"A veces olvidamos lo efímera que la
inspiración es, y que si la dejamos pasar, la inspiración nunca vuelve dos
veces igual".
A veces creemos que la inspiración nos ha
abandonado, que ella, sólo se ha marchado, que simplemente se ha ido, que en un
instante se fue en un ligero soplido.
A veces pensamos que tan sólo se va sin decir
nada, que tan sólo se esfuma de la nada.
A veces ella discreta aparece y es ignorada, a
veces grita y no es escuchada, a veces se cansa de ser olvidada, a veces se
enoja y se marcha por no ser buscada, a veces ella quiere acariciar las
mejillas de tu cerebro, y la apartas de forma despiadada.
A veces ella está por meses en un rincón
tirada, está ahí diciendo ideas de libros, o frases encantadas, y termina
siendo opacada por el montón de otras cosas "más importantes" que a
nuestra cabeza tienen llenada. Es horrible verla allí desnutrida, casi sin
fuerzas, tímida y encerrada, con temor de compartir ideas sin ser escuchada, te
ve con recelo y con insegura mirada, tiene miedo de salir de la jaula en la que
se siente apresada.
A veces, nos damos cuenta y la escuchamos sin
más, y nos encanta verla saltar de alegría, ver como ella misma crece y crece y
nos llena de todas estas emociones lindas o sombrías. Es increíble ver cómo
pasa de una pequeña gota al diluvio más grande, y como a veces, sólo en un
instante deja de llover.
A veces es intensa y es dulce, a veces es
suave o locuaz, a veces es sencilla, en otra oportunidad compleja, y en otra
ocasión es inmune a cualquier distracción, pero a veces el más mínimo ruido la
asusta y no vuelve en un largo … largo rato.
Ella es todo un personaje, y que buenos
personajes puede crear. Ella es como un extraño enigma, es como un objeto a
estudiar, aunque a veces no se deja.
A veces ella está dormida, y luego despierta
con aquella energía, nada la detiene, ni el más largo día, a veces solo está
indecisa, no sabe si hablar o no, a veces es súper inteligente y habla en el
momento más oportuno, a veces tiene las más alocadas ideas para cuadros, o los
más ladrones de suspiros versos, a veces tiene las melodías más divinas, o las
letras más excelsas, a veces tiene los pasos más difíciles o los movimientos
más frágiles y gráciles.
Ella... a veces sufre, sufre y mucho, a veces
ella quiere que la observemos y le hagamos el amor, que la halaguemos con el
comentario más hermoso, y pasa horas acostada en la cama, preciosa y sensual, y
se queda dormida de tanto esperar, de tanto contar los minutos u horas porque
la podamos apreciar, de tanto contar las horas a que la hagamos llegar con el
final más bello del arte hecho, del arte listo y concluso, del arte expuesto y
confuso.
A veces ella sueña con que la soñemos, con que
de la realidad un día despertemos, y veamos lo mágico que es el arte al fin, lo
portentoso que es su pensar, lo dignas de admirar que son todas sus ideas y
palabras...
Ella tiene miedo de que un día para siempre la
dejemos olvidada, de que bajo la rutina del vivir un día la dejemos aplastada,
que un día sin darnos cuenta ya esté desechada, ella y todas sus ideas de arte
impregnadas.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri