lunes, 16 de marzo de 2020

TU MIRAR.

Por una de tus cejas hechiceras
te bajaría el cielo y las estrellas:
por el mirar de tus ojos de diosa
las mañanas resultan más bellas. 

Esos tus ojos negros azabache
trastornándome, cuando miran, la mente:
quisiera junto a mi tenerlos siempre
iluminando el cielo de mis noches. 

Sensible es tu mirar cuando me miras
adornas con tus ojos refulgentes
todo mi derredor, brilla la vida...
siento en mi pecho un fuego incandescente. 

Robar quisiera tus ojos morunos
para besarlos amorosamente:
sentir tu corazón latir candente
como jamás vibrar pudo ninguno. 

Sólo falta que cuando me miren
vengan acompañados de una sonrisa
para ver cómo brillan los míos
ante el perfume de tu grata brisa.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

domingo, 15 de marzo de 2020

VOLAREMOS JUNTOS.

El transitar de la vida
a tu lado me es necesario estar
Sin ti no puedo vivir
agonizando espere que creciera la flor
no quise tomarte como poda en botón
quise esperar y salió la más hermosa flor
Ay muchas metamorfosis
pero la que más me ha gustado
es la de cómo se transformó tu corazón
Hoy puedo sentir como palpita y late por este amor
se va acercando lento
pero con pasos firmes
sé que volaremos juntos en este transitar
que no ay boleto de regreso es aún paraíso
dónde nuestras almas se unirán
entra no salgas de el
que mi alma agoniza
solo está esperando una caricia llena de amor
Del bálsamo que curará este corazón sediento de amor



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

AMANECER.

Amor, no te quedes solo de noche,
ya no quiero que con cada mañana,
ésta ilusión se tenga que esconder
entre destellos que asoman del alba.
               
Esta ilusión de ver los amaneceres
abrazado a la mirada de tus ojos,
de renovar con un beso cada dia,
el fuego que hay en mí dormido.

La ilusión de ser el dueño,
de aquella primera palabra,
que a tu alma  traiga de vuelta
de la penumbra de la noche y del sueño.

Amor, ya no te quedes en la brevedad,
¡no te pido que jures promesas!
amor que sobrepase eternidad,
solo te pido días que no tengan tristezas.

Amor vivamos a la luz del dia,
componiendo con cada detalle
de ésta vida una hermosa melodía,
para que el corazón cante y nunca calle.

Amor, Yo quiero de ti la pasión,
también quiero de ti la inocencia,
pero anhelo que en tu conciencia,
siempre habite de lo nuestro la ilusión.

La ilusión que aunque no eterno,
seamos la luz exacta del amanecer,
hasta que la parca busque el momento,
y a la profunda y eterna noche nos lleve.


Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

POR AQUÍ PASABA.

Por aquí pasaba ella,
si quería encontrarla,
pero hoy ni su huella,
he podido mirarla.

Por aquí pasaba ella,
por aquí se habrá ido,
el viento borró su huella,
con el polvo del olvido.

 Ahora por donde pasaba,
no pasa ya ni el recuerdo,
más su añoranza no pierdo,
ni la sonrisa que me daba.
               
Por aquí pasaba ella,
bajo este mismo cielo
y hoy luna y estrella,
atestiguan mi desvelo.

Por aquí ella pasaba,
cuando yo la esperaba,
hoy la espero y no pasa.
…  Luce triste mi casa.

Por aquí siempre venía,
cuando solía buscarla,
pero hoy en mi agonía,
me es beato recordarla.

Más de mi alma no pasa,
si mi alma con ella está
y cada instante que se va,
su evocación me abraza.




Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

ROJO.

Cada vez que la veo,
no sé si muero o resucito en un nuevo infierno...
demonio en rojo, pidiendo mi alma,
imagino las llamas de la condena
siendo rebelde como siempre
quemándome a voluntad,
 por verme reflejado en su mirada.

Locura, enfermedad;
un efímero sueño que me persigue…
 y no cesa...
pesadilla incansable que no me deja despertar
gritos ahogados, en silencio
noches interminables dando vueltas en la cama
risas, aromas, abrazos,
recuerdos…

Demonio escondido en una mirada inocente
arrancas mi alma,
te llevas la calma
desapareces.
Y regresas como si nada.


Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

NOSTALGIA.

A veces el tiempo se detiene
En cualquier lugar
Y regresamos al pasado
Reviviendo momentos,
Instantes que están condenados
A existir en nuestras mentes…

Como olvidar esa primera vez
Cuando te vi,
No verte con los ojos
Verte con esa alegría de que estuvieras
En ese lugar,
Saber que llegabas cada semana
Y podía simplemente compartir
Ese espacio contigo,
No se necesitaba de hablar,
No necesitaba mirarte,
Simplemente saber que estabas allí…
-Tan cerca y tan lejos-

Esos recuerdos que aparecen
Cuando el tiempo se detiene
Nos pueden hacer soñar, reír
O sufrir de nuevo…
¿Cuál es el objetivo de recordar?
¿Será castigarnos por lo que no hicimos?,
¿O tratar de borrar lo que hicimos mal?
Sin poder regresar a ese momento
Sin poder alterar el pasado
Vivimos cada día
Con la nostalgia
De revivir aquellos episodios de nuestra vida
Que fueron importantes,
Que fueron imborrables,
Que siempre serán inmortales,
Que siempre estarán esperando…
que el tiempo se detenga,
-Una vez más-



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

viernes, 13 de marzo de 2020

VERSOS QUE VIENEN Y VAN.

El mar se torna violento,
la vida vuelve y se agota,
el verso sueña y entona,
de nuevo sus fundamentos.
La voz seduce y adorna,
con matices lisonjeros,
mientras la mirada brilla,
enamorando al lucero.

La ausencia se va quedando,
en los olvidados huecos,
en la grisácea penumbra,
donde dormita el deseo.
Nuevas sensaciones nacen,
como bellos rododendros,
elevándose orgullosos,
a los espacios sin tiempo.

Versos que vienen y van,
en controvertidos tiempos,
ahítos de sentimientos,
siempre libres de maldad.
Presos en el interior,
pero rebeldes saliendo,
abrazándose a los vientos,
para entonar su verdad.

La mar en calma dormita,
como una manta de brisa,
que respira dignidad.
La vida en su seno cambia,
vive, muere y sacrifica,
en sus regazos envuelve,
vivas pasiones e iras,
de un enorme corazón.

Se va alargando la luz,
que se refleja en las risas,
brillantes en las sonrisas,
que en los labios se perfilan,
un lucero se arrodilla,
en el sutil resplandor.
Rojas rosas de pasión,
en las palabras sencillas.

Verso que al amor incita,
con su intermitente voz.
Susurra, pero no grita,
para sosegar la prisa,
que le pide el corazón.
La vida es un diapasón,
que al unísono se agita.
La impenitente canción,
que no muere ni se olvida.





Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

SOY EL MEJOR POETA.

¿Ser poeta de verdad?
¡Es esa una aberración!
pues si se es o no poeta
nunca habrá definición.

El poeta ama las letras
y no así a la adulación,
pero es libre en lo que expresa
y es su derecho mejor.

Mas si agrada o desagrada
es cuestión ya del lector
y por tal al yo leerme
pienso que soy el mejor.

Si un poeta no me gusta
no lo vuelvo yo a leer,
pues solamente conmigo
benévolo puedo ser.

Y aunque a veces mis poemas
sean tan solo unos churros
que escribí todo un portento
vanidoso me figuro.

Mas también yo se los juro
y hasta les doy mi palabra,
que respeto a los poetas
donde esté y a donde vaya.

Porque no existe batalla
donde salga un vencedor
si se nos descalifica
y se nos pisa el honor.

Porque no es igual el alma
ni tampoco el corazón
y la madre poesía...
¡No tiene un hijo mejor!

Y por tal es mi opinión
que si se es o no poeta
no es cuestión de camiseta
pues simplemente... ¡Es un don!

Y ya para terminar
no soy un pone palabras,
soy poeta y hago versos
porque quiero, porque puedo...
¡Y porque me da la gana!



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

jueves, 12 de marzo de 2020

ME QUEDÉ PENSANDO.

En las horas de ensueño
con fragancia a eterna primavera
donde todo era magia y color
en la gloria de tus manos
cuando se deslizaban armoniosas
para dibujar caricias
en la relieve de mi piel de amapola
o para bailar una balada
en el terciopelo de mi dorso...        

Y los "te amo"

que susurrabas en mi oído
eran como dulces melodías
que despertaban las mariposas
dormidas en mi vientre
para bailar la danza del amor.

Al recordar aquellos momentos
me di cuenta de que estás
tatuado en el lienzo indeleble de mi alma
como lo más sagrado y lo más bello
que guardo en la custodia especial
del corazón.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

AURORA ETERNA ERES.

Aquella tarde, la aurora salió de tus mejillas,
 y la virtud de tu gracia impactó en todas las tardes que llegaron a mis días,
eres la misma tarde, la misma de ayer, y serás mil tardes más.

Desde aquella tersa luz que iluminó tu semblante,
pude admirar la aurora retozando más allá del amanecer,
mientras el destino se abrazaba de Morfeo,
sueños danzaban al ritmo de angélicas voces,
un preludio que deleitaba desde el principio.

Un beso mudo mitigó la ardiente pasión,
 todo palpitaba en nuestros labios,
 recorriendo los cuerpos infinidad de veces,
 hasta que la locura se perpetuó en el resto del tiempo.

Nada podría ahondar más mi escasa razón,
 al sentir tu armónica presencia,
eres inexorable parte de un indivisible existir de mi alma,
despiertas mis ojos en toda tu piel.

Nunca podrás imaginar cuando te quiero,
 no existe cordura humana que pueda imaginarte,
 ni tampoco existe una aurora,
como la que se posó aquella tarde sobre tus lozanas mejillas.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

AMOR QUE VIVE Y QUE NACE.

Frondosos son los desvelos,
ligeros los sueños son,
en la profunda emoción,
que pueblan temor y miedo.
Perdón en las pesadillas,
lo real vive en el suelo,
donde la vida se agita.
Una ráfaga de viento,
se lleva lo que claudica.
                               
De cera la soledad,
que se amolda a lo que late,
como se adapta la vida,
al día que muere y nace.
Vive pensando en vigilia,
para poder encontrarse,
No se para en la orillas,
mirada de largo alcance.
En su interior se concitan,
versos, temor y verdades,
su acento entre nieblas vibra,
como una cuerda en el aire.

Espesas las alegrías,
cuando el deseo es tan grande.
En las reglas de la vida,
se cruzan penas y amores,
para empujar los resortes,
que impulsan la vida misma.
Profundas grietas vividas,
con cicatrices y goces,
insondables son las dudas,
que en el camino se abren.
Vida que sintiendo nace.

Ave que en caminos vuela,
construidos en el aire,
como la flor mira al cielo,
prendida desde su talle.
El mar sobre el mar camina,
dando pasos de gigante.
Un latido da la vida,
otro en sus alientos yace.
Amor que vive y que nace,
cual fructífera semilla.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

ATRAPADO EN TUS REDES.

No sé si podré aguantar
esta ansiedad de no verte
pues estar sin ti me pierde
y conmigo va a acabar.

La ausencia de tus caricias
la falta de tus abrazos
esas constantes vitales             
que los dos necesitamos.

El amor nos alimenta
y con él nos embriagamos
cuando en ciertas ocasiones
del uno el otro pasamos.

Esa red que nos atrapa
no nos permite alejarnos
es un cariño tan fuerte
que hace inútil separarnos.

Quisiera sentirme así
en tus redes atrapado
esclavo de tus pasiones
seguir sintiéndome amado.


Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

miércoles, 11 de marzo de 2020

AMAR EN SECRETO.

Ssssh,
eso que se escucha a la distancia es mi corazón,
que con un latir lento,
quiere hacerte saber
lo que nunca he de decirte,
que nunca probé tu boca
pero que sé sabe a cielo,
que nunca logré abrazarte
pero he sentido tu cuerpo,
y que si partiste un día
yo te seguiré queriendo
aunque entonces ya mi vida,
morir vaya en tu recuerdo.

Si por tan solo un momento
mirarte una vez pudiera,
claro yo te dejaría
que al amor no solo encuentras
en unos labios dispuestos
a darse el más grande beso,
ni en unas piernas que en alas
abren a ese amor al vuelo,
te diría que la virtud
del amor que es verdadero,
te dirá mano estrechada
que para ti habrá de estar
sin importar que tu mano
la suya nunca tendrá.

Si supieras, sin embargo,
que me he guardado de ti,
lo mejor de tu mirar
y tu olor a rosa fresca,
si supieras que me quedo
con tu esencia en mi recuerdo
y que estarás junto a mi
cada noche en cada sueño,
si pudieras comprender
que aunque no pueda decirte
lo que me estalla en el pecho
cada vez que yo te pienso,
me consuela descubrir
cuanto amor por ti yo siento,
y que aunque nadie lo sepa
sentimiento tal no habrá,
porque lo que ahora siento,
nadie por ti sentirá.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

DE QUIÉN ES LA FLOR.

De quién es la flor
que roza mi mejilla
al ir flotando en el viento
y sobre mi deja su olor.

No soy quién la cultiva
mas sentimos el mismo sol
quiero saber si con amor
sus pétalos se avivan.

Y mirarla lucir radiante
al asomarme a la ventana
en cada hermosa mañana
ver su vestido de diamante.
                             
De quién es la flor
que se moja bajo el agua
y humedece sus raíces
hasta lo profundo de su alma.

Quiero ser el manantial
donde navegan los suspiros
o tierra fértil donde creces
y floreces para amar.


Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

LA ESTACIÓN DEL AMOR.

Ayer salí a pasear
para contemplar las flores
que brotan en primavera
y embriagan con sus olores.

Lucían verdes los campos
repletos de margaritas
volaban las mariposas
esas que son tan bonitas.

Me detuve en una fuente
que desde el suelo manaba
un agua tan cristalina
que al verla la sed saciaba.

El Sol quería sumarse
a toda aquella belleza
realzando con su luz
un paraje en su pureza.

Es la estación del amor
un amor que nunca espera
el campo vuelve a la vida
se acerca la primavera.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

martes, 10 de marzo de 2020

AYER.

Un ayer esfumándose en su lejanía
como sombras veloces de fuego,
yacen en un olvido difuso,
inerte entre el polvo y los tiempos.

Almas aferradas al espacio,
desde interminables lontananzas,
entre inmutables vacíos extraños,
sin palabras, sin rostros…sin nada.

La vida inmersa en su misterio
observa ilusorias las distancias,
pensamientos que susurran añoranzas,
una nostalgia dejando su sereno callar.

Un ayer habitado por el destino,
llevado por un viento calmo,
remembranzas de un peregrino lozano,
que sigue por el sendero de los sueños.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

TU AMOR ES CONMIGO.

Me permitiste poseer un poco de tu nombre, porto en la piel gustoso tus cicatrices, para ser parte de tu excéntrica esencia, antídoto al veneno sombrío.

Revelaste uno a uno los secretos guardados en tus deseos de olvido, tu confianza es mi alivio, las caricias están conmigo.

El propósito era ser amigos, como lo son el invierno y el frío, pero se tornó distinto, ahora nos enteramos que el orgullo es un saco vacío, la felicidad es contigo.

Era verdad cada letra, no exageraba en ninguna de ellas. Podía ver en tus ojos los míos y en ocasiones malinterpretaba tu silencio como mi enemigo.

Las fantasías cedieron terreno a los momentos más bellos, la realidad ya no es un castigo, ahora todo es tan distinto, desde que el amor es mi amigo.

Nuestra similitud es un completo desorden, mientras la rutina rige tus pasos, en cambio yo no distingo entre el día y la noche. Mi debilidad es motivo inevitable al desvío.

Creí estar en la senda correcta, sinceramente vivía con un hueco enorme en el pecho. En un destello, entre un limbo y el tiempo, la mitad de mi corazón es carne de tu carne.

Valió desviarse unos cuantos metros, que para algunos serían kilómetros y pérdida de energía. Para mí sólo fue una caída, un dolor lacerante, mi mejor atajo al cielo.

El paraíso en vida es contigo, mientras tú amor es conmigo, si alguien pregunta de dónde he venido, diles que fue una súplica al destino y un perfecto desvío en mi camino.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

SOMBRA Y LUCES ABRAZADOS.

Sombra que al verde oscurece,
sombreando de negro el tallo.
Sombra que al rostro parece,
que de la luz se ha olvidado.
Sombra que el cuerpo agradece,
con el frescor de su halo.
Quedan sombreados los tálamos,
cuando el gris reina en el ánimo.

Luz que a la vida reaviva,
con resplandecientes rayos.
Luz que bebiendo del rayo
a la vida sacrifica.
Resplandor que da la vida,
a la sombra que fenece.
Luz que en los ojos refulge
y en las pupilas se crece.

En las sombras aparece,
un reflejo que se expande.
Una imperceptible luz,
que nuevos caminos abre.
Sombrean las alegrías,
cuando el amor se deshace
y las dichas se oscurecen,
cuando el dolor regurgita.

Vive la sombra cautiva,
en los replegados párpados
Y las luces reprimidas,
dentro van iluminando,
como carceleros sabios.
La sombra se queda chica,
cuando se atreve a pensarlo.
Verde sombra, verde claro.

Luces que nacen sin vida,
porque el necio no hace caso
y apagándose suspiran,
en los egos agrandados.
Espectacular la luz,
que de la sombra ha llegado,
alumbrando al infeliz.
Tonos de luz irisados.

Sin luces se van quedando,
los huecos que van dejando,
los amores del pasado.
Entre luces pululando,
como viajeros sin rumbo,
entre nieblas deambulando.
Sin luz queda la pasión,
que en gris se torna menguando.

Amor de sombras y luces,
pálpitos descompasados.
Besos que en los labios vibran,
de luz suspiros alados.
Resplandores en los ojos,
como refulgentes faros.
Amor de luces y sombras,
pero que llenan espacios.

La sombra y la luz se unen,
en el amor abrazados.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri