Ojalá y nos tome la vida,
Nos estruje tan fuerte que terminemos
Tan cerca y próximos uno del otro,
Hasta sentir tu pulso, pisar tu sombra,
Sentir tu aliento y tocar tu boca.
Maldita es la distancia,
Pero justa es la esperanza.
¿Será cuestión de melancolía?,
¿Soledad o del exilio?
Pero de esto estoy seguro;
Que, a los dos, nos importó poco el orgullo,
Y ya lo antes sucedido.
En unos minutos será abril,
Y yo estaré en mi cuarto esperando por ti,
Y tú pensando en lo que yo nunca sabré.
Las dudas son largas, y el problema no son
ellas,
Sino lo que viene después de las preguntas.
Por ejemplo; ¿Si estás aquí porque me quieres?
¿Estás aquí porque te gusto o simplemente
Porque te has sentido sola?
Autor
Antonio Carlos Izaguerri