

jueves, 24 de septiembre de 2020

CUANDO LEAS MIS POEMAS.

Cuando leas mis poemas,

quiero que imagines

que el tiempo se detiene,

que cada letra es un beso

y sin pedirte permiso

recorren todo tu cuerpo.

 

Cuando leas mis poemas,

quiero que pienses

que te estás bañando,

que cada palabra es una gota

y toda tu piel

están mojando.

 

Cuando leas mis poemas,

quiero que sueñes

que estás sola,

que cada estrofa en tu oído,

es lo que deseas escuchar

y te enamora.

 

Cuando leas mis poemas,

quiero que sientas

que al cielo tú te elevas,

que cada rima es una caricia

y que al llegar al final de cada verso

tú te excitas.

 

Cuando termines mis poemas

quiero permanecer en tu corazón,

en tu piel y en lo que recuerdas.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

MI MUSA, MI VIDA, MI LUZ.

Cálmate no tengas prisa

las palabras vendrán solas

aparecerán como olas,

olas del mar y deprisa

 

Las palabras ya llegaran

y seguro que llega esa

musa que tus labios besa

y los versos se unirán.

 

Sin esa musa no hay temas,

no sabemos que escribir

y nos cuesta descubrir

que sin musa no hay poemas.

 

La musa es inspiración

ella como al respirar

no podemos olvidar

es como liberación

 

La musa es como la luz

cuando menos te lo esperas

aparecerá y la veras

a través del tragaluz.

 

Como decía ‘mi vida’,

apaga esa luz cariño,

vas a despertar al niño,

quiero quedarme dormida.

 

Ya no tengo aquella luz

y nueva musa hay, ‘mi vida’,

mi alegría revivida,

‘mi vida’, mi nueva luz.

 

La musa es aquello que sirve de inspiración a un artista.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

VIVIR, QUERIENDO VIVIR.

Soplan aires de locura,

veneno en el viento vive,

va rozando corazones,

con sus garras invencibles.

La vida cambió su sino,

golpeándole con saña,

le apartó de su camino,

hecha trizas su esperanza.

 

Soñando, siempre soñando,

camino, siempre camino,

veredas que van naciendo,

en los bordes del destino.

Querer, que queriendo sabe,

que saber abre caminos,

vivir, queriendo vivir,

en cada momento mínimo.

 

En la mente abrir las puertas,

abrir cerrojos y cercas,

cortar de raíz las cuerdas,

que a la mente tienen presa.

Sentir, que sintiendo sientes,

que es más oscura la senda

y cantar, cantando siempre,

con la voz nítida y cierta.

 

Otea el vigía el horizonte,

vislumbrando nuevos puertos,

travesía que se bifurca,

entre olas, mar adentro.

Vivaces siguen la senda,

los audaces pensamientos

y el timonel firme aferra,

la nave, que es su cerebro.

 

Soplan aires de locura,

vendaval de desconciertos,

vulnerable en las orillas,

de los repetidos sueños.

Rimeros que va quedando,

de ancestrales sentimientos,

quebrada la voz se olvida,

que fue canto en su momento.

 

En el mar de las ideas,

los recuerdos se cocinan,

aderezados de amores,

sazonados por el tiempo,

con especias escogidas,

de alientos insatisfechos.

Amores que se quedaron,

guardados como reliquias.

 

Amar, amando sin retos,

sin cadenas y sin bridas,

amar con pasión o al pairo,

de la silenciosa brisa.

Amar con la mente lista

y doblando el sentimiento,

vivir, viviendo sin prisa,

al ritmo que marque el verso.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

COMO UN CICLÓN O UNA BRISA.

En el corazón del sueño,

habitan los sentimientos,

dormidos junto a los órganos,

que ralentizan sus hechos.

Negras pesadillas vuelven,

prendidas en los deseos,

reflejos de viejas cuitas,

de deseos insatisfechos.

 

Se van quedando vacíos,

como en el ánfora el eco,

hueca y vacía la vida,

que solo mima el objeto.

Sin esencia la codicia,

vena sin sangre, sin celo.

Amor sin pasión vacío,

como un vacío recoveco.

 

En la mente el corazón

y en el corazón cerebro,

en las venas sangre ardiente,

que de pasión y que impele,

el valor que vive dentro.

Valor para ser feliz,

con la sencillez de un verso,

amor sencillo y auténtico.

 

Va llenándose de sueños,

de fantasía irrefrenable,

va caminando al socaire,

de los agitados tiempos.

Cada paso, firme huella,

grabada contra los tiempos

y una mochila repleta,

de amores y sentimientos.

 

En el corazón del tiempo,

la voz pausada que hable,

con la sencillez de un cuento,

amablemente sonora,

como un cantarín riachuelo.

Sonidos que se deslicen,

como acariciando el tiempo,

como suspira el aliento.

 

Entre brumas se quedaron,

aquellos vívidos besos,

flotando entre las neblinas,

de transparentes recuerdos,

broches de plata adornados

con filigranas de sueños.

El verso a la vida asoma,

para vivir en lo eterno.

 

Verso que anudas la vida,

con tu amor por lo secreto

o desnudas con tu brisa,

de sus deseos los cuerpos.

Verso que besas y abrazas,

con tu rima los conceptos

y vas dejando entre estrofas,

fantasías y sentimientos.

 

Verso que al mundo te asomas,

para esclarecer los hechos

y vas dejando la esencia,

de pasiones y de retos.

En el corazón del verso,

palpitan los pensamientos.

Como un ciclón o una brisa,

tu impronta dejas sin miedo.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

EL PRIMER BESO.

Su rostro muy junto al mío,

su boca me escupía un beso

y yo: con mis labios fríos,

guardaba mi deseo inconfeso.

 

Sus ojos eran dos brasas,

abrasando el mismo deseo,

mis labios en leve titubeo,

le ocultaban sus ansias.

 

Y cual dos opuestos polos.

... Mis labios y sus labios.

Instintivos se unieron solos,

como abejas de mismos apiarios.

 

No hubo premeditación,

solo un sentir bello y grato,

ni fue superficial atracción,

ni beso muerto en un rato.

 

Sólo fue un primer beso,

de un primogénito amor,

que sin recato ni pudor,

se hizo  secreto confeso.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

PRINCIPIO DEL ENAMORAMIENTO.

La evolución de un sentimiento

no se detiene a voluntad,

naturaleza es armonía y en desuso

no ha caído amar.

 

Algo más he de decir en mi defensa;

este canto hoy tan tuyo como mío,

muchos lo han cantado ya,

y segura estoy, que otros más

lo cantarán.

 

¡Recítate a la tierra y te dará!

porque aquí hay agua y buena luz;

el clima es estupendo y flor hermosa

crece ya.

 

Es bien sabido que oponer resistencia

en asuntos como el nuestro

absurdo es;

y lo intento más por obligación

que por necesidad.

 

Mas he declarado que mi atada alianza

a la razón, esta temporada frutos

no ha querido dar;

y sin embargo el corazón, miel no deja

de derramar.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

ACARÍCIAME CON TUS VERSOS.

Acaríciame con tus versos

con palabras y versos eróticos.

Acaríciame cuando duermo

en el lecho de tus letras y desnúdame con tus palabras.

Acaríciame con poemas prosaicos

y déjame tú hombría con tus iniciales en mi piel.

Acaríciame en verso o en poesía

y hazme sentir la esencia de la poesía,

del hombre fino y elegante.

Hazme el deleite de tus versos eróticos describe todo lo mí.

Acaríciame con tus mensajes privados

y dime que quieres todo de mí y de mi pesia.

Acaríciame en versos libres y poséeme con rima

seamos libremente en poesía claves sin descifrar.

Acaríciame al momento de sentirme con tus letras

y ser parte de tu cuerpo de la A a la Z

¡Enamórame de ti con locura!

Déjame sentirte en la desnudez de un verso

acomodados a los deseos de la carne.

Acaríciame y tómame en un poema tuyo y mío

Hoy me doy a ti en punto y coma y sin acento.

Provócame sin limitaciones a enloquecer contigo.

Déjame sentir en una prosa todo lo que sientes por mí,

hazme tuya con tu abecedario poético

y manteen mi cuerpo ardiendo en sintonía con el tuyo.

Escribe en versos todo lo que de mí quieres

Y escribe en mi piel tú poesía no te quedes con las ganas,

en versos o poesía descífra mis pensamientos

y siente qué te hago mío con la A y la M

en todos mis poemas sabrás de mis deseos de ti,

 llena mi cuerpo de besos con tus sonetos

y acaríciame con tus letra cuando Leo tus poemas.

En versos o en poesía nos amaremos sin comas ni puntos.

...En punto y seguido soy muy tuya y tú muy mío.

 Entregándonos en cuerpo y alma en versos y en poesías

nos amaremos toda la vida en orden alfabético,

con un  diccionario de amor.   

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.