miércoles, 13 de mayo de 2020

BÉSAME DESPACIO.


Bésame despacio y obvia el tiempo
traslúcida memoria trae momento.
Rocío de la hierba fresca tus labios
lujuria del amor hipnotizado, razón.

Bésame despacio, como en sueños
luz del alba toca nuestros cuerpos.
Tengo fragancia perdida del ocaso
ensimismado robo abrupto tiempo.

Bésame despacio, cálido momento
voraz pensamiento rompe silencio.
Intrépido viento acaricia tu cabello
oculta aquellos secretos, mi tiempo.

Bésame despacio y sin tormentos
destino siempre guarda mis pasos.
No tengo dudas, digo lo que siento
ocultan sombras, por  ti yo muero.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

MI TESORO PRECIADO.


Cuando en aquel momento mi corazón ya no sentía esos fuertes latidos, cuando estaba perdido, ausente y sin sentido, llegaste tú, con tus ojos de hechizo.

Tan natural como ninguna, pero tan llena de vida para alegrar mis días sin pedir nada a cambio y tan llena de brillo para iluminar mis caminos nublados.

Te convertiste para mí en lo más anhelado, un amor sin fin y un comienzo de muchos te amo, es que me enamore tan perdido siendo tú, brújula en mi horizonte y el tesoro, mi tesoro preciado.

Me enamore del brillo de tus ojos, me enamore de las hermosas curvas de tu sonrisa, me enamore tan perdido que ahora, no quiero encontrar la salida.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

SE´R TU SUEÑO PERVERSO.


Aquí me encuentro a tu lado
para llenarte de besos
de caricias y pasión
con amor desenfadado,
gozando como posesos
de nuestra mutua adicción.

Arder ansío en tu infierno
mirando tus bellos ojos
besando tus labios rojos
gozando el placer eterno.

Quiero desnudar tus ganas
y juntarlas con las mías
que suenen las melodías
lujuriosas y profanas.

Y con furia desmadrada
gozar tu cuerpo desnudo
hacerte por siempre mía
y que te sientas amada,
presto a tu llamada acudo
y hago en tu sexo poesía.

Seré tu sueño perverso
para embriagarte de amor,
te cubriré con ardor
 y te haré el amor en verso.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

NOCHE DE AMOR.


Mira la oscuridad que se extiende inmaculada,
mira cómo se desvanece con la luna escarlata,
mira cómo las estrellas le hacen compañía en el firmamento,
mira cómo entra por la ventana la brisa
que junto a las nubes vibran en esta noche de cielo ensangrentado.
                                                        
Mírame esta noche como el héroe de tus sueños,
mírame contar las horas en tus ojos,
mírame escuchar el sonido de tu voz encantada,
mírame ahogarme en el infinito de tu mirada que brilla en la oscuridad
con luces refulgentes que de tus cálidos ojos de escarcha se derraman lentamente.

Vive la furia de nuestros gritos rebeldes que atraviesan la noche,
vive el tiempo impasible que se congela en la eternidad,
vive el infinito rezando y contemplando la belleza de tu cuerpo,
vive la embriaguez que enciende la antorcha de fuego
para que los relámpagos de los cuerpos entrelazados estallen en truenos
y traspasen nuestras almas en esta deliciosa noche de amor.






Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

martes, 12 de mayo de 2020

LA MIRADA DEL AMOR.


Su mirada tan negra y penetrante
tiene un raro misterio que me hechiza;
porque siento que dentro se desliza,
del deseo, cascada muy vibrante.
               
Al mirar su pupila fulgurante,
toda el alma, temblando se me eriza;
y su rayo, mi entraña carboniza,
con su flama voraz, y trepidante.

Bien formado, su cuerpo es un poema,
que despierta el ensueño más erótico;
de lujuria y pasión es dulce emblema,

pues de Venus robó lo más exótico;
y su encanto se vuelve gran dilema
al tener su hermosura don simbiótico.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

DÉJAME SER.


Déjame ser el hombre de tu vida,
y deposita en mí, la fe y la esperanza,
déjame ser quien cure yo tu herida,
y vigile tu ser de males y venganza.

Déjame ser por favor, el coro de tu canto,
que muerda yo tus labios con hambre de amor,
déjame ser quien enjugue yo tu llanto,
cuando brote la duda, cuando brote el dolor.

Déjame ser tu calor en esta noche fría,
cuando sientes el calor de todo mi amor,
déjame ser por fin el niño que sonría,
cuando en tus manos sienta tener una flor.

Déjame ser la espuma de tu ola,
y en mi playa solitaria puedas tú bañarte,
déjame ser tu y yo, y no tú sola,
porque si tú te alejas yo voy a extrañarte.

Déjame ser la luz de tu mañana,
y que a tu lecho acuda sin temor,
déjame ser el repique de tu campana,
y que por las noches me llenes de amor.

Déjame ser el día, la tarde y la noche,
y que a mi cuerpo tú le llenes con tu calor,
déjame yo ser quien cierre con broche,
la tarde más tierna al hacerte el amor.

Déjame ser por fin lo que yo te pido,
tu amor, tu alegría, tu nuevo querer,
déjame ser el hombre que tú has elegido,
para tus noches de amor y de placer.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

HISTORIA DE UN AMOR Y UN DESENCUENTRO.


Era una mañana soleada con un poco de brisa en el ambiente , que hacía que las hojas de los arboles cayeran poco a poco en el piso, al paso de los transeúntes que trataban de cruzar rápido por la populosa calle de los almendros, el muchacho se levantó temprano en la mañana como tenia acostumbrado, se cambió rápido de ropa y salió para la calle, ese día decidió ir a ver a una muchacha de pelo negro, que hacía tiempo que no la veía, solo sabía de ella por escasos correos que le llegaban a su correo electrónico, que a los 5 meses de dejarla de ver, dejo de recibirlos; y no sabía cómo sería recibido por ella, pues hacía meses que no escuchaba su voz, entonces se dirigió a la calle de los almendros. Todavía estaba en su mente los recuerdos de la muchacha, su pelo negro, su piel blanca, sus ojos como dos soles, de los cuales no quitaba la vista cuando acostumbraba a hablar con ella, por las mañanas sobre todo, conversaban sobre el día que paso, del trabajo, de si extrañaba su compañía en las tardes cuando se quedaba sola absorta en sus pensamientos.

Pero no sabía cómo sería recibido después de tanto tiempo, para su sorpresa, no fue ni recibido, porque no pudo ver a la simpática muchacha, al salir hasta el lugar donde se suponía que estuviera ella, tenía la esperanza de que la volvería a ver, a cada metro que avanzaba sentía que no había pasado nada entre los dos, que el tiempo no había borrado de su memoria aquellos momentos de felicidad que pasaron juntos, sentía que todavía ella lo quería como cuando se vieron por primera vez, que era tanta la empatía que había surgido entre los dos en aquella época, que era muy difícil que ella lo hubiera olvidado de forma tan rápida, así de una vez.

Al otro lado de la ciudad mirlenys de pelo castaño oscuro, y de tez blanca, estaba sentada en la parada del ómnibus, ese día decidió que no iría al trabajo. Y decidió ir al centro de la ciudad a ver las tiendas y comprar ropa o algún adorno para la casa.
Totalmente decepcionado el muchacho pues no pudo ver a la muchacha, regreso para su casa, en el viaje de regreso pensó que no tuvo suerte y que en pocos días la vería de nuevo, hasta que al fin cruzo la calle de los almendros, cerca de su casa, entro y encendió la televisión, para apagarla a la hora pues se había quedado dormido sobre el sofá, ese día se levantó muy temprano para ir al trabajo de la muchacha. Pasaban los días y no pudo verla.

A la semana pensó en llamarla a su casa pero la mala suerte lo perseguía y había olvidado su número de teléfono. Así que nuevamente paso cerca de su trabajo, pero para su desdicha no pudo verla, en tiempos pasados era fácil para los dos hablar casi todos los días, casi que era una costumbre que la viera todas la mañanas, con su deslumbrante figura al pasearse entre los árboles que crecían en el lugar, estando en perfecta armonía con la naturaleza que le rodeaba en aquellas ocasiones, junto a su conversación agradable y fluida que la hacían relucir a veces entre las demás muchachas que laboraban en ese lugar; por lo que llego a la conclusión de que mirlenys ya no quería verlo.

Al mes de pasar todo aquello el joven Jorge se sentó a meditar sobre todo lo sucedido entre mirlenys y el, que después de tanto tiempo de espera no pudieron encontrase nuevamente, ni siquiera como amigos , el tiempo les había jugado una mala pasada, cosas de la vida, hasta recordó que en su época de adolescente, cuando una pareja era rechazada por la otra o terminaban , decían que ese amor que sintieron ambos alguna vez , se convertiría después en odio, cosas de los adolescente de aquella época pasada, pero ya Jorge tenía como 30 años y en realidad no sentía ningún tipo de odio, ni de rencor por mirlenys , ahora estaba más bien preocupado por lo que sucedió , así que como no hallaba ninguna respuesta lógica a aquella situación decidió no insistir más, e hizo como ella, se acordó de lo que dicen la mayoría de los enamorados en ese tipo de situaciones, que dice más o menos así; si la quieres déjala libre, si no volvió, nunca fue tuya.

Entonces después de haber tomado aquella decisión, de no insistirle más a mirlenys, es que no tenía otra opción, la muchacha no lo quería ver más, a pesar de todos los momentos de felicidad que pasaron juntos, todavía recordaba aquellas miradas matinales entre los dos, que irradiaban un sentimiento de simpatía y de amor entre ambos, a veces con solo mirarle a los ojos ella le decía todo lo que sentía por él, y enseguida se alejaban para seguir hablando ellos dos solos, en la intimidad , alejados de la algarabía de la gente.

Pero todos esos momentos ya eran cosa del pasado y el muchacho sentía que ya la había perdido, aunque no había perdido la esperanza de verla nuevamente, así que el tiempo paso, pasaron semanas, meses, y una tarde para sorpresa del joven sin querer vio a la muchacha pasar cerca de él, se detuvo cerca del lugar donde él se encontraba, pero ella para su desdicha no lo saludo, ni trato de hablar con él, aunque si estaba seguro de que ella lo había visto, hacia casi un año que no sabía de ella, cuando la vio se sorprendió un poco, pues ya había perdido todas las esperanzas de verla junto a él otra vez, fueron apenas minutos lo que duro aquel encuentro o más bien desencuentro , porque al mirarle a los ojos, el joven se dio cuenta de que ya la muchacha no quería nada con él, por lo que ambos siguieron su camino y no se vieron más. El joven después de aquel encuentro se prometió a si mismo que le haría una carta para decirle todo lo que aun sentía por ella a pesar de ya no estar juntos, pero pasaron los meses y muchacha le envió un mensaje a su teléfono, respondiendo un mensaje que él había enviado hace unos meses, el preguntaba por ella, y la saludaba, para ver si podían retomar una nueva relación, aunque con poco esperanza de que esto sucediera, pues la mujer le dijo que eran solamente amigos por otro mensaje y que la relación que existió entre ellos se había terminado, y que la razón era que ya no sentía lo mismo que antes por él, y que tenía una nueva relación.

Por lo que el joven decidido no escribirle más, y que llego a la conclusión de que el amor que alguna vez los unió, había desaparecido como el agua en el desierto y tenía que tomar la lamentable decisión de separarse de ella, como ella misma lo deseaba, después de todo la estaba complaciendo, se decía para sus adentros. Así que no le dio más vueltas al asunto y se trazó un plan para olvidarla y se fue a buscar un nuevo amor, otra mujer, que calmara su sed de amor, y que lo comprendiera como hombre que necesita también de amor y cariño. Y así fue, el nombre de mirlenys no se oyó más a su alrededor y con el paso de las semanas conoció a otra mujer que si supo comprenderlo y se enamoró perdidamente de esta nueva muchacha, al punto que cuando estaba con ella, creía que mirlenys fue solo algo del pasado, como una estrella fugaz que se perdió en la noche.
Haciéndole finalmente honor a la frase que dice, que amor con amor se paga.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

CUANDO LLEGA EL AMOR.


Cuando llega el amor, todo mejora
de los besos siempre se experimenta
el tierno cariño que crece y calienta
las caricias que el amor alimenta.

Pasas las noches hasta la aurora
con la mirada de tus ojos atenta
a ese amor que te complementa
y te hace feliz a cualquier hora.

Ya no piensas en nada de lo ajeno
ni nada ya te causa daño ni enojos
y tu alma se limpia del veneno

pues ya el mal se siente flojo
quedándote dormido dulce y sereno
cuando te mira el amor a los ojos.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

¿MI ÚLTIMO SUEÑO?


La noche era serena, tranquila,
satisfecho de la vida plácido dormía.
De repente alguien a mi aposento irrumpió,

sigiloso al lecho mío se encaramó.
Somnoliento la mano estiré.
un cuerpo al lado palpé.
Les aseguro que miedo no tenía,
Empecé a trastear,
de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo.
¡Sorpresa! era un cuerpo de mujer.
En mis adentros elucubre,
¿A mi costado una mujer?
vaya, que hice, que a mis años
la vida me premia con una bella dama,
porque de pronto con ternura me abrazó,
en la boca depositó cálidos besos,
en el Olimpo me sentía.
Los abrazos eran fuertes, tan fuetes,
que la respiración me obstruía.
Debo confesar que, en ese momento,
la empecé a adorar, iba a ser mía,
toda la eternidad.
En un instante me encontré,
en una colosal oscuridad,
caminando de la mano de ella,
sobre un inmenso camino en forma de un ocho,
Inmerso en el oscuro infinito de la nada.
Sentía que me caía, ella me detenía.

¿Será mi último sueño?
¡Quizá! ¡Tal vez!



Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

VERSA EL AMOR.


Sentir que el tiempo se esfuma,
resbalando entre los dedos.
Sentir que el verso diluye,
el rencor y los recelos.
Sentir que el amor se acuna,
entre caricias y besos
y sentir que se armonizan,
dolor, placer y deseos.

Beber del tiempo que queda,
entre guedejas de hechos,
vivir entre las ideas,
como pájaros sin techo.
Sentir que suena por dentro,
como un sonido en el hueco.
Sentir que el verso se escapa,
derrotando al Universo.

Vivir que sientes las carnes,
fibras, piel, vellos y nervios
y sentir que estás sintiendo,
aunque te cueste creerlo.
Vivir despertando al día
y sentir que estás durmiendo.
Volver a verlo de nuevo
sintiendo que quedó lejos.

Al verlo sin luz sintió,
que la sombra era su dueño,
a oscuras, días sin voz,
cual firmamento sin cielo.
Sentir que pasa la vida,
con el frío entre los huesos,
el efímero fluir, de un silencio,
entre certeza y misterio.

Soñar sintiendo que vives,
en un mundo paralelo,
en un oasis de luces,
en un paraíso eterno.
Vivir sintiendo que sueñas,
perdido en el Universo.
Soñar que dentro del sueño,
el amor sigue viviendo.

Versa el amor sobre el miedo,
que se queda boquiabierto
y ojiplático se asombra,
del poder que lleva dentro.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

UN POEMA DE VERDAD.


Un poema de verdad:
¿quién tiene la receta?,
los griegos, los canarios,
mi amigo estrafalario
que circula en bicicleta
o los antiguos poetas
escribiendo regla en mano.

¿Serán aquellos que yo escribo,
los que haces tú, ese y aquel?
¿serán los que hablan de amor,
felicidad, tristeza o traición?
¿serán los que denuncian,
los que protestan por algo
o los que nos prestan abrigo?

Un poema de verdad:
esa es la cuestión,
¿los escritos en papel
con pluma o bolígrafo?
¿los que reciben el nobel
y llevados al cinematógrafo?
o los escritos con el corazón
y que logran emocionar.

Insisto: nadie tiene la receta,
un poema es sentimientos
no noticias en un diario,
puede ser cualquier situación
sin necesidad de madurar,
incluso una loca fantasía
puede generar la más bella poesía.

Un  poema de verdad,
un poema de mentira,
¿cuál es la diferencia
si ambos son poemas?
todos es tan subjetivo
todo es tan relativo,
si hasta una mentira piadosa
puede resultar muy hermosa;
la poesía no pasa por la realidad
ésta va mucho más allá
y nosotros que somos poetas
lo sabemos y debemos pregonar.

Un poema es un poema
larguitos o cortitos
complicados o sencillos
realidad o de fantasía
lo importante es escribirlo
como te salga del alma
o como bien te de la gana.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

RUBOR.


Cómo mi alma ruboriza,
cuando serena me miras,
con esa mirada cobriza,
que mi sentido hace tiras.

Tu pectoral … Si suspiras,
enciende deseos sublimes
y sin saberlo tú me miras.
Sabiéndolo yo. Me redimes.

El temblor de tus labios rojos,
pronuncian silentes un beso,
seduciendo apetecidos antojos,
de magno deseo aun inconfeso.

Incitan tus regias formas,
de convexos prominentes,
sin sortilegios ni dogmas,
son apetencias candentes.

Toda eres extasío inminente,
excelso encuentro sin extravío,
comunión de alma, piel y mente.
Son primicia, ofrenda. Desvarío.

Y ruboriza mi alma y mi tez,
tus imperceptibles gemidos,
tú besándome y yo a la vez,
besando tu alma y sentidos.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

DESPIÉRTAME.


Despiértame, te imploro, si traes de regreso
contigo las esquirlas que arrancaste de mí,
sin siquiera saber cuán valiosas pretendí
brillaran en tu alma manteniéndome ileso.

Cuando las nubes filtren la luz por el avieso
y lóbrego sendero y tú ya estés aquí,
te ruego me despiertes del sueño al que caí
si tu magia transforma quimera en embeleso.

Espero aquí en mi lecho se apaguen las bengalas
que me queman por dentro al tiempo que acrisolo
al humo que desprenden sabiendo que lo inhalas.

No me dejes dormir por mucho tiempo, solo
te pido me despiertes y envuelvas con tus alas
mi ilusión y conviertas en calma tanto dolor.​




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

MI PAISAJE DE AMOR.


El pincel de tus manos ardientes
a mi piel la utilizan de lienzo;
dibujando paisajes sensuales,
igual que Botero.

Con sonrisa de luz soñadora
me descubres de amor su misterio;
y cubierto con halo precioso,
me lleva a tu lecho.

Me subyuga de forma anhelante
tu mirada color de los sueños;
y su rayo sereno y vibrante;
desnuda mi cuerpo.

Empapado en enorme delirio
en el alma penetran tus besos;
y lo mismo que un ave sedienta,
me bebo tu aliento.

Y ya preso de todo tu encanto
en tus brazos soñando me duermo;
y vibrando al compás de tus labios,
me siento en el cielo.






Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

POR SENTIRTE AMADA.


Un torrente de belleza
en tu cara enamorada
tienes paz en la mirada
en tus ojos la nobleza.

Tienes de ángel la sonrisa
de una diosa son tus ojos
tus labios claveles rojos
piel suave como la brisa.

Vuela tu cabello al viento
como pétalos de rosa
y tu silueta garbosa
es un hermoso portento.

Tu sonrisa iluminada
cargada de sentimiento
desde el preciso momento
en que te sentiste amada.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

MI AMANTE DE TODOS MIS SUEÑOS.


La amante de mis letras y de mis ojos,
La que espero todas las noches bajo sábanas de seda,
Ella es una intrusa que vela mis sueños
y descalza camina por mi espalda va,
besando mis piernas largas con sus labios ardientes y apasionados,
y su piel sobre la mía descansa
Y sus suspiros acaban en mis entrañas,
sofocó sus besos en mi boca
para darnos respiración de boca a boca
y ser fuego en la almohada del deseo
y sueños eróticos jugando a ser amantes todas las noches y mis días,
vino a pasos lentos como dejando sus zapatos en la entrada horizontal,
y sube tan lenta por entre mis piernas para no hacer ruido.
Ella es mi amante perfecta, mi amante de mis sueños tardíos,
porque hace mucho que lo espero
y lo sueño entre copas de vino y abrazos ardientes,
logrando sentir mi piel sobre su piel,
porque su boca bebe de la mía fuego abrasador
y no hallo como apagar sus ganas de poseerme entre sus sueños y los míos,
soñamos tanto este momento.
Sigue siendo mi amante prefecta, mi maestra, guía y amiga,
Ella es así tan indiscreta y discreta cuando se trata de abrazarme
y seducirme con copas de vino que van sobrando,
quiere besos de fuego y pasión de media noche,
tiene fotografías en vídeo indiscretas,
Ella es fotógrafa de Revistas Porno,
pero a mí me sigue gustando porque es la amante que vi en mis sueños
y tanto la desee que no la pienso dejar ir nunca.
Sé que tampoco se piensa ir,
está a gusto conmigo sabe que soy diferente a todos,
me conoce y viene a mis sueños  todas las noches
para envolverme en sus brazos sabiendo
que es mi amante inolvidable, fuerte implacable, caliente y audaz
para atraparme en sueños y nos hacemos uno a uno para poseernos.
Siempre mía, siempre tuyo. Mi amante de todos mis sueños.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

CIERO Y TIERRA.


El cielo llora con pena
Vertiendo lágrimas frías
Sobre la tierra reseca
Que agradecida le premia
Con tonos verdes y flores bellas
                               
Por sus pétalos resbalan
Gota a gota, esas lágrimas
Que el cielo derrama,
Calma la sed de la tierra
Con sus lágrimas, el cielo

Y la tierra generosa
Deja correr por sus cauces
Agua limpia, ríos bellos
Que no ha de vivir la tierra
Sin las lágrimas del cielo

Como un amor imposible
Que en sus entrañas acoge
Las penas del compañero.

La tierra absorbe su llanto
En surcos de semillas llenos
Juntos la tierra y el cielo
Hacen florecer la vida
Cuando ya no llora el cielo.






Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

lunes, 11 de mayo de 2020

EL DULCE AROMA DEL ELIXIR.


Tan prendido te deja la primera copa
botella de lindas curabas una adicción quitarte la tapa
beberte sin miedo sin que me interrumpa,
el sonido de la música que despreocupa

tus sentidos agudos de gato
en un acto
delictivo que en tu mente forma un alboroto
que tu cuerpo, cerebro, alma y cuerpo no acato.
               
dulce licor que  a mis sentidos relaja
a mis ojos y mente haces perder el juicio, desempareja,
mente, alma,  corazón y sentidos desquebraja
pero mente y pensamientos se adentran en ti pelirroja.

Que nadie sepa que me estoy embriagando
mi cuerpo actúa solo como las estrellas fugaces alcoholizado
en una estela ahogado
una estela embriagante de alcohol.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri.