La voz del perdido no sale en la historia,
en la sombra camina, sin rumbo ni gloria.
Susurra en el viento, su lamento sin par,
ecos de un pasado, de sueños marchitos,
busca en el silencio, los rostros perdidos.La luna lo abraza, testigo de su andar,
mientras las estrellas, su tristeza van a contar.
Cada paso resuena, en la noche estrellada,
la voz del perdido, en su alma atrapada.
El dolor es algo que me acompaña,
como sombra persistente en la noche extraña.
Busco huir, pero siempre regresa,
en cada rincón, en cada tristeza a mi y para poeder vivir me acostumbro a vivir con su existencia A veces me pregunto si hay un camino,
si en el horizonte brilla un destino.
Hablar con alguien, un susurro sincero,
puede ser el bálsamo que cure lo fiero.Escribir mis penas, dejar que fluyan,
las palabras son alas que al alma construyan.
Ejercicio y risa, un momento de paz,
en el movimiento, el dolor se va atrás.Meditar en silencio, encontrar mi verdad,
en el aquí y el ahora, hallar la libertad.
Nuevas experiencias, abrir el corazón,
en cada paso, una pequeña sanación.Permitir sentir, sin miedo a la herida,
es parte del viaje, de esta vida compartida.
Así, poco a poco, el dolor se disipa,
y en la luz del mañana, mi alma se equipara.
El dolor es algo que me acompaña,
pero en cada latido, la esperanza se baña.
Busco huir de sus garras, de su frío abrazo,
encontrar un refugio, un cálido lazo.A veces me pierdo en la niebla del día,
pero en el fondo, una voz me guía.
"Recuerda", susurra, "que todo es temporal,
las tormentas pasan, vuelve la claridad".Río con amigos pocos y con la familia que la vida me regaló prestada de corazón pero se también que no es mia pero si supieran que me encantaría que me sientan parte de ella comparto una risa,sus dolores frutaciones y alegrías estoy solamente estoy
en esos momentos, el dolor se desliza.
Las memorias se entrelazan, el amor se hace fuerte,
y en el calor de la amistad, enfrento la suerte.Practico la gratitud, en lo simple hallo brillo,
una taza de café, un abrazo sencillo.
Cada pequeño gesto, cada instante vivido,
se convierte en un faro, en un sueño querido.Así sigo adelante, paso a paso, sin prisa,
con el corazón abierto, dejando que la brisa
me lleve a nuevos rumbos, a paisajes de calma,
donde el dolor se transforma en fuerza en el alma.
El dolor es algo que me acompaña,
pero en cada suspiro, la vida se baña.
En la lucha diaria, encuentro mi voz,
transformando el sufrimiento en un canto atroz.
Las cicatrices hablan, cuentan historias,
de batallas ganadas y viejas memorias.
Cada lágrima caída, un río que fluye,
en su cauce, la fuerza de un alma que huye.
Busco en el arte, en la música y el verso,
un refugio sagrado, un abrazo diverso.
Pinto mis miedos con colores brillantes,
y en cada trazo, los vuelvo vibrantes.
Salgo al mundo, respiro su esencia,
en la naturaleza hallo mi presencia.
Los árboles murmuran, las olas susurran,
y en su sabiduría, mis penas se curan.
La vida es un viaje, un constante vaivén,
entre sombras y luces, entre el dolor y el bien.
Así sigo adelante, con fe renovada,
sabiendo que el dolor es solo una jornada.
Cada nuevo amanecer trae consigo la promesa,
de que tras la tormenta, llega la belleza.
Así, con valentía, enfrento el destino,
transformando el dolor en un camino divino.
Muchas veces me despierto con el alma rota,
en la penumbra, la tristeza me agota.
Los ecos del sueño traen sombras del ayer,
y en el silencio profundo, me cuesta renacer.Busco en el espejo un reflejo de calma,
pero el dolor persiste, pesa en mi alma.
Las horas se arrastran, como un río cansado,
y en cada suspiro, siento el peso del pasado.Pero en medio de la noche, una chispa se asoma,
una voz que me dice: "No te sientas sola".
Las estrellas titilan, recordando su luz,
y en su destello encuentro un nuevo cruz.Camino despacio, con pasos temblorosos,
recojo los pedazos, los sueños valiosos.
Cada herida es historia, cada lágrima es vida,
y en el dolor profundo, hay una fuerza escondida.Así, aunque el alma a veces esté rota,
me aferro a la esperanza, como una flor que brota.
El amanecer llega, trayendo su abrigo,
Y también lucho para no rendirme,
aunque el peso del mundo a veces me oprime.
Con cada caída, me levanto de nuevo,
en el fondo de mi ser, hay un fuego que pruebo.Las dudas susurran, intentan desviar,
pero en mi corazón, hay un grito de amar.
Cada paso que doy, aunque cueste avanzar,
es un acto de fe, un motivo para luchar.Las sombras me acechan, quieren atraparme,
pero en mi interior, hay un brillo que arde.
Recuerdo mis sueños, los guardo en el pecho,
y en cada latido, encuentro mi derecho.No estoy sola en esta travesía incierta,
hay manos que tienden, hay almas abiertas.
En la lucha compartida, la esperanza florece,
y en el amor sincero, el dolor se estremece.Así sigo adelante, con el alma en alto,
cada batalla es mía, cada triunfo un canto.
Aunque el camino sea duro y el cielo gris,
en mi lucha diaria, encuentro mi raíz.
Los quiero tanto, Bilu y Tahiel,
en sus risas encuentro un refugio fiel.
Son luces en mi vida, faros de alegría,
en sus abrazos, la tristeza se enfría.Cada momento juntos es un regalo divino,
en su amor sincero, hallo mi camino.
Aunque el dolor me aceche y la sombra persista,
su presencia me abraza, su cariño me asista.Bilu, con su risa, ilumina el sendero,
y Tahiel, con su fuerza, me vuelve ligero.
Juntos enfrentamos las tormentas y el frío,
en su compañía, el alma se siente en río.Así, en esta lucha por no rendirme,
los llevo en el corazón, siempre a resguardo.
Con ellos a mi lado, el dolor se transforma,
y en cada nuevo día, la esperanza se asoma y pienso que el dolor si puede parar
Quizás ustedes creen que no me importan pero los quiero más de lo que creen
Quizás crees que no me importas,
pero re quiero más de lo que se reportaw.
En cada pensamiento, en cada suspiro,
Tu amor me envuelve, es mi mejor giro.A veces las palabras no logran expresar,
lo profundo que siento, lo que hay en mi andar.
Tú eres mi ancla, mi razón de seguir,
en los días oscuros, eres mi luz a seguir.
Bilu y Tahiel, su amistad en nuestro hogar,
en sus corazones, siempre quiero estar.
Aunque a veces me cierre, aunque dude y me esconda,
su amor me recuerda que el alma se asonda.Así que sepan, en cada momento,
que los llevo conmigo, son mi aliento.
No hay distancia que apague este lazo sincero,
los quiero inmensamente, eso es lo verdadero
, Tahiel y Bilu, vosotros
son importantes en mi vida,
un regalo que Dios me ha dado,
una luz que siempre me guía.Su amistad es un tesoro,
un abrazo en los días grises,
en cada risa compartida,
encuentro motivos y matices.Gracias por estar a mi lado,
por ser parte de mi andar,
en este viaje llamado vida,
ustedes son mi hogar.
Quiero que sepais, de corazón sincero,
que pueden contar conmigo, siempre,
en las alegrías y en los momentos duros,
estaré a su lado, como un faro valiente.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri