martes, 21 de abril de 2020

VOLVER, SOÑANDO EN VIVIR.

Volver, con el sueño intacto,
de caminar sin descanso,
de seguir creando sueños,
para un futuro cercano.
Vivir pensando en el beso,
que me rozará mañana
y volver sobre los pasos,
pensando que es diferente,
lo que ocurrirá en el alba.

Pensar que viendo el ayer,
el pensamiento se calma,
como un rescoldo en las brasas,
que el agua pudo vencer.
Volver con la mente intacta,
para poder comprender.
Seguir planeando el mañana,
con gente de tu querer.

Vuelve la luz a su origen,
donde la sombra se escapa,
donde huye la pobreza,
de la hambruna que la mata.
Vuelve el resplandor a verla,
caminando sin mirarla,
libre cual brizna en el aire,
que se desliza sin trabas.
La voz serena y pautada.

Vivir soñando el camino,
que recorreré mañana,
con el calor en la piel,
y la luz en la mirada.
Soñar soñando que ves,
como crece en la montaña,
la luz del amanecer.
Sin prisa silbar cantando,
la canción que me arrebata.

El tiempo que se desata,
del rutinario quehacer,
viendo la hierba crecer,
en la lenta caminata.
Bordar de sueños la noche,
para despertar mañana,
con la luz por florecer.
Volver sobre el pensamiento,
creando un nuevo saber.

Sentir el viento en el rostro,
como una caricia alada
y llegar la madrugada,
con mil cosas por hacer.
El abrazo que te cierne,
como un cálido corsé,
un amor que vive en ciernes,
que se agrandará después.

Volver con el corazón,
generoso en su latir,
enarbolando el valor,
como un principio y un fin.
Volver sembrando de amor,
las entrañas del jardín
y sin dejar de sufrir,
por quien lo tiene peor.
Volver, soñando en vivir.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

LUZ EN NUESTROS CORAZONES.

Mi sufrir terminó.
Acude a mis brazos amor mío
que con ansia te esperan.
Tu cuerpo en ellos descansará,
quédate siempre así.

La noche oscuridad dejó de ser.
Es luz en nuestros corazones.
Esta noche velaremos,
con palabras tenues, salidas
de lo más íntimo de nosotros.

Cerca quiero tenerte,
una vez más, a mi lado ven.
La felicidad esperada dame.
De madrugada tu amor entrega.
Poco a poco despertaremos,
al reflejarse la luz del sol
en las paredes.

Nuestras horas amor son.
Han dejado de ser oscuras,
de mil colores se vuelven.
Con las yemas de mis dedos,
las chimpitas de tu frente,
acariciaré.

Amor, con tus labios cuenta
del corazón sus latidos.
El fondo de mis ojos mira,
verás cuanto te amo.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

BAILAS EN MI MENTE.

Cuando se me escapa el alma y estoy en un limbo,
Estoy pensando en ti,  pensando en aquel momento
En que entendí mis manos y me abrazo tu aliento
y apretaste mi cuerpo  al tuyo
y un beso fundió nuestros alientos,
hasta perder la razón,
bastó sólo un instante
para que nos quedara la agonía,
La sed, la necesidad de respirar un solo alimento.
De sentir un solo cuerpo,
pues me envolviste como el viento
Logrando que mi alma trascendiera
hasta el borde del desespero,
Pues el deseo, las ganas y esta sed,
no han desaparecido con el tiempo
La necesidad de ser consumido por el fuego de tu cuerpo,
por los besos de tu boca y  el aroma de tu piel,
están siempre presentes.
Nunca me había sumergido
en besos tan profundos sin perder el ritmo
de los latidos de tu pecho
Ni había entregado el alma,
mirando a los ojos de una mujer con tanta nobleza,
nunca habían quedado mis sentidos  tan sedientos
Del sudor que destila de su cuerpo,
del quejido que se escapa en su respiro,
Del olor de sus cabellos
y de la sed de su lengua por mi cuerpo.
Te has  tatuado en mi alma,
te has adueñado de todo
llenando cada espacio de mi mente.
                                       



Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

CONFESIÓN DE AMOR.

A veces pensé que no eras toda mi vida,
Y aunque quise negarlo nunca he podido,
es difícil aceptarlo, tú me tienes confundido,
creo que sin ti, mi existencia estará perdida.
Esa ilusión de amar y ser amado,
Siento que debe ser a tu lado.

Ahora vientos de alegría soplan a mí alrededor,
me dan a entender lo imposible de olvidarte,
reconozco que no puedo dejar de verte,
si dejo de hacerlo, nacerá en mí el dolor,
esa sensación de tristeza que no quiero tener,
por eso más que nunca, te voy a querer.
                                       
Necesito todo de ti, lo bello y hermoso,
lo poco y lo mucho, lo divino y precioso,
cada cosa de ti me llena el alma, el corazón
me hace feliz, y aprovecho la ocasión,
para reiterarte mi cariño y devoción,
“y que este puñado de versos no alcanzará,
para explicarte el amor, que en mí siempre vivirá”.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

SIN INSPIRACIÓN.

Yace mi verso marchito doblegado,
otrora intrépido fuego al corazón,
el tintero se seca ya casi olvidado;
La pluma no escribe sin inspiración.

Sin Musa muere el verso en la mente,
el papiro amarillenta  por enmohecer
y el poema  yace vacío y displicente,
sin letra dedicada al amor ni la mujer.

Ansía la mano el verso en sus dedos
como el pensamiento al furtivo amor,
pero confuso cual toro en el ruedo,
muere de pie indiferente al dolor.

Y es agobiante el ansia en el alma,
como lo es el amor en el corazón,
ambos hacen perder paz y calma,
como un verso que nace sin razón.

Sin motivo ni anhelo seductor,
nimio y trivial será lo inspirado
y sin primicia vano lo ofrendado,
como perfidia amar sin amor.

No es Poeta quién entre letrillas
plasma fantasías sin sentirlas,
mas sus vivencias por sencillas,
tórnanse reales sin escribirlas.

Un día volverá  la inspiración,
quizás en el extasío de mujer
o tal vez de un pensar sin razón,
que en ayer y hoy  no pudo ser.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

lunes, 20 de abril de 2020

LOS PUERTOS DE LAS BUENAS GENTES Y LAS LINDAS COSAS.

Ya no me resultan
y ya no me pesan
las cosas que pasan ahora en el mundo
ya no me interesan.
Ya me fui de todo
me libré de un modo
que nada me ponga de lleno y me hiera.
Ya tuve bastante
y ya aguante, ya, mucho
a aquellos que viven lamentos, dolores, a grito o murmullo.
Ya basta de líos,
y basta de quejas,
me alejo de tíos que quieren juntarnos como a sus ovejas.
Me pesan sus vibras
Sus ondas tan negras
Su falsa empatía que reza las paces y busca la guerra
Sus falsas posturas
su moral mediocre
Su creencia a medias, su naturaleza
su otredad sin nombre.
Me salgo de esos
de una forma hermosa,
le dejo unos besos profundos ,
sinceros envueltos en rosas.
Y parto a lo lejos
a ya nunca verlos
a no contagiarme jamás en mi vida de envidias y celos.
Y a ver otro mundo
y a ver otras cosas
y andar muy ligero de ayeres pesados  e incómodas ropas
Me voy a la proa
y dejo la popa
mi vida merece anclar
en los puertos de las buenas gentes y las lindas cosas.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

ME QUEDÉ MUY SÓLO.

Me quedé muy solo
en la tarde aquella,
y llegó el silencio
y también la ausencia,
y lloró la luna
al saberse fuera
y vagar sin rumbo
por la ardiente tierra,
mientras yo quedaba
con la cruel galerna
y el puñal clavado
entre las tinieblas,
que llegó a mi alma
de la mano tierna,
porque hasta el silencio
quería su presa.

Me quedé en la tarde
junto a las estrellas
que ya aparecían
como unas luciérnagas,
y ellas me calmaron
de tanta tragedia
y trajeron risas
y llevaron penas,
renovando un ciclo
de paz y de guerra
entre la batalla
de amar a la fuerza,
el amor sublime
de alguna princesa,
nacida, a la imagen
de la Cenicienta ...

Me encontré en la tarde
con aquel poema
donde tú me diste
de nuevo la fuerza,
para ser un hombre,
y sentir, de veras,
el amor sincero
del niño que fuera,
porque tú supiste
encontrar la tecla,
y el arpa sin nombre
que el sonido crea,
¡bella sinfonía
de labios y venas,
de besos robados
con la miel y el néctar ...

" Te encontré una tarde
y seguí tus huellas,
luego, nuestras manos,
unieron sus letras ... "




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

DONDE EL PENSAMIENTO ALCANZA.

Hebras de plata que nacen,
en la piel entrelazadas,
sobre las sienes que piensan,
como ligeras cascadas.
De sutiles pensamientos,
hilos de níveas batallas,
sembrados sobre experiencias,
cosechados de alba a alba.
                              
La Luna pálida mira,
con ribetes de esperanza.
En sus cráteres sin vida,
de su tibieza plateada,
se va reflejando el mundo,
que frenético se escapa.
Reflejos que preconizan,
risas, amores y gozos,
también fugitivas lágrimas.

Tembló la pluma en la brisa,
como una sonrisa alada,
ligera, sutil, magnífica,
planeando sobre la nada.
Baila solemne sin prisa,
como un gesto en la mirada.
Grácil paloma que pía,
aleteando en la mañana.

Sobre la frente del sabio,
el mapa de sus andadas,
surcos que al mundo contemplan,
como en el viento las águilas.
Sobrevuelan en las cejas,
como níveas cataratas,
en los sabedores ojos,
llenos de vida y nostalgia.

Vibró en el sueño el amor,
replegado entre las sábanas,
mirando hacia el interior,
como si mirara el alma.
Sobrenadando entre sueños,
las venideras hazañas,
mientras las vidas se perlan,
con amores de oro y plata.

Hebras de plata se nutren,
del néctar de la esperanza,
de los errores pasados
y los que vendrán mañana.
El amor entre los ojos,
donde el pensamiento alcanza.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

ANSIAS.

Su nombre cosquillea en mis oídos
lo repito en mis noches de insomnio
cuando siento en mis cabellos sus dedos
sus sílabas resuenan en las paredes
y no abro las ventanas por miedo a que huyan

Su aliento al aproximarse agita mi pecho
hay un diapasón alocado amenazando salirse
en instantes mi piel se estremece
con el fragor de mi sangre al bullir
los volcanes al unísono eruptan

Su sabor produce en mi boca
un fermento más embriagante que el vino
más vasto que el festín de un tirano
me alimenta como el maná al judío
sus labios quisiera esconder en un puño
por si después a los míos se les antojara su beso

Sus brazos alrededor de mi valle
producen una reacción en cadena
en su epicentro convergen gemidos
con sus impetuosos vaivenes
la vorágine embota todo sentido
siempre busca la perla
guardada con celo en su concha
de entre la nacarada espuma
su pendón triunfante levanta.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

PREGÚNTATE.

Pregúntate que será mañana
si el viento no trae mis versos
y mis letras queden en el vacío
muy cerca de tus pasos.

Pregúntate si estos versos
no rimen con tu belleza
y se abracen de la lluvia
quedándose en su fragilidad.

Pregúntate si estas letras
se derriten en el tiempo
y no lleguen a tu encuentro
como lo era en el principio.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

SI UN DÍA DECIDES DEJAR DE AMARME.

Si un día decides dejar de amarme
prefiero mil veces morir,
porque sin ti mi vida ya no sería vida,
sino que un letargo sin fin.

Si un día decides dejar de amarme
la locura sería lo mejor,
porque la peor tortura para mí
seria vivir sin tu amor.

Si un día decides dejar de amarme
que la tierra se abra y me trague vivo,
esa sería la mejor solución
a que vivir un día sin tu amor tan bonito.

Si un día decides dejar de amarme
mejor hundirme en el infierno;
yo nací para amarte, y sin tu amor
mi vida es un vivo infierno.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

¿TE PREGUNTAS QUIÉN SOY?

Sí, soy ese quien te observa tan enamorado, tan detalladamente que me olvido del resto, de todo en mi alrededor, de los viejos momentos del ayer que solo fueron pasado y que el ahora en el presente tan solo estas tú.

Soy quien besa tus mejillas cuando duermes, el que acaricia tu cabello suavemente, ese que con cada sonrisa tuya se derrite de amor; el mismo que por las noches se acuesta pensándote y que al despertar sigues allí, en su mente.

Tan solo soy ese mismo loco, ese mismo apasionado del amor, aquel que sorprendido quedó cuando por primera vez te miro, ese que no deja de pensar en aquel instante que a su vida llegaste, quien en sus días eres lo mejor.

Sigo siendo yo, el bohemio empedernido, el amigo con el que puedes siempre contar, el que no quisiera nunca verte una lágrima derramar, el que no desearía verte mal, ¿y si te preguntas quién soy? Tan solo pregúntale al corazón, que él te sabrá contestar.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

EL PÉNDULO DORMINO.

Dependo de tus besos
y dormido me pierdo en ellos,
no soy un avaro con tus labios
cuando no soy completamente ciego,
y aciago quedo sin ti
cuando en el alma es péndulo sosiego,
porque es un péndulo dormido
lo que me das tú con cosecha,
cuando lo que haces de mí hechas
hacia el nefasto del tiempo,
a un cuerpo mortífero
de un cruel llanto,
y todo porque desnudas el péndulo dormido
cuando acechas aquí el nido,
de una mentira
que estira lo que es de ambos,
cuando dependo sólo de ti ...





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

domingo, 19 de abril de 2020

NOCHE SOLITARIA.

La luna lanza su lluvia de luz salada, en la noche solitaria, la cual se inunda de una densa y perfumada calma, y la brisa destila sus límpidas huellas en la frías arenas perladas.

Las estrellas tejen de forma silente, un cristalino manto de luz plateada, para luego derramarlo en el durmiente paisaje, el cual palpita alegremente con las dulces y frescas caricias de la noche solitaria.

El frío va impregnando su suave esencia en los parajes solitarios y silentes, y así se crea un nítido cuadro natural viviente, en las escenas vibrantes y refulgentes de la noche solitaria, la cual irradia su dócil sabor floreciente.

Las olas del mar se unen a la fiesta nocturna, desplegando su intenso e incesante canto perlado, el cual viste de fina y bella melodía, a la tersa orilla que queda con dicho canto embelesada; y las arenas irrigan el sereno brillo nocturno que en ellas se ha sembrado.

Noche solitaria, radiante y hermosa, tu cristalina y colorida armonía, hace destellar tu esencia maravillosa, en páginas de recuerdos que son teñidas con el bello pincel del Creador, que en ti noche solitaria y preciosa, deja su linda firma estampada en una bella vida natural y deleitosa.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

LA CARICIA PROHIBIDA.

En cada encuentro... se esconde un beso.
Un eterno abrazo ... una larga plática.
Un secreto que llevo en los labios.
Un deseo que llevas en los ojos.
En mi interior;
ganas de gritar tu nombre a los cuatro vientos.
Porque me vuelves loco ...
con cada beso que agita a mi corazón.
Y tus manos tan insolentes,
Se aferran a mis caderas.
Mientras que tu respiración recorre mi piel;
poco a poco me parte el aliento.
Conmigo se queda el secreto de querer decirte lo que siento.
Quiero estar contigo de la manera más dulce.
Azúcar son tus besos.
Salado es tu cuerpo.
Ardiente es el fuego;
de la caricia prohibida.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

SI HE DE MORIR, DECIDO QUE SEA POR TI.

Si he de morir por alguien,
decido que sea por ti,
porque diste los motivos
para amar de corazón
y aunque nunca fuiste mía
sabes muy bien que este amor
por ti nadie sentirá
con la furia que amo yo
porque aunque nunca me diste
el beso con el que sueño
por saber que has existido
la vida me ha complacido.

Si de pena he de morir
decido que sea por ti
que mejor razón de vida
no encontré fuera de ti
y aunque este amor que ahora siento
no quisiera yo sentir
reconozco que eres causa
de sentirme muy feliz
y si solo eres un sueño ,
también eres mi verdad
la guerra en que yo por ti
dispuesto estoy a morir.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

COMO LA ESPADA AL GUERRERO.

En las aguas procelosas
del profundo pensamiento,
navegan los sentimientos
entre corrientes de ensueños
y las sutiles secuencias
de las iracundas olas,
van cincelando los sueños,
como formas prodigiosas.

Azota el viento a la hoja
con la fuerza de su soplo
y va flagelando rostros
sin mirar su catadura.
A la rosa no perdona
su delicada hermosura
y va volteando las hojas
en el libro de la vida.

Siembra el grano el labrador
con la fuerza de sus manos
y no perdona el calor
ni al cuerpo que va sembrando.
No transige ni el granizo
ni la tormenta se aflige
por su rotunda labor,
ni el vendaval se detiene
ante su intensa pasión.

Tormenta de fantasías
con flecos de realidad,
que en la ilusión se prodigan
para alcanzar la verdad.
Sinuosos los senderos
que conducen sin parar
a transitar los recuerdos
y en una suerte de duelo,
enfrentarse a la verdad.

Corazones que deambulan
como posesos amantes
entre grises nebulosas,
buscando amores gemelos
para encontrar el sendero
entre vidas farragosas.
Deseos que se desbordan
en los márgenes del miedo.

Laberintos que se cruzan
en el devenir del sueño,
donde las vidas se enredan
para salir del encierro.
Fibrosas encrucijadas
donde se oculta la senda
que conduce a la salida
y temores contrapuestos,
que van frenando la vida.

En las procelosas aguas
el amor flota en sus nervios
y su pasión las derrota,
como la espada al guerrero.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

TIEMPO LENTO.

El tiempo se detiene lento
como el sol despidiéndose en llamas
mientras los árboles
como manos piadosas
lo sostienen en el horizonte.

Otro día que se agota
entre las sombras
otro día que me gana.

El tiempo pasa lento
como el agua
del remanso.

Quizá mi vida
se detiene cada vez más
en esos detalles
brumosos del envejecer
donde la vida se hace opaca
de infinitas rutinas
en días lentos.

Pero hay algo dentro mío,
algún recuerdo intacto
de haberme enamorado
de tu mirada
y la mía cansada de años
mientras siempre te veo
como aquel día
mirándome enamorada.

Se detuvo la vida
en aquel beso
un instante.

Ha pasado el tiempo
cada vez más lento
hasta que se detenga
esa vez sin nosotros.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

TEMPESTAD.

La densa tempestad llegó sin dar aviso
en olas de amargura, y en una extensa bruma
sin penas, sin piedad, hundió lo que ella quiso
para atibar un sueño y hacer que se consuma.

Sintió en la piel el cencio de origen impreciso
en una oscura noche con lágrimas de espuma
y solo en su maleta cargaba el compromiso
de ver la claridad el tiempo que le insuma.

Navega turbulencias de océanos y mares
perdida en la calígine mordaz contra los vientos
que intensos amenazan recónditos lugares.

La luz de la esperanza se enciende por momentos
y en esa paz inmensa olvida sus pesares
clavados en su ser en finos filamentos.

Resiste a los sedientos
endriagos del camino flotando en la añoranza
guardada muy celosa de aquella lontananza.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri.