sábado, 16 de septiembre de 2017

LUCES LEJANAS.

Áspera tierra
de viento enfurecido
de árbol que ha caído .

El ruido entrelaza mis tejidos
a campanas y fogatas desiertas
con cánticos en rondas desdibujadas.
Y sus manos me inquietan
cálidas como peña naciente
me sostiene en la abruma
con el mar embrabecida

La brisa en cobre,
pálido parpadeo que la delata
nos ciega en colina montañosa.
Nuestras verdades son frías
y mis labios están secos.

Nos desvestimos
nos colmamos de cuerpos
en silencio erotizamos

pero el mar nos observa. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

AYER.

Hace años….

Qué triste luce la casa
O lo que de ella ha quedado,
Donde conviven sentires,
Sueños, recuerdos,… el pasado.
El portón muy despintado,
Sus tableros separados
Acercándome a ella,
Pude ver del otro lado.
Observé cada rincón
Y me atacó la nostalgia,
Donde estaba tu jazmín
Hoy hay sólo telarañas.
Los postes del parral
Comidos por las hormigas
En el lugar del rosal.
Solo quedan las ortigas,
El cortinado del patio,
El paso del tiempo ha gastado
Y el hornito de barro
Se ha desmoronado.
Y recordé a mi madre
Cuando sacaba el pan
Era una fiesta ése día,
No lo podemos negar.
Debajo de la higuera
Imaginé la hamaca
Donde ella se sentaba
Y hacía palabras cruzadas.
Junto al grateo del cerco
Quedó la casa del perro.
No quise seguir mirando,
Me atacaron los recuerdos,
Y comprendí que aunque digas
Que el pasado está muy lejos,
Sólo mirando unas ruinas.

Nos envuelve todo al momento.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

LOS RECUERDOS

Son los recuerdos dardos
o besos en la carne,
efímeros como una noche,
eternos como una vida.

Nos atan a lugares y tiempos,
no respetan ni el presente ni el futuro.
Abren la puerta sin permiso
y hasta se comen nuestro bocado.

Nos roban el sueño y nuestra cama,
se acomodan la almohada para ellos,
y en la noche nos quitan la frazada
y dejan nuestra alma al desnudo.

Nos apagan la sonrisa y la vuelven mueca
o calman el llanto y lo vuelven risa,
Nos hacen poetas  y  consumados artistas,
de teatros con  butacas vacías.

Son timbres de voces que resuenan,
desde recónditos lugares y guaridas,
encerrados en algunas cartas,
detenidos en una foto.

Eso son los recuerdos,
reencuentros con nuestro camino,
donde se unen pasado y presente...

son los caprichos de la vida.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

QUE TU CIELO NO SE MASTURBE SIN MÍ.

QUISIERA VOLVER A SER LA PLAYA
QUIEN MOJARA TU PIEL AHORA,
SER LA FLOR QUE NECESITA DE TU AGUA,
QUE NUESTROS CUERPOS SEAN LA ARENA,
QUE JUNTOS SEAMOS  EL AGUA SALADA, PARA DECIROS MAR

QUE TUS OJOS VOLVIERAN A SER ESE FIRMAMENTO
DONDE DESEO PASAR EL TIEMPO, QUE ME RESTE DE VIDA
Y DULCEMENTE MIS LABIOS SEAN LOS QUE TREPEN
DESDE LA PUNTA DE LOS PIES
HASTA LO MAS PROFUNDO DE TU ALMA…

QUE LOS PREJUICIOS NO ESCARBEN EN LA MORAL,
QUE LOS SECRETOS DE TU ALMA
NO SE MASTURBEN EN LOS CIELOS SIN MI,
QUE BAJES A LA TIERRA,
Y ENTRES EN  MI ISLA, SER TÚ QUIEN LA CONQUISTE…

DEJA DE SER MAS QUE UNA ESTRELLA LEJANA,
QUE TRANSITA EN MI ÓRBITA DIARIA,
QUE TU SONRISA SE ME ACERQUE MÁS AL MUNDO,
DONDE ESTOY SIN TI...

QUE LOS PÉTALOS QUE TIRE DE LAS FLORES
POR MI ANDAR EN EL MUNDO,
AÚN ME GUARDEN LAS ESPERANZAS,
Y NO SE ALEJEN DE MIS MANOS, TUS CARICIAS JAMAS EN LA VIDA…

QUE SEAS TU EL ORIGEN DE MIS SENTIDOS DESCOMPUESTOS,
QUIEN ME HAGA SENTIR HOMBRE COMPLETO
EN LOS SENTIDOS INEXPLORADOS,
QUE TU SEXO ME DIGA QUE EXISTEN COSAS MAS QUE AMOR,
QUE NO SEAN MÁS TUS MANOS LAS QUE COMPLACEN A MI CUERPO,
SENTIR TU MANOS INSTALADAS SOBRE TODO ESTE DESEO
Y SENTIRME VIVO Y QUE EL HADES NOS ESPERE.

DESEO LLEGUES INTRUSA Y RECORRAS TODA MI ESENCIA,
QUE SEAS EL INCIENSO QUE PERFUME TODO MI CUERPO,
QUE TE QUEDES TAN PEGADA A MI, COMO MI AURA,
QUE TU BESOS RECORRAN TODO EL MONTE VENUS

PARA GRITARTE CON SUSPIROS Y GEMIDOS,
CUANTO TE NECESITO EN MIS ADENTROS,
QUE SEAS QUIEN SEAS; DESTROCE Y HAGA CHOCAR
MI CUERPO EN LAS ESTRELLAS,

QUE ENREDEMOS NUESTRAS LENGUAS
AVIVANDO EL FUEGO QUE SE HABÍA HECHO CENIZAS…

Y BAJO LA LUZ DE LA LUNA LLENA
BAUTICEMOS NUESTROS CUERPOS CELESTES,
CON NUESTRAS AGUAS MAS PURAS
Y  TÚ CON EL PODER QUE TIENES MUJER
BAJO LAS PIERNAS QUE TOCA LA TIERRA…

HUELO EL HECHIZO DE TU PIEL MORENA
CUANDO ESCRIBO SIN MIS SENTIDOS Y TODO HABLA DE TI,
SE ME ESCAPAN LAS SONRISAS,
LAS TRAVESURAS Y LOS ENCUENTROS SEXUALES INESPERADOS APARECEN;
EL MOMENTO ME HABLA DE TI FUE UNA REALIDAD…

ME COGÍAS CON TANTA PASIÓN, 
QUE MUERDO EL RECUERDO Y APRIETO MIS PIERNAS
ES IMPOSIBLE NO SENTIR LAS MISMAS GANAS, 
Y DESEO POR TI COMO MI CUERPO 
SE HACÍA UNA ENREDADERA AL TUYO,
Y TÚ ME DEJABAS MARCADO PARA A DIARIO RECORDARTE…

TUS LETRAS AÚN ESTÁN TATUADAS EN MI CUERPO,
EL ÚLTIMO ENCUENTRO POÉTICO FUE MAJESTUOSO,
ME HACE SOLO CERRAR LOS OJOS;
Y ENTREGARME AL MOMENTO…

ME DESPIDO DE TI, HASTA LA PRÓXIMA... 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri

LETRAS AL VIENTO.

Dejo estas letras al viento
lanzadas con cerbatana,
para que sean luz mañana
sin que produzcan lamento.

Escribo aquello que siento
y cuanto me viene en gana,
para zurrar la badana
a los que viven del cuento.

ni me cunde el desaliento,  
cada vez que mente insana

Hace trizas cuanto siento,
¡Bravo por quien carda lana

sin morir en el intento!




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

ECOS EN LA NOCHE SUDOROSA.

Ecos en la noche sudorosa.
La cúspide de la pirámide, éxtasis orgásmico.

Brilla un alba eterna de privaciones
en las pupilas del mendigo.

Ángeles que bostezan, ángeles que buscan cambiar de canal,
Control remoto, sus baterías sin carga.

Noche húmeda, subir trabajosamente.
beso a beso por el surco de su espina dorsal.
Saliva tibia que deja su rastro, beber de su manto vaporoso.

Pactos oscuros, dientes caídos, huesos que se desvanecen
¿Y el viento del sur?
¡Acomodado en una almohada rojiza!

Tus besos de metal, tan fríos como una lata de refresco.
Ángeles aburridos que se lanzan en caída libre
hacia el ocaso de las épocas.

Mil años son el chasquear de unos dedos.
Buscar el principio de lo que no hubo...
No existe un pasado juntos.

Solo existe la renovación de una rutina,
participamos pues de una guerra micro celular
ADN que hierve.

Ángeles aburridos bostezan en el silencio de mis vértebras,
de mis uniones nacientes,
de los soles que dan luz a un nuevo dolor

Un pequeño monstruo es el corazón humano,
Un cangrejo grotesco, exoesqueleto de horror,
Ángeles que de tan aburridos desafían a su creador.

Buscar las respuestas en una frase, en una mirada, en una promesa,
¡oh, perder el tiempo!

Besos tan fríos como una lata de refresco.





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

CARTA.

Siempre me he sentido diferente, y si en verdad soy diferente creo que debo demostrarlo. No soy como esos que tiran basura en la calle. No me emociono por una película que es repetida una y otra vez con un título diferente, no voy de un lugar a otro pidiendo seudoamor. Me entristece muchas cosas poco a poco lidio con eso. Mi búsqueda del conocimiento es infinita, llegue a la conclusión que nadie ni nada es perfecto sin embargo la naturaleza a logrado tanto para parecer perfecta que creo al hombre y el hombre creo el maquillaje para tapar esa perfección. Nací con este vacío algunas veces una maldición, otras muchas más una bendición. A veces no sé porque tengo ganas de llorar como ahora. Siempre que miro al cielo sé que hay algo más tantas aunque ya pocas estrellas lo confirman. Tengo miedo aunque fui tan mal educado para pedir un abrazo y me eduque tan bien yo solo como para darme ese abrazo y sentirme bien sin la necesidad de estar siempre acompañado por personas tan materialistas que buscan sentirse superior a otras. Tan soñador que un día tras otro pienso que podría yo hacer para cambiar las cosas de mi alrededor aunque término por pensar que soy tan insignificante como para actuar solo. No quisiera resignarme en esa tarea tan grande de cambiar el mundo para bien que, tanto mal hay de sobra.


P.D. Las siluetas esperan para actuar. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

AMAR A DESTIEMPO.

Un adiós a tiempo
evita el llanto lastimero,
de mí se despidió
y lloro como un pequeño.

Más vale la verdad
aunque lastime al alma,
¿Por qué no me mintió
y suavizó sus palabras?

No sirve el amor forzado,
es en vano el obligarlo,
ya tanto le rogué
que mi orgullo... voy arrastrando.

En fin, me abandonó,
me dijo su adiós a tiempo,
le agradezco su verdad,
forzaré al amor en versos.

Entonces será mi poema,
un alebrije de sueños,
porque sé que yo la amé

con un amor... ¡a destiempo! 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

SENTÍ QUEBRAR MI ALMA.

Y sentí de pronto
que ya no me amabas,
que la chispa de tus ojos
en mi ser no fulguraba
y sentí quebrar mi alma
y un miedo tenebroso,
de mí se apoderaba...
escuché tus pasos,
lentos, sigilosos,
cruzar el sendero
florido de mi estancia…
miré por la ventana
y una sombra vaga
de ti sólo quedaba.
Sentí estremecer
mi cuerpo, mis ansias,
viendo tu imagen difusa
perderse en la distancia.
Un sopor de tristeza
cobijó mi cara,
al no escuchar
más tus palabras…
entonces, me di cuenta
que no estabas,
sólo el hálito
de tu respiración flotaba
y entre la bruma
del silencio se ocultaba...
y percibí el eco de un recuerdo,
que en mi almohada susurraba.


Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

ESENCIA DE LA VIDA.

El amor todo lo llena
Con natural alegría
Y colma la paz vacía,
Con la fragancia serena.

Es consuelo de la pena,
Bálsamo para el dolor
Cielo para el esplendor
Que domina la existencia
Ternura color y esencia

En el verso y en la flor.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

miércoles, 13 de septiembre de 2017

EN CARNE VIVA.

El manto de la vida se me viene encima
como la sombra vespertina sobre el día ,
como hojas marchitas en el otoño,
como eclipse de sol en pleno cenit.

En este albor de mi senectud
deseo quitarme la piel... descarnarme,
vivir el resto de mi vida en carne viva,
no sentir con la piel, sino con el alma.

La piel siente por instantes,
el alma siente por eternidades.
La piel solo guarda roces de amor o dolor
el alma guarda la vida misma.

Ir por la vida en carne viva, sin escudo
sintiendo las caricias y los golpes,
devolver al beso y a la herida,
la más honda de las poesías.

Responder por igual al llanto y a la alegría
con miradas y voces escritas en versos.
La piel siente por el roce de otra piel,
el alma siente por el roce de otra alma.

La piel siente por instantes,
el alma siente por eternidades.
La piel solo guarda roces de amor o dolor
el alma guarda la vida misma.

Vivir en carne viva mi último trance
el que importa... el verdadero
cuando diga mis últimas palabras
cuando escriba mi poema más sincero

Cuando al preparar mi liviano equipaje,
deje para siempre piel y hueso.
Me lleve conmigo corazón y alma
y vivir la eternidad también en carne viva.

La piel siente por instantes,
el alma siente por eternidades.
La piel solo guarda roces de amor o dolor

el alma guarda la vida misma.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

LA ROSA.

Nunca entendí eso que decías...  Que lo mejor de la rosa eran las espinas... No era lógico hasta que descubrí que con el amor te pasaba lo mismo. Que no eras capaz de mirar más allá del dolor que provocaba querer. Siempre fuimos diferentes, yo disfrutaba de las noches y tú ya estabas pensando que dentro de un rato amanecería y tendrías que irte.
                               
Yo contaba los dias que faltaban para vernos y tú ya estabas pensando en la próxima despedida, otra vez las malditas espinas... No se puede ser feliz al lado de alguien que se empeña en ver la cara oculta de las cosas. Te lo dije vamos a querernos hoy y mañana ya veremos. Como mierda ívamos a construir un presente si tú solo pensabas en el futuro y a mi aún me dolía mi pasado.

Es cierto que más tarde tuve que darte la razón, cuando todo termino tú ya estabas preparado, habías pensado tantas veces que cara poner el día que te tocaba perderme, que lo único que fuiste capaz de decir fue, que uno de los dos no había sabido querer al otro, tu seguías con tus espinas. A ver eso no es amor pero yo seguía intentando agarrarme de cada petalo que aún quedaba de lo que un día fue nuestro.

Ahora con el paso del tiempo te entiendo y ahora soy yo quien solo es capaz de dar espinas, tal vez no quise darme cuenta que un día amaste tanto a una flor que cuando se marchito juraste no volver a querer a otra de la misma manera, no lo se. El problema es que ahora soy yo quien no es capaz de ver el rojo de ningún otro corazón sin pensar que algún dia todo se volverá negro y no te culpo por ello al contrarió me enseñaste que la realidad es diferente, yo siempre miraba la flor y nunca me dí cuenta que quien quiere alas espinas, quiere todos y cada uno de tus defectos, tus inseguridades, tus dudas, tus reproches.


Parece que al final el único que quizá de verdad, fue el que mejor estaba preparado para las despedidas. Porque ya sabías que para querer bien, se tienen que amar las espinas y yo prefería pensar que todo estaba perfecto, cuando en realidad me estaba alejando de ti, no se gracias por enseñarme que es mucho más triste vivir rodeada de falsas promesas, que ver la realidad por muy jodida que sea, gracias por enseñarme a querer con todas sus consecuencias y si fui yo quien no entendió que querer más no significa querer mejor. Y lo siento, fui yo quien no supo quererte. En verdad lo siento.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

lunes, 11 de septiembre de 2017

ESTIMO QUE ELLA NO SABÍA.

Estimo que ella no sabía
de mis intenciones,
porque la vi llorar,
y su alma,
como un cristal
a punto de quebrar,
terminó por despedazar.

Leí una vez, que quien
a un alma entristece,
condenado al infierno,
al inframundo merece.

Mis palabras, mis caricias
no llegaron a consolar,
cuanto más estaba
más sufría, más se afligía
más se apenaba,
nada la hacía cambiar.

Decidí levantarme
retirarme y dejarla
con su llanto,
con su pena en el crisol.

Ora, por no saber ella, de
mi estimable sentimiento,
¿Iba apartarme de su querella?,
!no¡, más bien, yo, si se pudiera
trocaría su dolor por belleza.

Y decidí así como la sombra
permanece reflejada, muda,
cercana y a la vez no tan cerca
seguiría sin que ella lo
lo supiera  a su lado atento
a sostenerla, abrazarla,
cobijarla a rezar por ella
mientras  duerme.

Y tal vez quizá, aquel crisol
se convirtiera en un bol
un cuenco donde su alma

al fin pudiera estar en calma. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

SILENCIO DORMIDO Y ETERNO.

Sus brazos siempre anhelando…
anhelando abrazar el cuerpo eterno
que se moja bajo la lluvia violeta,
lluvia en cascadas mueven sus pasos
al cielo y más allá de lo lejano
vientos de su querer cerca
como la boca los besos;

rosedal que en el puente se asomó
distraídos tiempos de pasiones
cuando los deseos se juntaron
se acrecentó el remolino de impetuoso
en el rozar sus cabellos
y su frente con sus manos tibias;

no hay más tormentas que sus manos quietas
inmóviles mediatizadas por el periódico del ayer
que rumiante escasea en escenas de pasión,
son tan sinceros los besos que no se dieron
y el recuerdo de las puertas …
puertas cerradas al deseo sostenido
de la vida misma;

columpian sus corazones
entre mesetas de espacio llano,
vientos soplan con fuerza
el andar de sus pasos lentos:
fríos, meciendo las horas
los minutos no se cuentan
en el pasado fugaz;

crisol de almendras en la pose
de persona recta en su cordura…
cordura ciega de nunca un te amo
y en lo hondo, los cristales ahogan la pena
por viscosos y empañados del sudor
de no poder tenerle;

cejas perfectas…
en el espejismo del te quiero
nariz perfilada
como la avenida de mayo
un surco de espacio…
espacio para los besos:
suaves, tibios, honestos;

sutil brillar de la piel bronce
que se acerca a lo cansado
de sus días helados
donde reposan los caracoles
el océano y las estrellitas de mar,
un oasis de aventuras
atrapadas en el silencio …
silencio dormido

y eterno. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

CAMINANDO A MI DESTINO.

Con la broza frágil que arrebata el viento
por la taiga suave que la lluvia amansa,
caminan mis pasos, y arrepentimientos,
con la laxa muerte que me lleva al agua,
por  una laguna que el loto florece,
se hacen caminos que llegan al alma.

Mi muerte me lleva siempre de su mano,
hasta el claro bosque que encuentra la calma,
veredas floridas que el resentimiento
nos lleva al destino que el tiempo reclama.

Compañera amiga que cuida tu entorno,
bajo erguido árbol, del enorme templo,
mi morada oculta cogerán mis hombros,
y posará mi alma, y mi carne ejemplo,
estoy protegido  cubierto de asombro

y mi cuerpo gima, que ante Ti yo tiemblo.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

NADA CALLA A LOS POETAS.

Tu pluma ante injusticia nunca calle
galopa al viento, alerta como el gallo,
libre albedrío te guíe y no falle.

De ningún Dios te sientas su vasallo
y construye en tu mente la muralla
que te impida caer en un trasmallo.

No te ciegue el amor por la rocalla
ni por lo banal nunca desencalles,
mas si hace falta tira de la tralla.

Ante la necedad jamás te calles,
si la fea injusticia monta bulla
que grite tu voz por montes y valles.

Que no suene tu voz como farfulla,
sea cantar de gallo, no de pollo,
no logre dominarte la cogulla.

Aunque peligre en tú despensa el bollo
Que nadie consíga que tu voz se calle
ni cambien tu pensar con un mal rollo.

No permitas que tu velero encalle
en las aguas tranquilas del buen muelle,
navegue por la mar y que batalle.

Que a tus letras no falte nunca fuelle,
sirvan para librar dura batalla.
¡Así se escriba y así se selle,

la pluma del poeta no se calla!



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

NO SEAS COBARDE EN EL AMOR.

El sentimiento de amor,
el deseo de poseer la persona amada
y manifestar nuestro cariño
con gestos amorosos como caricias, besos
y hasta la relación sexual
debe ser franco, firme y fuerte.

Nunca debemos dejarnos vencer por el miedo
a toda clase de dificultades que puedan surgir
y que enturbian la relación como desengaños,
infidelidades, rechazos y hasta fracasos.

Los amores cobardes nunca llegan a amores,
la persona que se acobarda nunca demostrará su cariño
y perderá la oportunidad de alimentar su alma
con su alimento más necesario que es el amor
para conseguir su felicidad.

No tengas miedo al rechazo ni al fracaso:
acércate a la persona amada y se su amigo ,
ábrete poco a poco para que te conozca,
conquístala lentamente con un cariño
que progrese suavemente
hasta llegar a la relación amorosa plena.

El camino de amor no es fácil,
su trayecto es espinoso muchas veces,
debemos ser valientes y superar los escollos
de manera suave y paulatina
hasta verlos superados totalmente.

Espero que estas reflexiones sirvan
para que pueda superarse uno de los problemas
que más nos quitan la oportunidad de amar: la cobardía,
que por desgracia es muy frecuente en el momento actual.

¿POR QUÉ NO ESTÁS?

¿Por qué no estás?...
¿Por qué tengo que deambular
por las callejuelas de esta ciudad
sin mostrarme en avenidas,
para que nadie me note tu ausencia?

He comprado pastillas de menta y sherry
por si te encuentro y te beso…
y así recorro las calles-vericuetos
en busca de lo que sé que no está.
He puesto dos gotas de loción
pretextando una cortada
que al afeitarme ocurrió...
Pero esconde sólo las ganas
de que al abrazarme en la noche
notes que tengo lindo olor…

Además mi camisa es nueva
(La compré porque sé que te gusta el negro)
Y a mí me gusta lo tuyo
Miro mi reloj que pulí con esmero
Por si acaso te interesa saber,
las horas que son antes de volver…
Y mis calcetines nuevos
se bajan un poco en el tobillo
y me molestan la planta del pie al caminar
¿Por qué no estás?...
¿Para detenerme y que sepas
que me he vestido para ti?...

Pero no estás...
Compré una rosa en el camino
y una tarjeta que dice cosas bonitas
Y que te pienso entregar
sólo cuando nos despidamos
al abrigo del farol de barrio.
Con la mezcla de nuestra saliva
con sabor a menta y sherry...
y un poco de vergüenza...

Porque sin duda te pediré la noche
Y tú dirás que tienes que volver
Y yo: –Bueno, ¡Anda pues!
Y te veré alejarte y perderte
entre las mortecinas luces que te traguen.
¡Y mascando de súbito la pastilla,
la furia de tu ausencia…
me arrancará un dolor de muela
y alguna que otra caries más!...

Si por lo menos supiera cómo hacer
para evadir a esos malditos
que me esperan al doblar una esquina
Y que entre burlas me rodean...
Y el más maldito de ellos extiende la mano...
Y yo entrego dócilmente tarjeta y rosa,
las pastillas, cincuenta pesos, los cigarros,
y unas ganas inmensas de llorar...

Porque no estás... 





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

UNA CANCIÓN DEMASIADO TRISTE.

Me he acostumbrado a ver la noche y el día con los mismos ojos.
A veces pareciera que alguien viene,
porque las sombras se alargan, los pasillos se acortan,
mi tristeza rescata un nombre y una sonrisa.
                                                  
Me dedico de nuevo a empaparme bajo la lluvia,
a mirar el pasado a través de una fotografía.
Se hace de noche, o mejor dicho, sigue siendo de día.
Ya no hay estrellas en este cielo despejado…
a veces el sol sale, saluda y se oculta.
Déjame en paz, le digo. Vete.

Cuántas palabras me guardo
como para que ahora no sepa decirlas.
Cuánto tiempo es demasiado para sentir,
cuántas veces me he ido para volver.
Asesiné palabras que me ahogaban.
Tenía que elegir entre ellas y yo
y elegí vivir un poco más,
pero ahora me pregunto para qué.

Si a ella la hiere decirle que la quiero,
a mí me mata callarme que la amo.
Será otro crimen que quedará sin resolver.

Es increíble lo fácil que resulta olvidar tus principios
cuando estás tan cerca de la orilla
y abajo se ven muchas manos con ganas de abrazarte.
Esa cálida promesa de una paz eterna que no existe.

Vivir sabiendo que pase lo que pase,
no pasará nada, es demasiado difícil.
No espero que alguien me entienda.

Pensé que estaría seguro dentro de un búnker
sin saber que las bombas las llevaba yo desde el principio.
Exploté adentro, y desde afuera nadie me oyó pedir auxilio.

Puedo mentirle al mundo pero no a mí,
y yo soy a quien tengo que rendirle
más cuentas que a nadie.
Me duermo en un rincón de este desastre.
Echo llave a la puerta y suspiro.
Nadie vendrá esta noche tampoco.
Me convierto en una canción demasiado triste

como una flor que se muere en primavera.





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

EL OLVIDO DE QUIEN SABE AMAR.

"Te voy a olvidar", la frase maldita.
Cuando la noche me encuentra
Luchando contra mí mismo para olvidarte,
Se ahoga en risas bufonas,
Los recuerdos, más claros que nunca,
Escudan tu esencia para que
El olvido no la conquiste.

Ayer, caminaba por ahí,
Y te veía hasta en el cantar de los pájaros,
Solíamos escucharlos un par de veces en días soleados.
A veces pienso que debo olvidarte
Así mi ser en su totalidad se niegue a proceder así.

Creo que olvidarte es la mejor solución.
Sin embargo, mírame, aquí estoy
Escribiendo para ti una noche más.
Y aun así, no encuentro poemas,
No hay canciones, no hay licor,
No hay amigos, no hay nada que me haga
Olvidar que algún día te amé y me fallaste.

No logro olvidar porque creo que
Nunca sabré cómo hacerlo.
Y a pesar de mi sentir, disfruto con mi dolor,
En ocasiones es bueno saber que se sufre
Para saber que se amó.

Muchos creerán que soy un tonto,
Que mi manera de pensar es estúpida,
Pero ¿Quiénes son ellos para juzgar mi actuar?
Lo que es más, ¿Qué define el bien o el  mal de mi proceder?

Olvidarte a ti es una estrategia absurda
Que usa el corazón para avivar el dolor,
Prolonga el sufrimiento.
Quizá esté equivocado, y deba dejar todo atrás,
Pero prefiero seguir pensando en
Encontrar otra solución y sentir que
Aún puedo estar contigo tal como nos lo prometimos
Alguna vez. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

domingo, 10 de septiembre de 2017

DONDE TÚ EXISTES.

Existes en cada rincón de mi casa
estas en la esquina de mi cama,
a la derecha de mi sala,
en cada pared y en cada baldosa
donde mi mirada se posara.

Existes en mis pensamientos,
en las canciones de amor eterno
y en cada verso que leo.

Existes en la luz,
en la luz de cada rayo de sol al amanecer,
en cada uno de los colores del atardecer
y en cada estrella al anochecer.

Existes en mi,
porqué te amo

y se que me amas también.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri