domingo, 27 de octubre de 2024

SOMBRA.

Caminas hacia la ventana de tu dormitorio, buscando la profundidad del amanecer. Afuera, el despertar revuelto de la ciudad toma un ritmo instintivo. Distinto a tus pensamientos que regresan distraídos.

Observas a una pareja joven jugando con momentos espontáneos de amor. Sus manos no se sueltan mientras se apresuran para alcanzar el bus de la mañana. Piensas que regreso de manera bestial para quebrar tu tranquilidad con las nubes descoloridas de un amor interrumpido por el bullicio del entorno y no buscar un espacio de silencio para escucharse. ¡Cuanto hiere el pasado, cuando se eleva del olvido!

Te preguntas si los instantes perdidos continuarán llegando con el otoño y fantasmas de sus hojas amarillas que la brisa le arrebata de tu olvido, pero que aún caen en tu corazón.

 

Afuera

como hojas débiles desprendidas

los recuerdos del pasado

se amontonan

otras siguen un camino perdido.

 

Una llamae se enciende por una sombra

o una silueta fantasmal,

quema como alfileres

solo se apaga sin tiempo.

 

Tu amor fue un encadenamiento

de fragmentos

sin eslabones que te coloca alas,

ahora le quedan imágenes pasajeras

y el eco de las palabras.

 

En cada esquina de tu memoria

encuentras células dispersas

de un amor que nunca brotó.

Ahora la memoria te lleva

a las huellas de un amor

perdido.

 

¿Existe un eslabón que te une?





Autor 

Antonio Carlos Izaguerri 

SEÑORA MÍA.

Quisiera señora mía, servirle como amante, no como amigo;

Que no se ilusione con otro y sueñe conmigo.

 

Que su pensamiento aunque lo dude y no crea, está de mi lado

Pues usted es la dueña de todos mis versos, ahí se ha encontrado 

 

Su mar y su playa, tienen olas y arenas, 

donde me baño y escribo su nombre, aunque no quiera

 

Usted también me sueña todas sus noches, 

soñando mis besos y mi cuerpo, no le hago reproches.

 

Las cosas bellas, todos la quieren mirar 

y usted mi señora, para mi me la voy a quedar.

 

Las caricias y besos, son de los enamorados 

y las suyas y las mías en nosotros ya se han quedado.

 

Pensando en mi, mañana aquí la veré, 

tomada de mi mano y besando su boca aquí la tendré. 

Por que usted señora mía, no tendrá más pretendientes

Que éste que le ama y le amará siempre,

Le llevará en mi alma indefinidamente.




Autor 

Antonio Carlos Izaguerri 

jueves, 24 de octubre de 2024

AMAR A UNA MUJER MADURA.

No basta el gesto vacío para deshojar sus noches,
ni el silencio disfrazado en la boca que tiembla;
se necesita un hilo de sombras, un canto en broche,
para desatar la luna que su piel contempla.

No es robarle el mapa de su voz cautiva,
ni arrastrar las horas que se enredan en su pecho,
es saber danzar con el eco que, furtiva,
guarda en su lengua el invierno deshecho.Es rozar la tinta que duerme en sus dedos,

saber que en sus palabras anida un misterio,
donde los ríos que cruzan sus miedos
dibujan en el aire el rastro de un hemisferio.

Desnudarla es caminar por ruinas doradas,palpar en sus costillas los restos de estrellas,
beber en sus pasos las luces calladas
que nunca contaron lo que viven en ellas.

Entrar en su reino no es ser conquistador,
es mirar la tempestad desde la orilla incierta,
sentir la tormenta en la piel con su fervor,
y encontrar la calma en la puerta entreabierta.

No le tocas la carne, sino las estaciones
que oculta entre las ramas de su frente herida,
y te haces eco en las vibraciones
de los veranos que aún no ha perdido.

La haces tuya con el viento en los labios,
sin pronunciar su nombre ni quebrar el suelo;
eres el viajero que, entre ríos sabios,
bebe del fuego sin desatar su hielo.

Y si al final te deja entrever su sombra,
serás aquel que no mira con ojos terrenales:
sabrás que entre sus manos se desborda
el tiempo mismo, en surcos ancestrales

martes, 22 de octubre de 2024

SUEÑOS DE LIBERTAD.

En el patio, un árbol vive silenciado,
con su corteza de arrugas profundas,
guardando secretos de días pasados,
bajo sus ramas, de sombras se inunda.

En primavera, sus brotes despiertan
y con el viento, sus ramas conversan,
son manos que con el cielo se insertan,
buscando el sol, el dios al que rezan.

Las raíces, expandidas una legua,
cavan largos recuerdos dormidos,
con sus ramas que se alzan sin tregua,
trazando rutas de cielos perdidos.

Árbol que guardas mi dulce infancia,
que en tu corteza mi vida respira.
Sigues en pie, sin perder la elegancia,
    quieto vigía de un tiempo que expira.  



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

LO QUE NO KE PERDONO A UNA MUGER.

En el patio, un árbol vive silenciado,
con su corteza de arrugas profundas,
guardando secretos de días pasados,
bajo sus ramas, de sombras se inunda.

En primavera, sus brotes despiertan
y con el viento, sus ramas conversan,
son manos que con el cielo se insertan,
buscando el sol, el dios al que rezan.

Las raíces, expandidas una legua,
cavan largos recuerdos dormidos,
con sus ramas que se alzan sin tregua,
trazando rutas de cielos perdidos.

Árbol que guardas mi dulce infancia,
que en tu corteza mi vida respira.
Sigues en pie, sin perder la elegancia,
    quieto vigía de un tiempo que expira. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

PADRENUESTRO DEL PESCADOR.

Padre nuestro,
que estás en el mar y en los cielos,
santificado sea tu nombre,
en cada ola, en cada viento y en cada amanecer.

Venga a nosotros tu reino,
como llega la marea serena que renueva la playa.
Hágase tu voluntad,
así en el cielo como en el fondo del océano.

El pan nuestro de cada día,
danos hoy, en la pesca abundante y en el trabajo honesto.
Perdona nuestras faltas,
como también nosotros perdonamos
a quienes no comprenden la dureza del mar.

No nos dejes caer en la tempestad del egoísmo
ni en las redes del desaliento,
y líbranos de todo mal,
como libraste a tus discípulos en la tormenta.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

ESTROFAS DEL CORAZÓN.

En el patio, un árbol vive silenciado,
con su corteza de arrugas profundas,
guardando secretos de días pasados,
bajo sus ramas, de sombras se inunda.

En primavera, sus brotes despiertan
y con el viento, sus ramas conversan,
son manos que con el cielo se insertan,
buscando el sol, el dios al que rezan.

Las raíces, expandidas una legua,
cavan largos recuerdos dormidos,
con sus ramas que se alzan sin tregua,
trazando rutas de cielos perdidos.

Árbol que guardas mi dulce infancia,
que en tu corteza mi vida respira.
Sigues en pie, sin perder la elegancia,
    quieto vigía de un tiempo que expira.   



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

EL VIEJO ÁRBOL.

En el patio, un árbol vive silenciado,
con su corteza de arrugas profundas,
guardando secretos de días pasados,
bajo sus ramas, de sombras se inunda.

En primavera, sus brotes despiertan
y con el viento, sus ramas conversan,
son manos que con el cielo se insertan,
buscando el sol, el dios al que rezan.

Las raíces, expandidas una legua,
cavan largos recuerdos dormidos,
con sus ramas que se alzan sin tregua,
trazando rutas de cielos perdidos.

Árbol que guardas mi dulce infancia,
que en tu corteza mi vida respira.
Sigues en pie, sin perder la elegancia,
    quieto vigía de un tiempo que expira.     


Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

EN CADA FLOR DEL CAMINO.

Ya volverá la grácil mariposa,
a posar su hermosura.
Sobre la bella rosa.
Radiantes, ya las luces,
volverán a alumbrarnos.
Y los parques urbanos,
volverán a llenarse,
con las risas de niños.

Se van vistiendo de gris,
las refrescantes mañanas.
Y los aleros vacíos, de trinos,
ausentes de golondrinas.
Se asoman, los vientos fríos,
que refrescan las mejillas.
Y se oscurecen las claras,
mañanas, que frío anuncian.

Amores de primavera,
que deslumbran por su brillo.
Con los ojos encendidos,
por la inusitada fuerza.
Cantan sin parar los grillos.
La ilusión ya se despierta.
Y se hacen un ovillo,
cálidas tardes de siesta.

Cantan sin pausa los mirlos.
Y sus trinos embelesan.
Mientras el amor despierta,
cuál alegre mariposa.
Se van vistiendo de fiesta,
las vidas esplendorosas.
Cae el rocío sobre las rosas.
Y darle brillo a sus pétalos.

Se va quedando el camino,
alfombrado de esperanzas.
Mientras reina la añoranza,
de los amores perdidos.
Sueñan con barcos los niños,
Y mágicas aventuras.
Mientras nacen las criaturas,
con sus venideros sinos.

No hay estaciones que impidan,
que los amores florezcan.
Reventando en las tormentas,
Y en los apacibles días.
No les frenan las mentiras.
Ni las verdades a medias.
El amor siempre se encuentra,
en cada flor del camino.




Autor 

Antonio Carlos Izaguerri 

SILENCIOS.

Tu boca cerrada mirando la nada, pensando en mil palabras jamás pronunciadas. 
Mis ojos perdidos, brumosos, nublados olfateando la pólvora de un corazón desintegrado. 

Vos y yo, 
La ilusión y los sueños.
La cama y el desvelo.
La risa llena de caricias a través de la moneda del tiempo. 

Yo y tú,
Los paseos bajo el sol hirviendo. 
La brisa caliente de gritos enfermos.
El estallido de pasión, piernas cruzadas y sudores intensos.

La señal estática llena de grises que no claman nada.
Con ruido a lluvia y pocas instancias. 
Va asesinando con mudez lo que queda del alma. 

Silencios, 
ensordecedor,
maldita bendición,
luminosa depravación. 

Silencios entre los dos. 
Mi corazón calla, 
El tuyo quien sabe por dónde anda. 
¿Y que quedará después de recorrer este bosque lleno de espinas, reclamos y quebradas? 

Silencios,
entre dos amores que se prometieron el alma.





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

INTRUSAS.

¿Qué hacen las musas hurgando?
¡Buscando!
¿Qué es contrario a lo longevo?
¡Lo nuevo!
¿Quién anota en su libreta?
¡Poeta!

Es una misión secreta
que musas con osadía
siempre estén por poesía
¡Buscando un nuevo poeta!

Acá y allá van brotando
en quien lee, en quien escucha.
con afán; y en esa lucha
tus anhelos van buscando.

Aquí, con ellas, me atrevo
a pasar a otros la antorcha
con tinta que se descorcha,
sobre un sentimiento nuevo.

Con letras en su maleta
llegan a ti como intrusas
pues están en ti, las musas,
¡Buscando un nuevo poeta! 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

lunes, 21 de octubre de 2024

CENICIENTA DEL ALBA.

Su capucha negra
desplegó la madrugada
y en soledad yace mi alma,
desierta…
Lujosa cúpula inmensa
presumió sin importarle
la agonía de mis ansias,
por ella.

Gime el viento perezoso,
canta el grillo en la maleza,
danzan silentes las sombras,
serenas.
Y en el cenit titilante
centellean las estrellas
y en voz baja, desvaríos,
se cuentan.

Cuando el hondo firmamento
me atrapa en su enredadera
empiezo a soñar despierto,
de veras.
Y la evoca mi desvelo
cincelando mis ojeras
y la imagino a mi lado,
muy cerca.

Ella es océano y prado,
es manantial y es rivera,
es colina y riachuelo
y es selva.
Y a veces, si estoy de suerte,
por estas horas se acerca
y me devora al amarme,
cual fiera.

Perdido me hallo en su pelo,
zozobrando en sus caderas,
delirando si amorosa,
me besa.
Náufrago de sus pasiones,
consumiéndome en su hoguera
vivo el éxtasis del éter,
que vuela.

No precisa en nuestras citas
mi adorada Cenicienta,
de cristal unos zapatos,
ni perlas.
Y no escapa a medianoche
ni la asustan las tinieblas
sino que justo en lo oscuro,
me llega.

Y en sus visitas nocturnas,
cual ángel de primavera,
alas bate en mis pupilas,
que esperan.
Sobre mis sienes cansadas
se acomoda y se hace dueña
y el fragor de mis angustias,
consuela.

Pero teme a la alborada
que le envidia su belleza
y con áureos resplandores,
la ahuyenta.
Súbito, al rayar el día,
se desvanece y me deja
suplicando, como un niño,
que vuelva.

Triste entonces, a Dios clamo
que alivie en mí, la hosca pena
y que mi noche de ensueños
sea eterna;
que detenga el universo,
que ate a los astros, cadenas
y niegue al reloj del tiempo
su arena.

Es Cenicienta del Alba
de ondulante cabellera;
ánima ingrávida y fatua,
que quema.
Y es su partida cual daga
que abre mi carne y cercena,
de ser feliz, mi esperanza,
postrera.

Llegado el nefasto instante
levita ante mí, se eleva
y en rocío se transforma
y en niebla.
Se difumina en el aire,
se disipa, se libera
y de su adiós, solo el eco
regresa.

Y la aurora, al horizonte,
de mil colores impregna;
la madrugada es historia
y estela.
Nace el sol y su bostezo
calla al grillo en la maleza
y en su abandono, está mi alma,
desierta…





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

sábado, 19 de octubre de 2024

LA MÁS BELLA EXPRESIÓN.

Hay algo inexpresable que se expresa a través de ti. Un sol. Un calor de antaño. Un recuerdo del horizonte que nos corresponde por destino. 

Hay esmeraldas en tu alma. Son como diagramas que se gestan a sí mismos. Cantos que se miman y gozan. Monumentos que se erigen naturalmente, sin intervención humana. 

Eres un enorme misterio. Un enredo que parece por momentos desconocer su manera de liberarse. 

Tu aroma es de sabiduría tenue. De cromáticos sonidos que se coagulan en las venas de las estrellas. 

Tienes dentro pozos de divinidad, termas de luz, agua de poesía. 

Es tan grande tu potencial, que nadie es igual después de conocerte. Activas todos los puntos del alma. Movilizas hasta el secreto mejor guardado. Recibes todo lo que nunca pudo darse.

Canteras de emociones tejes cada vez que alguien te sueña. 

Tu ternura es envidiada por los ángeles más elevados. Incluso tus corazas son frágiles y transparentes. Eres una obra de arte en constante exposición. Una encandilada reseña estelar.

Amenizas cada sitio. Tus ojos son antenas que reciben soma puro. 

Eres un faro de sal. Y, quien se entrega a tu guía sabe que, tarde o temprano, se fusionará con el Todo, del cual eres la más bella expresión. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

LAS LUCIÉRNAGAS ILUMINAN EL OSCURO OCASO DE DOS AMANTES.

El viento entrelaza  
tu cabello como hilos de oro,  
una hoja errante  
baila en el fulgor  
de tu mirada.  

La luna desciende,  
visita las hadas del crepúsculo,  
y una idea salvaje  
se agita en mis pensamientos,  
danzando en el rincón de mi mente.  

Tus ojos,  
cautivos del lomo de Sagitario,  
son destellos de un universo,  
y una diosa frenética  
zapatea en la azotea de mis sueños.  

Tus curvas se deslizan  
en abismos infinitos,  
y mis dedos errantes  
zigzaguean por senderos  
de tu piel iluminada.  

Las luciérnagas a tu alrededor titilan, 
bajo los girasoles de Casiopea,  
y tu boca desenfrenada  
se lanza hacia el sur profundo,  
como un susurro ardiente  
desde el eco de mi ser.  



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

LA DANZA DE LOS PÁJAROS.

Brincan y juegan piando los pájaros
alegres entre las ramas, vuelos raudos
celosa mirada, plumas levantadas
cazando las horas cual flores aladas.  
 
Cómo se divierten, buscan comida
cómo se la pasan cantando a la vida,
la mañana fresca o la tarde fragua
chapotean, beben, en la fuente de agua.
 
Las aves desbandan mil notas, colores
vitalizan los huertos y los alcores
dulcifican los rincones escondidos
con su pasividad y sus tibios nidos.
 
Son los primeros, sabios catadores
de insectos, frutales y  mil sabores,
aun quienes picotean con presteza
la hogaza diaria de pan de mi mesa.
 
Las mágicas aves me miran con calma
no temen, su canto es confiada proclama;
vuelan, revuelan por toda la estancia
entran y salen con plena constancia.
 
Pasan los pájaros su efímero sino
llenando de magia a cualquier camino.
No siembran ni siegan bajo de los cielos
y son más cada vez, sus dulces polluelos.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

OJOS DE OTOÑO.

Con un fulgor indescriptible,
me embeleso en tu mirada
De hermosura incomprensible
Y de pasión acelerada.

Reflejo de un otoño de enero,
Lleno de tonalidades del ocaso
Raudo, apasionado, vivaz y lisonjero
De aquellos en el universo escasos.

Me pierdo en la lejanía de sus mares
e ilusionado, si, me acongoja
Embriagado de esos ojos peculiares
Pues ellos mismos son mas que paradoja.

Sosegado en desvaríos me siento
Por aquellos ojos clandestinos
Que no entienden mis sentimientos
Seguro estoy de que a mi los envio el destino.

Ya en desdenes de la aurora,
al desmembrar algunos versos
Esos ojos que el poeta adora
Y los compara con el universo.

Son una noche de este octubre
Adornados con la luna y ese bello tono pardo
Son esos ojos que la noche redescubre
Y al alma de este poeta hace sentir gallardo,
Son esos ojos hermosos, cual de la flor su retoño...
Matizados a luna llena con los colores de este otoño.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

LA DESALMADA.

Márchate -me susurró-
vete ya y huye de mí
porque soy mujer de muchos,
pecadora inconfesable
y solo ofrezco placer y desamor.

Sálvate -me sugirió-
vete aprisa, escapa ya
porque puede hacerte daño
la desnudez de mi cuerpo.
No es de sabios confundir pasión y amor.

Vete, escupe el veneno letal
que en tu boca mi lengua dejó.
Anda y lava tu piel inocente,
no lleves contigo mi impúdico olor.
Vete, olvida mi nombre fatal,
ni un reproche me deje tu adiós.
Mi lujuria es la de hembra insaciable,
mi vientre es hoguera, soy fuego y fulgor.

Cuídate -me suplicó-
vive y no mires atrás
que no vuelve a ser follaje
la hojarasca que ha caído
y que el viento arremolina en derredor.

Sé feliz -me aconsejó-
queda tiempo para ti.
Disculpa, para mí es tarde
pues en mi pecho de abismos
yerto está un corazón muerto y sin valor.

Y si acaso no puedes borrar
de tu mente, mi aliento y mi voz,
no te enfades si no supe amarte;
tu amante sin alma te evita un dolor.
Y si un día me ves al pasar
solo evoca esta noche de dos
y a esta loca, andariega y distante,
desde tus recuerdos, no guardes rencor. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

SÓLO YO PODRÉ TOCARTE.

Cómo el viento puede besarte
y acariciar tu piel sin manos ?
si besar y acariciar 
solo lo hacen los humanos.

Cómo el viento puede abrazarte
y batir tu linda cabellera?
si el viento coquetea contigo
lo puede hacer con cualquiera.

El viento es tan atrevido 
que penetra por tu ventana 
y mientras estás dormida, 
el acaricia tu cara.

quisiera pasearme en el viento
cuando sales a caminar,
para acariciarte toda 
y poderte enamorar.

El viento es mi gran amigo 
y mi más cercano aliado,
porque ha podido acariciar 
lo que nadie ha tocado.

Cuando el viento te acaricia 
lo hace con fino arte
y después que el te toque
solo yo podré tocarte.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

EL DOLOR DEL POETA.

Me duelen de los pueblos las fronteras
caminos que no van a parte alguna
el injusto reparto de fortuna
y los necios que instalan las barreras.

Me duele el trigo escaso de las eras
el niño muerto por la sed y hambruna
falto de pan, de higiene y de vacuna
y el caído que abona las trincheras.

¡Cuánto duele injusticia y tiranía
y cuánto duele al hombre los agravios,
quién pudiera tornarle la alegría!

¡Quién conociera fórmula y secreto
de poner miel y música en sus labios
con los catorce versos de un soneto! 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

MANDAMIENTOS.

Por un beso de tu boca 
Dos caricias te daría,
Tres abrazos que demuestran 
Cuatro veces mi alegría, 
Y en la quinta sinfonía 
De mi sexto pensamiento, 
Siete veces te daría 
Las ocho letras TE QUIERO, 
Porque nueve veces por ti vivo 
Y diez veces por ti muero.

SOL Y LUNA.

El sol se despide en el ocaso ... 
Saldrá la luna con su ritual gitano 
Mientras se escuchan los gemidos en la playa 
De la tarde que muere envuelta en llamas. 
El viento quiere ensalzarse en la tormenta 
Y formar una tempestad de arena 
Golpeando fuerte mi alma 
Que en la soledad te espera. 
Del mar, van saliendo en caravana 
Los caballitos tocando la trompeta 
Anunciando el festejo de la playa... 
¡EL SOL LE PEDIRÁ LA MANO A LA LUNA! 
Y yo aquí con mi ansiedad te espero ... 
La Luna llega con traje claro, 
El Sol con su purpurino ... 
Se arrima a su amada, 
Quiere darle un beso 
Pero la Luna remingada lo rechaza ... 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

jueves, 17 de octubre de 2024

CANTARES DE MIS CANTARES

Cantares de mis cantares
cantares que siempre llevan
 cantos de tristes nostalgias
de nuevo hacia mi traedla.

Ella es de mi vida médula 
álito que siempre alienta
de mi poesía musa
y mi radiante azucena.
Tienen sus ojos la lumbre
brillos que de luz me anegan
plenos de regios fulgores
hechos de sol y de estrellas.
Cantares de mis cantares
búsquenla y luego le cuentan
que lleno de su recuerdo
paso las noches en vela,
hagan de cada palabra
mensajes que la convenzan
y logren hacer que vibre
al compás de cada letra
haciendo que siempre escuche
cantares que siempre llevan
las notas de dulces rimas
que noche a noche la sueñan.

 Cantos de tristes nostalgias
que surgen desde mis venas
contadle que están mis días
cubiertos de sombras negras
siendo sus horas tan largas
una terrible condena
para mi gran sentimiento
que en sus pesares encierra
la llama que floreció
de su imagen dulce y bella
en cuya piel escribí
mis más vibrantes poemas
donde expresaba el ardor
por besar su frente tersa
y gozar entre sus brazos
sus formas de diosa griega
donde bebí del amor
el más delicioso néctar
que despertara el volcán
de las pasiones excelsas.

¡Cantares de mis cantares
que son del alma su queja
y van esparciendo trinos
como gaviotas que vuelan
buscando jardines bellos
donde florecen gardenias;
no permitan que mi pluma
entre espinas quede presa
y díganle que mis versos
palidecen por su ausencia
añorando aquellos días
llenos de luces inquietas
cuando vivimos la gloria
de románticas entregas
que fueron de los deseos
celestiales panaceas
para curar los hastíos
que nuestras almas tuvieran:
¡Y por eso les suplico
que si de pronto la encuentran,
cargándola con sus alas
de nuevo hacia mi traedla!





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

DESDE MI CASA.

Desde mi casa
saludo a la mañana
del nuevo día.

Pasa el otoño
que marcha lentamente
con días grises.

Deja colores
en campos y arboledas
de muchos bosques.

Es alegría,
pequeño contrapunto,
de primavera.

Entonces nacen
las flores y las ramas
con mucho brío.

Ahora se agostan,
se duermen y nos muestran
sus mil colores.

También el alma
se llena de recuerdos
y hasta suspira.

Salen los sueños,
renacen los latidos,
tiemblan los labios.

Y yo te busco,
mi linda mariposa
en este otoño.





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

DESNUDA.

Te detuviste ante mi,
Te desprendiste la ropa,
Y al instante lo que vi... 
Tu desnudez que era toda! 

Me miraste con sonrisa, 
Te observé y sonreí;
De pronto como una brisa
Sobre la piel yo sentí! 

La casa estaba en penumbras, 
Y tú, frente del espejo, 
Para mi ya no eras una... 
Eras tú con tu reflejo! 

Tus bragas entre los pies
Yacían a flor de piso, 
Y hacia arriba pude ver 
El mas bello paraíso... 

Desbordante de pasión, 
De deseos y lujuria, 
Con total exitación 
Pleno en dulzura y gran furia!

Tu cabellera a los vientos
Y tus curvas de mujer, 
Transformaban tal momento 
En exquisito placer! 

Unas copas de champán, 
Música suave de fondo, 
Y una pícara y fatal
Propuesta que ni la nombro! 

Te dirijiste al sillón 
Con ambas copas en mano, 
Y me acerqué junto a vos 
Para besar esos labios. 

Una boca fresca, dulce
Y gustosa por demás, 
Que desde luego produce
No quererse despegar! 

De allí nacieron caricias
Y un sin fin de tanto más;
Totalmente, una delicia
De un muy selecto manjar! 

Ya desnudos sobre el lecho
Nos hicimos el amor, 
Por un largo, largo tiempo 
Hasta que el sueño llegó! 

Sobre mi pecho dormías 
De manera muy profunda, 
Y luego al llegar el día 
Toda tu piel ahí desnuda... 

Me ha recordado a la Maja
Que Goya un día pintó, 
Desnuda sobre una cama
Tal cual te observaba a vos! 

Bendito sea tu cuerpo
Y toda tu desnudez, 
Y bendito sea el cielo 
Que te ha creado, Mujer! 





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

viernes, 11 de octubre de 2024

EL MILAGRO DE TUS OJOS.

El cielo está enfurecido
quiere relampaguear,
pues de pronto se ha enterado
que hoy no te podré mirar.

Y el gorrión no canta más
tan solo ve al horizonte,
porque sabe que hoy tampoco
se unirán dos corazones.

No hay rocío en la mañana
pues el viento se entibió
las flores se ven marchitas
y es muy triste su color.

Porque a todo tú das vida
mas de pronto el mar me oyó,
ya se alegraron sus olas
y la brisa al fin brotó.

Entonces una canción
entre chispazos del cielo
me recordó que tu amor
no tiene lugar ni tiempo.

Pues estás en mis momentos
musa de mi poesía,
porque supe ya el secreto...
El milagro de tus ojos.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

LAS ENFERMERAS.

Para esas mujeres guerreras 
hoy les rindo un homenaje,
porque se enfrentan a la muerte
con valentia y coraje.

Su trabajo es cuidar 
la vida de los pacientes,
que padecen enfermedades
y lo hacen de forma eficiente. 

Su trabajo es necesario 
que junto a los doctores,
salvan muchas vidas 
para cubrirse de honores.

Prestan servicio de día
de noche tambié lo hacen,
con vocación de servicio
que del corazón les nace.

Cuando atienden a los niños
lo hacen con mucho orgullo,
cómo si cada uno de esos niños 
fuese un hijo suyo.

A cuidar de la enfermos
dedican sus vidas enteras,
es por eso que admiro tanto 
a las valiosas enfermeras.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

SOLEDAD.

Vieja amiga, llevas el nombre de mujer,
también el corazón, el coraje, el orgullo,
eres diferente porque permaneces callada,
Tranquila, apacible como inexistente para el mundo.
Soledad eres de conciencia vanidosa
de voluntad posesiva sobre el ser que escoges
Exiges demasiada lealtad a tu ser amado
Tu compañía es peligrosa porque acabas enclaustrando
A quien lo posees en tu oscuro y servil mundo,
Y lo secuestras para ti toda una eternidad.
En mi infancia y niñez jugábamos los dos juntos
En mi adolescencia comenzaste con tus coqueteos
Hasta que te propuse que fueras mi novia, tu aceptaste,
Juntos caminamos de la mano, tu conoces mis aciertos y errores,

En la penumbra de la noche en la alcoba te conté mis aventuras,
Esperaba que me regañes, y tu al contrario apacible me escuchaste.
Llegó el día en que decidí dejarte y sentirme libre.
Espere tu reacción de fémina herida por la más cruel traición
Pero no, tu serena te alejaste de mi camino.
Cuando en mi diario vivir he sufrido incomprensiones
Te he buscado y en la penumbra del silencio tu asomabas
en nuestras pláticas no habido discusiones ni nos hemos herido
al contrario, tú has sido muy buena amiga y consejera,
me has servido de inspiración para escribir mis versos.
has ido a toda parte y has estado atenta a mi ayuda
Ahora te propongo un nuevo pacto en nuestras vidas
Ven nuevamente a vivir conmigo, te prometo serte fiel.
los dos cual aves nocturnas nos adueñaremos de la noche,
el silencio será nuestro hogar y te aseguro
que conquistaremos la felicidad a nuestra manera.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

UN POQUITO DE AMOR.

 Solo quise dejarte un poquito de amor
al depositar un beso en tus suaves manos
como si fuera un toque de fugaz locura
como si fuera un ave que busca refugio

Porque el corazón es un murmullo sutil
que escribe nuestras frases en las páginas
del libro interminable de nuestra historia
donde la vida es ayer, hoy y mañana

Solo quise dejarte un poquito de amor
en la suave y dulce caricia de mis labios
a tus labios rojos que guardan el tesoro
del embrujo con el cual sueño día a día

Y es que guardo un momento de luz
de esa última intimidad maravillosa
como el tesoro que es nuestro siempre
cuando recorrí el camino a tus secretos

Solo quise dejarte un poquito de amor
en cada palmo de tu piel ansiosa de vivir
solo quise dejarte un poquito de amor
en la vereda de tus brazos hacia mi alma
ansiosa de recorrer el mapa de tu cuerpo

Guarda los deseos que hemos construido
con besos, caricias y suspiros en amaneceres
guarda la pasión que siempre nos esperaba
pacientemente al llegar el clímax de amor
donde nuestros ojos brillaban de complicidad

Solo quise dejarte un poquito de amor
en el umbral de nuestra madurez cercana
solo quise dejarte un poquito de amor
que me guarde un lugar en tu corazón
porque en la eternidad seré tuyo por siempre
y porque en el cielo de nuestras vidas siempre
guardaré como tesoro nuestro amor completo

MI AMOR POR TI.

Siempre has querido saber cuanto te amo
y yo nunca he podido explicarlo
pero si deberás queres saber lo grande que mi amor por ti puede ser
pues cuentas las olas del mar y veras que mi amor por ti nunca se podrás terminar
cuando veas las nubes pasar por el cielo recuerda lo mucho que yo te quiero
en la noche cada estrella que brilla es porque mi corazón por ti palpita
el aire que respiras afuera de tu casa equivalen los suspiros que salen desde el fondo de mi alma
recuerda amor mio que mi amor por ti nunca podre fingir
pues tu me haces sentir como la rosa preferida de tu jardín.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

FORJANDO SENTIMIENTOS.

Pleno de verdad esto que escribo
esperando lo que dice el silencio,
cuando la verdad duerme razones
escondido en el pensamiento frio.

Cumpliendo ochenta y siete años
el corazón repara con sus latidos,
esta pasión del poeta que escribo
mucha estrofa al versar que digo.

La prosa es conciencia de pensar
al redactar diciendo lo que debo,
recuerda que todos somos Vates
que rima todo escritor al amigo.
El ser de la palabra es esa pluma
para razonar todo lo que pongo,
para hacerle comprender a otros
la razón que deja lo que escribo.

Un giro de las letras son razones
preparando su decir a la palabra,
su razón que sabe lo que escribe
dejando a esta boca muy callada.

Silencio el pregonero de callarse
 reposa dentro su Alma espiritual,
que habla dormida al despertarte
   anunciando que vivir es sólo amar.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

LOS VERSOS HABLAN.

Habla el verso entre las rimas.
Con palabras de nostalgia.
Cargado de buenas nuevas.
Y de viejas destemplanzas,
que es en el hoy justiciero.
Como hablan las cigarras,
en su canto veraniego.
Enmudece ante las lágrimas.

Corazón que habla en las notas,
de sus latidos perennes.
Con el sonido estridente,
cuando su afán se desboca.
Y se apagan los luceros,
cuando el amor habla a solas.
Con la verdad en los ecos,
de los sonidos que afloran.

Llora el verso en las estrofas.
Que hablan de vidas perdidas.
Y son como perlas lúcidas,
los tonos de sus lamentos.
Reviviéndose el momento,
que fueron amor y dicha.
Y no cesa el cancionero,
de ser, la voz del asceta.

Sentimientos pasajeros, que en notas, 
van transformando las vidas.
Son los versos instrumentos,
de amor y eterna justicia.
Corazones al acecho, que están,
sintiendo en los pechos,
lo que los versos les dictan.
Amor ante los espejos.

Habla el verso en los silencios.
Como hablan las libélulas,
en el vuelo de sus días.
Y se callan los momentos.
Y se silencian las vidas, que van,
nuevas vidas descubriendo.
El amor habla a escondidas.
O a gritos, guarda silencio.

Habla el verso entre las páginas,
en las que escribe la vida.
Como el amor, como ánimas,
en la soledad transitan.
Son los versos, las palabras,
que en silencio siempre hablan,
en los verbos, en carne viva.
Palabras, más que palabras.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

…DE QUÉ ESTÁS HUYENDO?

Larga ausencia, lejanía que nos separa,

Muros puestos en desorden,

Laberinto sin señales.

¿Cuánto más hemos de seguir así,

Negándonos al menos un abrazo,

Un beso, una caricia?

Estoy cansado de andar huyendo,

Corrompiendo el lazo que nos une,

A la espera de que un día desaparezca.

Mis pasos no son suyos,

Y, sin embargo, usted me obliga a frenar,

Sus pasos no son míos, no me pertenecen,

Y, sin embargo, tozudo como siempre,

Yo la obligo a andar…

No aguantamos más cicatrices,

Y, aun así, yo solo quiero una herida más,

Una que me dé algo que contar,

Una que sea prueba de que viví,

La dulce constancia, de que me herí,

Sangré y sufrí, pero me volví a parar;

Y usted, cansada ya de todo,

Solo quiere resguardarse,

Vivir en un fortín de almohadas,

A la espera que esto deje de girar,

Pero, parece que no va a parar…

Quizás solo deberíamos mirarnos,

Aceptarnos y dejar atrás los reproches,

¿Quiénes somos para odiarnos,

Para repudiarnos sin piedad?

Quizás esta noche la luna salga,

Y con su tenue luz nos deje ver nuestras sombras,

Pudiendo así conectar nuestras raíces,

Logrando que nos perdonemos, que nos aceptemos,

Sin ninguna intención mayor,

Que la de ordenar estos muros,

Y señalizar este laberinto.

Para que al menos,

Después de cada larga ausencia,

Podamos contarnos al calor de una hoguera cualquiera,

Como es la vida de un cuerpo lleno de surcos,

O como se vive dentro de tanta felpa.

Para que de este modo, entre risas y anécdotas,

Aprendamos un poco de la experiencia ajena,

Recordando lo que el tiempo ha hecho de nosotros,

Hasta que un día, nos separemos nuevamente.





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

BAJO LA LUNA HERIDA.

En la noche de tus ojos,  
cantan las estrellas,  
susurros de un viento  
que acaricia la arena.  
Bajo la luna herida,  
un lamento se asoma,  
un amor que es sombra,  
un deseo que asola.

El río murmura secretos,  
los álamos temblando,  
como un corazón partido  
que busca su canto.  
Cierzo de recuerdos,  
la tierra se abraza,  
y el eco de tu risa  
es el sol que se desplaza.

En la fragilidad del tiempo,  
la vida se hace danza,  
y aunque mis pasos tiemblen,  
te llevo en la balanza.  
Eres un suspiro,  
un verso, un destello,  
en el jardín de mis sueños,  
mi eterno anhelo.





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

UNA PLUMA NARCISISTA.

Nada como escribir en prosa
Con tu tinta rencorosa
Que por no escribir ayer
Hoy me mira recelosa.

con ganas de crear arte
Y Te mojas por crearlo
Y a la hora de empuñarte 
Sangras todo lo que canto.

Pervertida pluma mía 
amas esto más que yo
Y mientras yo te sostenía
diste vida a un cantautor

Ese talento tuyo 
Que proyecta emociones
Como tiempo es que yo fluyo 
Al moverte en los renglones

Haces que aquellos que ya amaron
quieran volver a amar
que el corazón que les robaron
lata una vez más 

que un dolor indescriptible
sea claro como cielo
y se sienta sin vivirlo
Como un beso traicionero

eres libre y arrogante
no dudas tu talento
tratan de imitarte y 
los dejas sin aliento

no eres humilde ni lo intentas
me conviertes en artista
escribes como dioses sueñan
mía pluma narcisista. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

TODOS TUS ROSTROS.

Hoy he vuelto a sonreír,
he regresado a nuestra casa
-tú, ya no estabas allí-,
y he encontrado en los cajones
todos tus besos, todas tus frases
y todos tus rostros.

Envuelto en recuerdos me he dejado llevar
hasta aquellos días de espuma y de sal,
aquellos días en los que escuchábamos
 a las estrellas fugaces deslizándose en el cielo
y me he debatido entre mis diferentes vidas
y mis inevitables muertes.

Recordé aquella noche, tú dormías plácidamente
rodeada de nubes grises y sábanas de seda,
me alejé lentamente
en medio de la luz lunar -cálida y radiante-.
Y aquella noche fui feliz.
Aquella noche pude morir en paz.

Esa tarde no descansaron ni los domingos,
todos huían de las punzantes gotas de lluvia,
yo me quedé con el trueno y el relámpago,
en medio de la tormenta fría y desapacible.
Y aquella tarde no quise mirarte.
Aquella tarde pude morir de dolor.

Aquel amanecer el aire trajo secretos y dudas,
el ambiente parecía hostil y el odio se palpaba…
no pude escuchar tu corazón,
fui el objetivo de la oscuridad de tus ojos
y aunque debía haberlo hecho, no pude huir de ti.
Aquel funesto día pude morir por ti.

Esa última mañana fue esquiva,
oscura, desagradable, sin tiempo…
Ya nada sería igual y de alguna manera
tu último rostro no me gustó absolutamente nada.
Esa última mañana perdí la esperanza,
pero encontré la manera de vivir sin ti.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

CÍELO AZUL.

El tiempo arreglará

lo que el viento se llevó

el sol saldrá 

tras una tormenta campal

las flores lograrán

consigo conservar

esos buenos momentos

que alguna vez compartimos

el cielo azul

bello como el mar

será el testigo

de nuestra historia por la eternidad

las hojas que se secan

dejando paso a otras nuevas

me recuerdan a ese día

en que me dijiste a la vez

como querías volver

y no podía soportar

la idea de perderte otra vez

asi que decidí borrar

y alejarme una vez más

porque todas las historias

siempre terminan igual?

no te guardo rencor

no nos supimos protejer

de aquello que nos hería

que no podíamos ver

el cielo guardará 

esa promesa que nos hicimos

el mar protejerá

esas risas que dejamos atrás

y el sol brillará

tras a nuestra historia ponerle un final

un arcoiris aparecerá 

en ese cielo azul

sabiendo que después de tantas lagrimas

solo las sonrisas valen la pena recordar




Autor 

Antonio Carlos Izaguerri 

CAMINOS ENLAZADOS.

La voz del perdido no sale en la historia,
en la sombra camina, sin rumbo ni gloria.
Susurra en el viento, su lamento sin par,
ecos de un pasado, de sueños marchitos,
busca en el silencio, los rostros perdidos.La luna lo abraza, testigo de su andar,
mientras las estrellas, su tristeza van a contar.
Cada paso resuena, en la noche estrellada,
la voz del perdido, en su alma atrapada.
El dolor es algo que me acompaña,
como sombra persistente en la noche extraña.
Busco huir, pero siempre regresa,
en cada rincón, en cada tristeza a mi y para poeder vivir me acostumbro a vivir con su existencia A veces me pregunto si hay un camino,
si en el horizonte brilla un destino.
Hablar con alguien, un susurro sincero,
puede ser el bálsamo que cure lo fiero.Escribir mis penas, dejar que fluyan,
las palabras son alas que al alma construyan.
Ejercicio y risa, un momento de paz,
en el movimiento, el dolor se va atrás.Meditar en silencio, encontrar mi verdad,
en el aquí y el ahora, hallar la libertad.
Nuevas experiencias, abrir el corazón,
en cada paso, una pequeña sanación.Permitir sentir, sin miedo a la herida,
es parte del viaje, de esta vida compartida.
Así, poco a poco, el dolor se disipa,
y en la luz del mañana, mi alma se equipara.
El dolor es algo que me acompaña,
pero en cada latido, la esperanza se baña.
Busco huir de sus garras, de su frío abrazo,
encontrar un refugio, un cálido lazo.A veces me pierdo en la niebla del día,
pero en el fondo, una voz me guía.
"Recuerda", susurra, "que todo es temporal,
las tormentas pasan, vuelve la claridad".Río con amigos pocos y con la familia que la vida me regaló prestada de corazón pero se también que no es mia pero si supieran que me encantaría que me sientan parte de ella comparto una risa,sus dolores frutaciones y alegrías estoy solamente estoy
en esos momentos, el dolor se desliza.
Las memorias se entrelazan, el amor se hace fuerte,
y en el calor de la amistad, enfrento la suerte.Practico la gratitud, en lo simple hallo brillo,
una taza de café, un abrazo sencillo.
Cada pequeño gesto, cada instante vivido,
se convierte en un faro, en un sueño querido.Así sigo adelante, paso a paso, sin prisa,
con el corazón abierto, dejando que la brisa
me lleve a nuevos rumbos, a paisajes de calma,
donde el dolor se transforma en fuerza en el alma.

El dolor es algo que me acompaña,
pero en cada suspiro, la vida se baña.
En la lucha diaria, encuentro mi voz,
transformando el sufrimiento en un canto atroz.

Las cicatrices hablan, cuentan historias,
de batallas ganadas y viejas memorias.
Cada lágrima caída, un río que fluye,
en su cauce, la fuerza de un alma que huye.

Busco en el arte, en la música y el verso,
un refugio sagrado, un abrazo diverso.
Pinto mis miedos con colores brillantes,
y en cada trazo, los vuelvo vibrantes.

Salgo al mundo, respiro su esencia,
en la naturaleza hallo mi presencia.
Los árboles murmuran, las olas susurran,
y en su sabiduría, mis penas se curan.

La vida es un viaje, un constante vaivén,
entre sombras y luces, entre el dolor y el bien.
Así sigo adelante, con fe renovada,
sabiendo que el dolor es solo una jornada.

Cada nuevo amanecer trae consigo la promesa,
de que tras la tormenta, llega la belleza.
Así, con valentía, enfrento el destino,
transformando el dolor en un camino divino.
Muchas veces me despierto con el alma rota,
en la penumbra, la tristeza me agota.
Los ecos del sueño traen sombras del ayer,
y en el silencio profundo, me cuesta renacer.Busco en el espejo un reflejo de calma,
pero el dolor persiste, pesa en mi alma.
Las horas se arrastran, como un río cansado,
y en cada suspiro, siento el peso del pasado.Pero en medio de la noche, una chispa se asoma,
una voz que me dice: "No te sientas sola".
Las estrellas titilan, recordando su luz,
y en su destello encuentro un nuevo cruz.Camino despacio, con pasos temblorosos,
recojo los pedazos, los sueños valiosos.
Cada herida es historia, cada lágrima es vida,
y en el dolor profundo, hay una fuerza escondida.Así, aunque el alma a veces esté rota,
me aferro a la esperanza, como una flor que brota.
El amanecer llega, trayendo su abrigo,
Y también lucho para no rendirme,
aunque el peso del mundo a veces me oprime.
Con cada caída, me levanto de nuevo,
en el fondo de mi ser, hay un fuego que pruebo.Las dudas susurran, intentan desviar,
pero en mi corazón, hay un grito de amar.
Cada paso que doy, aunque cueste avanzar,
es un acto de fe, un motivo para luchar.Las sombras me acechan, quieren atraparme,
pero en mi interior, hay un brillo que arde.
Recuerdo mis sueños, los guardo en el pecho,
y en cada latido, encuentro mi derecho.No estoy sola en esta travesía incierta,
hay manos que tienden, hay almas abiertas.
En la lucha compartida, la esperanza florece,
y en el amor sincero, el dolor se estremece.Así sigo adelante, con el alma en alto,
cada batalla es mía, cada triunfo un canto.
Aunque el camino sea duro y el cielo gris,
en mi lucha diaria, encuentro mi raíz.

Los quiero tanto, Bilu y Tahiel,
en sus risas encuentro un refugio fiel.
Son luces en mi vida, faros de alegría,
en sus abrazos, la tristeza se enfría.Cada momento juntos es un regalo divino,
en su amor sincero, hallo mi camino.
Aunque el dolor me aceche y la sombra persista,
su presencia me abraza, su cariño me asista.Bilu, con su risa, ilumina el sendero,
y Tahiel, con su fuerza, me vuelve ligero.
Juntos enfrentamos las tormentas y el frío,
en su compañía, el alma se siente en río.Así, en esta lucha por no rendirme,
los llevo en el corazón, siempre a resguardo.
Con ellos a mi lado, el dolor se transforma,
y en cada nuevo día, la esperanza se asoma y pienso que el dolor si puede parar
Quizás ustedes creen que no me importan pero los quiero más de lo que creen

Quizás crees que no me importas,
pero re quiero más de lo que se reportaw.
En cada pensamiento, en cada suspiro,
Tu amor me envuelve, es mi mejor giro.A veces las palabras no logran expresar,
lo profundo que siento, lo que hay en mi andar.
Tú eres mi ancla, mi razón de seguir,
en los días oscuros, eres mi luz a seguir.
Bilu y Tahiel, su amistad en nuestro hogar,
en sus corazones, siempre quiero estar.
Aunque a veces me cierre, aunque dude y me esconda,
su amor me recuerda que el alma se asonda.Así que sepan, en cada momento,
que los llevo conmigo, son mi aliento.
No hay distancia que apague este lazo sincero,
los quiero inmensamente, eso es lo verdadero
, Tahiel y Bilu, vosotros 
son importantes en mi vida,
un regalo que Dios me ha dado,
una luz que siempre me guía.Su amistad es un tesoro,
un abrazo en los días grises,
en cada risa compartida,
encuentro motivos y matices.Gracias por estar a mi lado,
por ser parte de mi andar,
en este viaje llamado vida,
ustedes son mi hogar.
Quiero que sepais, de corazón sincero,
que pueden contar conmigo, siempre,
en las alegrías y en los momentos duros,
estaré a su lado, como un faro valiente.





Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

jueves, 10 de octubre de 2024

LLAMAME.

Si alguna vez en tu vida
sientes que la carga es muy pesada
que la cuesta es demasiado empinada
no te sientas vencida, ¡llámame!
estaré junto a ti. Para aliviar tu carga

Si por designios del destino
la tristeza invade tu alma
hundiéndote en la oscuridad
¡búscame! Secaré tus lágrimas con ternura
y volverás a sonreír como ninfa del amor.

Y si por capricho del destino
el llanto del inexorable tiempo
te arrincona en los brazos de la soledad
y el silencio se apodera de tu alma
¡llámame! te acompañaré y sonreirás.

Si alguna vez en tu andar
la traición atormenta tus sentimientos
rompiendo la confianza y el amor
y la desesperación se apodera de tu vida
¡llámame! Seré tu consuelo, lo olvidarás
y volverás a sonreír y amar.

Cuando la alegría te sonríe
por tus logros y triunfantes pasos
y quieres celebrar el merecido éxito
¡llámame! Te acompañaré
y con emoción brindaremos juntos.

En los momentos arduos y cansados
en la desesperación por la traición
en la soledad y el silencio
en la alegría y el triunfo
¡llámame! siempre estaré contigo.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

martes, 8 de octubre de 2024

¿CÓMO LLAMAREMOS A LO NUESTRO?

¿Como llamaremos a lo nuestro?  
Tal vez la luna y el sol,
o sencillamente tu y yo?
A caso seria un nombre apropiado!
El instante, de un eterno romance.
Te pregunto!
¿Será que buscamos bonitas sensaciones en sentimientos encontrados?
O nuestras emociones, empujan a nuestros corazones a latir a la par!
¿Y la ternura es tal, que hemos 
llegado al inicio de algo bello?
Y eso nos lleva a imaginar 
como será al otro besar.
Que nos intriga la idea,
de ese primer contacto de labios 
o aquella primera caricia.

El deseo nos pinta el horizonte  
y al mirarnos nos preguntemos,
¿Será que deseamos jugar?
¿O es solo un juego este deseo?
Y me detengo a pensar
como se sentirá el fuego, 
de nuestras miradas desnudas.
¿Juntos conoceremos el amor 
o, serán solo efímeros momentos?
Ya que al mirarnos, queremos despojarnos de la ropa;
pero la derrota sin luchar 
intenta ganar la batalla.
Mas un fuego dulce nos atañe, 
y nos empuja a brindar te quiero distantes, y me gustas disfrazados.
Cada frase que pronunciamos 
es un reflejo de pasión reprimida.
Un libre albedrío cautivo 
un grito silente, o quizás simplemente, un cumulo 
de temores cobardes
que distraen a la razón.

Hemos acordado que vamos  
a enamorarnos sin prisa,
que los latidos resuenen en silencio,  
conteniendo ese grito que espera 
ser oído.
Pero las dudas del como será,
que pasara vienen y van.
¿Será un beso y despedida?  
O será un impacto en el alma.
Un laberinto de miedos 
nos encierra, pero la
atracción nos hace libres.
Al tiempo que el lenguaje de la piel 
nos incita a descubrir en secreto la trama, antes de llegar a la cama.
Pero el deseo nos llama 
y nos enciende en llamas, 
cada que la duda se apaga.

Llevo a la fecha ciete 
pasificos desvelos en
prolongadas noches de amor.
Con un número imaginario de besos 
todos, con sabor a ti.
En mi imaginación lento, nos besamos a prisa, y nos amamos 
entre placenteros murmullos.
Tu mano en mi espalda es la chispa que falta a la hoguera, y todo se enciende; me quema la piel cada beso.
Al sentir nuestros cuerpos 
hablar en lenguaje de fuego.
Y en esa danza entre sombras, 
aquel enigma eterno,  
es solo un instante 
que se vuelve infinito.  
Me gustaría llevar a tus sentidos 
más allá de los límites, reiteradamente.
aceptas?

DOLOR ACÉRRIMO.

Y fue el amor un dolor acérrimo,

y tan fuerte como la gran pena,

o el gran sufrimiento en más condena,

hay dolor con lágrima en ubérrimo,

 

si se fue el amor y más incierto,

y cuando el alma corre en locura,

como una gran verdad en tortura,

y con un miedo en pena y tormento,

 

dolor acérrimo es desventura,

y como la gran condena en pena,

y ser como un dolor en segura…,

 

mala atracción en oscura escena,

cuando el dolor acérrimo dura,

al tiempo con lágrima serena…




Autor 

Antonio Carlos Izaguerri 

TE AMARÉ POR SIEMPRE.

En la inmensidad de mis sueños
 llegaste y te paraste frente a mi
y tu linda sonrisa se penetró en mi ser,
te acercaste y acariciaste mi pecho
y me preguntaste
¿que ya no te duele? y lloraste.
Entonces pude palpar tus manos
de papel cálidas y temblorosas
que me dejó extasiado con tu carita angelical
pues sentí que me amabas y regresabas a mí.
Me besaste fuerte y me abrazaste
y en los postigos de mis sueños
entré en una inmensa realidad
en la que nuestro amor se regocijaba y volvía a vivir.
Nos besamos con ardor y pasión
y claro dejamos fluir toda nuestra pasión de amor,
 gritaste que me amabas y volviste
abrazarme fuerte y al besarme me mordiste.
 Entonces fue ahí que desperté
  y solo había sido un sueño,
sueño de un loco y demente ido
que al despertar no sentí más
que la humedad en mi almohada por mi llanto.
TE AMARÉ POR SIEMPRE. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

BAILANDO CON EL TIEMPO.

Tiempo…te dejaste atrapar ahora
 hoy serás mi compañera de baile
cuanto durara?... no lo sé
Ahí vamos…tú con tu mejor paso
y yo… mejor imposible

Toma mi mano y bailemos
no importa ya el ritmo… tropezaremos, pero sonreiremos
Esta melodía ... ya suena dulce y suave
mis oídos se entusiasman
es mágico y sublime

Viajemos por el mundo
Sin llevar nada... que no nos pese o enrede …nada
Tiempo...tiempo aprieta mi mano y sonríe ...haz que te siga
que no sea tiempo perdido…nuestro tiempo
 así se esfume… perdurará

Atrapados en un mismo ritmo bailaremos por siempre
entonados o desentonado pero juntos
en un espacio grande o pequeño …daremos muchas vueltas

Tiempo bueno …solo bueno
te hablo al oído
De esas cosas que ya tú sabes de mi
y ahora regresemos al inicio de esta música
para volver a bailar una vez mas

Ya no importa si la luz es tenue o fuerte
porque nada falta para ti … ni para mi

Despacio... despacio sin apuros
que el tiempo es nuestro… solo nuestro
Ya cuando esté a punto de acabar esta melodía
avísame para abrir mis ojos
Y termine con este maravilloso sueño que empezé contigo




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

O ESCRIBÍ.

Y si me lo preguntas, ya escribí sobre todo, ya escribí sobre los mares, sobre la noche, sobre el día, sobre el amanecer y sobre el atardecer. Y si me lo preguntas, yo ya escribí sobre todo.

 

Escribí sobre las miradas, sobre los labios, sobre las sonrisas, sobre los cuerpos, sobre las cicatrices, sobre los lunares. Y si no me lo preguntas, quiero que sepas que yo te escribí, así como también escribí sobre la soledad, sobre el reflejo en el espejo, sobre los monstruos debajo de la cama, sobre eso que se esconde dentro del placard.

Escribí sobre el miedo, sobre la felicidad, sobre el desamor, sobre el amor. Y si me lo preguntas, de seguro que yo lo escribí. Escribí sobre las canciones, sobre la música, sobre la pintura, sobre el dibujo.

Escribí sobre el sueño, sobre el deseo, sobre la pasión. Y si me lo preguntas, de seguro que lo escribí, pero puedo seguir haciéndolo. Porque afortunadamente siempre hay otros cuerpos, otras miradas, otras sonrisas, otras cicatrices, otra luna, otras estrellas, una posición diferente del sol, otros mares, otras montañas.

Y si me lo preguntas, sí, de seguro que lo voy a escribir, porque es algo que ya nació conmigo y seguirá conmigo, es algo que vive por siempre y para siempre dentro de mí.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

lunes, 7 de octubre de 2024

TEMBLANDO DE AMOR

Fue fácil ,sentir este amor por ti

Enamorarme, de tan sólo verte.

Y así , lo decidió mi alma , quererte 

Aquella tarde, al pasar junto a mi

 

Hermosa y extasiado, me quedé 

y prendido, de amor por tu mirada.

¡Hablaban ! y te sentí enamorada

Te juro , que de verte , me enamoré 

 

Difícil , declarar mi amor, al verte

especial e inalcanzable para mí

Y quedó mi alma cautiva por ti

en aquella mirada de la suerte

 

Pasarón los días y pensaba en ti 

aurora de mis días mis mañanas

dueña de sueños, mis noches, mis ganas.

¡Angustia y pensarte me consumía.!

 

Volverte a encontrar ,fue mi alegría,

Decir que te quería , me daba el valor

Juré declararte en tus ojos mi amor

Y el quererte tanto , el temor me invadía.

 

Tiemblan mis manos, y sentí perdido

ahogaba, él fuego de mi pasión 

Palpitaba tan rápido mi corazón 

Y el amor me cerraba mis sentido

 

Mudo, ensimismado ,y ni un sonido

Ni siquiera una palabra pronunciar 

 y mi alma no se quería silenciar 

Sonreiste, y fue todo un acto seguido

 

Y el viento que te quiso despeinar

con mis manos dulcemente te acerqué 

 tu boca , buscó la mía y te besé 

Te besé y te volví a besar y a besar

 

Y yo temblaba de amor, de pasión 

con Humedas que estaban mis manos 

Acariciaba tu rostro y dije te amo,

Te entrego mi alma , vida y mi corazón 



Autor 

Antonio Carlos Izaguerri   

CÁSATE CONMIGO.

Te confesaré algo muy urgente, el asunto es el siguiente;
estas tres anteriores noches
he estado peleando con Morfeo,
tratando de entender……
¿porqué? cuando te veo me bloqueo….
¿Porqué? siento un calor agradable recorriendo todo mi interior
con el simple hecho de verte sonreír....
¿Porqué? siento un vacío cuando tú no estás cerca de mí.
La conclusión es que me enamoré perdidamente de ti.
Mi alma vibra cuando percibe tu aroma,
Porque para mi eres una campeona y tierna
como una paloma.
¡No se si es el destino!
pero anheló casarme contigo;
poder despertarme con tus besos,
disfrutándolos como ricos caramelos.
Poder cocinar juntos los desayunos más locos
que calmen nuestros antojos
y jugar como los niños en los días lluviosos.
Eres hermosa como Jerusalén y
aunque pase el tiempo
mi corazón seguirá ardiendo de amor por ti
siendo tu voz mi más bella sinfonía
perdóname pero tú ya no sales de mi memoria
 contigo quiero vivir una linda historia.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

ME ENAMORÉ DE TI.

Que angustia sensación tengo yo
cuando estas junto a mí
no entiendo porque actúa así
mi pobre corazón
no sé lo que me pasa corazón
estoy perdiendo la razón por ti
en mis sueños te veo junto a mí
perdóname mi amor.
Las ganas me atormentan corazón
de estrecharte en mis brazos
bella flor
y decirte que te amo dulce amor
que ya no puedo más
tu mirada tus labios de carmín
me exigen que yo pierda la razón
 este secreto llego a su final
yo te amo con pasión  
El corazón me exige que,
que ya no calle más
y la razón con miedo esta
 que me digas que no
yo no tengo la culpa corazón
perdóname nunca lo quise hacer
 perdóname mi vida es la verdad
me enamore de ti 
No sé lo que me pasa corazón
estoy perdiendo la razón por ti
en mis sueños te veo junto a mí
perdóname mi amor.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

LAS BRUJAS SE ENAMORAN DE MÍ.

Si llegan las brujas
a mi humilde mundo
me defenderé con mi inmortalidad
y con hechizos de libertad, 
si me atrapan las brujas 
me defenderé con lanzas 
y grandes espadas, 
si las brujas me quitan la calma
yo les quitaré su alma
y las quemaré en la hoguera,
si las brujas atacan en mis sueños
queriendo besar mis labios
y conquistar mi corazón
me defenderé con un talismán
o con un atrapasueños,
pero si las brujas
se convierten en bruma
o en penumbra
y quieren apoderarse de mí
necesitaría el amor y la pasión 
de mi diabla bella amante: tú



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

EL AMOR ES ETERNO.

El amor es como la vida
porque no hay nada escrito 
y cuando uno se enamora 
cree que nada es finito.

Creer que nada es finito 
es vivir una una ilusión,
porque todo tiene un final 
y no hay reanudación.

Cuando la vida termina
no hay forma de regresar,
porque el amor y nunca muere
porque di es inmortal.

Uno puede prometerse
amarse toda la vida,
pero algún día llegará 
el día de la despedida.

Es muy triste pensar
que después de tanto amarse,
el día en el que uno se va 
nada podrá llevarse.

Cuando piense por la noche
me desvelo y no duermo,
se que la vida termina
pero el amor es eterno.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

domingo, 6 de octubre de 2024

LA QUE UN DÍA FUE...

Tersura en su piel, radiante y sombreada,
De alma clara como el agua cristalina,
Ella fue mi pareja. 

Aquella que un día me enamoró,
Con su sonrisa lozana y tierna mirada,
La que hoy ya no está.

Por la que le escribía poemas,
Fuente de mi inspiración sin medida,
¿Dónde estará su corazón sincero?

Aquella que siempre me respetaba,
Digna de admiración y respeto,
Inocente, incapaz de hacerme daño,
Ya no está presente.

Ella sabía caminar por senderos angostos,
Sostenerse en terrenos resbaladizos,
Creía firme en su fe en Dios,
Pero ya no queda rastro de ella.

Busco a mi medía naranja,
Aquella cuyo cuerpo y pensamientos eran míos,
¡Mi amor de antaño!
La que sabía amar.

¿Dónde la encontraré?
Daría mi retorno por hallarla,
Como la de antes, tal cual, cómo era.

De repente hoy la vi,
¡No sé si es ella!
Se parece tanto
¡Pero no!
Es otra que pretende usurpar,
Su lugar en mi corazón.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

ECOS DE ESPERANZA.

En el juicio sin compasión hacia otros,
es como escupir al cielo por no tener estrellas,
pues se apaga la luz del entendimiento,
y se quiebra el vínculo entre las huellas.

Cada crítica es una sombra en la noche,
oscureciendo el camino de la empatía,
en vez de sembrar paz con cada derroche,
se siembran espinas que hieren el día.

No te burles de los defectos,
ni de la sombra que proyecta el tiempo,
pues cada paso, cada intento,
teje historias de corazones rectos.

No siembres dolor en terrenos ajenos,
pues el bien y el mal retorna multiplicado,
en espejos de luz reflejado,
donde el alma encuentra sus pliegos.

Cada acción tiene su eco,
un reflejo en el sendero,
que regresa como un vuelo,
de palabras que te acompañan en el retroceso.

De los errores se cosecha enseñanza,
en cada caída se halla la esperanza,
y el esfuerzo deja su estampa,
en la senda que la vida lanza.

Es cierto, en la pérdida también se gana,
la experiencia, sabia compañía,
que guía con sabiduría,
en cada paso que el destino marca.

Es mejor ser luz que ilumina el sendero,
como estrellas brillando en el firmamento,
y ser eco de amor, no de desespero,
donde cada palabra sea un aliento.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

POBRE DE MÍ.

Pobre de mi¡ vana existencia

que el pecado a cometer,
fue tal vez quizás nacer
rodeado de riquezas.

Pobre vida, de mortal
siendo noble entre plebeyos,
aunque así nací, no entiendo
la pobreza a soportar.

Pues hay mucho que el dinero
con su poder y valor,
nunca puede controlar

Y siendo rico a matar
pobre soy de corazón
y pobre en necesidad.

Acaso puede comprar?
la amistad, la compasión
acaso el dinero te da?
esperanza o devoción.

Pobre de mi¡ que nací
rodeado de tesoros
y perdí los mas valiosos,
por mi forma de vivir.

No han sido para mi?
mis verdaderas riquezas
esas cosas tan pequeñas
que por pequeñas que sean,
son valiosas en grandeza?

No he sido rico quizás?
al ayudar al que pide,
o negar al que me exige
sin conocer la verdad.

Pobre de mi e inocente
que he vivido sin saber,
que no por mucho tener
hay de ricos que no tienen
incluso para comer.

Y son ricos de verdad
y disfrutan lo que pueden,
las riquezas las prefieren
en su manera de ser.

Pobre de mi que nací
siendo pobre de verdad,
y en la vida aprendí
que el dinero solo da,
la falsa felicidad
porque el rico no es feliz
ni la sabe disfrutar.


Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

EL NAVEGANTE TRAIDOR.

Déjame en el muelle, no busques mi abrigo,  
no busques mis dulces palabras.  
que las olas te susurren nuestra historia como una maldición.  

Déjame en el muelle, y no regreses jamás.  
Marinero traidor, clavaste un arpón  
donde sabías que me dolía,  

Me diste tu mano, y mientras acariciabas mi rostro,  
se ocultaba tu intención.  
Puede ver tus ojos negros vacíos como esa 
sombra que oscurece la luz de la luna.  

Marinero con corazón de hiel,  
navega y vete lejos en el mar embravecido.  
Que las tormentas te envuelvan en su furia,  
y en los golpes del agua llores por mi ausencia,  
que tus gritos se pierdan en la profundidad.  
Recuerda, traidor, que la sirena que amaste  
no es solo un canto, sino un lamento.  
El dolor de mi canto se ahoga entre las olas,  
y tú, con tu corazón de hielo,  
navegarás solo, cargando la culpa.  

Déjame en el muelle,  
donde el sol se pone en este crudo amanecer y el mar se despide,  
porque en el silencio que dejas,  
en la brisa que sopla,  
mi espíritu se libera,  
y en mi ausencia,  
te perderás en la eternidad.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

NO SOY POETA.

Los que no somos poetas
ponemos corazón y cabeza
en perseguir en cada poema
algún átomo de belleza.

Nos emociona una flor,
y nos remueve las entrañas
la incierta luz de una mañana
cuando amanece el sol.

Intuimos que en las gotas
de cristal de la lluvia en una hoja
se oculta un secreto hermoso
que no se percibe con el ojo.

No somos capaces de traducir
la melodía de un cielo estrellado
y no podemos describir
la música que hemos escuchado.

De nuestros pobres dedos
se destilan absurdos ripios
que quieren ser versos
sin final ni principio.

No sabemos extraer el oro
del mundo que tocamos
pero conservamos enterrado
el acervo de un inmenso tesoro.


P.D. He conseguido desarrollar esa espiritualidad que no es fácil de adquirir por mi mismo, 
que no nace del alma, es una intuición extra. 
Es como si dentro de mí 
alguien me fuera dictando algo que no conozco, 
el espíritu del más allá de lo divino. 
 La poesía es una divinidad, 
el poder llegar al alma o al corazón de otros 
por medio de versos, no lo hace cualquiera, 
sólo quien posee un Don del Espíritu. 
Un poeta que deleita con el verbo, 
así como la poesía. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

sábado, 5 de octubre de 2024

PEDACITO DE CORAZÓN.

Llegaste oronda a mi vida,
no sé cuándo, cómo ni por qué,
pero sé que al conocerte
fue como encender un lucero.

La distancia nos separa, nos aleja
y mis suspiros se pierden nublados,
pero yo te siento cerca.
tan cerca que anhelo besarte.

No sé hasta cuando estarás aquí,
pero mientras estoy vivo te amaré
viviré la dicha de verte sonreír,
de soñar, de creer y de amar.

Quizás algún día te irás
o te quedarás para siempre,
pero siempre estarás dentro de mí
en un pedacito de mi corazón

Y si un día decides irte
atravesando el tiempo y la distancia,
te llevarás en las alas de tu alma
un pedacito de mi corazón

No sé qué tan grande es tu amor
ni hasta cuando podré amarte
mientras el reloj siga marcando
te llevarás un pedacito de mi corazón. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

CONTIGO COMPARTO MÁS QUE UNAS POCAS LETRAS.

Sé muy bien que eres una persona libre y de pensamiento evolucionado,
La cual brinda algunos momentos del día para airar el alma y rejuvenecer el corazón
Teniendo como resultado unas lindas letras que destilan sentimientos muy bellos y luego aquellas letras perdidas detrás de un sueño, una añoranza o deseo por cumplir.
 
Me gusta mucho tu pensamiento libertario de mujer, cuando como el quijote, dejas tus armaduras al pie de nuestros noche y sales conmigo tomada de mis letras y esperanza. Así desnuda de compromisos terrenales y buscamos un lugar cerca de afrodita y nos entregamos en esa realidad alterna que hemos creado para amarnos.
 
La libertad no es volar solo o no estar con nadie. Es encontrar ese corazón peregrino que quiera compartir los latidos y hacer una canción. Lejos de intereses, distante de los vacíos del alma y esas aguas turbulentas de las confuciones del espíritu. Libres para amar, entregarse, estar con esa persona, por ser el sueño anhelado
 
Para algunos amantes. Estar lejos de la amada es un tormento del pensamiento y la inquietud del corazón que revota en el pecho solo unas pocas veces, mientras contempla su retrato o leen sus escritos, los besos son realmente besar una hoja en blanco y abrir la ventana a los susurros de su almohada y vivir imaginando
 
En este imaginario dual, de dos mentes que comparten el mismo corazón, ríen con el mismo tono y los besos son letras aderezado de miel, que sueltan sus letras e imaginación su caminar tomados de nuestras metáforas y buscando ese traje discreto que tendrán nuestras letras para besarnos sin que nadie se lo imaginen. 


Autor 
Antonio Carlos Izaguerri.

ESTAR CONTIGO.

Justo no sería, no;
el amor dio sus avisos,
y después de tanto tiempo
habiéndote perseguido,
buscando por tantas cosas,
por tantos cielos perdidos,
buscando por tantos mundos
y todos ellos distintos,
con los presentes abiertos
y pasados concluidos,
no sería justo, no,
no poder estar contigo.

Y no es razón, no sería,
no andar por ese camino
donde dejaste las huellas
tan vibrantes, con latidos,
marcando la dirección
con un único sentido,
al convertir tantas dudas
en sentimientos sencillos,
por borrar todo final
y no borrar el principio,
no será nunca razón,
no poder estar contigo.

Todas las causas perdidas
que quieran tener un sitio,
se tornarán inocentes
como sonrisas de niño,
esas que siempre enamoran
cuando te ofrecen cariño,
causas ajenas, propias,
del entrañable sonido,
y podrán dejar de dar
las aguas de intenso frío;
ninguna habrá que motive
no poder estar contigo.

Todo podrá seguir bien
porque será muy sencillo;
cadenas suaves de lana
con sus dorados anillos
sin los cuándos ni porqués,
sin saber de los motivos,
pues no importan tiempo y vida
ni lo que dicten destinos,
ni lo bueno por creer,
ni lo malo ya creído,
si solo un espacio existe,
y en él, puedo estar contigo.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

PRELUDIO DE AMOR.

Quiero que ames mi cuerpo seco sobre la tierra fértil,
y me mojes con la lluvia de tus besos.
Abrázame fuerte contra tu pecho firme
y susúrrame al oído con la ayuda del viento,
que me amas con locura;
 y escucharé el canto de los ángeles mientras me das un beso.

Mi boca buscará incesantemente
 la tuya, y recorreré tu cuerpo
con mi respiración profunda,
y palpitaran las campanas de mi alma;
tu harás lo mismo en mi cuerpo,
 y nuestras campanas internas tocarán una sola melodía.

Mis manos tocarán tu cuerpo,
y con las yemas de mis dedos 
rosaré tus fibras,
y moveré mis manos con tal delicadeza,
que no querrás que pare,
hasta que asciendas la cúspide sagrada.

Besaré despacio tu cuerpo palmo a palmo,
y te escucharé nombrarme entre dulces gemidos,
y mi nombre escucharé con más sentido,
cuando bese tus labios, tus labios embriagados.

No pararé de amarte hermosa mía,
no pararé de decirte cada día,
que te amo con locura y sin engaño,
y que mis días y mis noches
a tu lado serán una loca fantasía.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

ROBO DE ALMAS.

Después de haber lanzado, la última carta el restos de las cartas se desaparecieron y todo en el lugar se evadia por un sinnúmero de cuerda mal tocadas tanto que su sonido era irritantante, mientras que la mujer del vestido rojo no dejaba de lado su seducción, la confusión en la casa era tan grande que los espejos se trizaban, mientras que las sombras se agrupaban cada hilo se cortaba, la casa se volvió muy grande que cada paso se escuchaba¿quien era la mujer de vestido rojo y que buscaba?.

Se llevó todas las miradas, y con el olor de su pefume y su labial deslumbraba, que demonio más hermoso de aquella noche, nadie sospecho que con su cara de ángel que, el alma les robaba. 




Autor 

Antonio Carlos Izaguerri 

SIGO BUSCANDO TU AMOR.

Por donde yacen las almas
en caminos escabrosos,
donde mueren las fragatas
destrozadas por cañones
reposadas, en el fondo.

A donde mueren estrellas
agonizando su luz
entre destellos fugaces,
donde surgen los lugares
en que la muerte no esperas,
donde reina la inquietud.

Donde la luz de las vela
marca el camino perdido,
en el fondo de un abismo
de escarpadas cordilleras
mi corazón, esta hundido.

Por donde nadie ha sabido
resurgir de su miser
donde la carne y la pena
sin saberlo, se han unido
por combatir esa guerra.

Pues allí, me encuentro solo
buscando lo mas querido,
un arpón que se ha torcido
dando golpes en el lomo,
de un amor que no ha tenido.

Y buscándote me fui
a lugares sin regreso,
arrastrando sentimientos
que no me dejan vivir
ilusionado, a tu encuentro.

Entre las almas perdidas
y galeones hundidos,
las estrellas se han rendido
a la luz de aquellas velas,
sin dejar aquel abismo.

Y te busco, y no te encuentro
y sufre mi corazón,
y perdido entre los tiempos
sigo buscando tu amor,
por los sitios, mas siniestros. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

TE FUISTE.

Te fuiste sin decirme nada, te fuiste dejándome solo al caer el alba.

Te fuiste y la razón no lo sé, me intriga, el lado donde duermes en la cama seguía estando tibia, vacía.

Desde ahora me quedo solo por las mañanas con una taza de café en la mano observando por la ventana.

Mi mirada perdida al horizonte preguntándome que hice mal, cuál fue mi error para que me abandonaras.

Te fuiste sin darme explicación, ahora me encuentro solo y para colmo suena en la radio aquella tu favorita canción.

La casa, el patio, las mascotas, sin ti todo será distinto, que fue lo que pasó, ¡dime!, cuál fue el motivo.

Te fuiste y yo aquí sentado tomando el sorbo del café amargo sin azúcar, así como a ti te gusta.

El sol penetra los cristales iluminando la cocina, más yo con el corazón a oscuras llorando tu partida.

Te fuiste sin dejar aunque sea una carta de despedida, esta incertidumbre me atormenta, me fulmina.

Camino por cada rincón imaginando que solo te escondes por la casa, parezco un loco, quiero más café, voy por otra taza.

Te fuiste sin pronunciar una sola palabra, trato de mantener la calma, busco tu mirada.

Te fuiste y no sé que hacer, más queda esperar a que el tiempo me sane si sano, pedirte a que vuelvas supongo que seria en vano.

Te fuiste y ahora como superar esas noches donde ya no usaras mi pecho como almohada mientras tus manos me acariciaban.

Te fuiste y ahora a quien traeré el desayuno en la cama, jugo de naranjas, queso en rebanadas y pan tostada.

Te fuiste quedando tu esencia presente en mi mente, sin embargo tú, tú para mis manos y mis labios estás ausente.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

A UNA MUJER QUE QUISE.

Yo besé sus pies, tan suavemente, sus pies plateados y finos que se perdían en el follaje de la alfombra.

Recorrí cada vía que volví poesía con tan solo un suave y sutil beso, quiso decirme algo pero la ahogue en un enorme beso profundo, de esos que penetran el corazón más basto y puro que existe.

Casi desnuda ante mi, pude presenciar que me amaba, sus labios marchitados daban el éxtasis perfecto, cayendo como un relámpago entre la cortina de sus pestañas fugaces.

Entre cerrando sus ojos, los bese tan duramente y apaciguado que me compartió sus sueños mediante el beso más profundo que he dado nunca, ahí quedaron como intrusos mis labios, impregnados como un aroma fuerte en su cuerpo semidesnudo.

Una invasión de besos le recorren los pies, la finura de sus uñas curvas como su cintura delgada y gruesa, ¡Ay! que de mi nunca se vayan mis dedos largos que recorren como un tren a paso violento lo prohibido de su cuerpo.

Soy esa eva, que mordío la manzana que emergia de su cuerpo prohibido.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

POEMA PARA MI MUSA.

Te entiendo, vivimos en un tiempo donde se perdieron los te quiero.
Los que se dicen en persona, los que te deshacen por dentro de los nervios
Con lo que sientes que te falta el aire, pero a la vez te sientes muy bien
Sonando melódicamente dentro de ti canciones de un instante. Se siente bien

Es difícil amarte a distancia, y complicada la forma en que indirectamente hablamos
¿Por poemas? Somos creativos, es verdad, pero no podría dejarte ir sin verte una vez más
Saber si el tiempo hizo sus labores, o solo se pausó un instante por unos cuantos años
Verte y sentir faltar el aire en mis pulmones, es evidencia suficiente para quererte aún más

He notado que somos dos mundos que no se supieron comunicar de forma correcta
Odiamos hacerlo por lo digital, amamos vivirlo caminando en una plaza, en un extenso atardecer
Sin embargo, daré mi primer paso, “Hola, ¿quieres salir para perdernos en el extraordinario mundo real?”

SI ( )
NO ( )


Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

SIEMPRE APARECE.

Siempre aparece el amor.
Un felino sigiloso.
O un potente torbellino,
que arrolla todo y se crece.
Un susurro entre los ruidos.
O una voz, melosa y suave.

En el interior se oculta.
Por fuera luce y reluce.
Como la emergente fuente.
O un lago interior que sufre.
Aparece entre las dunas,
del surtidor de la mente.

Corazones que se arrugan.
Perdidos sueños que hieren.
Y una flor que se marchita,
entre jugosas simientes.
Ya los sueños no madrugan,
dormidos son para siempre.

Al amanecer renacen.
Entre sombras ya deslumbran.
Como ríos que se pierden,
en los mares que le abruman.
Y sofisticadas voces,
llaman a gritos que vivan.

Como brazos que se extienden,
son los amores que nacen.
Como flores emergentes,
vistiendo de sol la tierra.
En la fructífera siembra.
Las voces de los amantes.

Siempre aparece el amor,
para sorprender sin verle.
Como aparecen los duendes,
de los sueños en la noche.
Ya en hoguera el corazón,
al renacer, se convierte.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

ANÉCDOTA NOCTURNA.

Anoche, en la cantina caí por unas chelas,  
me topé con un consuelo de lentejuelas.  
Ella me preguntó por la llaga que brota;  
dice que por los ojos se me nota.  

Por no derramar lágrimas de macho,  
de prisa, la risa entre penas desabrocho.  
Desgrano la espina, de a poco y casi nada,  
que aprieta el pecho, como una apuñalada.  

Ella me interroga sobre mi cruel pasado;  
por su insistencia, yo me sentí acosado.  
Pero pasamos largas horas sin cobertura,  
donde me opuse a que me quitara la vestidura.  

Aunque vengo con el corazón embestido,  
y le entregué todo mi silencio en salida;  
mientras ella, su dulce labio, me besaba,  
también cicatriz en el corazón llevaba.  

Ella anda maquillada con exceso de sonrisa,  
supongo que sus penas las lleva en su cartera,  
pero yo no logro ocultar ni con mi camisa  
y toda tristeza sale hasta en mi billetera.  

Después de todo, casi el alma me desnuda;  
yo le dije que no y le agradecí la ayuda.  
Es bella de carne joven, mujer legítima,  
sin embargo, me negué a su oferta íntima.  

Porque es un amor de piel desconocido,  
convertida en loba por el brillo del oro;  
porque es una mujer sin apellido,  
un antifaz con alma de cordero.  



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri