jueves, 2 de abril de 2020

UNA NOCHE COMO ESTA.

Noches como esta se dejó amar,
abandonada dócil a mis brazos
y me era presagio su marchar,
como al atardecer los Ocasos.

Fueron noches calmas. Serenas,
de abrazos, suspiros y promesas,
la sangre agolpaba en las venas,
cual agua de risco a represas.

Inquietaban el alma sus besos
y mi piel en su piel entibiaba,
mas horda de temores inconfesos,
quitaba la calma y la duda reinaba.

Sí: La duda de una noche más,
que inusitado pregón negaba
y desconcertaba toda la paz,
aunque en mis brazos estaba.

En mi tálamo la veía dormitar,
sintiéndola virtual como un sueño
y sin ostentarme serle su dueño,
la sentía mía y sólo mío su amar.

Noche como esta estuvo conmigo,
y la calidez de su brasa y mi fuego,
fueron a nuestras pieles Estío y abrigo,
húmedas y tersas  cual rocío veraniego.

Y esta noche como otras la amaré,
dormida en mi alma y mis brazos,
y un nuevo amanecer despertaré,
en la beatitud casta de sus besos.


Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

DEBISTE DECIRME

Debiste decirme que iba a perderme, pudiste advertir sobre la falta de alivio, habrías hecho tanto por mí...

Me entregué, lo entregué, cedí cada espacio de mi corazón para que habitarás en él, hasta que decidieras partir.

Debiste hablarme de las consecuencias, fallar en algunas encomiendas importantes. Decir que sólo sería feliz junto a ti...

Presencié el amor y el dolor más agotador, existentes que pude encontrar. Allí tienes la explicación de tu significado para mí.

No tengo arrepentimiento por las ocasiones en las que te juré amor, ambos sabíamos que las palabras son letras al viento...

Te llevaré, siempre lo haré. Aún queda espacio para los días de amor en el roto corazón, abandonado por el afecto, sin ti.

Debiste advertir que único y verdadero amor lo conocería, en aquella primavera, al verte sonreír feliz, junto a mí.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

miércoles, 1 de abril de 2020

UN AMANECER CUALQUIERA.


El amanecer de un día cualquiera,
sin recuerdo, sin reloj, ni fecha,
hizo mi noche agobiante endecha,
desvelando mi alma en tu espera.

Divagué en tu realidad y quimera,
entre mi ventana y mi frío lecho,
deliré porque la puerta se abriera
o de repente entraras por el techo.

Y pasó lo que nunca quisiera,
el sol sorprendió mi desvelo,
mi realidad se hizo quimera.
Tu ausencia no bajó del cielo.

Mi esperanza ya evanescente,
pronunció tu nombre apenas
y en rogatoria pálida, yacente,
clamó por ti: Cosas buenas.

Y al yacer de otra tarde sin fecha,
en la voracidad de noche indolente,
mi alma será persistente endecha.

Acaso por tu ausencia inclemente
o por la necesidad  vital de tenerte.


Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

QUERIDA AMOR MÍO.


A ti amor mío. 



Querida promesa mía, querida amada.
Quisiera que me leyeras con los sentidos
más profundos y más intensos que aprendimos
bañados por cristal de luz que despertaba.

Sólo me resta la vida,
se me evaporo el escudo
que cuidaba mi dolor,
me venciste en la batalla
de la lucha del amor
y navegué prisionero
de una barca a la deriva.

Amada mía quisiera,
yo quisiera que supieras
que el sonido de tu boca
era el sonido de besos,
que la noche fue más clara,
que la niebla era secreto
y el sentido de mi vida
en tu mano apareciera.

Y me refugio en el llanto
convertido hoy en consuelo,
más no se aclara la sombra
que me proyecta tu ausencia,
pero aquí estoy caminando
con mis pasos sin cadencia
hacia un único destino
que cobija tu recuerdo.

Querida mía que luces dulcemente,
nunca sabrás la importancia que tenías
y allá donde se te despierten los días
caerá la noche que en mi corazón duerme.

Nunca faltará ocasión
para amar y ser amado
y hallarás un corazón
que quiera cantarle al tuyo,
mas no tuve la ocasión,
y perdón le pido al mundo,
de vestirme de ese quien
de mirar ilusionado.

Amada promesa mía,
amor sin amor pagado,
eras luna en cielo azul,
eres ángel en el lago,
fuimos trigo y amapola
en algún campo olvidado,
yo te hablo y tú no me miras,
no me miras cuando te hablo.

Hoy te remito estas letras
como un eco del sentir,
tendrán alma de responso
que se oirá en la lejanía,
y las leeré en silencio
para recordar el día
en que te dije te quiero
sin llegártelo a decir.

Adiós a mi amor secreto,
hasta la vista después,
sé que estás cuando te quiero,
cuando no quiero también.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

¿QUIÉN ES EL?


¿Quién es Él?
Aquel que camina por el jardín.
Tristeza se ve en su rostro.
Acaba de desechar a dos de sus buenos amigos.
Una espada y una promesa cubren la puerta.
Algún día volverán.
¿Quién es Él?
Cuya voz se encuentra detrás de una nube gris.
Un amigo ha aparecido después de tanto tiempo.
Detrás de sus palabras le da un gran regalo.
Una gran herencia parecida a los granos de arena.
Un poco más y el tiempo también se lo lleva.
¿Quién es Él?
Cuya mano abrió el mar rojo
y su ira se extendió a los que oprimían a su pueblo.
Aquel que por la sangre de un cordero salvó a los suyos.
El que por su boca trajo libertad de la opresión.
Aquel que se esconde detrás de un hombre.
¿Quién es Él?
Que por tantos años esperó hasta que envió su mayor regalo.
La tierra sedienta de sangre estaba y él lo sabía muy bien.
Toda su esencia mandó detrás de huesos y carne.
Sintió dolor, frío y hambre.
Caminó entre los suyos y aquellos no le reconocieron.
¿Quién es Él?
Aquel que cuelga del madero.
Mis ojos no soportan verlo.
Grande fue su desgracia y nadie entiende por qué.
Unas maldiciones donde antes hubo milagros.
Vinagre de aquel que convirtió el agua en  vino.
¿Quién es Él?
Cuyo lamento se escuchó desde lejos.
Aquel que soltó su último suspiro.
Una mujer llora y no halla consuelo.
Un soldado se ve al pie de la cruz.
Un velo rasgado y un quebranto en el espíritu de los hombres.
¿Quién es Él?
El que se levantó de la muerte con poder.
Aquel que dejó la tumba vacía y la piedra removida.
Aquel que estuvo en medio de los hombres
y que por cuarenta días caminó entre ellos.
El que ascendió hasta lo alto con la promesa de que él volverá.
¿Quién es Él?


Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

martes, 31 de marzo de 2020

TE QUIERO HACER EL AMOR.

En diferentes versiones
te quiero hacer el amor,
rodeados de mil canciones
creadas para los dos.

Sutilmente ir recorriendo
cada sitio en que tu piel,
a las curvas va cubriendo
de tan hermosa mujer!

Besarte muy suavemente
mientras te miro a los ojos,
hasta ponerte impaciente
por la forma en que te toco.

Tus ansias te descolocan,
tu excitación es total,
tu deseo te desborda
mientras lamo tu humedad.

Estás encendida, en llamas,
me besas, me pides más...
con un goce que reclama
que entre en ti, ahora, ya!

Yo estoy ardiendo en el fuego.
Me hice lava en tu volcán.
Parto tu boca de un beso
mientras traspaso el umbral ...

Que ha de llevarnos al cielo
donde estrellas de cristal,
con sus luces y destellos
nos habrán de acompañar ...

Durante la travesía
sublime de nuestro amor,
en que tu vida y mi vida
se funden por la pasión!

Te quiero hacer el amor
en todos lados, chiquilla,
porque tú eres lo mejor
que me ha obsequiado la vida!



Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

DIME, CUÉNTAME, HÁBLAME.

Cuéntame de ti,
Quiero saber cómo estas
Cuáles son tus miedos
Como luchaste con ellos, como te vencieron
Como los conquistaste

Cuéntame de vos
Tu pasado turbio
Tu presente tenue o claroscuro
Tu futuro que te inquieta y si le das afrenta a las tormentas que esperan

Dime, sólo dime
Si crees en el amor, en Dios o en la energía
Si eres fría, tierna o por ahí dices cursilerías
Si te traicionaron, si te hirieron y si te enseñaron

¡Háblame! Quiero saber tu historia
No le pongas censura a tu memoria
Porque en el ahora me importa tu ayer
y mañana seguramente me gustará saber de tu hoy

Me encantaría
Que me relates tu antología
Si deseas cumplir una fantasía
No hay que someterse a una teoría de si está bien o si está mal,
porque me gusta saber y a ti te gusta contar

Enumera tus vicios,
Porque de no hacerlo creeré que no eres lo perfecto,
Porque ello no es la ausencia de defectos
Sino la compactación de lo propicio,
de lo adecuado, de lo benigno y lo maligno,
de debilidad y virtud,
del pecado y la redención.

Háblame de lo que amas
Enuncia lo que odias
No sostengas el silencio
Porque es alto el precio
Y grave el vilipendio
De someterse al pavor
Y negar lo que eres.

Cuéntame, solo cuéntame de ti
Quiero saber cómo estás; Si te vas o te vení
Si es conmigo o sin mi
Si es aquí hasta hoy o si es de hoy hasta el fin
Si es solo piel o es entregar el alma
Si solo es 1 + 1 o nos volvemos 2
Si es un "tu o yo" o nos volvemos un "nosotros"


Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

ME ENAMORÉ.

Cada vez que me miras, tiemblo,
Erizas mi piel, extasías mi alma
Tus ojos, tu sonrisa, mi eterna calma.
Todo en ti me gusta, nada te podría cambiar
Eres ambrosia del cual me llegue a enamorar.

Cuando te acercas mirándome así,
me da una sensación tan profunda,
que estremece mis instintos de hombre,
porque eres la mujer que tanto he esperado
y cuando te acercas inmutable
se me hace un martirio insoportable
la abstinencia de no tener tus besos y caricias.
Para mí esto es una tortura a mi alma.
Eres la mujer que deseo sea para mí,
porque me enamoré de ti.
Cuando en aquel momento mi corazón
ya no sentía esos fuertes latidos,
cuando estaba perdido, ausente y sin sentido,
llegaste tú, con tus ojos de hechizo.
Tan natural como ninguna,
pero tan llena de vida
para alegrar mis días
sin pedir nada a cambio,
tan llena de brillo para iluminar mis caminos nublados.
Te convertiste para mí en lo más anhelado,
un amor sin fin
y un comienzo de muchos te amo,
es que me enamoré tan perdido siendo tú,
brújula en mi horizonte y el tesoro,
mi tesoro apreciado.
Me enamoré del brillo de tus ojos,
me enamoré de las hermosas curvas de tu sonrisa,
me enamoré tan perdido que ahora,
no quiero encontrar la salida.

La brújula se pierde en el horizonte
si el amor es enfermizo; el tuyo queda
latente que es amor de enamorado.
Pero hay tantos amores que ya hechizados;
en la oscura infidelidad, han pecado.
Por ello es mejor ir con cuidado.
Hay tantos corazones desolados
que pierden el brillo de la alegría
y saborean el amargor de la malicia.
Deseo, espero y le ruego a la vida,
que tu amor sea sincero; que nunca
lleguen días nublados, y que no
olvides la alegría.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

lunes, 30 de marzo de 2020

LA MARGARITA Y EL TULIPÁN.


Tulipán de bello porte,
de fuerte cabalgadura,
destacas entre las flores
por vigor de tu hermosura,
presumido, erguido, noble,
eres del sol y la luna,
y miras al horizonte
presumido de locura.

¡Hay! Tulipán encarado,
te dio la espalda la tierra
porque dejó que a tu lado
la margarita naciera
y tú por ella esposado
la admiras y la deseas
porque te has enamorado
de la flor más verdadera.

Tulipán de roja sangre,
de sangre que en flor germina,
luces vestido con traje
de primavera florida,
ella no quiere mirarte,
tú le rindes pleitesía,
mala suerte enamorarte
de una linda margarita.

La quieres con la mirada,
despiertas cuando está ella
abrazando al sol del alba
cada mañana más bella,
el tiempo se te desgrana,
la primavera te reta
porque morirás mañana
marchitado ante su puerta.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

ME ENAMORÉ DE TI.


Estoy perdidamente prendido de ti,
como lo está, el arraigado árbol en la tierra.
Y lo estoy, porque alocas mis sentidos
alimentándolos del fluir de tu alborozo,
al llenar de suavidad mi áspera vida.

Derrites mis penas con el cálido fervor de tu alegría,
ahora, mis amaneceres son maravillosos,
comparto contigo cada una de mis ilusiones,
y por primera vez, siento que el destino
me deja disfrutar la existencia del vivir,
que ni el paso presuroso del tiempo
hace estragos en mi persona.

Veo llora al cielo y derrama torrencial felicidad,
ya no es negrura de asfixiante agonía, tampoco
las ráfagas de viento son tornados de desdicha;
ahora, son diluvios de euforia,
que me provocan un tsunami de suspiros
en completa ventura, porque tú …
le entregas la total calma a mi intempestiva vida
me emocionas a tal grado, que quiero seguir viva,
porque estoy de ti enamorado


Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

SON TUS LABIOS.


Son  tus labios lo que yo quisiera besar,
y al igual que tu cintura,
no sólo yo quisiera abrazar,
quiero poder quitarme mi amargura,

esta amargura del cual me quiero liberar.
Son tus labios para mí, pura locura ...
locura de éxito si los consigo acariciar,
y si los acaricio, se me irá toda negrura.

Son tus labios la frescura de la juventud,
y si los besara...¡ay! ¡grito lisonjero!
Pero si no los beso, falla toda mi salud,

porque mi salud es tu beso lo que quiero.
Dame ese beso...¡¡¿dónde está Cupido?
¡ay, ese beso...un espectro sin haber nacido!

Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

POETA AL ATARDECER.


Es amable con todos los poetas,
conmigo atento y muy cariñoso,
sus comentarios son como asomarse
a un atardecer bello, de intenso color rojo.

Siempre le digo que su presencia y respuestas,
me emocionan muchísimo, dan cariño y calma,
me llega su ternura, es un ser que tiene luz en el alma.

Soy una mujer que sigue amando, más allá de la muerte, él lo sabe,
todos lo saben, porque mis poemas de amor, del corazón me salen
siempre tiene un beso o un abrazo para mi hija y para mí,
eso nunca lo olvidaré, y de ti POETA siempre me acordaré.

Gracias POETA AL ATARDECER por tu presencia, tu carisma,
y tu alma tan llena de ternura, no te dejo mis elogios para quedar bien,
podré tener, y tengo mil defectos, pero presumo de SINCERA,de  eso si tengo,
y lo repetiré mil veces, te digo los halagos, porque los siento y por eso te los ofrezco.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

LA INSPIRACIÓN.


"A veces olvidamos lo efímera que la inspiración es, y que si la dejamos pasar, la inspiración nunca vuelve dos veces igual".



A veces creemos que la inspiración nos ha abandonado, que ella, sólo se ha marchado, que simplemente se ha ido, que en un instante se fue en un ligero soplido.

A veces pensamos que tan sólo se va sin decir nada, que tan sólo se esfuma de la nada.
A veces ella discreta aparece y es ignorada, a veces grita y no es escuchada, a veces se cansa de ser olvidada, a veces se enoja y se marcha por no ser buscada, a veces ella quiere acariciar las mejillas de tu cerebro, y la apartas de forma despiadada.

A veces ella está por meses en un rincón tirada, está ahí diciendo ideas de libros, o frases encantadas, y termina siendo opacada por el montón de otras cosas "más importantes" que a nuestra cabeza tienen llenada. Es horrible verla allí desnutrida, casi sin fuerzas, tímida y encerrada, con temor de compartir ideas sin ser escuchada, te ve con recelo y con insegura mirada, tiene miedo de salir de la jaula en la que se siente apresada.

A veces, nos damos cuenta y la escuchamos sin más, y nos encanta verla saltar de alegría, ver como ella misma crece y crece y nos llena de todas estas emociones lindas o sombrías. Es increíble ver cómo pasa de una pequeña gota al diluvio más grande, y como a veces, sólo en un instante deja de llover.

A veces es intensa y es dulce, a veces es suave o locuaz, a veces es sencilla, en otra oportunidad compleja, y en otra ocasión es inmune a cualquier distracción, pero a veces el más mínimo ruido la asusta y no vuelve en un largo … largo rato.

Ella es todo un personaje, y que buenos personajes puede crear. Ella es como un extraño enigma, es como un objeto a estudiar, aunque a veces no se deja.

A veces ella está dormida, y luego despierta con aquella energía, nada la detiene, ni el más largo día, a veces solo está indecisa, no sabe si hablar o no, a veces es súper inteligente y habla en el momento más oportuno, a veces tiene las más alocadas ideas para cuadros, o los más ladrones de suspiros versos, a veces tiene las melodías más divinas, o las letras más excelsas, a veces tiene los pasos más difíciles o los movimientos más frágiles y gráciles.

Ella... a veces sufre, sufre y mucho, a veces ella quiere que la observemos y le hagamos el amor, que la halaguemos con el comentario más hermoso, y pasa horas acostada en la cama, preciosa y sensual, y se queda dormida de tanto esperar, de tanto contar los minutos u horas porque la podamos apreciar, de tanto contar las horas a que la hagamos llegar con el final más bello del arte hecho, del arte listo y concluso, del arte expuesto y confuso.

A veces ella sueña con que la soñemos, con que de la realidad un día despertemos, y veamos lo mágico que es el arte al fin, lo portentoso que es su pensar, lo dignas de admirar que son todas sus ideas y palabras...

Ella tiene miedo de que un día para siempre la dejemos olvidada, de que bajo la rutina del vivir un día la dejemos aplastada, que un día sin darnos cuenta ya esté desechada, ella y todas sus ideas de arte impregnadas.


Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

LO QUE MÁS ME GUSTA DE TI.


Me gusta ver tus lindos ojos, y pensar que tú ves los míos
Me gustaría poder sentir tus manos, ver tu sonrisa
Poder ver tu alma, a través de tus lindos ojos
Me gustaría poder abrazarte, para sentir el calor de tus brazos.

Lo que más me gusta a mí, es verte sonreír
Esa hermosa sonrisa, que a mi enamoro
Desde la primera vez que te vi, me gustaría verla de nuevo
Quisiera verte de nuevo, para nunca más dejarte ir.

Me gustaría leerte o cantarte todos mis versos
Para a si enamorarte, para que no te vayas de nuevo
Me gustaría bailar contigo, un vals del amor
Y una vez estando juntos bailando, probar tus dulces labios.

Quisiera tomar mi guitarra y cantarte todas las noches
Canciones que he escrito, especialmente para ti
Versos que escribo con el corazón, todas las noches, para ti
Escribirte es lo que más me gusta a mí.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

NO TE AVERGÜENCES ...


No te avergüences pequeña
de aquellos, tus pensamientos,
porque no vale la pena,
todo el mundo los tenemos.

Buenos, malos, regulares,
o más o menos intensos.
De hechos sentimentales,
o del amor del momento...

Dime... por qué avergonzarse
de las rabias, las palabras,
o incluso por otra parte
si asomara alguna lágrima ?

Piensa en frío ... Tiene caso ?
La vida pronto se escapa.
No siempre escribir da paso
a alguna nueva esperanza.

Pero jamás te avergüences
ni bajes a tu mirada,
porque ese tu Ser merece
ser feliz de cuerpo y alma.


Autor
Antonio Carlos Izaguerri  

MI MUSA PRIMIGENIA.


Ni siquiera la obscura bruma de la noche hacía desaparecer tu hermosura, allí apareciste, en medio de la penumbra, producida por una pálida luna.

Tus Pupilas dilatadas, tu cabello negro azabache, tus pecas en la cara y mi mirada encantada con semejante  musa personificada.

Fue tanta mi admiración por ese rostro ¡oh, aliento que vivifica!.

Solo tú puedes hacer retoñar con tan suaves caricias a una flor que creían marchita, tienes ese poder, eso de mi alma nadie me lo quita.

Pionera de mis escritos, primigenia en todos mis  versos, solo tú me entiendes por eso contigo converso.

Sabes mezclar y tocar lo profundo con lo trivial, me haces percibir la azúcar como sal y viceversa,  volviendo todo un desorden en mi paladar cuando degusto tus labios al besar.

De mí tienes lo más puro: un corazón restaurado, probado en fuego y que no te va a defraudar, pues no hay conjuro que pueda atarlo al mal y mucho menos si estás a mi lado.

¿Ahora si te queda aclarado que no te he olvidado?





Autor
Antonio Carlos Izaguerri